Sólo el 53% de los solicitantes se presentó a la única convocatoria del país

Al final se presentaron sólo la mitad de los firmantes, pero la convocatoria fue, más que nunca, multitudinaria. Hasta 4.100 personas se habían inscrito en las pruebas selectivas convocadas por la Universidad de Granada para este domingo, que oferta 28 plazas de auxiliar administrativo. Según informaron ayer fuentes de Gerencia de la UGR, finalmente sólo realizaron los exámenes un 53% de los aspirantes, pero el efecto llamada fue espectacular. 
Hasta tres centros, los más grandes, se habilitaron para atender a tantos postulantes: la Facultad de Económicas y Empresariales, la de Filosofía y Letras y la de Farmacia. Y más de 200 personas se movilizaron para atender a tanto candidato que, en muchos casos habían recorrido más de mil kilómetros en busca de una oportunidad. 
«Aunque la mayoría son del entorno andaluz, han venido incluso de A Coruña», informó ayer a este diario el vicegerente de Recursos Humanos de la Universidad de Granada, Marciano Almohalla. 
La UGR ha sido la única institución superior de todo el país que ha podido mantener la oferta pública para el PAS, formalizada en noviembre de 2011, porque la sacó adelante un mes antes de que el Gobierno aprobara la ley de equilibrio presupuestario, que impide convocar nuevas plazas en las administraciones públicas. 
Ha sido, por tanto, la única oferta de empleo público que ha rezado en todas las academias y portales de empleo de España, lo que produjo un efecto llamada inmediato. 
La única exigencia para poder concursar a estas oposiciones era tener el Graduado Escolar, pero «como la convocatoria es selectiva, según los méritos, casi todos los aspirantes que consigan una plaza serán titulados», dijo el responsable. En la última oferta, la de 2010, se presentaron 3.000 personas para 30 plazas y la nota de corte de quedó en un 7. «Eran los mejores y todos con estudios superiores», añade Almohalla.

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Sólo el 53% de los solicitantes se presentó a la única convocatoria del país

Al final se presentaron sólo la mitad de los firmantes, pero la convocatoria fue, más que nunca, multitudinaria. Hasta 4.100 personas se habían inscrito en las pruebas selectivas convocadas por la Universidad de Granada para este domingo, que oferta 28 plazas de auxiliar administrativo. Según informaron ayer fuentes de Gerencia de la UGR, finalmente sólo realizaron los exámenes un 53% de los aspirantes, pero el efecto llamada fue espectacular. 
Hasta tres centros, los más grandes, se habilitaron para atender a tantos postulantes: la Facultad de Económicas y Empresariales, la de Filosofía y Letras y la de Farmacia. Y más de 200 personas se movilizaron para atender a tanto candidato que, en muchos casos habían recorrido más de mil kilómetros en busca de una oportunidad. 
«Aunque la mayoría son del entorno andaluz, han venido incluso de A Coruña», informó ayer a este diario el vicegerente de Recursos Humanos de la Universidad de Granada, Marciano Almohalla. 
La UGR ha sido la única institución superior de todo el país que ha podido mantener la oferta pública para el PAS, formalizada en noviembre de 2011, porque la sacó adelante un mes antes de que el Gobierno aprobara la ley de equilibrio presupuestario, que impide convocar nuevas plazas en las administraciones públicas. 
Ha sido, por tanto, la única oferta de empleo público que ha rezado en todas las academias y portales de empleo de España, lo que produjo un efecto llamada inmediato. 
La única exigencia para poder concursar a estas oposiciones era tener el Graduado Escolar, pero «como la convocatoria es selectiva, según los méritos, casi todos los aspirantes que consigan una plaza serán titulados», dijo el responsable. En la última oferta, la de 2010, se presentaron 3.000 personas para 30 plazas y la nota de corte de quedó en un 7. «Eran los mejores y todos con estudios superiores», añade Almohalla.

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Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado un cerebelo artificial que permite a los robots manipular cualquier objeto con una precisión similar a la de un humano y predecir cómo reaccionar en cada momento a movimientos concretos.

Ha sido un grupo de científicos de la Universidad de Granada, en colaboración con otras instituciones europeas, quienes han diseñado este cerebelo artificial a través de un microcircuito bio-inspirado que permite a los robots coordinar sus movimientos, adaptar la fuerza a la humana y mejorar su sistema motor.

Según informó ayer la UGR hasta ahora las investigaciones habían logrado que los robots hicieran movimientos muy precisos pero a una velocidad y fuerza demasiado elevadas, por lo que no podían utilizarse con un enfoque industrial ya que eran potencialmente peligrosos para el ser humano.

El nuevo cerebelo es capaz de adaptar correcciones y almacenar las consecuencias sensoriales para que el robot pueda predecir qué acción o movimiento tiene que hacer en cada momento. Además, la implantación de este cerebelo permite articular un brazo robot de nueva generación que ofrece un grado de movilidad que hasta este momento no se había alcanzado.

El grupo de investigadores, del departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores, ha logrado además que el robot aprenda de manera automática durante la manipulación de objetos y pueda así interactuar con personas. Las arquitecturas bio-inspiradas empleadas en la investigación combinan en los robots el aprendizaje por error de retroalimentación el control adaptativo predictivo.

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Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado un cerebelo artificial que permite a los robots manipular cualquier objeto con una precisión similar a la de un humano y predecir cómo reaccionar en cada momento a movimientos concretos.

Ha sido un grupo de científicos de la Universidad de Granada, en colaboración con otras instituciones europeas, quienes han diseñado este cerebelo artificial a través de un microcircuito bio-inspirado que permite a los robots coordinar sus movimientos, adaptar la fuerza a la humana y mejorar su sistema motor.

Según informó ayer la UGR hasta ahora las investigaciones habían logrado que los robots hicieran movimientos muy precisos pero a una velocidad y fuerza demasiado elevadas, por lo que no podían utilizarse con un enfoque industrial ya que eran potencialmente peligrosos para el ser humano.

El nuevo cerebelo es capaz de adaptar correcciones y almacenar las consecuencias sensoriales para que el robot pueda predecir qué acción o movimiento tiene que hacer en cada momento. Además, la implantación de este cerebelo permite articular un brazo robot de nueva generación que ofrece un grado de movilidad que hasta este momento no se había alcanzado.

El grupo de investigadores, del departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores, ha logrado además que el robot aprenda de manera automática durante la manipulación de objetos y pueda así interactuar con personas. Las arquitecturas bio-inspiradas empleadas en la investigación combinan en los robots el aprendizaje por error de retroalimentación el control adaptativo predictivo.

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