– Elecciones españolas movilizan poco a los jóvenes
Fiesteros y poco politizados, los jóvenes españoles no serán los más numerosos en acudir el domingo a las urnas como hicieron en 2004, cuando contribuyeron en gran medida a la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, tres días después de los atentados islamistas de Madrid.
Desinteresados, hastiados o desilusionados, los cinco millones de electores de 18 a 29 años (17% del electorado) son el tramo de población más reacio generalmente a movilizarse, destacó Juan Montávez Pereira, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada (Andalucía, sur).
No creo que haya un cambio radical en las próximas elecciones, afirmó Montávez.
Esta tendencia a la abstención es una postura de protesta frente a lo político, de rechazo del sistema o un sentimiento de conformismo, de que sus derechos están asegurados por el sistema democrático y por tanto no exige ni siquiera su movilización, explicó.
La juventud española está considerada la más fiestera de Europa, no sólo por sus maratones nocturnos sino también por el consumo de alcohol y de droga.
Sin embargo, en marzo de 2004, la elevada tasa de participación de la juventud española, tres días después de los atentados islamistas contra cuatro trenes suburbanos en Madrid (191 muertos), contribuyeron a una inesperada victoria de los socialistas.
Según Juan Díez Nicolás, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, hace cuatro años las masivas manifestaciones contra la guerra de Irak y el envío de tropas por el gobierno del entonces presidente conservador José María Aznar les animaron a pronunciarse.
Hace falta un estímulo externo fuerte para que no se queden en casa como fue el caso en 2004, opinó Javier Elzo, profesor en la Universidad Deusto de Bilbao (País Vasco, norte).
Si se movilizan, que está por ver, la mayoría de los indecisos se inclinarán por el PSOE, aunque el PP tiene un voto más fiel y seguro, consideró.
Según una encuesta sobre intención de voto publicada por el diario Público, el 37,1% de los nuevos electores, que tienen entre 18 a 22 años (1,7 millones de personas) votarán por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) contra 23,7% para el Partido Popular (PP, derecha).
El PP tiene el handicap de ser visto por la mayoría de los jóvenes no definidos políticamente como antiguo, tradicional, de derechas y próximo a la Iglesia, explicó Elzo.
El gobierno socialista intenta seducir nuevamente a los jóvenes que viven en casa de sus padres hasta pasados los 30 años por las dificultades que implica independizarse cuando cobran menos de 1.000 euros por mes.
El PSOE instauró una ayuda mensual de 210 euros para los que tienen entre 22 y 30 años y ganan menos de 22.000 euros brutos al año para alquilar un apartamento.
La derecha, a su vez, promete facilitar el acceso al empleo y conceder tipos de interés preferentes para comprar una vivienda.
Estas pequeñas ayudas no son suficientes, estima Díez Nicolás, que apuesta por una clara abstención de los jóvenes el 9 de marzo.
Aunque están satisfechos por algunas medidas como el casamiento homosexual, les preocupa su situación, (pues) ven que no tienen grandes oportunidades a nivel de empleo y salarial, agrega.
Basta con visitar el campus de la Universidad Complutense de Madrid, donde la campaña electoral no levanta pasiones.
Me considero pasivo ante la política, reconoce Javier, de 18 años.
Me gustaría poder votar a algún partido más centrista, asegura, y remata que su voto será en blanco.
Los líderes no son lo suficientemente cercanos a la población, opina Eduardo, de 25 años, para quien sus propuestas son demasiado electoralistas.
Los jóvenes no se movilizarán porque no les interesa la política y porque no saben lo que es no vivir en democracia, sentencia Miguel, estudiante de inglés de 20 años, que recuerda que, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, sus padres lucharon por sus derechos.
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