El triunfo de la constancia

Gregorio Manzanares es sordo de nacimiento pero se ha sacado una carrera, ha aprobado una oposición y trabaja en la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital
Gregorio Manzanares tiene 31 años, nació en Lorca (Murcia) y su vida ha sido un reto continuo que ha sabido superar con tesón y autoestima. Es sordo, así como sus padres y su hermana, pero eso no le ha impedido estudiar, sacarse una carrera, aprobar una oposición pública y ser, según afirma, el único sordo en España que trabaja en una biblioteca. Cada día desde hace un año acude a la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital con una sonrisa y muchas ganas de poner en práctica su vocación.

 

Estudió en un colegio de educación especial, aunque el bachillerato lo realizó en un instituto normal. «Tenía un intérprete, pero las condiciones eran las mismas para todos los alumnos. Tuve que esforzarme el doble para coger el ritmo de mis compañeros y buscarme la vida», recuerda Manzanares. Le gustaba la informática y la lectura y, tras aprobar selectividad, optó por estudiar Biblioteconomía. Se marchó a la Universidad de Granada, «el paraíso de las personas sordas porque tiene muchos recursos para discapacitados», y aprobó la carrera en tres años, a los que sumó otros dos de Documentación.

Este joven murciano, ya con el título universitario bajo el brazo, empezó a trabajar en la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos como documentalista y haciendo labores periodísticas, a la vez que hacía un máster on line de la Universidad Pompeu Fabra en Documentación Digital durante un año.

No obstante, su sueño era trabajar en una biblioteca y sabía que la única forma de conseguirlo era estudiando una oposición. El Ayuntamiento de Málaga convocó cuatro plazas de técnico auxiliar de biblioteca dentro del cupo de discapacitados, se presentó, aprobó la oposición e inició su andadura en la biblioteca Miguel de Cervantes, ubicada en Martínez Maldonado, el 27 de julio de 2011. «Llevo casi un año aquí y estoy muy contento porque nunca te aburres», afirma.

Lo único que no puede hacer es atender el teléfono, aunque confía en que los avances tecnológicos le permitan hacerlo algún día. Para comunicarse con los usuarios ha diseñado su propio sistema mediante papeles en los que pregunta al ciudadano si quiere renovar o devolver un libro. También lee los labios y solo tiene alguna dificultad con las personas mayores o los niños, para lo cual le ayudan sus compañeros. Varios de ellos incluso están aprendiendo lengua de signos para comunicarse mejor con Gregorio.

Lamenta la escasa formación de los discapacitados y recuerda que el castellano es, realmente, una segunda lengua para ellos. Muchos sordos no lo han aprendido bien, tienen lagunas con el español y eso lastra sus posibilidades de estudiar y encontrar buenos trabajos. «Al llegar al instituto hay un bombardeo de información y muchos discapacitados se cansan y abandonan, por lo que el fracaso escolar es importante», explica. Su caso es poco frecuente, pero gratificante. Partió en desventaja pero eso no le amilanó. Un triunfo merecido gracias a su constancia.

Descargar


El triunfo de la constancia

Gregorio Manzanares es sordo de nacimiento pero se ha sacado una carrera, ha aprobado una oposición y trabaja en la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital
Gregorio Manzanares tiene 31 años, nació en Lorca (Murcia) y su vida ha sido un reto continuo que ha sabido superar con tesón y autoestima. Es sordo, así como sus padres y su hermana, pero eso no le ha impedido estudiar, sacarse una carrera, aprobar una oposición pública y ser, según afirma, el único sordo en España que trabaja en una biblioteca. Cada día desde hace un año acude a la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital con una sonrisa y muchas ganas de poner en práctica su vocación.

 

Estudió en un colegio de educación especial, aunque el bachillerato lo realizó en un instituto normal. «Tenía un intérprete, pero las condiciones eran las mismas para todos los alumnos. Tuve que esforzarme el doble para coger el ritmo de mis compañeros y buscarme la vida», recuerda Manzanares. Le gustaba la informática y la lectura y, tras aprobar selectividad, optó por estudiar Biblioteconomía. Se marchó a la Universidad de Granada, «el paraíso de las personas sordas porque tiene muchos recursos para discapacitados», y aprobó la carrera en tres años, a los que sumó otros dos de Documentación.

