– Económicas pide un módulo de diez mil metros para acabar con la masificación.
El decano dice que en Medicina no caben y la opción de Farmacia es a diez años vista Advierte que necesitan veinte despachos, aulas y más espacio de forma inmediata.
La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales da un paso más en sus problemas de espacio. La masificación es casi insostenible y sus órganos de gobierno no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados. Tras denunciar que no tienen ni aulas ni despachos ni espacio suficiente para el personal de administración y servicios, ahora anuncian que a partir de enero lo que van a hacer es exigir. Lo harán con el cambio del equipo de gobierno en la Universidad de Granada (UGR) y porque la situación apremia.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas, sita en el Campus de Cartuja, Santiago Carbó, explica que necesitan ya cuatro aulas como mínimo, más espacio para seminarios, entre veinte y veinticinco despachos para profesores y un nuevo espacio para la secretaría. «Podemos esperar en otros temas, pero en cuestión de equipamiento no», sentencia.
En la facultad se reunieron hace unos meses y elaboraron un documento marco del centro ante las próximas elecciones a rector en la institución universitaria granadina. En este caso se pone en evidencia que en sólo una década, en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales se ha pasado de ser el cuarto centro en número de alumnos matriculados a ser el «más masificado» de la Universidad (7.390 alumnos). Así, recuerdan que estos datos contrastan significativamente con los «enormes déficits y graves problemas estructurales que se sufren, que en este documento se relacionan, y a los que exigimos que se haga frente de una forma ágil y definitiva».
A este documento bastante amplio, el decano añade ahora algunas de las soluciones que desde el centro les gustaría que se adoptaran. Lo primero serán actuaciones concretas en la facultad, con nuevas divisiones de aulas, y buscar otros espacios para despachos y para la secretaría. Eso en el año 2008. Lo segundo será llamar a la solidaridad de los centros próximos para poder ubicar algunas de esas aulas o seminarios que en la Facultad de Económicas no puedan acomodarse porque ya no quedan muchos más pasillos, garajes y otras dependencias para aprovechar.
Las otras propuestas
Mirando un poco más lejos en el tiempo, las alternativas son varias, no obstante, el decano Santiago Carbó despeja ahora cuáles serían las preferencias de la facultad. Y por el momento no pasan por irse a la Facultad de Medicina cuando se quede vacía porque se trasladen al campus de la Salud. Una propuesta que apuntó el actual rector, David Aguilar Peña, y que parece que en Económicas no es muy aplaudida, por el momento. Carbó explica que aún no saben qué espacio exacto les darían, si se incluiría o no todo el clínico, y que en el caso de que se excluyera «no cabemos». A lo que añade: «Si nos lo dan es otra cosa». Si embargo, parece que no les seduce mucho la idea.
La posibilidad de mudarse a la Facultad de Farmacia quizás les atraiga un poco más, aunque no es muy viable porque «es a diez años y no podemos esperar tanto tiempo». Es un centro más amplio y en el que si podrían acomodarse bien, pero es mucho tiempo el que deberían esperar y no les cuadra. En el edificio de Farmacia, que también está en Cartuja, no tendrían problemas de espacio, por el momento.
Así, agotando estas dos posibilidades Santiago Carbó pone encima de la mesa otras posibles salidas que terminarían con sus problemas de espacio. Una sería la construcción de una nueva facultad y la otra la de un aulario. La proyección de un nuevo edificio no lo ven muy clara porque sería muy caro y con los gastos del campus de la Salud la UGR no está para tirar cohetes. Lo que sí les gusta más y ven viable es la edificación de un aulario de unos diez mil metros cuadrados cerca de la actual Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Sobre los problemas que hay ahora mismo de edificación en Cartuja, no se permite, Carbó dice que hay perspectivas, según les han contado de que esa prohibición se levantara. «Un aulario de unos 10.000 metros es lo más fácil económicamente», matiza.
El decano insiste en que lo del aulario son soluciones a cuatro o tres años y «nosotros no podemos esperar más. Necesitamos actuaciones para el año 2008». A esto añade que «no estamos pidiendo la luna. Lo que necesitamos es el apoyo del Rectorado». Por el momento, algunos alumnos de Ciencias Económicas y Empresariales ya están dando clases fuera de la Facultad.
Los candidatos a rector ya tienen el documento -en el que se exponen punto por punto las necesidades-, pero aún no les ha contestado ninguno, según el decano.