El Consejo Social de la Universidad de Granada nombra a Andrés Navarro nuevo gerente de la institución para que continúe con la política de austeridad que inició su antecesor, Florentino García.
El delfín de Florentino García, Andrés Navarro Galera, hasta hace un par de días director de la Oficina Económica adscrito a la Gerencia de la Universidad de Granada, fue refrendado ayer por el Consejo Social como el nuevo gerente de esta institución. Tres semanas después de la muerte de García, la UGR pone al frente de uno de sus departamentos más importantes a un experto en finanzas y contabilidad, pero sobre todo, al hombre de confianza del anterior gerente.
Tres años ha pasado Andrés Navarro codo con codo con Florentino. Y su cometido en el año que queda de mandato no es otro que darle continuidad al programa económico que él mismo inició. «Mi máximo objetivo es terminar de cumplir el proyecto que el rector González Lodeiro puso en marcha con el respaldo de la comunidad universitaria», dijo ayer a este diario.
Navarro Galera, natural de Oriol (Almería, 1967) aunque lleva viviendo en Granada desde hace 26 años, conoce muy bien la institución que ahora deberá gestionar. Fue en ella donde realizó sus estudios de Económicas, donde ejerce como profesor titular y donde ha asumido varios puestos de gestión desde 1996.
El nuevo gerente asegura que la política económica de la UGR está muy bien definida, con unos pilares muy sólidos, un mérito que atribuye a Florentino.
Sin embargo, en el 2011 entran en juego variables nuevas para la Universidad que deberá afrontar personalmente Navarro Galera. Entre ellos, unas dificultades económicas que precisarán de un endurecimiento de las medidas de ajustes que ya inició el gerente García. «Los recortes presupuestarios de las entidades financiadoras de la Universidad de Granada plantean retos más complejos para la institución -explica Andrés Navarro-, y nos van a obligar a racionalizar la plantilla, a impulsar la calidad y hacer adecuaciones a las nuevas necesidades».
Con responsabilidad e ilusión dice este profesor que afronta las tarea que asume, apostando claramente por una política continuista. El equipo de Gobierno de González Lodeiro está trabajando ya en el presupuesto de la Universidad para 2011 y las noticias no son alentadoras.
Con las cuentas de la Junta de Andalucía en la mano, que es el organismo que aglutina la mayor financiación de las instituciones superiores, Navarro Galera está ultimando el primer borrador sobre los presupuestos de 2011 para presentarlo a la Comisión de Gobierno el próximo lunes. Aunque ya adelanta que el plan de austeridad que se inició hace un año en la Universidad de Granada, que incluía el cierre de sus centros, se va a intensificar este curso haciéndolo «extensivo a Navidad, Semana Santa y verano».
Igual que se hizo el pasado curso, tendrán primero que negociar unos servicios mínimos con los sindicatos y tener garantías, como él dice, de que no se va a perder calidad en el servicio.
«Las medidas que se han puesto ya en marcha se han traducido en reducción de costes sin pérdida de calidad de servicios», aclara el nuevo gerente, que insinúa además que tendrá que potenciar el ajuste.
Otro de los aspectos que Navarro quiere introducir es un control detallado del ahorro que están generando las medidas de austeridad. «Para el cierre de las cuentas de 2010, que se harán en febrero del año próximo, presentaré datos concretos de cuánto hemos ahorrado», aclara siguiendo la senda de transparencia que abanderaba su antecesor.
Además, a Navarro Galera le toca lidiar nuevas partidas que su antecesor no tuvo que presupuestar: las inversiones que la Universidad va a realizar con los proyectos del Campus de Excelencia Internacional (CEI), de Innocampus y de Innplanta. «Es una inversión que tendremos que distribuir y racionalizar lo mejor posible», dice el máximo responsable.
En materia técnica, Florentino García era doctor en Matemáticas, mientras que Andrés Navarro lo es en Económicas, lo que ha permitido que en estos tres años se enriquecieran mutuamente. Pero las mejores palabras del gerente están dedicadas a la persona de Florentino: «de él he aprendido aspectos claves del servicio público, como es la honestidad, la integridad, la objetividad y sobre todo el espíritu de sacrificio en beneficio a la comunidad universitaria a la que nos debemos».
Este hombre no entiende que sucede ni que sustituye a nadie, porque, según él, «Florentino García es insustituible». Miedo no tiene, pero le infunde respeto afrontar «las dificultades financieras que van a empeorarse en los próximos meses». Y lo que es más importante, «mantener nuestros compromisos de pago con el personal y los proveedores de suministradores de servicio, especialmente con la pequeña y mediana empresa». La UGR tiene más de 6.500 trabajadores directos, pero tiene también otros 6.500 indirectos.
Y en lo que respecta al personal, Navarro Galera tiene como objetivo mantener la política de promociones interna y de nuevas incorporaciones que hasta ahora se ha seguido en la Universidad de Granada. «Que la política de promociones de personal sea sostenibles y viable, ese va a ser mi gran caballo de batalla», concluyó.
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