Sabores y saberes en peligro de extinción

Sabores y saberes en peligro de extinción

«Cuando se pierden las plantas que cultivaban nuestros abuelos, se va una parte de nuestra historia y cultura», ha afirmado a Efe la agricultora Remei Gimeno.

En Vilanova i la Geltrú (Barcelona), ella y «un grupo de payeses con buen rollo», convertidos en productores y vendedores, se resisten a que variedades de la zona como el espigal, la col paperina o la escarola perruqueta desaparezcan de la huerta y que «la gran industria» acabe «robando el alma a la comida».

«El espigal es una planta de la familia de la col, que antes se hervía con aceite y que, ahora, recuperada, la gente usa para preparar canelones o pizza», ha explicado Gimeno.

Algo parecido ocurre con la patata copo de nieve, que hasta hace unas décadas se cultivaba en las laderas de Sierra Nevada. José Luis Rosúa, investigador de la Universidad de Granada, encontró al último agricultor que aún la plantaba y desde entonces intenta mejorar su «acervo genético» para que pueda regresar al mercado.

Originaria de los Andes, donde aún se cultiva, la patata copo de nieve sabe, según Rosúa, más a patata, tiene menos agua, es mucho más compacta y no se deshace.

En la cooperativa gaditana «La Verde», agricultores como Manolo Zapata intentan recuperar la zanahoria morá, que llegó hace miles de años desde el este del mediterráneo y que se caracteriza por su exterior morado y su interior blanco.

Rica en antioxidantes y caroteno, el sabor de esta singular y afrodisíaca variedad recuerda a la zanahoria naranja pero con un «ligero sabor a remolacha», ha señalado.

Para Rosúa, existe «una preocupante pérdida de diversidad de semillas» porque, en el caso de la patata, dos variedades -la holandesa y un híbrido americano- concentran el 80 por ciento de la producción.

Rosúa calcula que entre el 30 y el 40 por ciento de todas las variedades locales han desaparecido en España. «Estamos a tiempo de que no sea una debacle, pero se necesitaría una política activa por parte de la administración», ha añadido.

La razón por la que han ido desapareciendo estas variedades es que «la agricultura industrial introdujo variedades híbridas de mayor rendimiento y producción que provocaron que se perdieran variedades muy antiguas», ha asegurado Juanma González, uno de los responsables de Red de Semillas, organización estatal que promueve el intercambio de semillas para preservar la biodiversidad agrícola.

Sin embargo, las variedades locales poseen una gran riqueza genética frente a plagas y están adaptadas a los climas y suelos de cada zona.

Aunque se han creado bancos de germoplasma para las semillas, para González no es suficiente: «hay que preservar el conocimiento campesino asociado a estos cultivos, un legado conservado por personas mayores y que muere con ellas».

El consumidor debería estar «comprometido con lo que come» y, en lugar de ser un eslabón final del proceso, condicionar todas las etapas del mismo «con su visto bueno o su rechazo», según Rosúa.

Más allá de las conocidas churras y merinas, la oveja Xalda -de origen céltico- se reivindica en las montañas asturianas como una de la razas más antiguas del continente europeo. Antón Álvarez, de la asociación de criadores de esta oveja, cuenta que son pequeñas, negras o de color rojizo y «con una moña blanca».

Su carne es sabrosa, tiene más fibra y no necesita salsas «chimichurri», ha dicho Álvarez, quien ha destacado que su producción es mínima ya que, al año, solo mil corderos llegan a la mesa.

José Pascual Gracia compró una de las viñas más antiguas de la comarca aragonesa de Cariñena para elaborar vino a partir de la uva crespiello, una «rara variedad con mala fama».

Pero al recuperarla, Gracia se reencontró en la bodega con un «espectáculo de olores» que casi había olvidado: «dulzones, afrutados, anisados, florales…»
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Sabores y saberes en peligro de extinción

Sabores y saberes en peligro de extinción

Zanahoria morá, patata copo de nieve, uva crespiello, oveja xalda, col paperina o escarola perruqueta son algunos de los miles de productos locales amenazados en España por la industria agroalimentaria y la falta de un consumidor concienciado.

«Cuando se pierden las plantas que cultivaban nuestros abuelos, se va una parte de nuestra historia y cultura», ha afirmado a Efe la agricultora Remei Gimeno.

En Vilanova i la Geltrú (Barcelona), ella y «un grupo de payeses con buen rollo», convertidos en productores y vendedores, se resisten a que variedades de la zona como el espigal, la col paperina o la escarola perruqueta desaparezcan de la huerta y que «la gran industria» acabe «robando el alma a la comida».

«El espigal es una planta de la familia de la col, que antes se hervía con aceite y que, ahora, recuperada, la gente usa para preparar canelones o pizza», ha explicado Gimeno.

Algo parecido ocurre con la patata copo de nieve, que hasta hace unas décadas se cultivaba en las laderas de Sierra Nevada. José Luis Rosúa, investigador de la Universidad de Granada, encontró al último agricultor que aún la plantaba y desde entonces intenta mejorar su «acervo genético» para que pueda regresar al mercado.

