«La ciudad está llena de Universidad por todos sitios»
El laberinto de idiomas y procedencias que se despliega en las calles desde septiembre encuentra en la Universidad su punto de partida. El rector recibió ayer a los estudiantes de fuera.
DIEGO MÁRQUEZ. Yassir Elmorer tiene dieciocho años y el brillo de la ilusión en los ojos. Viene a Granada desde Tánger. Viene a la ciudad en la que nació aunque haya vivido siempre en el norte de Marruecos donde estudió en uno de los institutos españoles. Los alumnos de estos centros pueden comenzar sus estudios universitarios en Granada gracias a una de las 27 becas que existen en virtud de un convenio entre España y Marruecos.
Dice Yassir que eligió venirse porque es “la mejor ciudad para estudiar y vivir”. Combina, en su opinión, la tranquilidad de las ciudades pequeñas, al tiempo que su “ambiente estudiantil” le proporcione el toque urbano y cultural que viene buscando. Estudiará Odontología, como tantos otros compatriotas suyos en la Universidad de Granada (UGR), pero intentará estar al día de la extensa programación teatral y musical de la capital. Le acompaña Soufiane Tahiri, de Nador.
Él, con 17 años, conoció Granada hace un par de semanas. Ambos viven en un colegio mayor que les cubre la beca. Son los más afortunados. Los demás marroquíes sólo tienen pagadas las tasas académicas, el comedor y una ayuda para el alojamiento. También estaba ayer en el Rectorado un grupo de seis chavales eslovacos que recibieron educación en español en su país de origen. Martin Mika, uno de ellos, sabe además inglés y checo, y está aprendiendo francés.
Va a estudiar Traducción e Interpretación. Su amiga Katarina Rovnakova hará Derecho, pero sabe español casi mejor que él. Junto a ellos llegan estudiantes becados de Rumanía, Polonia y Chequia. El rector, Francisco González Lodeiro, les dio la bienvenida en el Rectorado como antes había hecho en Medicina con los chavales españoles que este año estudiarán en la UGR gracias a las becas SICUE y Séneca. Les animó a vivir la ciudad más cosmopolita, esa que “está llena de Universidad por todas partes”, recalcó.
Les felicitó por haber escogido Granada, una ciudad en la que, señaló, “es posible esquiar por la mañana y bañarse en la playa por la tarde. En junio, claro”. Salamanca-Granada. González Lodeiro les dijo que “a esta ciudad se viene y uno nunca sabe cuándo se va”. Recordó que llevaba veinticinco años en la capital después de haber estudiado en Madrid, Montpellier y Salamanca. Le escuchaba atenta Vanessa Castillo, que viene, precisamente, de Salamanca.
“Soy de Ceuta y siempre pensé en venir”, apuntaba en el Aula Magna de Medicina. Estudia Física que tiene muy buena fama en la UGR. Unió sus deseos personales con la oportunidad de mejorar en sus estudios. Ya lo está haciendo. Quién sabe si será una de esas estudiantes que deciden no sólo estar el año que cubre la beca sino continuar sus estudios.
Más improbable será que se quede para siempre. Eso suele ponerlo difícil la ciudad, cuentan los estudiantes que lo intentan. Pero ahora es el momento de la Universidad, de ver en Granada una hermana gemela de Salamanca “con más alumnos”. Alumnos que en un 60% de los casos son de fuera de la provincia. Desde ya, disfrutan de esa Granada cosmopolita que les presentó el responsable de la Universidad.