Este joven murciano, ya con el título universitario bajo el brazo, empezó a trabajar en la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos como documentalista y haciendo labores periodísticas, a la vez que hacía un máster on line de la Universidad Pompeu Fabra en Documentación Digital durante un año.

No obstante, su sueño era trabajar en una biblioteca y sabía que la única forma de conseguirlo era estudiando una oposición. El Ayuntamiento de Málaga convocó cuatro plazas de técnico auxiliar de biblioteca dentro del cupo de discapacitados, se presentó, aprobó la oposición e inició su andadura en la biblioteca Miguel de Cervantes, ubicada en Martínez Maldonado, el 27 de julio de 2011. «Llevo casi un año aquí y estoy muy contento porque nunca te aburres», afirma.

Lo único que no puede hacer es atender el teléfono, aunque confía en que los avances tecnológicos le permitan hacerlo algún día. Para comunicarse con los usuarios ha diseñado su propio sistema mediante papeles en los que pregunta al ciudadano si quiere renovar o devolver un libro. También lee los labios y solo tiene alguna dificultad con las personas mayores o los niños, para lo cual le ayudan sus compañeros. Varios de ellos incluso están aprendiendo lengua de signos para comunicarse mejor con Gregorio.

Lamenta la escasa formación de los discapacitados y recuerda que el castellano es, realmente, una segunda lengua para ellos. Muchos sordos no lo han aprendido bien, tienen lagunas con el español y eso lastra sus posibilidades de estudiar y encontrar buenos trabajos. «Al llegar al instituto hay un bombardeo de información y muchos discapacitados se cansan y abandonan, por lo que el fracaso escolar es importante», explica. Su caso es poco frecuente, pero gratificante. Partió en desventaja pero eso no le amilanó. Un triunfo merecido gracias a su constancia.

Descargar


El triunfo de la constancia

Gregorio Manzanares es sordo de nacimiento pero se ha sacado una carrera, ha aprobado una oposición y trabaja en la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital
Gregorio Manzanares tiene 31 años, nació en Lorca (Murcia) y su vida ha sido un reto continuo que ha sabido superar con tesón y autoestima. Es sordo, así como sus padres y su hermana, pero eso no le ha impedido estudiar, sacarse una carrera, aprobar una oposición pública y ser, según afirma, el único sordo en España que trabaja en una biblioteca. Cada día desde hace un año acude a la biblioteca Miguel de Cervantes de la capital con una sonrisa y muchas ganas de poner en práctica su vocación.

 

Estudió en un colegio de educación especial, aunque el bachillerato lo realizó en un instituto normal. «Tenía un intérprete, pero las condiciones eran las mismas para todos los alumnos. Tuve que esforzarme el doble para coger el ritmo de mis compañeros y buscarme la vida», recuerda Manzanares. Le gustaba la informática y la lectura y, tras aprobar selectividad, optó por estudiar Biblioteconomía. Se marchó a la Universidad de Granada, «el paraíso de las personas sordas porque tiene muchos recursos para discapacitados», y aprobó la carrera en tres años, a los que sumó otros dos de Documentación.

Este joven murciano, ya con el título universitario bajo el brazo, empezó a trabajar en la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos como documentalista y haciendo labores periodísticas, a la vez que hacía un máster on line de la Universidad Pompeu Fabra en Documentación Digital durante un año.

No obstante, su sueño era trabajar en una biblioteca y sabía que la única forma de conseguirlo era estudiando una oposición. El Ayuntamiento de Málaga convocó cuatro plazas de técnico auxiliar de biblioteca dentro del cupo de discapacitados, se presentó, aprobó la oposición e inició su andadura en la biblioteca Miguel de Cervantes, ubicada en Martínez Maldonado, el 27 de julio de 2011. «Llevo casi un año aquí y estoy muy contento porque nunca te aburres», afirma.

Lo único que no puede hacer es atender el teléfono, aunque confía en que los avances tecnológicos le permitan hacerlo algún día. Para comunicarse con los usuarios ha diseñado su propio sistema mediante papeles en los que pregunta al ciudadano si quiere renovar o devolver un libro. También lee los labios y solo tiene alguna dificultad con las personas mayores o los niños, para lo cual le ayudan sus compañeros. Varios de ellos incluso están aprendiendo lengua de signos para comunicarse mejor con Gregorio.