Originaria de los Andes, donde aún se cultiva, la patata copo de nieve sabe, según Rosúa, más a patata, tiene menos agua, es mucho más compacta y no se deshace.

En la cooperativa gaditana «La Verde», agricultores como Manolo Zapata intentan recuperar la zanahoria morá, que llegó hace miles de años desde el este del mediterráneo y que se caracteriza por su exterior morado y su interior blanco.

Rica en antioxidantes y caroteno, el sabor de esta singular y afrodisíaca variedad recuerda a la zanahoria naranja pero con un «ligero sabor a remolacha», ha señalado.

Para Rosúa, existe «una preocupante pérdida de diversidad de semillas» porque, en el caso de la patata, dos variedades -la holandesa y un híbrido americano- concentran el 80 por ciento de la producción.

Rosúa calcula que entre el 30 y el 40 por ciento de todas las variedades locales han desaparecido en España. «Estamos a tiempo de que no sea una debacle, pero se necesitaría una política activa por parte de la administración», ha añadido.

La razón por la que han ido desapareciendo estas variedades es que «la agricultura industrial introdujo variedades híbridas de mayor rendimiento y producción que provocaron que se perdieran variedades muy antiguas», ha asegurado Juanma González, uno de los responsables de Red de Semillas, organización estatal que promueve el intercambio de semillas para preservar la biodiversidad agrícola.

Sin embargo, las variedades locales poseen una gran riqueza genética frente a plagas y están adaptadas a los climas y suelos de cada zona.

Aunque se han creado bancos de germoplasma para las semillas, para González no es suficiente: «hay que preservar el conocimiento campesino asociado a estos cultivos, un legado conservado por personas mayores y que muere con ellas».

El consumidor debería estar «comprometido con lo que come» y, en lugar de ser un eslabón final del proceso, condicionar todas las etapas del mismo «con su visto bueno o su rechazo», según Rosúa.

Más allá de las conocidas churras y merinas, la oveja Xalda -de origen céltico- se reivindica en las montañas asturianas como una de la razas más antiguas del continente europeo. Antón Álvarez, de la asociación de criadores de esta oveja, cuenta que son pequeñas, negras o de color rojizo y «con una moña blanca».

Su carne es sabrosa, tiene más fibra y no necesita salsas «chimichurri», ha dicho Álvarez, quien ha destacado que su producción es mínima ya que, al año, solo mil corderos llegan a la mesa.

José Pascual Gracia compró una de las viñas más antiguas de la comarca aragonesa de Cariñena para elaborar vino a partir de la uva crespiello, una «rara variedad con mala fama».

Pero al recuperarla, Gracia se reencontró en la bodega con un «espectáculo de olores» que casi había olvidado: «dulzones, afrutados, anisados, florales…»
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Sabores y saberes en peligro de extinción

Sabores y saberes en peligro de extinción

\’Cuando se pierden las plantas que cultivaban nuestros abuelos, se va una parte de nuestra historia y cultura\’, ha afirmado a Efe la agricultora Remei Gimeno.

En Vilanova i la Geltrú (Barcelona), ella y \’un grupo de payeses con buen rollo\’, convertidos en productores y vendedores, se resisten a que variedades de la zona como el espigal, la col paperina o la escarola perruqueta desaparezcan de la huerta y que \’la gran industria\’ acabe \’robando el alma a la comida\’.

\’El espigal es una planta de la familia de la col, que antes se hervía con aceite y que, ahora, recuperada, la gente usa para preparar canelones o pizza\’, ha explicado Gimeno.

Algo parecido ocurre con la patata copo de nieve, que hasta hace unas décadas se cultivaba en las laderas de Sierra Nevada. José Luis Rosúa, investigador de la Universidad de Granada, encontró al último agricultor que aún la plantaba y desde entonces intenta mejorar su \’acervo genético\’ para que pueda regresar al mercado.

Originaria de los Andes, donde aún se cultiva, la patata copo de nieve sabe, según Rosúa, más a patata, tiene menos agua, es mucho más compacta y no se deshace.

En la cooperativa gaditana \’La Verde\’, agricultores como Manolo Zapata intentan recuperar la zanahoria morá, que llegó hace miles de años desde el este del mediterráneo y que se caracteriza por su exterior morado y su interior blanco.

Rica en antioxidantes y caroteno, el sabor de esta singular y afrodisíaca variedad recuerda a la zanahoria naranja pero con un \’ligero sabor a remolacha\’, ha señalado.

Para Rosúa, existe \’una preocupante pérdida de diversidad de semillas\’ porque, en el caso de la patata, dos variedades -la holandesa y un híbrido americano- concentran el 80 por ciento de la producción.

Rosúa calcula que entre el 30 y el 40 por ciento de todas las variedades locales han desaparecido en España. \’Estamos a tiempo de que no sea una debacle, pero se necesitaría una política activa por parte de la administración\’, ha añadido.

La razón por la que han ido desapareciendo estas variedades es que \’la agricultura industrial introdujo variedades híbridas de mayor rendimiento y producción que provocaron que se perdieran variedades muy antiguas\’, ha asegurado Juanma González, uno de los responsables de Red de Semillas, organización estatal que promueve el intercambio de semillas para preservar la biodiversidad agrícola.

