La Universidad de Granada prepara a 580 alumnos novatos para rebajar los suspensos

El curso no sólo ha comenzado esta semana para los estudiantes de Infantil y Primaria de la provincia. Aunque la Universidad de Granada (UGR) no inicia su actividad académica hasta principios de octubre, lo cierto es que decenas de estudiantes que se estrenan este curso en la institución ya se están preparando para que dicho primer año no se convierta en una experiencia para olvidar. Se trata de unos 580 estudiantes que, según apuntó el decano de la facultad de Ciencias, Antonio Ríos, se han inscrito en los denominados cursos de preparación universitaria o ´cursos cero´, un servicio ya existente en otros campus nacionales pero que es nuevo en la UGR.

El objetivo de este ciclos es «preparar a los jóvenes que acaban de llegar a la UGR para que durante el primer curso de sus respectivas carreras no se encuentren perdidos. Fundamentalmente se les recuerdan conceptos básicos aprendidos ya en Secundaria y Bachillerato y que posteriormente deberán aplicar en la Universidad, aunque en ocasiones también se les enseñan conocimientos nuevos que después tendrán que aplicar», explicó Ríos, el decano de la facultad encargada de estrenar esta iniciativa en el campus granadino. Ríos también definió los ´cursos cero´ como un «calentamiento previo para empezar con fuerza y garantías los estudios universitarios».

Asignaturas troncales. Las materias que se imparten en esta clases son las consideradas básicas en los estudios de Ciencias: Biología, Física, Matemáticas y Geología. «Este repaso previo a la carrera es muy importante, porque muchos jóvenes llegan a la UGR sin haber estudiado Geología, por ejemplo, una materia que es necesaria para la carrera de Química», detalló el decano. Ríos destacó la buena acogida que está teniendo la iniciativa, con un elevado número de inscritos que espera que aumente hasta los 900 alumnos, puesto que el segundo plazo de matrícula aún no concluirá hasta el 15 de septiembre.

La principal novedad del proyecto estrenado por la UGR es que las clases se imparten exclusivamente por internet, a diferencia de lo que ocurre con los ´cursos cero´ puestos en marcha por otras instituciones, cuyas clases son presenciales.

Una vez que los alumnos formalizan la matrícula reciben una clave con la que pueden acceder a los contenidos del curso, presentes en la zona de uso restringido de la página web de la UGR. En dicho espacio cuentan también con formularios de autoevaluación e incluso con una conexión tipo blog para ponerse en contacto con el profesor.

«Es mucho más práctico que las clases presenciales, puesto que los jóvenes no necesitan desplazarse en septiembre, mes en el que muchos aún se hallan de vacaciones o trabajando, hasta la universidad», argumentó el decano de Ciencias.

Añadió, además, que los contenidos estarán presentes en la página web de la Universidad durante hasta junio, por lo que los estudiantes «incluso podrán consultar sus dudas una vez iniciado el curso».

El decano recalcó la importancia de estos cursos preparatorios para reducir las cifras de fracaso académico, que son especialmente elevadas en el primer curso universitario, algo que preocupa a los responsables de la UGR.

«El primer año en la universidad es especialmente comprometido, porque el joven que llega a la facultad está acostumbrado a un mayor control de su proceso de aprendizaje y a veces se siente perdido y desalentado ante la avalancha de nuevos conceptos y conocimientos que recibe en la Universidad». Los ´cursos cero´ pretenden allanar el camino universitario a los novatos y, en vista del elevado número de estudiantes inscritos en los mismos, parece que son bastante necesarios.
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Cruz pide que la capital invierta lo que le corresponde en el Albaicín

El subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, defendió ayer las obras en el Albaicín con cargo al Fondo de Inversión Local (FIL) del Ejecutivo y solicitó al Ayuntamiento que «asuma» sus responsabilidades en materia de inversiones en la ciudad en lugar de «criticar al resto de administraciones».

En declaraciones a La Opinión, el subdelegado recordó los 42 millones de euros que el Gobierno ha librado para diversas actuaciones en la capital. De esta subvención, más de dos millones se han invertido en el barrio mientras que ninguna de las obras incluidas en el presupuesto municipal de 2009 se ha ejecutado aún.

Según Cruz, «el Ayuntamiento echa balones fuera en lugar de reconocer sus obligaciones» cuando pidió al Gobierno, a la Junta de Andalucía y a la Unión Europea financiación para rehabilitar el Albaicín. También animó al alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, a «liderar» los futuros proyectos que se planifiquen en el barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad, y reafirmó el apoyo del Ejecutivo central a cualquier iniciativa que «mejore» Granada y sus bienes culturales.