Lamenta la escasa formación de los discapacitados y recuerda que el castellano es, realmente, una segunda lengua para ellos. Muchos sordos no lo han aprendido bien, tienen lagunas con el español y eso lastra sus posibilidades de estudiar y encontrar buenos trabajos. «Al llegar al instituto hay un bombardeo de información y muchos discapacitados se cansan y abandonan, por lo que el fracaso escolar es importante», explica. Su caso es poco frecuente, pero gratificante. Partió en desventaja pero eso no le amilanó. Un triunfo merecido gracias a su constancia.

Descargar


El reto de la enseñanza de maestrías a nivel virtual

Los centros de enseñanza superior del país enfrentan el reto de avanzar cada vez más en el establecimiento de servicios educativos en línea que les permitan brindar carreras de pregrado y posgrado que implican ciertas ventajas para el estudiante. Algunas instituciones educativas locales de nivel superior ya empezaron a trabajan en eso, pero no son la totalidad.

 

Aunque esto supone más inversión, algunos expertos como Guillermo Rodríguez Navarrete, director regional de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), afirmó que es la ruta a seguir.

Rodríguez Navarrete asegura que «deberían ser todas las universidades las que estén apostando a la educación virtual, porque el tren de la virtualización de contenidos, de la enseñanza, sobre todo a nivel de posgrados es un tren que no para en ninguna estación, que está en movimiento constante». Entre las instituciones nacionales que brindan materias, diplomados y carreras en forma virtual se encuentran las universidades Don Bosco, Francisco Gavidia y Dr. José Matías Delgado, y el Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas (Iseade – Fepade).

El experto considera que las instituciones educativas que no se suban a ese tren, sean las que sean, van a pagar en un futuro teniendo que invertir aún más para adaptarse a un cambio que calificó de «imparable» y que a su criterio también es bueno para los centros de enseñanza superior porque son inversiones fácilmente recuperables.

El doctor Guillermo Rodríguez dice que el sistema de enseñanza virtual aporta más ventajas, sobre todo a la hora de brindar posgrados.

Según explica, los alumnos de maestrías y doctorados en línea no tienen que estar supeditados a asistir a una determinada hora a un lugar para atender clases, lo cual les resulta bien, considerando que la mayoría son empleados y padres de familia.

Y cuando los alumnos desarrollan sus estudios gracias a una beca, como las que otorga Funiber, también es económicamente más beneficioso, agregó el director general de esa organización.

¿Qué tanta demanda tienen los estudios de posgrado en modalidad virtual? Según el representante de la citada fundación, «los estudios (investigaciones) hechos sobre todo en Europa y los Estados Unidos, dicen que ha habido un descenso marcado en los estudiantes de maestría presencial».

Rodríguez Navarrete, quien cada año sirve una maestría en la Universidad de Granada, España, manifiesta que en los dos últimos años la cifra de estudiantes que se inscriben en la modalidad presencial ha disminuido sustancialmente. «De ser una maestría en la que teníamos de 70 a 80 solicitudes y usualmente aceptábamos 30 personas, ahora prácticamente no se cumple con las 30 personas, sino que tiene que hacerse (la maestría presencial) con 18 o 19 personas», agregó.

Sin embargo, Felipe Rivas, también especialista en temas educativos, hace otras consideraciones sobre la enseñanza universitaria virtual.

Para empezar asegura que en el país ésta «es incipiente», además de que acá las universidades la tratan de aplicar buscando reducir costo de pago de docentes y no como una modalidad que permite enseñar a estudiantes utilizando una pedagogía más dinámica y oportuna.

Rivas, quien además forma parte de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericana (Fieca), al igual que Rodríguez Navarrete, expresó que el proceso de aprendizaje en línea es muy ventajoso en cuanto a la flexibilidad que ofrece. A esto le suma que hay más disponibilidad de conocimientos en la red.

«Es necesario que se empiece a aprovechar (la educación virtual) al máximo», citó tras reiterar cómo los estudiantes que llevan estudios de posgrado en esta modalidad pueden organizar su horario de trabajo con el de estudio y no tiene que estar trasladándose a otros lugares, incluso fuera al extranjero.