Sin embargo, las variedades locales poseen una gran riqueza genética frente a plagas y están adaptadas a los climas y suelos de cada zona.

Aunque se han creado bancos de germoplasma para las semillas, para González no es suficiente: \’hay que preservar el conocimiento campesino asociado a estos cultivos, un legado conservado por personas mayores y que muere con ellas\’.

El consumidor debería estar \’comprometido con lo que come\’ y, en lugar de ser un eslabón final del proceso, condicionar todas las etapas del mismo \’con su visto bueno o su rechazo\’, según Rosúa.

Más allá de las conocidas churras y merinas, la oveja Xalda -de origen céltico- se reivindica en las montañas asturianas como una de la razas más antiguas del continente europeo. Antón Alvarez, de la asociación de criadores de esta oveja, cuenta que son pequeñas, negras o de color rojizo y \’con una moña blanca\’.

Su carne es sabrosa, tiene más fibra y no necesita salsas \’chimichurri\’, ha dicho Alvarez, quien ha destacado que su producción es mínima ya que, al año, solo mil corderos llegan a la mesa.

José Pascual Gracia compró una de las viñas más antiguas de la comarca aragonesa de Cariñena para elaborar vino a partir de la uva crespiello, una \’rara variedad con mala fama\’.

Pero al recuperarla, Gracia se reencontró en la bodega con un \’espectáculo de olores\’ que casi había olvidado: \’dulzones, afrutados, anisados, florales…\’
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Los lanudos de El Padul

Los lanudos de El Padul

Quién me iba a decir a mí que me quedaría en los huesos. A mí, que era grande, fuerte y correteaba feliz por estos andurriales. Pero ha pasado mucho más tiempo del que podéis imaginaros. Han pasado nada menos que treinta mil años desde que nací en una gran manada de mamuts que vivía en estas tierras. Desde pequeñito tenía todo el cuerpo cubierto de pelo, como mi madre y las madres de mis amigos y como nuestros padres; por eso nos decían los lanudos. Teníamos suerte, porque entonces hacía mucho frío.
Los mamuts lanudos vivíamos en los continentes del norte en los tiempos de la última glaciación, al final del Pleistoceno, y todo estaba cubierto de un gran manto de hielo y nieve. Había poca agua porque estaba toda congelada. Por eso los bisabuelos de mis bisabuelos pudieron llegar a la Península Ibérica pasando por los flancos costeros de los Pirineos. Atravesaron andando la bahía de Vizcaya o el golfo de León que se habían quedado secos porque el nivel del mar estaba mucho más bajo que ahora. La mayoría de los que llegaron, y también sus descendientes, se quedaron viviendo en el norte, pero algunos recorrieron toda la península y vinieron hasta estas tierras lejanas del sur donde nací.
Como éramos lanudos soportábamos muy bien el frío, por eso yo tenía muchos parientes en todos los sitios gélidos: en Inglaterra, en toda Europa, en Rusia, China y hasta en Norteamérica. Todos nos parecíamos mucho: éramos grandotes, cabezotas y trompudos -como nuestros primos los elefantes-, teníamos mucha lana y un flequillo que nos tapaba la frente. Todos teníamos dos colmillos pero los de las chicas mamuts eran pequeños, ridículos comparados con los nuestros, que eran grandes y retorcidos.
Estepa árida y muy fría
Durante todo el tiempo que estuvimos aquí hacía mucho frío. Entre todos los mamuts europeos mi manada fue la más osada, la que se atrevió a ir mucho más al sur que todas las demás. Los primeros mamuts del sur vivieron hace casi cuarenta mil años en una estepa árida y muy fría, casi como una tundra, sin árboles, sólo con hierbas. De vez en cuando, en vez de mucho frío, sólo hacía frío y entonces crecían encinas, abedules, enebros y pinos. Pero en este ambiente llegaban los animales y los hombres que nos perseguían y teníamos que irnos a las tierras más altas. Volvíamos otra vez cuando llegaba más frío. Los últimos mamuts desaparecimos del sur hace ya veinticinco mil años. Éramos los reyes del frío.
Nuestras manadas eran grandes. Cuando éramos pequeños nos gustaba mucho jugar con los primos y con los amigos. Pero cuando nuestros colmillos empezaban a crecer y a ponerse retorcidos, entonces descubríamos que nos gustaba más jugar con las primas y sus amigas. Esa fue nuestra perdición. Las hermanas, las primas y las amigas tuvieron mucha suerte, porque la matriarca las dejaba quedarse. Pero a nosotros, con colmillos retorcidos y todo, la vieja arpía nos echaba de la manada. Así que nos dedicábamos a deambular en pandillas de jovenzuelos. De vez en cuando -confieso que la primera vez no sabía bien para qué- las chicas nos llamaban y nos dejaban acercarnos a sus manadas de hembras. Entonces nos peleábamos a testarazo limpio todos los chicos de la pandilla y, claro, ya no podíamos volver a juntarnos, porque nos dábamos de topetazos por lo enfadados que estábamos. Por culpa de las chicas me encontré viviendo solitario, como un vagabundo. No hay derecho, total si mi chica me llamaba una vez cada cinco años…
Los hombres -primero los neandertales y después los cromañones- y los depredadores nos preferían a nosotros, los machos solitarios, porque éramos más fáciles de cazar, sobre todo después de las peleas a cabezazos y por el cansancio acumulado -el que tenía la suerte de cansarse-. Corríamos y corríamos como locos, sin mirar siquiera dónde pisábamos. Y así nos fue. Porque en nuestra huida nos metíamos en una ciénaga en la que nos hundíamos y nos quedábamos atrapados. Aquí no nos mataban los cazadores -que sí miraban dónde pisaban-, nos moríamos lentamente por tener los colmillos retorcidos.
Han pasado más de treinta mil años desde que me quedé atrapado en esta turba -en la que me fui pudriendo poco a poco- hasta que me habéis encontrado. Habéis excavado para sacar lo poco que queda de mí: mis huesos, mis muelas y mis colmillos. Cuando me metí en la ciénaga que me sirvió de trampa mortal era ya muy viejo, por eso tenía los colmillos tan retorcidos y me había salido la muela del juicio. También estaba achacoso, con unos dolores terribles que me machacaban por las mañanas, y ahora me dicen que era por la artrosis y por la artritis que se ven en los huesos de mis patas. Pues vaya. Quedarme yo en los huesos.
Cambio climático
Nosotros los lanudos éramos los reyes del frío. Pero cuando terminó la última glaciación nos sobraban las lanas. Nos extinguimos en todas partes cuando llegaron las temperaturas más altas. Y el caso es que os veo preocupados por el cambio climático. No termino de entenderlo. Hace un poco más de calor que cuando yo vivía aquí. Pero es que el clima de La Tierra siempre ha oscilado. Ahora estáis viviendo en una época de frío (menos del que yo necesitaba). Ese aumento de la temperatura que tanto os inquieta se ha repetido muchas veces entre las glaciaciones. Y aquí estamos, sin lanudos, viendo venir una nueva fluctuación en la temperatura de estas tierras.
Por primera vez voy a desvelaros mi gran secreto: junto con mis restos habéis desenterrado también mi fantasma, el del mamut lanudo, el que os cuenta esta historia mientras vaga sin descanso. Mi fantasma recorre estos parajes donde viví para ver mi colmillo retorcido en el Parque de las Ciencias, mis mandíbulas y mis huesos repartidos en la Universidad de Granada y en varias casas de los pueblos que hay ahora -y que ya voy conociendo-.
Los fantasmas de los lanudos sólo pedimos un deseo: nos gustaría volver a estar juntos (ya no nos vamos a pelear más). Sólo así nuestros fósiles y nuestros fantasmas dejarán de vagar como almas en pena por estas tierras que recorríamos en nuestros tiempos más fríos. Todavía nos quedan muchos parientes dentro de la turbera. Por eso queremos estar cerca, en el Museo que es necesario hacer en El Padul, donde nos etiquetarán con frialdad científica como restos fósiles de Mammuthus primigenius. Pero los fantasmas de los mamuts lanudos sabemos que ese museo será nuestro particular cementerio de elefantes: el de los huesos y los dientes en los que nos hemos quedado. ¿Quién me lo iba a decir a mí?
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La institución hace visible 30 años de vivencias en la Sede Antonio Machado