Abandono. La concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, acusó a la UE, a la Junta, al Ministerio de Cultura y a la Universidad de Granada de «abandonar» la conservación del Albaicín y dejarlo en manos de la administración «más pobre» –el Consistorio–. Estas declaraciones surgieron antes de que el Centro Unesco de Andalucía y la Delegación de Cultura mantuvieran una reunión para debatir el estado de conservación del barrio.

Tras el encuentro, hicieron público un listado con los doce problemas aún por resolver en el Albaicín desde que en 1994 fuera declarado Patrimonio de la Humanidad. El documento fue remitido, junto con las posibles soluciones, al Ayuntamiento con ánimo de solucionar estos asuntos entre todas las instituciones.

Las pintadas en Bienes de Interés Cultural (BIC), el expolio de elementos arquitectónicos o la ocupación ilegal de viviendas son algunos de los asuntos que aborda este informe. El equipo de gobierno del PP manifestó que la mayoría de los problemas planteados no son de «competencia» del municipio, sino de «otras administraciones».

Así lo afirmó el portavoz del PP, Juan Antonio Mérida, quien aseguró que el municipio estará «siempre dispuesto a alcanzar puntos de encuentro» con el resto de instituciones para mejorar el patrimonio y reiteró su deseo de que se materialice el «pacto por la cultura» que le ofreció hace unos meses el delegado provincial de Cultura, Pedro Benzal.
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´Chips´ que dan seguridad

Alejandro Rubia, Juan Gálvez y Raúl Serrano no llegaban a los 25 años cuando crearon su empresa, Ati Soluciones. Los tres estudiaban ingeniería electrónica en la Universidad de Granada (UGR) y les fascinaba «crear cacharritos y prototipos». Experimentaban con componentes informáticos cuando una mañana de 2005 vieron un anuncio en un periódico: un concurso de proyectos empresariales de la propia UGR. «¿Por qué no nos presentamos?», se preguntaron. Así lo hicieron. Y ganaron.

Como premio, les concedieron una pequeña cantidad de dinero que utilizaron para lanzar la firma. «Los primeros dos años fueron durísimos. No nos alcanzaba el dinero. Nadie nos conocía y los pocos clientes que teníamos lo cuidábamos muchísimo», cuenta Alejandro Rubia. A los dos años empezaron a ver la luz. Y hoy ya viven los tres tranquilamente de lo que da la empresa. Incluso planean contratar personal a finales de año.

Especialización. El joven detalla que desde siempre se han especializado en el diseño de placas electrónicas para ordenadores y otros mecanismos computarizados como los GPS. «Hacemos cada placa de acuerdo a las necesidades de los clientes. Por ejemplo, unos nos piden que resistan mejor las temperaturas extremas», explica Rubia.

Las citadas placas llevan multitud de piezas pequeñas, que ellos mismos fabrican con paciencia. Por ellas se interesan, por ejemplo, empresas y particulares que quieren mejorar la seguridad de sus instalaciones ya que Ati Soluciones inserta las placas en tarjetas, pulseras y objetos iButton (llavero, reloj o anillos que permiten acceder a una vivienda, ordenador o aparcamiento pulsando un botón).

´Spin-off´. Los centros de investigación y laboratorios que necesitan un mayor nivel de almacenamiento y control de datos en sus ordenadores también requieren de sus servicios. Lo mismo que las firmas especializadas en seguridad, ya que Ati Soluciones también diseña sistemas de videovigilancia, videoproyectores, alarmas con sensores de movimiento y programas de identificación por radiorrecuencia, muy utilizado por compañías transportistas para conocer la ruta de sus camiones y para controlar el ´stock´ de mercancía.

Los tres ingenieros trabajan en la actualidad en un proyecto sanitario: la creación de un sistema electrónico que, colocado externamente en el cuerpo de una persona con problemas de salud, permite seguir las frecuencias cardiacas y respiratorias, así como su temperatura.

Rubia mira hacia atrás y no puede creer el camino recorrido. «Ser emprendedor es una experiencia maravillosa. Eres tu propio jefe y manejas tus tiempos; eso no tiene precio», apostilla el joven ingeniero, que en su trayectoria profesional siempre ha contado con el apoyo de la Universidad. De hecho, tienen su base en la facultad de Ciencias. Siguen siendo una ´spin-off´ de la institución académica, como se define a las nuevas empresas nacidas en el seno de organizaciones ya existentes, sean públicas o privadas.
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