Rivas expuso que la educación en línea es viable en el país, aunque reconoce que con limitantes: una es el hecho de que no todos los centros de enseñanza privada ni todos los hogares poseen los suficientes recursos financieros y tecnológicos para llevarla adelante.

Y es que en el caso de los centros de enseñanza universitaria no sólo se trata de comprar equipo, sino también adaptar los currículos de estudio a la modalidad virtual, disponer de recursos de aprendizaje propios de este modelo educativo y formar a los docentes para que interactúen con los estudiantes.

Otro aspecto a considerar es que muchos de los alumnos y los propios docentes salvadoreños carecen de disciplina y eso es fundamental para garantizar que se dé un aprendizaje de calidad.

«En el caso de El Salvador es recomendable que los aprendizajes en línea también tengan espacios presenciales, porque no se tiene muy arraigada la capacidad tecnológica, disciplina de estudiantes, docentes y universidades», subrayó Felipe Rivas.

Esto lleva a otro punto: que los centros que están formando a las nuevas generaciones de educadores, para los distintos niveles educativos y en diferentes especialidades deben hacer grandes esfuerzos por dar profesionales que dominen las nuevas tecnologías de la comunicación e información, así como métodos de enseñanza coincidentes con la educación virtual.

Descargar


El reto de la enseñanza de maestrías a nivel virtual

Los centros de enseñanza superior del país enfrentan el reto de avanzar cada vez más en el establecimiento de servicios educativos en línea que les permitan brindar carreras de pregrado y posgrado que implican ciertas ventajas para el estudiante. Algunas instituciones educativas locales de nivel superior ya empezaron a trabajan en eso, pero no son la totalidad.

 

Aunque esto supone más inversión, algunos expertos como Guillermo Rodríguez Navarrete, director regional de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), afirmó que es la ruta a seguir.

Rodríguez Navarrete asegura que «deberían ser todas las universidades las que estén apostando a la educación virtual, porque el tren de la virtualización de contenidos, de la enseñanza, sobre todo a nivel de posgrados es un tren que no para en ninguna estación, que está en movimiento constante». Entre las instituciones nacionales que brindan materias, diplomados y carreras en forma virtual se encuentran las universidades Don Bosco, Francisco Gavidia y Dr. José Matías Delgado, y el Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas (Iseade – Fepade).

El experto considera que las instituciones educativas que no se suban a ese tren, sean las que sean, van a pagar en un futuro teniendo que invertir aún más para adaptarse a un cambio que calificó de «imparable» y que a su criterio también es bueno para los centros de enseñanza superior porque son inversiones fácilmente recuperables.

El doctor Guillermo Rodríguez dice que el sistema de enseñanza virtual aporta más ventajas, sobre todo a la hora de brindar posgrados.

Según explica, los alumnos de maestrías y doctorados en línea no tienen que estar supeditados a asistir a una determinada hora a un lugar para atender clases, lo cual les resulta bien, considerando que la mayoría son empleados y padres de familia.

Y cuando los alumnos desarrollan sus estudios gracias a una beca, como las que otorga Funiber, también es económicamente más beneficioso, agregó el director general de esa organización.

¿Qué tanta demanda tienen los estudios de posgrado en modalidad virtual? Según el representante de la citada fundación, «los estudios (investigaciones) hechos sobre todo en Europa y los Estados Unidos, dicen que ha habido un descenso marcado en los estudiantes de maestría presencial».

Rodríguez Navarrete, quien cada año sirve una maestría en la Universidad de Granada, España, manifiesta que en los dos últimos años la cifra de estudiantes que se inscriben en la modalidad presencial ha disminuido sustancialmente. «De ser una maestría en la que teníamos de 70 a 80 solicitudes y usualmente aceptábamos 30 personas, ahora prácticamente no se cumple con las 30 personas, sino que tiene que hacerse (la maestría presencial) con 18 o 19 personas», agregó.

Sin embargo, Felipe Rivas, también especialista en temas educativos, hace otras consideraciones sobre la enseñanza universitaria virtual.

Para empezar asegura que en el país ésta «es incipiente», además de que acá las universidades la tratan de aplicar buscando reducir costo de pago de docentes y no como una modalidad que permite enseñar a estudiantes utilizando una pedagogía más dinámica y oportuna.