La institución hace visible 30 años de vivencias en la Sede Antonio Machado

El rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Juan Manuel Suárez Japón, inauguró ayer, en la Sala Gaspar Becerra, la exposición 1979-2000 El regreso de la vida universitaria a Baeza.
Se trata de una muestra, que como señaló Carmen Quesada, responsable del Gabinete de Prensa de la institución, ha sido costosa en lo que respecta a la labor de recuperación del material para la misma. Para ello se ha contado con el fondo fotográfico de la propia institución, de la Universidad de Granada, Instituto de Estudios Jienenses, medios de comunicación, profesionales de la fotografía y redactores gráficos que se reúnen en varios paneles junto a noticias publicadas en prensa y documentos de esos 30 años de actividad académica, algunos de cuyos originales se exponen en vitrinas. Es una exposición, que como añadió Carmen Quesada, «es para leer», puesto que es necesaria para conocer la historia de la institución, de las personalidades que han pasado por ella, etc. Los paneles se dividen en distintas unidades temáticas: Orígenes, Historia, Antiguo Seminario San Felipe Neri, Palacio de Jabalquinto, Visita Nocturna del Patio del Palacio de Jabalquinto, Personalidades, Escuela de Teatro y UNIAaEscena, Cites, Rectores de la Universidad de Granada, Dirección y Gerencia bajo la influencia de la Universidad de Granada, Rectores de la UNIA y Dirección y Gerencia de la Sede Antonio Machado de la UNIA.
Recordar
El rector de la institución, Suárez Japón, indicó que esta exposición es muy satisfactoria por varios aspectos, ya que permite hacer un ejercicio para «recordar lo que hemos vivido y lo que se ha vivido en la Sede Antonio Machado y hacerlo visible…; es también un ejercicio de memoria histórica, y una oportunidad para recuperar 30 años de una institución que ha sido fundamental para la vida de Baeza y para Andalucía», aseveró.
Junto a esta exposición, se ha elaborado un vídeo conmemorativo, con el mismo título que la exposición, realizado por el artista jienense José Ortega \’Sitoh\’. El vídeo tiene una duración de 13 minutos, en los que se hace un recorrido visual a través de los 30 años de actividad académica.
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Más de 300 científicos de todo el mundo participarán en el I Simposium sobre la Antártida y su evolución climática

