El rector es reelegido en 2011 para un segundo mandato, durante el que se efectuará la implantación de los nuevos grados y se pondrán en marcha más medidas de ahorro
La Universidad de Granada ha vivido en 2011 un nuevo proceso electoral que renovó en el poder a Francisco González Lodeiro, el máximo responsable de la institución desde 2007. Para hacer frente a una crisis que no acaba nunca de tocar techo, la UGR reforzó su política de ahorro y ajustó sus inversiones a los proyectos ya iniciados. Aunque el mayor hito del año que ya ha pasado será sin duda el comienzo de la implantación del Plan Bolonia. El curso 2010-2011 era todo un reto para la UGR, que había decidido entrar en el Espacio Europeo de Educación Superior de forma radical, con una implantación el mismo año en todas las carreras y la amenaza de problemas de espacio y falta de profesorado.
Para que el nuevo rector pudiera diseñar a final de 2011 los presupuestos de 2012, el equipo de Gobierno de la UGR tuvo que cambiar la normativa y adelantar los comicios al 30 de mayo, con seis meses de antelación. Francisco González Lodeiro salió reelegido con el 73% de los votos, aunque el hecho de que fuera el único aspirante movilizó a una ínfima parte (el 8%) de la comunidad universitaria, un 3% en el caso de los estudiantes.
Los fondos sufrieron este año algunos retrasos. El primero en advertirlo fue el Campus de Excelencia Internacional BioTIC. A mediados de marzo la directiva informó que el Gobierno central todavía adeudaba a la UGR un 25% del dinero concedido en 2009. Y con el arranque del nuevo curso, el rector pidió públicamente a la Junta que se comprometiera a abonar lo que adeudaba a la UGR ya que, el 1 de octubre, no había recibido aún el 50% de la financiación del año.
La Universidad de Granada ha establecido en 2011 nuevas medidas para capear la recesión, entre ellas, reclamar a sus proveedores 170.000 euros por el canon digital y acordar con los bancos el adelanto de 140 millones de euros a las pymes que proveen a la institución, lo que les ha permitido anticipar en menos de 30 días el cobro de la facturación. También anunció la subida de las matrículas y de los menús de los comedores (50 céntimos más) y mantuvieron el cierre de los centros en las vacaciones.
La Universidad ha continuado en 2011 con las reformas y ampliaciones de sus edificios proyectadas con anterioridad, valoradas en más de 160 millones de euros. A principios de año, la UGR colocó la primera piedra de la piscina del INEF, cuyas obras de reforma están previstas que acaben para dentro de cinco meses. En febrero puso en marcha un nuevo laboratorio de caracterización nanoelectrónica valorado en más de dos millones de euros y en noviembre presentó dos nuevos centros de carácter regional: el Laboratorio de Realidad Virtual, donde investigadores de la UGR ofrecen los primeros servicios de digitalización y visualizaciones en 3D de Andalucía; y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, en el que trabajan 46 científicos coordinados también por el CSIC.
En el apartado científico, la UGR ha puesto en funcionamiento varias herramientas que garantizan la transferencia del conocimiento que genera esta institución para la sociedad. En marzo fue el portalhttp://spinoff.ugr.es, una web que potencia más de 160 iniciativas empresariales vinculadas a la UGR. Y en mayo colgó en internet un catálogo on line (http://ofertaimasd.ugr.es) con toda la oferta científica y tecnológica de 200 grupos de investigación.
Los científicos de la UGR han sufrido este año también los ajustes de las administraciones públicas por la crisis. La Junta ha estado retrasando el pago de 1,5 millones de euros a más de 300 grupos de investigación y el Ministerio ha anunciado que para 2012 iba a reducir los fondos para los proyectos I+D+i (de 120 proyectos en 2011 a 95 y de 8,6 millones a 7,9).
No ha sido un año fácil para los encargados de la gestión ni para los enseñantes, que han tenido que afrontar la transición de los planes de estudios que durará unos cinco años más. Sin embargo, el alumnado ha dejado a un lado las reivindicaciones o protestas callejeras. Según informó la UGR en febrero, nueve de cada diez estudiantes han dado un notable a los docentes de esta institución. Los de Medicina han vuelto a celebrar las clásicas novatadas y varios universitarios del colegio mayor Cardenal Cisneros han tenido que ir a juicio por tirar huevos contra otro colegio mayor, el de San Bartolomé y Santiago.
Miembros del 15-M ocuparon durante unos días de noviembre el edificio de la calle Duquesa propiedad de la Universidad, que albergará la futura sede de la biblioteca de Derecho, para reivindicar un espacio donde reunirse el movimiento. Pero fueron desalojados por la Policía con el compromiso del Rectorado de buscar un espacio alternativo para albergar a los jóvenes.
Por su parte, la Facultad de Psicología retiró a final de 2011 un polémico curso de pseudociencia privado que se convalidaba con ocho créditos de libre configuración y que había sido denunciado por la asociación Granada Laica.
La demanda de cursos de posgrado y de idiomas ha vuelto a ir en aumento en 2011. El Instituto Confucio ha ampliado su oferta formativa y el Centro de Lenguas Modernas ha lanzado nuevos programas para las empresas granadinas.