Rivas, quien además forma parte de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericana (Fieca), al igual que Rodríguez Navarrete, expresó que el proceso de aprendizaje en línea es muy ventajoso en cuanto a la flexibilidad que ofrece. A esto le suma que hay más disponibilidad de conocimientos en la red.

«Es necesario que se empiece a aprovechar (la educación virtual) al máximo», citó tras reiterar cómo los estudiantes que llevan estudios de posgrado en esta modalidad pueden organizar su horario de trabajo con el de estudio y no tiene que estar trasladándose a otros lugares, incluso fuera al extranjero.

Rivas expuso que la educación en línea es viable en el país, aunque reconoce que con limitantes: una es el hecho de que no todos los centros de enseñanza privada ni todos los hogares poseen los suficientes recursos financieros y tecnológicos para llevarla adelante.

Y es que en el caso de los centros de enseñanza universitaria no sólo se trata de comprar equipo, sino también adaptar los currículos de estudio a la modalidad virtual, disponer de recursos de aprendizaje propios de este modelo educativo y formar a los docentes para que interactúen con los estudiantes.

Otro aspecto a considerar es que muchos de los alumnos y los propios docentes salvadoreños carecen de disciplina y eso es fundamental para garantizar que se dé un aprendizaje de calidad.

«En el caso de El Salvador es recomendable que los aprendizajes en línea también tengan espacios presenciales, porque no se tiene muy arraigada la capacidad tecnológica, disciplina de estudiantes, docentes y universidades», subrayó Felipe Rivas.

Esto lleva a otro punto: que los centros que están formando a las nuevas generaciones de educadores, para los distintos niveles educativos y en diferentes especialidades deben hacer grandes esfuerzos por dar profesionales que dominen las nuevas tecnologías de la comunicación e información, así como métodos de enseñanza coincidentes con la educación virtual.

Descargar


El reto de la enseñanza de maestrías a nivel virtual

Los centros de enseñanza superior del país enfrentan el reto de avanzar cada vez más en el establecimiento de servicios educativos en línea que les permitan brindar carreras de pregrado y posgrado que implican ciertas ventajas para el estudiante. Algunas instituciones educativas locales de nivel superior ya empezaron a trabajan en eso, pero no son la totalidad.

 

Aunque esto supone más inversión, algunos expertos como Guillermo Rodríguez Navarrete, director regional de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber), afirmó que es la ruta a seguir.

Rodríguez Navarrete asegura que «deberían ser todas las universidades las que estén apostando a la educación virtual, porque el tren de la virtualización de contenidos, de la enseñanza, sobre todo a nivel de posgrados es un tren que no para en ninguna estación, que está en movimiento constante». Entre las instituciones nacionales que brindan materias, diplomados y carreras en forma virtual se encuentran las universidades Don Bosco, Francisco Gavidia y Dr. José Matías Delgado, y el Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas (Iseade – Fepade).

El experto considera que las instituciones educativas que no se suban a ese tren, sean las que sean, van a pagar en un futuro teniendo que invertir aún más para adaptarse a un cambio que calificó de «imparable» y que a su criterio también es bueno para los centros de enseñanza superior porque son inversiones fácilmente recuperables.

El doctor Guillermo Rodríguez dice que el sistema de enseñanza virtual aporta más ventajas, sobre todo a la hora de brindar posgrados.

Según explica, los alumnos de maestrías y doctorados en línea no tienen que estar supeditados a asistir a una determinada hora a un lugar para atender clases, lo cual les resulta bien, considerando que la mayoría son empleados y padres de familia.

Y cuando los alumnos desarrollan sus estudios gracias a una beca, como las que otorga Funiber, también es económicamente más beneficioso, agregó el director general de esa organización.

¿Qué tanta demanda tienen los estudios de posgrado en modalidad virtual? Según el representante de la citada fundación, «los estudios (investigaciones) hechos sobre todo en Europa y los Estados Unidos, dicen que ha habido un descenso marcado en los estudiantes de maestría presencial».