Más de 300 científicos de todo el mundo participarán en el I Simposium sobre la Antártida y su evolución climática

Granada acogerá del 7 al 11 de septiembre el Primer Simposium sobre la Antártida y la evolución climática, un encuentro organizado por el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada) y que tendrá lugar en el Parque de las Ciencias.

A este Simposium asistirán más de 300 científicos de todo el mundo, y traerá hasta Granada a los mayores especialistas en diferentes campos de investigación, sobre la formación y evolución del Casquete de Hielos de la Antártida y el paleoclima (comunidades geológicas, geofísicas, biológicas, paleoceaonográficas, del hielo, etc.) en la Antártida.

Registros del paleoclima:

Los asistentes a este encuentro de primer nivel analizarán durante 5 días cómo estas comunidades científicas pueden actuar recíprocamente para obtener la mayor parte de registros del paleoclima. El Simposium estará organizado en sesiones orales por la mañana, seguido de sesiones temáticas, desgloses ‘ad hoc’, y reuniones de grupos de trabajo por la tarde.

Para animar tanto la interacción como los como posibles debates, el tiempo asignado para las sesiones orales será limitado. La mayor parte de las contribuciones de esta reunión serán expuestas en pósters que estarán instalados en el edificio Macroscopio del Parque de las Ciencias.
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Más de 300 científicos asistirán en Granada al primer simposio sobre la Antártida

Más de 300 científicos asistirán en Granada al primer simposio sobre la Antártida

Más de trescientos científicos procedentes de todo el mundo participarán en el primer simposio sobre la Antártida y la evolución climática que se celebrará del 7 al 11 de septiembre en el Parque de las Ciencias de Granada.

En este encuentro se darán cita los mayores especialistas en diferentes campos de investigación sobre la formación y la evolución del casquete de hielo en la Antártida y el paleoclima, comunidades geológicas, geofísicas, biológicas, paleoceaonográficas y del hielo, ha informado hoy en una nota la Universidad de Granada.

Los participantes analizarán cómo las comunidades científicas pueden actuar recíprocamente para obtener la mayor parte de registros del paleoclima.

El simposio estará organizado en sesiones orales, temáticas y reuniones de grupo de trabajo, y además la mayor parte de las contribuciones de esta reunión serán expuestas en pósters que estarán instalados en el edificio Macroscopio del Parque de las Ciencias
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Más de 300 científicos participarán en el primer simposio sobre la Antártida

Más de 300 científicos participarán en el primer simposio sobre la Antártida

Más de trescientos científicos procedentes de todo el mundo participarán en el primer simposio sobre la Antártida y la evolución climática que se celebrará del 7 al 11 de septiembre en el Parque de las Ciencias de Granada. En este encuentro se darán cita los mayores especialistas en diferentes campos de investigación sobre la formación y la evolución del casquete de hielo en la Antártida y el paleoclima, comunidades geológicas, geofísicas, biológicas, paleoceaonográficas y del hielo, ha informado hoy en una nota la Universidad de Granada.

Los participantes analizarán cómo las comunidades científicas pueden actuar recíprocamente para obtener la mayor parte de registros del paleoclima.

El simposio estará organizado en sesiones orales, temáticas y reuniones de grupo de trabajo, y además la mayor parte de las contribuciones de esta reunión serán expuestas en pósters que estarán instalados en el edificio Macroscopio del Parque de las Ciencias.
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El poeta herido

El poeta herido

El escritor, uno de los \’profesores estrella\’ de la UGR, anuncia su exilio tras la sentencia que le condena por injuriar a su compañero José Antonio Fortes.

Cantar al destino fatal o a la desdicha es cosa de poetas malditos, aquellos que encontraban sentido en el dolor y la desesperanza. Luis García Montero, también poeta, no pertenece a dicha estirpe, aunque en los últimos tiempos parece que también a él le ha mirado un tuerto. Es lo que tiene estar siempre en primera línea de combate, que existe el peligro de que te alcance una bala perdida . A Luis, el hecho de no callarse, le ha conllevado un serio revés, más que económico –tiene que pagar 3.000 euros por calumnias a su compañero de departamento en la UGR José Antonio Fortes–, en el orgullo.

