La UGR proyecta crear un centro para alumnos de más de 50 años
La UGR no es un coto privado para estudiantes veinteañeros. El campus cuenta con 820 estudiantes de más de 50 años matriculados en su Aula de Formación Abierta. En el futuro pueden contar incluso con un edificio propio.
Los cuadernos y los bolígrafos son su material de trabajo, igual que ocurre con cualquiera de los otros 56.000 estudiantes matriculados en la Universidad de Granada (UGR). Lo único que les diferencia de los demás es la edad. Podrían ser los padres e incluso algunos de ellos los abuelos del resto de alumnos del campus granadino. Un total de 820 personas mayores de 50 años estudian durante el presente curso en la UGR.
Lo hacen en el Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad, órgano creado en los noventa y que con el paso de los cursos no ha parado de aumentar su número de alumnos. Ha demostrado que la edad no es una barrera para cursar estudios universitarios y, ante su éxito, la UGR pretende ampliar el proyecto y aglutinar en un mismo edificio todas las asignaturas que actualmente se imparten en distintas facultades. Sería, por decirlo de otra forma, la primera ´facultad de mayores´ del país.
«La reunión de las asignaturas en un edificio sería interesante, porque cada año crece la demanda de gente mayor que, por muchas circunstancias, no ha podido acceder antes a los estudios universitarios y que ve en el Aula Permanente de Formación Abierta una segunda oportunidad», explicó Concepción Argente, directora del centro.
El centro oferta durante este curso casi 30 asignaturas, entre troncales y optativas, que se imparten donde haya sitio libre, ya sea la Facultad de Medicina, la de Ciencias, la de Letras o en las instalaciones deportivas de Fuentenueva, por citar algunos ejemplos. Esta diseminación resulta a veces incómoda para los alumnos, que se tienen que desplazar de un sitio a otro, aunque la buena organización de los horarios ha conseguido que no tengan dificultades para conocer dónde tienen que acudir cada día.
Sedes provinciales. Aunque el proyecto de la ´facultad de mayores´ aún no está totalmente definido, la UGR está interesada en el mismo por el éxito de una iniciativa que ya tiene otras cinco sedes, tres en la provincias -Baza, Guadix y Motril- y las dos restantes en Ceuta y Melilla.
Los 820 mayores matriculados en Granada pagan algo más de 100 euros en concepto de matrícula y reciben, tras completar sus estudios, el título de Graduado en el Programa Específico para Alumnos Mayores de la UGR.
«Lo más importante a estas edades no es, evidentemente, conseguir la mayor formación posible para acceder al mercado laboral, sino que se trata más bien de un ejercicio de autorealización y de satisfacción personal», comentó la directora del centro.
La diversidad del alumnado es otra de las características del Aula de Formación Abierta, ya que hay personas con edades comprendidas entre los 51 y los 86 años; ésta última es una mujer que seguramente es la estudiante más veterana de la UGR. Hay desde prejubilados hasta amas de casa o viudas. «Es mucho más saludable que quedarse en casa sin hacer nada. Ejercitas el cuerpo y la mente», explicó Amalia, una de las alumnas.
Oferta. La directora explicó que el Aula ha aumentado paulatinamente su oferta de asignaturas desde su creación en 1995. «Somos conscientes de que nuestro alumnado es peculiar, por lo que buscamos siempre asignaturas que tengan una funcionalidad social y que sean prácticas para este colectivo», destacó Argente.
Entre las materias troncales figuran, por ejemplo, Medio Ambiente, Salud Integral, La Lengua Española: Historia y Situación Actual o Viaje al Cuerpo Humano. De la docencia se encargan profesores de la UGR que incluso se desplazan a las sedes de Guadix, Baza y Motril.
Donde más se nota la utilidad de estos estudios es, en cualquier caso, en las asignaturas optativas, que se renuevan en función de las necesidades y demandas del alumnado.
Hay clases de introducción a la Informática o el Inglés. Otras asignaturas son Historia de las Mujeres, ´Como cuidar el cuerpo humano a partir de los 50 años´ o ´El clima en la vida cotidiana´. Ésta última afronta cuestiones de actualidad como el cambio climático o el agujero de la capa de ozono , temas que «muchas personas mayores no entienden aunque oyen hablar de ellos continuamente».
Otra materia, Actualidad y Justicia Penal, aborda una temática que, lamentablemente, también está vigente: los malos tratos. El Aula Permanente de Formación Abierta demuestra, en definitiva, que nunca es tarde para coger el tren de la Universidad.
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