El acto de graduación de la primera promoción de Criminología en Algeciras contó con un ponente de excepción que dictó la lección magistral: el doctor José Antonio Lorente Acosta, quien disertó sobre la Criminalística aplicada a los casos de accidentes de tráfico.
La intervención de Lorente Acosta estaba avalada por su trayectoria profesional y sus amplios conocimientos de la materia: es médico forense, profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada y director del Laboratorio de Criminalística de la Universidad de Granada. Es conocido a nivel internacional por sus investigaciones sobre ADN y colabora con cuerpos policiales internacionales. Además, colabora habitualmente con la Guardia Civil en tareas de investigación de personas desaparecidas.
Accidentes
Lorente Acosta se dirigía a un auditorio -los graduados-, que por su trabajo en general se topan a menudo con accidentes de tráfico. No en vano, el curso estaba dirigido fundamentalmente a agentes de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado y Cuerpo de Policía Local. En este sentido, destacó que el estudio científico criminalístico de los accidentes de tráfico tiene una extraordinaria trascendencia en la práctica y en la vida diaria.
Entendiendo la criminología como una ciencia multidisciplinar e interdisciplinar, no sólo se constituye en una sólida base para la resolución de delitos y accidentes, sino que contribuye a la prevención de los mismos.
Básicamente, los expertos toman muestras donde se comete un delito o donde se produce un accidente, estudian los indicios y elaboran un informe pericial que trasladan a las autoridades judiciales que entienden den caso.
En este sentido, la criminalística está directamente relacionada con el quehacer diario en torno a los accidentes de tráfico.
A lo largo de los últimos 20 o 25 años, se han desarrollado múltiples técnicas científicas y objetivas que permiten expresar los resultados en términos de probabilidades, independientemente de la opinión que se formen los peritos.
Se han desarrollado técnicas muy potentes, como la identificación por ADN, automatización de grandes bases de datos, determinación de pinturas de automóviles, o la localización de huellas dactilares a través de la red de Interpol en tiempo real. De esta forma, según la opinión del doctor Lorente Acosta, la criminalística es «una ciencia cada vez más objetiva».
El ser humano siempre ha estado relacionado con la violencia, explicó el experto, y de hecho incluso el instinto de supervivencia está ligado a la agresión y al autocontrol. La violencia, expresó el experto, ha existido siempre.
Centrándose en la cuestión de los accidentes de tráfico, éstos tienen repercusiones en varias ramas del Derecho. En la administrativa, en la civil -indemnizaciones,, multas, secuelas, personas viven con incapacidades casi absolutas con costo humano, familiar y social- y en la penal, ya que el accidente incluso puede estar relacionado con la comisión de un delito.
Ante la sospecha, los expertos han de considerar siempre a priori el estudio criminalístico en el escenario de un accidente.
Deben tomarse en consideración vehículos, el lugar del accidente y por supuesto las víctimas. Como en un escenario de un crimen, el lugar de los hechos es considerado por los criminalistas como un lugar de investigación.
En el tratamiento a nivel criminalístico de un accidente de tráfico existen cuatro fases diferenciadas. La primera de ellas es la recogida de muestras en el lugar de los hechos. Es el lugar clave donde comienza la investigación.
En segundo lugar, la identificación de los vehículos, el lugar de los hechos y las personas implicadas. Hay que tener en cuenta que las muestras obtenidas pueden tener validez como prueba pericial. Es de vital importancia la cadena de custodia de las pruebas, que deben estar preservadas. Además, deben constar las manos por las cuales han pasado.
El tercer paso es el estudio científico en los laboratorios y el paso final es el informe pericial que se traslada a las autoridades judiciales encargadas del caso.
Ahí no acaba el asunto, sino que el perito puede ser llamado por el juez para testificar.
El doctor Lorente Acosta advirtió de que la cadena se rompe por el eslabón más débil, en el sentido de que el estudio criminalístico ha de realizarse con la máxima escrupulosidad.
En el estudio de los accidentes hay muchas variables a tener en cuenta: por ejemplo si las víctimas están dentro de los vehículos o han sido objeto de atropello. Además, ha de precisarse la relación de cada uno de ellos con el accidente. No es la primera vez que alguien que ha conducido bajo los efectos del alcohol se hace pasar por el copiloto para eludir la acción de la Justicia. En definitiva, un fascinante e importantísimo método científico aplicado a la vida rutinaria.
Descargar