Playa Granada, que desaparece cada vez que hay un temporal, deberá seguir conformándose con las habituales regeneraciones de arena que poco después se traga el mar. Es la respuesta que se trajeron de Madrid el alcalde de Motril, Carlos Rojas y los tenientes de alcalde de Turismo, Francisco Villoslada, y de Medio Ambiente, Antonio Escámez, de la reunión que mantuvieron con la Dirección General de Costas el pasado miércoles. La vieja reivindicación de la construcción de espigones que pondría fin a este problema, como ya ha sucedido en otras zonas del litoral, como Torrenueva, La Mamola o Velilla está por el momento absolutamente descartada.
Carlos Rojas comenta que el argumento que le han ofrecido es la «oblicuidad» que presenta el litoral motrileño, la cual dificulta su arreglo y dispara astronómicamente los costes de este proyecto de defensa. Según los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, aun sin tener un estudio redactado, tienen claro que sería necesario construir un macroespigón o una línea de espigones de 3 o de 6 y, además, existe la posibilidad de que afecte negativamente a la Playa de Poniente. Las cifras de este proyecto pasarían por 6 millones de euros, a los que habría que añadir 3 millones de metros cúbicos de arena, lo cual elevaría su coste a los 21 millones.
Antonio Escámez calificó de «desesperante» la situación, ya que «después de las reuniones que hemos mantenido en 2004, en 2008 y esta del pasado miércoles, ahora nos hayan dicho en la Dirección de Costas que la solución de los espigones en Playa Granada está totalmente descartada. El concejal relata que le preguntó al subdirector de este organismo si le parecía razonable llevar arena para que meses más tarde esa ejecución desapareciera, a lo que le respondió que «él también limpia las calles para días más tarde tener que limpiarlas otra vez». El responsable de Medio Ambiente dijo que «tras dos años de espera, ahora nos confirman que por fin hay dinero, una dotación presupuestaria de 200.000 euros para poner en marcha el estudio que prometió la directora General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Alicia Paz Antolín, cuando recorrió las playas motrileñas acompañada por el subdelegado del gobierno, Antonio Cruz, y de Severiano Benavides, jefe del servicio provincial de Costas».
El presidente de la asociación de vecinos de Playa Granada, Valeriano Ferreira, se mostró pesimista: «vamos a esperar otros dos años más después de los que llevamos para que nos anuncien que la solución para el problema pasa por regenerarla con arena, como se viene haciendo hasta ahora». Ferreira anunció que por la «desconfianza» que les merece el estudio de Costas ellos han encargado otro a la Universidad de Granada «que seguramente arrojará otras soluciones distintas y menos costosas».
El portavoz de los vecinos no se explica «cómo los técnicos saben cifrar el importe exacto de la construcción de los espigones, sin conocer todavía el estudio que revelará la solución definitiva» y se pregunta cómo puede valer este proyecto 21 millones de euros, «un problema que afecta a una zona concreta de esta playa, la que está enfrente del Hotel Robinson», cuando la reordenación del sistema de defensas de la playa y del paseo en La Mamola ha costado 2,4 millones de euros. Por último, pidió apoyo a los vecinos de Salobreña en esta reivindicación, «ya que es un problema que a ellos también les afecta, puesto que con la construcción de los nuevos hoteles en la zona del TH1, la playa de La Cagaílla también se ve periódicamente afectada por la pérdida de arena, después de los temporales.