Rodríguez Navarrete, quien cada año sirve una maestría en la Universidad de Granada, España, manifiesta que en los dos últimos años la cifra de estudiantes que se inscriben en la modalidad presencial ha disminuido sustancialmente. «De ser una maestría en la que teníamos de 70 a 80 solicitudes y usualmente aceptábamos 30 personas, ahora prácticamente no se cumple con las 30 personas, sino que tiene que hacerse (la maestría presencial) con 18 o 19 personas», agregó.

Sin embargo, Felipe Rivas, también especialista en temas educativos, hace otras consideraciones sobre la enseñanza universitaria virtual.

Para empezar asegura que en el país ésta «es incipiente», además de que acá las universidades la tratan de aplicar buscando reducir costo de pago de docentes y no como una modalidad que permite enseñar a estudiantes utilizando una pedagogía más dinámica y oportuna.

Rivas, quien además forma parte de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericana (Fieca), al igual que Rodríguez Navarrete, expresó que el proceso de aprendizaje en línea es muy ventajoso en cuanto a la flexibilidad que ofrece. A esto le suma que hay más disponibilidad de conocimientos en la red.

«Es necesario que se empiece a aprovechar (la educación virtual) al máximo», citó tras reiterar cómo los estudiantes que llevan estudios de posgrado en esta modalidad pueden organizar su horario de trabajo con el de estudio y no tiene que estar trasladándose a otros lugares, incluso fuera al extranjero.

Rivas expuso que la educación en línea es viable en el país, aunque reconoce que con limitantes: una es el hecho de que no todos los centros de enseñanza privada ni todos los hogares poseen los suficientes recursos financieros y tecnológicos para llevarla adelante.

Y es que en el caso de los centros de enseñanza universitaria no sólo se trata de comprar equipo, sino también adaptar los currículos de estudio a la modalidad virtual, disponer de recursos de aprendizaje propios de este modelo educativo y formar a los docentes para que interactúen con los estudiantes.

Otro aspecto a considerar es que muchos de los alumnos y los propios docentes salvadoreños carecen de disciplina y eso es fundamental para garantizar que se dé un aprendizaje de calidad.

«En el caso de El Salvador es recomendable que los aprendizajes en línea también tengan espacios presenciales, porque no se tiene muy arraigada la capacidad tecnológica, disciplina de estudiantes, docentes y universidades», subrayó Felipe Rivas.

Esto lleva a otro punto: que los centros que están formando a las nuevas generaciones de educadores, para los distintos niveles educativos y en diferentes especialidades deben hacer grandes esfuerzos por dar profesionales que dominen las nuevas tecnologías de la comunicación e información, así como métodos de enseñanza coincidentes con la educación virtual.

Descargar


«Face to School» indentifica las víctimas enterradas

Después de una catástrofe natural o algún otro desastre, muchas víctimas quedan enterradas y sus cuerpos no son descubiertos hasta pasado un tiempo.

En ocasiones, la descomposición y las condiciones en las que se encuentran los restos dificultan, en gran medida, la tarea del reconocimiento de los cadáveres. Los expertos de tecnología e informática de la Universidad de Granada han inventado un artilugio que puede ayudar significativamente a los involucrados en esta dura tarea.

Descargar


«Face to School» indentifica las víctimas enterradas

Después de una catástrofe natural o algún otro desastre, muchas víctimas quedan enterradas y sus cuerpos no son descubiertos hasta pasado un tiempo.

En ocasiones, la descomposición y las condiciones en las que se encuentran los restos dificultan, en gran medida, la tarea del reconocimiento de los cadáveres. Los expertos de tecnología e informática de la Universidad de Granada han inventado un artilugio que puede ayudar significativamente a los involucrados en esta dura tarea.

Descargar


«Face to School» indentifica las víctimas enterradas

Después de una catástrofe natural o algún otro desastre, muchas víctimas quedan enterradas y sus cuerpos no son descubiertos hasta pasado un tiempo.

En ocasiones, la descomposición y las condiciones en las que se encuentran los restos dificultan, en gran medida, la tarea del reconocimiento de los cadáveres. Los expertos de tecnología e informática de la Universidad de Granada han inventado un artilugio que puede ayudar significativamente a los involucrados en esta dura tarea.

