Trabajan en la detección de restos de fármacos en alimentos de origen animal
Investigadores de la Universidad de Granada han iniciado un proyecto de dirigido a establecer nuevas técnicas analíticas de detección de fármacos, fundamentalmente antibióticos en alimentos de origen animal, lo que posibilitará la cuantificación e identificación de residuos de medicamentos de forma más rápida. Este proyecto de excelencia plantea -según su responsable, Ana María García Campaña- el uso de técnicas de separación miniaturizadas «porque se necesita menos cantidad de muestra a analizar» y son más respetuosas con el medioambiente.
Por otro lado, se consiguen cortos tiempos de análisis y se detectan múltiples compuestos en una misma muestra con alta eficacia y resolución. Los expertos granadinos han iniciado sus ensayos en grasas, hígado, riñón, leche y músculo de bovinos, porcinos, caprinos, equinos, aves, conejos e incluso salmónidos.
La técnica
Para la detección de estas sustancias emplearán técnicas de detección de restos y trazas de elementos ajenos como la electroforesis capilar y cromatografía líquida capilar y de ultrarresolución, acopladas con sistemas que permiten la detección de muy bajos límites de residuos, como la fluorescencia inducida por láser o la capacidad de identificación inequívoca de los residuos, como la espectroscopía de masas.
Entre los fármacos diana se encuentran sulfonamidas y derivados de la diaminopirimidina; penicilinas, cefalosporinas, quinolonas, macrólidos, flurofenicol y compuestos asociados, pleuromutilinas, lincosamidas y agentes antiparasitarios, como salicilanidas, benzimidazoles, etc.
«Los antibióticos se emplean para tratar animales. Esta presencia se proyecta hacia el ser humano ya que una ingesta continua y en elevadas dosis de estos residuos en alimentos puede generar resistencias bacterianas, alergias o reacciones adversas», aseguró la investigadora.
Descargar