La sentencia ponía esta semana la guinda a un enfrentamiento con Fortes que dura años y que el paso del tiempo ha enquistado. Es curioso contemplar como entre dos profesores y escritores cuyos despachos apenas distan diez metros existe tanta enemistad, pero el mundo de la literatura siempre ha conocido disputas a cara de perro. La mecha ya estaba encendida cuando Fortes se atrevió a decir que Federico García Lorca era “fascista”, toda una blasfemia no sólo para García Montero sino también para los miles de seguidores de la obra del poeta de Fuente Vaqueros en todo el mundo. Si a ello sumamos una serie de supuestas descalificaciones personales realizadas por Fortes contra el protagonista de este perfil tenemos como resultado un cóctel explosivo que tenía que reventar por algún lado… y lo hizo sobre García Montero, condenado por injuriar públicamente a su enemigo, al que tildó de “profesor perturbado”.

El resto de la historia está reciente. García Montero, dolido por el fallo judicial y por la supuesta falta de apoyo de la UGR en este trance, anunció su decisión de abandonar la docencia en la institución al final del curso. En cualquier caso, García Montero, una persona tímida, introvertida y muy correcta a pesar de su ‘salida de tono’ contra Fortes, tiene motivos para sentirse satisfecho. Si esta ‘crisis personal’ ha servido para encuestar el grado de apoyo con el que cuenta el poeta granadino dentro del mundo cultural, la prueba ha sido superada con nota. Apenas horas después de que se conociese la decisión de García Montero de dejar su cátedra en la UGR, más de 3.000 personas ya le habían mostrado su respaldo por internet. Quizás tanto respaldo se debe a que, según aseguran sus amigos, una de sus mayores virtudes es la fidelidad, a personas e ideas. Acompañó, por ejemplo, a Rafael Alberti hasta el final a pesar de las interferencias de la última esposa del poeta del Puerto.

Tiene cinco hermanos y la familia también juega un papel destacado en la vida de este hombre, al que la polémica le ha visitado en plena madurez, cuando apenas le quedan días para cumplir el medio siglo de vida. Pese a proceder de un entorno familiar conservador –su padre era coronel del Ejército– nunca ha escondido que es de izquierdas e incluso ha flirteado en más de una ocasión con IU. Llegó a ser candidato por la coalición de izquierdas al Parlamento Europeo y en las pasadas elecciones integró la lista para el Senado.

Sus mayores compromisos, en cualquier caso, residen en la poesía y en la docencia. Ningún obstáculo había impedido hasta ahora que impartiese clases en la Universidad de Granada, ni siquiera el hecho de vivir a caballo entre Granada y Madrid y tener que realizar miles de kilómetros al año para asumir sus obligaciones docentes. Sus clases sobre Federico García Lorca crean expectación. el aula siempre está llena, hasta tal punto que decenas de estudiantes se quedan sin poder cursar la asignatura cada año al cubrirse el cupo de matrículas. Estos ‘llenos’ parecen condenados a la extinción si el profesor, que siempre ha sido un hombre de palabra, cumple con su anuncio de pedir una excedencia. Perderá García Montero, pero también la UGR.

Se trasladará definitivamente a la capital, donde podrá seguir asiduamente a su Real Madrid, club del que es socio y al que incluso dedicó un poema, pero nadie duda de que retornará siempre que pueda a su Granada natal, en la que no sólo tiene sus raíces, también grandes amistades, como Juan Vida, con el que sin duda seguirá citándose para tomar algo en el San Remo.
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Tocando el vacío: energía oscura y supernovas

Tocando el vacío: energía oscura y supernovas

¿Qué es la energía oscura? Quizá, junto con el origen de la vida, ésta sea la cuestión más fundamental que la ciencia tiene planteada hoy en día. Hemos descubierto un gran vacío en nuestro conocimiento. Desconocemos algo que actualmente llena casi todo el Universo y ejerce una fuerza repulsiva. Una fuerza que compensa los efectos de atracción gravitatoria debidos a la materia y los supera, acelerando el ritmo al que se está expandiendo el Universo desde que se originó, en el Big-Bang. Si el Universo estuviese vacío, el ritmo de expansión sería constante, mientras que la presencia de materia o energía, tal y como las conocemos, frena dicho ritmo por sus efectos gravitatorios.

La supernova SN2002dd es una de las más lejanas descubiertas y nos muestra una época del pasado en la que aún dominaban los efectos gravitatorios (atracción) sobre los de la energía oscura (repulsión). A la izquierda se muestra una imagen de la misma región del cielo tomada en 1995, siete años antes de la explosión de la supernova.- NASA / HST

Hace una década aún no se hablaba de energía oscura, se hablaba de materia oscura, del ritmo de expansión, de su desaceleración, de la geometría del Universo… entonces hacíamos el inventario de las componentes de Universo y las cuentas no cuadraban. El fondo de radiación cósmica apuntaba a una densidad (incluyendo todo tipo de materia y energía) equivalente a unos 6 núcleos de hidrógeno por metro cúbico, la llamada densidad crítica, cuyo crítico significado también ha cambiado en el modelo cosmológico actual. Pero la componente dominante de tal densidad no podía ser hidrógeno, ni ningún otro átomo, ni tampoco una materia diferente (y aún por identificar) llamada materia oscura fría porque todos estos tipos de materia ejercen fuerzas de atracción gravitatoria que se pueden medir. Y midiendo estos efectos gravitatorios podemos acotar la cantidad de materia responsable de los mismos y concluimos que, como mucho, la densidad de materia puede ser un 30 % de la densidad crítica. Nos faltaba un 70 % de algo y ese algo tenía que ser realmente exótico.