Descargar


Padilla cierra el curso de Seguridad Vial hablando del carné por puntos

La próxima semana el flamenco y el amor centrarán los seminarios de la UGR.
La profesora de la UGR, Francisca M. Padilla, ofreció ayer la última conferencia del seminario ‘Factor Humano y Seguridad Vial’ de los cursos de verano de la Universidad de Granada y la Ciudad Autónoma. Padilla, que ya intervino en el curso el jueves con una ponencia sobre la memoria de los testigos de accidentes de tráfico, habló ayer de la aplicación del carné por puntos y planteó a los alumnos qué es más efectivo para cambiar una conducta el castigo o la recompensa. En este punto, la profesora aseguró que en Psicología la respuesta es clara, ambas son necesarias, aunque aseveró que un castigo que no enseña nada sobre cómo cambiar una conducta no consigue efectos de mejora sobre las personas a las que se les aplica.
La profesora analizó la aplicación del carné por puntos como un método en el que se combinan estos dos aspectos, el castigo y la recompensa, aunque señaló que existe un gran desequilibrio entre ambos puntos, ya que mientras que es muy fácil perder puntos, es decir realizar una acción que sea castigada, resulta mucho más complicado obtener la recompensa, y además esta está limitada, mientras que el castigo puede producirse constantemente.
No obstante, Padilla apuntó que el hecho de que los conductores tengan la sensación de que no cometer ninguna infracción puede ayudarles a conseguir más puntos, repercute positivamente en su conducta. A pesar de ello, la profesora señaló que se trata de un sistema con fecha de caducidad, ya que una vez que el conductor logra los tres puntos extra ya no puede aspirar a mejorar en ese punto y además sería positivo ver, si los conductores, aunque no tuvieran ya que enfrentarse a la pérdida de estos puntos o a la consecución de otros extra, habrían interiorizado los comportamientos adecuados.
Padilla recordó que tradicionalmente, el método del castigo, la multa, había sido el más habitual en la seguridad vial, y que el hecho de que poco a poco vayan apareciendo otros mecanismos es positivo.
El curso de Seguridad Vial, que se ha desarrollado durante la segunda semana de los cursos de verano de la UGR, fue clausurado por la coordinadora, la profesora de la Universidad de Granada Cándida Castro, que durante esta semana ha realizado varias ponencias. Así, a lo largo de estos cinco días los alumnos del seminario han analizado diferentes aspectos de la seguridad vial desde el punto de vista psicológico.
La próxima semana comenzarán dos nuevos seminarios de esta edición de los cursos de la UGR, los últimos que se impartirán en la ciudad. Las conferencias del psicólogo Bernabé Tierno, que vuelve por cuarto año consecutivo a Melilla, sobre el amor y el curso sobre flamenco, que se combinará con espectáculos gratuitos en el Kursaal, cerrarán los cursos de verano de este año.
Descargar


Padilla cierra el curso de Seguridad Vial hablando del carné por puntos

La próxima semana el flamenco y el amor centrarán los seminarios de la UGR.
La profesora de la UGR, Francisca M. Padilla, ofreció ayer la última conferencia del seminario ‘Factor Humano y Seguridad Vial’ de los cursos de verano de la Universidad de Granada y la Ciudad Autónoma. Padilla, que ya intervino en el curso el jueves con una ponencia sobre la memoria de los testigos de accidentes de tráfico, habló ayer de la aplicación del carné por puntos y planteó a los alumnos qué es más efectivo para cambiar una conducta el castigo o la recompensa. En este punto, la profesora aseguró que en Psicología la respuesta es clara, ambas son necesarias, aunque aseveró que un castigo que no enseña nada sobre cómo cambiar una conducta no consigue efectos de mejora sobre las personas a las que se les aplica.
La profesora analizó la aplicación del carné por puntos como un método en el que se combinan estos dos aspectos, el castigo y la recompensa, aunque señaló que existe un gran desequilibrio entre ambos puntos, ya que mientras que es muy fácil perder puntos, es decir realizar una acción que sea castigada, resulta mucho más complicado obtener la recompensa, y además esta está limitada, mientras que el castigo puede producirse constantemente.
No obstante, Padilla apuntó que el hecho de que los conductores tengan la sensación de que no cometer ninguna infracción puede ayudarles a conseguir más puntos, repercute positivamente en su conducta. A pesar de ello, la profesora señaló que se trata de un sistema con fecha de caducidad, ya que una vez que el conductor logra los tres puntos extra ya no puede aspirar a mejorar en ese punto y además sería positivo ver, si los conductores, aunque no tuvieran ya que enfrentarse a la pérdida de estos puntos o a la consecución de otros extra, habrían interiorizado los comportamientos adecuados.
Padilla recordó que tradicionalmente, el método del castigo, la multa, había sido el más habitual en la seguridad vial, y que el hecho de que poco a poco vayan apareciendo otros mecanismos es positivo.
El curso de Seguridad Vial, que se ha desarrollado durante la segunda semana de los cursos de verano de la UGR, fue clausurado por la coordinadora, la profesora de la Universidad de Granada Cándida Castro, que durante esta semana ha realizado varias ponencias. Así, a lo largo de estos cinco días los alumnos del seminario han analizado diferentes aspectos de la seguridad vial desde el punto de vista psicológico.
La próxima semana comenzarán dos nuevos seminarios de esta edición de los cursos de la UGR, los últimos que se impartirán en la ciudad. Las conferencias del psicólogo Bernabé Tierno, que vuelve por cuarto año consecutivo a Melilla, sobre el amor y el curso sobre flamenco, que se combinará con espectáculos gratuitos en el Kursaal, cerrarán los cursos de verano de este año.
Descargar


