Catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada (UGR), Antonio Sánchez Trigueros preside la Academia de Buenas Letras de Granada desde 2008. Profesor e investigador especialista en la literatura del 900, a lo largo de su trayectoria profesional ha sido director académico de la Universidad de Verano ‘Antonio Machado’ de Baeza, director de Extensión Universitaria de la Universidad de Granada y vicerrector de la Universidad Menéndez y Pelayo, de Santander, entre otros cargos.
Pregunta (P.-) ¿Cómo y cuándo surge la idea de fundar la Academia de Buenas Letras de Granada?
Respuesta (R.-) La idea surge a finales de los años noventa, en que un grupo de escritores e investigadores de la literatura, residentes en Granada, nos reunimos y nos constituimos como Comisión Gestora con la idea de proponer a la Junta de Andalucía la creación de una Academia de Buenas Letras, de la que carecía Granada, a pesar de su brillante historia literaria y de sus méritos contemporáneos en el ejercicio de la literatura.
(P-.) Usted mismo formó parte de la Comisión Gestora que creó esta institución…
(R.-) La Comisión Gestora la formamos siete personas (número mágico): Elena Martín Vivaldi, poeta; Francisco Izquierdo, escritor y narrador; Rafael Guillén, poeta; Manuel Villar Raso, novelista; Antonio Carvajal, poeta e investigador de la métrica; Luis García Montero, poeta e investigador de la literatura; y yo mismo, investigador literario.
(P-.) ¿Cuáles son los principales instrumentos de difusión con los que cuenta la entidad?
(R.-) El principal instrumento es nuestra página web, en la que se puede consultar nuestra pequeña historia, el currículum de cada académico, las abundantes publicaciones que hemos editado (100 libros en estos diez años) y nuestro Diccionario de Autores Granadinos.
(P-.) ¿En qué proyectos están trabajando en estos momentos?
(R.-) Aparte de nuestro proyecto de Diccionario de Autores Granadinos, en este momento estamos elaborando la preparación de los actos conmemorativos correspondientes al décimo aniversario de la creación de la Academia, que se cumplirá en septiembre de este año 2011.
(P-.) ¿Cómo se encuentra el diccionario de la literatura de Granada?
(R.-) En principio, el proyecto se diseñó en tres fases, en las que se completaría la nómina de autores desde 1500 hasta nuestros días. En este momento hemos terminado la segunda fase que, junto con la primera, arroja un total de 180 entradas que se pueden consultar en nuestra página web. Pronto comenzaremos a trabajar en la tercera fase, y después el proyecto seguirá abierto para ir incorporando los nuevos nombres que vayan surgiendo en el panorama literario granadino.
(P-.) ¿Qué papel desempeña la Academia en la sociedad granadina y en el conjunto de Andalucía?
(R.-) La Academia es una Corporación que se dedica al ejercicio de la literatura en sus diversos géneros y a la investigación literaria, que organiza todos los meses diversos actos públicos de difusión de la literatura y que participa en jurados de premios literarios organizados por instituciones o empresas de nuestra provincia, que así nos lo solicitan.
(P-.) En el ámbito literario, ¿cuáles son los puntos fuertes de Andalucía? ¿Qué le falta?
(R.-) Indudablemente, Andalucía siempre ha sido y sigue siendo una gran potencia en el espacio literario de la poesía, con gran proyección en el mundo de la cultura. Quizás faltaría un apoyo mayor a los autores teatrales, que los hay de mucho interés, calidad e impacto.
(P-.) ¿Internet ha desplazado a la lectura o ha abierto las puertas de la literatura? ¿Considera que la literatura en Internet ha irrumpido con fuerza en el mundo literario?
(R.-) Yo creo que es un instrumento de gran potencial para el conocimiento de la literatura y para abrir nuevos senderos a la actividad lectora. El único problema es que hay que saber utilizarlo para que cumpla adecuadamente esas funciones fundamentales.
(P-.) ¿Teatro, poesía o prosa? ¿Con qué se queda hoy día?
(R.-) Hoy por hoy me decido por el cuento, un género narrativo difícil con una técnica propia y que, a la vez, puede contar con elementos de otros géneros. De hecho, en muchas ocasiones está más cerca de la poesía que de la narrativa, sin que pueda prescindir, claro es, de esta última.
(P-.) Y entre los clásicos y las tendencias transgresoras, ¿a cuáles prefiere?
(R.-) En esto creo que hay que ser poligámicos, porque son amores distintos pero compatibles. Es más, me gusta la vanguardia cuando en ella hay presencia de los clásicos, y me gustan los clásicos cuando en ellos hay huellas de ruptura y abren nuevos caminos.
(P-.) A su juicio, ¿cuál es la mejor obra literaria del siglo XX?
(R.-) Contesto por los tres grandes géneros. En poesía, Canto General, de Pablo Neruda; en narrativa, En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust; y en el género dramático, Marat / Sade, de Peter Weiss. Si nos ceñimos a obras españolas: A la pintura, de Rafael Alberti; Señas de identidad, de Juan Goytisolo; Divinas palabras, de Valle-Inclán. Si nos referimos a autores andaluces: Poeta en Nueva York, de Lorca; Los usurpadores, de Francisco Ayala; y Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca, de Martín Recuerda.
(P-.) Sin desmerecer a nadie, ¿qué académicos ilustres han pasado por la entidad?
(R.-) De entre los que, por su edad, han pasado de ser académicos numerarios a la situación de supernumerarios, nadie se molestaría y todos estaríamos de acuerdo en nombrar a Rafael Guillén, poeta de larga y muy valiosa trayectoria en toda la amplitud del horizonte hispánico y que por fortuna sigue en activo, abriendo constantemente nuevos caminos para la poesía.
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