Cuando la trayectoria de un profesional es amplia, lo lógico es que su mochila esté cargada de sorpresas. Y, por desgracia, no todas son agradables. La censura que ha vivido el catedrático de Costas de Granada Miguel Ángel Losada por parte de la Secretaría General del Mar -que pidió que «actualizara» un documental de TVE encargado por Narbona sobre la destrucción de la costa- no es un episodio aislado en su carrera científica.
Aunque finalmente Moncloa ha aceptado «la emisión íntegra de la serie» y TVE ya está trabajando en ello, el profesor de la Universidad de Granada (UGR) asegura que desde que comenzó a trabajar en el año 70 se ha encontrado «desgraciadamente» con «demasiados» capítulos de censura. Y «en muchos ámbitos», según confiesa.
«He pasado por muchas fases. Ocurre que a veces alguien que tiene poder o que tiene mando se pone burro y quiere decir lo que hay que hacerse. Aunque en este caso concreto desconozco los intereses que hay detrás – y ya prefiero ni enterarme- en otros ha habido intereses económicos, particulares… Me han pasado cosas muy curiosas».
El Ministerio de Medio Ambiente le solicitó, en este caso, eliminar dos minutos en los que se señala a la corrupción urbanística como responsable de la destrucción del litoral español. Según el Ministerio que ahora dirige Elena Espinosa, la corrupción no es la culpable del caos en el urbanismo en la costa, sino la mala planificación y, además como no es competencia del Gobierno, no debe aparecer en el documental.
Pero Losada no ha cedido a la censura porque, junto a él, lideró la serie el periodista Julio de Benito, ya fallecido: «Le dije al Ministerio que esto ya estaba acordado y que para mí se trata de una cuestión de principios y de libertad de expresión de un grupo que ha trabajado conjuntamente. Incluso les dije que prefería que me censuraran. Y con eso se encontraron».
El experto explica que objetivamente había tres cuestiones que eran «imprecisiones» o «errores» a juicio de la Dirección General de Costas y, aunque no estaba de acuerdo con esta visión, eran asuntos «pequeños y fáciles de resolver». Las «imprecisiones» no dañaban los objetivos a lograr y por eso no le importaba cambiarlas. «Sólo había que quitar palabras y dejar que las imágenes narrasen los hechos. Porque se trataba de poner información a disposición del televidente y por mi parte y la de TVE no había ningún problema», comenta.
Una de estas «imprecisiones» era, por ejemplo, la relativa a la ubicación del Algarrobico. El Ministerio sostenía que era un error decir que está en dominio público, dado que se encuentra en zona de protección. Y Losada, que entendía que las imágenes que se ven son «tan espectaculares y dolosas» que al locutor le daría igual la situación del hotel, no tenía problema en borrar las palabras del locutor.
Otra cuestión era la relativa a las playas artificiales. «Decían que la serie no las apoyaba suficientemente. Pero es que este documental informa y es el espectador el que debe juzgar. Por tanto, no estaba dispuesto a consentir ninguna modificación».
Y el tercer y último aspecto era el principal escollo: las imágenes, algo que no está estrictamente en el guión. Según relata el catedrático de Costas, hace ochos meses trató esta cuestión con su equipo y todos consideraron que era «una parte sustancial de la narración del capítulo 12». Por lo tanto, no cabía modificación alguna.
Para tratar de llegar a un acuerdo, Losada propuso dos salidas: que al inicio del capítulo se incorporara un cartel indicando que el Ministerio financia la serie pero no tiene que compartir las ideas, algo que, según relata, «se hacía mucho en la época de Franco», o la opción de que los capítulos fueran seguidos de un coloquio o debate en cuyos primeros cinco minutos fueran carta blanca para el Ministerio. Pero el experto ni siquiera obtuvo respuesta alguna. El caso es que la segunda propuesta le ha gustado TVE y, ahora, ni siquiera habrá que darle carta blanca a nadie.
Losada reconoce que la Secretaría General entendió que «el que paga manda». Pero al final no será así. Porque se firmó «un convenio entre la UGR y el Ministerio para redactar los guiones de una serie con objetivos marcados». Y a partir de ahí, fin de la historia. «Ninguno de los objetivos era hacer propaganda del Ministerio u ocultar cosas, sino narrar la formación y transformación de la costa, qué legislación tenemos…».
Y a este último asunto está dedicado el capítulo 12. Se emitirá íntegro, contando que la corrupción es una parte sustancial del desarrollo del litoral español y no habrá modificación en esos dos minutos que tan poco han gustado a la Secretaría de Mar. Además, mirando el lado positivo, Losada reconoce que «se ha hecho mucha propaganda» y a buen seguro la gente espera la serie como agua de mayo.
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