Padilla cierra el curso de Seguridad Vial hablando del carné por puntos

La próxima semana el flamenco y el amor centrarán los seminarios de la UGR.
La profesora de la UGR, Francisca M. Padilla, ofreció ayer la última conferencia del seminario ‘Factor Humano y Seguridad Vial’ de los cursos de verano de la Universidad de Granada y la Ciudad Autónoma. Padilla, que ya intervino en el curso el jueves con una ponencia sobre la memoria de los testigos de accidentes de tráfico, habló ayer de la aplicación del carné por puntos y planteó a los alumnos qué es más efectivo para cambiar una conducta el castigo o la recompensa. En este punto, la profesora aseguró que en Psicología la respuesta es clara, ambas son necesarias, aunque aseveró que un castigo que no enseña nada sobre cómo cambiar una conducta no consigue efectos de mejora sobre las personas a las que se les aplica.
La profesora analizó la aplicación del carné por puntos como un método en el que se combinan estos dos aspectos, el castigo y la recompensa, aunque señaló que existe un gran desequilibrio entre ambos puntos, ya que mientras que es muy fácil perder puntos, es decir realizar una acción que sea castigada, resulta mucho más complicado obtener la recompensa, y además esta está limitada, mientras que el castigo puede producirse constantemente.
No obstante, Padilla apuntó que el hecho de que los conductores tengan la sensación de que no cometer ninguna infracción puede ayudarles a conseguir más puntos, repercute positivamente en su conducta. A pesar de ello, la profesora señaló que se trata de un sistema con fecha de caducidad, ya que una vez que el conductor logra los tres puntos extra ya no puede aspirar a mejorar en ese punto y además sería positivo ver, si los conductores, aunque no tuvieran ya que enfrentarse a la pérdida de estos puntos o a la consecución de otros extra, habrían interiorizado los comportamientos adecuados.
Padilla recordó que tradicionalmente, el método del castigo, la multa, había sido el más habitual en la seguridad vial, y que el hecho de que poco a poco vayan apareciendo otros mecanismos es positivo.
El curso de Seguridad Vial, que se ha desarrollado durante la segunda semana de los cursos de verano de la UGR, fue clausurado por la coordinadora, la profesora de la Universidad de Granada Cándida Castro, que durante esta semana ha realizado varias ponencias. Así, a lo largo de estos cinco días los alumnos del seminario han analizado diferentes aspectos de la seguridad vial desde el punto de vista psicológico.
La próxima semana comenzarán dos nuevos seminarios de esta edición de los cursos de la UGR, los últimos que se impartirán en la ciudad. Las conferencias del psicólogo Bernabé Tierno, que vuelve por cuarto año consecutivo a Melilla, sobre el amor y el curso sobre flamenco, que se combinará con espectáculos gratuitos en el Kursaal, cerrarán los cursos de verano de este año.
Descargar