Tan exótico como requería el sorprendente resultado obtenido independientemente por dos grupos de astrónomos que observaban supernovas termonucleares lejanas con el objetivo de medir cuánto se frenaba el ritmo de expansión del Universo. Los grupos liderados por Brian Schmidt («High Redshift Team») y Saul Perlmutter («Supernova Cosmology Project») desencadenaron en 1998 una revolución cosmológica al encontrar que el ritmo de expansión del Universo en vez de frenarse, se aceleraba. Desde entonces la calidad y cantidad de datos astronómicos, en todos los frentes, no ha hecho más que aumentar y confirmar los resultados anteriores.

Las supernovas: faros cósmicos

Touching the Void es el título de un libro de montaña escrito por Joe Simpson en 1989, su experiencia con el vacío en los Andes peruanos. Cuando se publicó yo (Inmaculada) estaba haciendo la tesis en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC), precisamente sobre supernovas. Las supernovas son explosiones estelares, estudiábamos (y cocinábamos en el ordenador) supernovas termonucleares, una especie de bombas muy parecidas entre sí que explotan al desencadenarse en su interior reacciones nucleares.

Las supernovas brillan mucho, durante unos días brillan tanto como toda una galaxia, por eso vemos supernovas que están muy lejos, son nuestros faros cósmicos. Midiendo lo que ha disminuido, desde su origen, la luz que nos llega podemos estimar la distancia a la que se encuentra la supernova y con esta información acotar el ritmo de expansión del Universo. Hoy se detectan supernovas que ocurrieron cuando el Universo tenía la mitad de su edad actual (hace unos cuantos miles de millones de años). Desde entonces la luz emitida por la supernova ha estado viajando a través del Universo, de su geometría, y en ese viaje se ha ido encontrando con todas sus componentes y nos trae información sobre las mismas. Teniendo en cuenta estas nuevas y lejanas supernovas, el conocido y familiar método de los faros cósmicos indica, con un 99% de fiabilidad, la presencia de una componente que acelera el ritmo de expansión, la energía oscura. En concreto, si consideramos además los datos del fondo de radiación cósmica, concluimos que hasta un 70 % del Universo es dicha componente. Finalmente las cuentas cuadran, lanzándonos quizás al vacío.

Tocando el vacío

Efectivamente todas las evidencias astronómicas son compatibles con que la energía oscura sea la energía asociada al vacío cuántico. El vacío no está realmente tan vacío, hay partículas que se crean y se destruyen continuamente, que existen solo durante un tiempo muy breve. Asociada a estas partículas hay una energía que cumple todos los requisitos. Es más, las supernovas indican que inicialmente la expansión del Universo se frenó y posteriormente se aceleró y esta es precisamente una característica que tendría la energía del vacío: al expandirse el Universo la densidad asociada con la materia disminuye pero la asociada al vacío, que es una propiedad del espacio mismo, permanece constante. De esta forma, la densidad de materia dominaría en el pasado, frenando el ritmo de expansión, y en un cierto punto (que las supernovas muestran) pasó a dominar la energía del vacío y el ritmo de expansión comenzó su aceleración. El problema aquí es que entre la energía del vacío estimada teóricamente y la que se necesita para explicar las observaciones astronómicas hay una discrepancia muy grande, excesivamente grande, tanto que, de nuevo… ¡ algo no cuadra !

El modelo cosmológico

El modelo cosmológico compatible con todas estas observaciones es el llamado «Universo con constante cosmológica y materia oscura fría», un nombre que nos recuerda directamente todo lo que no sabemos. Conocemos la materia de la que esta hecha la Tierra, el Sol, las estrellas, nosotros, esa materia se encuentra en todo el Universo y está ahí desde el principio, desde el Big-Bang, pero su densidad sería solo un 5 % de la densidad crítica. El otro 95 % aún se nos escapa. Varios experimentos tratan de identificar la materia oscura fría, cuya cantidad podemos estimar por sus efectos gravitatorios, su densidad sería un 25 % de la crítica. Y algo más lejos estamos de entender el 70% restante: la energía oscura o energía del vacío o, como la llamó Albert Einsten, la constante cosmológica. Una constante que Einsten introdujo en sus ecuaciones para compensar la gravedad y que rotundamente descartaría posteriormente.

Ahora hay que preparar las supernovas para una nueva fase, pues para acotar la naturaleza de la energía oscura tenemos que aumentar la precisión de las distancias, obtenidas mediante el método de los faros cósmicos, en un factor diez. Para ello parece inevitable entender completamente las supernovas, cómo se forman y cómo explotan. Las supernovas no son todas exactamente iguales, no emiten la misma luz, pero como propuso Mark Phillips en 1993 es posible calibrarlas y así, a través de esa calibración, emplearlas como faros cósmicos. El método ha funcionado perfectamente indicándonos, como hemos visto, la existencia de la energía oscura. Sin embargo algunos astrónomos, como Mario Hamuy, Filippo Mannucci o Mark Sullivan, han relacionado las características observadas de las supernovas con su entorno, con la edad de las estrellas de las que proceden. Esto es crítico para un faro cósmico, si la luz del faro depende del lugar, no nos sirve para estimar distancias. Si las supernovas en el pasado no eran iguales a las supernovas vecinas que usamos para la calibración, hemos tocado fondo y no podemos aumentar la precisión. No podemos mientras no sepamos cómo tener en cuenta este hecho. Este es uno de nuestros proyectos actuales.

