Llevaba seis años sin dar entrevistas. «Me tratan mal en la prensa española, hay muchos estereotipos y se dicen barbaridades, así que he decidido mantenerme calladito», dice el único periodista que entrevistó a Ben Laden en persona tras los atentados del 11-S. Ahora, Taysir Alouny toma de nuevo la palabra para hablar de Las revoluciones democráticas en el mundo árabe en la sede del Instituto de la Paz y los Conflictos de la UGR.
-¿Qué elementos tienen en común las revoluciones en Túnez, Libia y Egipto y qué elementos diferenciadores tienen?
-En primer lugar tienen en común la situación de dictadura, de marginación y de retraso de la sociedad. Luego están los métodos pacíficos que se han empleado. En tercer lugar está la naturaleza de estos conflictos, que son populares, juveniles, sin ideología y sin cabecilla, que es lo más importante porque quiere decir los partidos políticos no han participado. Esto se inició con jóvenes internautas que convocaron manifestaciones y salieron a la calle a reivindicar libertad y justicia social, para quitarse de encima a esta policía política que existe en todos los países del Tercer Mundo.
-¿Se veía venir esta revolución o ha pillado de sorpresa a los expertos en el mundo árabe?
-Todos los intelectuales del mundo, todos los centros de estudio que gastan una fortuna en pronosticar el futuro, no nos han adelantado ni una sola idea de lo que finalmente ha ocurrido. El único que se ha adelantado a los hechos es Mahdi Elmandjra, que en 2001 y 2008 dijo que las revueltas estaban a la vuelta de la esquina. Pero nadie le hizo caso, no tuvo eco en los medios de comunicación.
-¿Por qué en Occidente se mira con recelo a la cadena Al Jazeera?
-Al Jazeera es un medio profesional que informa, mientras que otros medios de comunicación o ignoran o manipulan las noticias sobre el mundo árabe. Yo acabo de leer un resumen de la cobertura de la prensa británica antes y después de las revueltas, y cuando en Túnez estaban muy cerca de quitar al dictador y triunfar, la prensa británica decía que la situación estaba controlada. Esta ignorancia de la prensa internacional es un defecto porque lo que está pasando en el mundo árabe va a cambiar el mundo.
-¿Deben las democracias occidentales dar un paso adelante? ¿están perdiendo una oportunidad histórica ?
-Europa está siendo hipócrita. Son garantes de los derechos humanos, son defensores del Estado de Derecho y de las libertades y están viendo cómo Gadafi está aniquilando a su pueblo. Pero los libios no piden una intervención militar, solo están pidiendo una zona de exclusión aérea para impedir a las tropas de Gadafi masacrar a la gente con su aviación. Europa dice ahora que no sabe si es viable o no, pero en tiempos de Sadam Husein era perfectamente viable. Las pancartas de los libios dicen que, para Occidente, su petróleo es más valioso que su sangre. Ya se sabe lo de Berlusconi, que es amigo del alma de Gadafi, o los intereses de los alemanes que importan casi medio millón de barriles de petróleo diarios. Los pueblos de Occidente están con los manifestantes pero sus políticos están siendo hipócritas. Yo creo que los pueblos, tanto aquí como en América, deben movilizarse para recordar a sus políticos que deben ser los garantes de los derechos humanos.
-Pero en España la gente solo sale a la calle si le limitan a 110 km/h la velocidad máxima en las autovías.
-Yo creo que es falta de información, aunque hay que reconocer que los medios están escribiendo y recogiendo imágenes. Pero no lo suficiente. Hace poco acaban de manifestarse por primera vez en Siria y el hecho de que salgan 200 personas a las calles de Damasco es un hecho histórico porque antes ni cuatro personas podían reunirse en la calle sin que se les acercara la policía política.
-¿Qué ha supuesto esta revolución para Al Qaeda?
-Es el gran titular, ahora sí empieza de verdad la guerra contra el terrorismo. Antes no, cuando Bush comenzó su guerra contra el terrorismo lo único que consiguió fue aumentar el número de actos terroristas, con una guerra que ha costado más de un millón de víctimas civiles en Iraq y en Afganistán. Ben Laden ya no tiene argumentos para reclutar jóvenes y recaudar dinero, es una página que hay que pasar. Ben Laden no tiene ya nada que hacer, está jubilado, en el olvido. El caldo de cultivo de Ben Laden es la sociedad reprimida, pero con la transición a la democracia la gente le va a decir a Ben Laden que el cambio que estaban reivindicando lo están haciendo ellos mismos, así que haga el favor de apartarse.
-¿Sigue vivo Ben Laden?
-Está vivo, su muerte no se puede ocultar, pero de alguna manera está jubilado, por decirlo de alguna manera.
-¿Las anunciadas reformas de Mohamed VI llegan a tiempo o sus días están contados?
-La gente sigue saliendo a la calle en Marruecos y acaban de llegar noticias de que ha muerto otro manifestante. Yo no sé si Mohamed VI va a convencer a su pueblo con las reformas, pero el pueblo no renuncia de momento a la monarquía, lo que quiere son reformas profundas y una monarquía constitucional como la española, con un Rey que reina y no gobierna. Hay una característica común en los dictadores, y es que tardan en reaccionar, tardan en entender lo que está pasando. En Egipto, Túnez y Libia llevan años reivindicando reformas, una vida un poco digna. El tema es que los represores, como Gadafi, Mubarak o Ben Ali, suelen decir que «o yo el caos» y asustan a Occidente diciendo que si no están ellos llegan los extremistas musulmanes. Y esto ya se ha demostrado que es una mentira.
-¿Alguna predicción para Irán?
-Yo creo que los manifestantes de Irá van a tomar al final el ejemplo de los egipcios. En 2009 hubo una represión brutal contra manifestantes que lideraban gentes del propio régimen y que pedían una reforma. La gente ya no aguanta más.
-¿Por qué mira con recelo Israel los cambios que se están produciendo?
-Israel está cometiendo su error más grande al no apoyar a los manifestantes de Egipto. En Israel se pensaba que Mubarak era el garante de la paz… Y es un gran error. Yo leo cada día la prensa israelí y hay casi unanimidad en decir que en vez de pactar la paz con un estado democrático han pactado con un dictador. Pero los israelíes han participado en la corrupción del gobierno de Mubarak. Un ejemplo es que Egipto vende el gas a Israel más barato de lo que se vende en el propio Egipto, y es un contrato que ahora se quiere revisar en los tribunales.
-Pasados casi seis años desde su proceso por colaboración con Al Qaeda, ¿qué recuerdo guarda del juicio y de Garzón?
-Tengo asumido que fue un error judicial. Yo siempre llamo la atención a una declaración hecha por el fiscal del caso, donde dice que es un juicio de convicción sin pruebas. Son indicios, conjeturas, y en un Estado de Derecho no se condena a nadie a 7 años sin pruebas. Pero lo tengo asimilado y no le guardo rencor a nadie pese a todo el daño que me han hecho.
Descargar