Entender el origen de la energía oscura es todo un reto, también lo fue para Joe Simpson caer y salir del vacío, algo fuera de todas las expectativas. Este reto nos puede llevar a resolver otros problemas fundamentales, como unificar la gravedad con las otras fuerzas o quizás entender el espacio-tiempo de una forma distinta. Además de los proyectos relacionados con las supernovas hay nuevos experimentos previstos o ya funcionando: aceleradores de partículas, grandes telescopios, satélites, simulaciones numéricas en grandes ordenadores, cálculos teóricos… y mientras, en estas calurosas noches de verano, «la luna gira en el cielo sobre las tierras sin agua» (Federico García Lorca), seguimos sorprendiéndonos al mirar las estrellas, sintiendo curiosidad y atracción que es lo que desde siempre nos lleva a descubrir, a descubrir incluso el vacío.

Inmaculada Domínguez y Mar Bastero son profesoras del Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada
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La lengua española, clave para evitar la formación de guetos de inmigrantes

La lengua española, clave para evitar la formación de guetos de inmigrantes

No sólo la justicia derriba barreras entre los hombres. También la lengua. Aurelio Ríos, director del curso sobre didáctica del español como segundo idioma a inmigrantes que se imparte en la sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía, asegura que lenguaje es un magnífico sistema para acabar con los guetos. De ahí la importancia del curso, que imparte a 38 alumnos convencidos de la importancia de dotarse de un instrumento didáctico para facilitar la integración de los extranjeros a través del conocimiento del idioma español.
La sutileza es necesaria. Hay que conseguir que los extranjeros que recalan en España no padezcan la lengua. No hay, dice Ríos, que colonizar a través del alfabeto, sino plantearlo como un instrumento que les permita integrarse en el entorno sin renegar de su propia cultura. «Se trata de que aprendan español, no de que se españolicen a través de la lengua», dice. De ahí que se plantee el curso también desde un punto de vista multilingüístico, lo que permite a los españoles entablar conocimiento de los inmigrantes a través de la lengua de los mismos.
El curso, que se dirige a personas vinculadas a la inmigración (profesores, voluntarios…) se estructura por niveles, en función de sus destinatarios últimos. Hay una estrategia para alumnos adultos, alfabetizados, que aprenden rápido. Otra para personas sin ningún tipo de formación y una tercera para extranjeros que no tienen relación con las lenguas románicas. El objetivo del curso es convertir a los alumnos en agentes de recursos, en especialistas que resuelvan problemas de los inmigrantes a través de la utilización del español.
El emigrante también tiene que poner de su parte. Ríos señala al respecto que para progresar es fundamental conocer la lengua del país de acogida, en este caso España. Los extranjeros que se aíslan, que no se esfuerzan en aprender, corren el riesgo, añade, de que repita en ellos la situación que padecieron los españoles que emigraron en la década de los sesenta y setenta a Suiza y Alemania. Su desconocimiento de estas lenguas les impidió integrarse en las sociedades que les proporcionaron trabajo.

Aurelio Ríos Rojas, profesor del Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada, ayer en la sede de la Unia de Baeza
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Profesores de la Universidad de Murcia publican un libro sobre la actividad física

Profesores de la Universidad de Murcia publican un libro sobre la actividad física

En el proyecto participan, además de la Universidad de Murcia, la Universidad de Granada y la de Almería

La actividad física y los estilos de vida saludables constituye el tema de análisis del libro que han publicado los profesores de la Universidad de Murcia Francisco Ruiz Juan y María Elena García Montes, junto con Maurice Piéron, profesor de la universidad belga de Lieja.

El volumen es el resultado de la investigación que estos docentes han desarrollado desde el año 2006 para encontrar las pautas que indiquen cómo generar en adultos los hábitos necesarios para la promoción de la actividad física de forma regular.

Asimismo, el trabajo ha perseguido encontrar los patrones que pueden constituir impedimentos para poder luchar contra los mismos.

Para estos científicos, entre los agentes que pueden contribuir a la consecución de unos determinados hábitos se encuentra la familia.

Asimismo, se analiza la incidencia que determinados hábitos alimenticios y el consumo de sustancias nocivas, como el alcohol y el tabaco, puede tener sobre la calidad de vida de las personas.

El libro es parte de los resultados del proyecto de investigación Hábitos físico-deportivos y de salud, estilos de vida en jóvenes y adultos, que está subvencionado por el Ministerio de Educación y Ciencia.

El proyecto cuenta con la intervención de la Universidad de Murcia y las de Granada y Almería.
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