Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un «esfuerzo» para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida «como gasto» ni estar sometida a los «vaivenes presupuestarios».

Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que «nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas».

Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye «una apuesta estratégica ineludible» que debe estar vinculada a «compromisos y objetivos de rentabilidad social».

Botín ha dicho que aunque es consciente de los «problemas presupuestarios», siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento «tan difícil» de la economía española, se haga un «esfuerzo» para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una «visión a largo plazo».

En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas «con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición».

El compromiso institucional con la educación superior constituye «el eje central» de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.

El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente
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La UGR refuerza su plan de internacionalización para lograr el Campus de Excelencia

La UGR refuerza su plan de internacionalización para lograr el Campus de Excelencia

La Universidad de Granada ha reforzado su plan de internacionalización a través de programas de becas de movilidad y la apertura de nuevos centros en Europa del Este, gracias a la renovación del acuerdo de colaboración integral iniciado en 2002 con el Banco Santander, y con vistas a conseguir el Campus de Excelencia Internacional, una vez que la institución ha sido preseleccionada por el Ministerio de Educación junto a Sevilla y Córdoba.

La entidad financiera amplía así la relación iniciada en el año 2002 y renovada en virtud de un nuevo convenio suscrito hoy entre su presidente, Emilio Botín, y el rector de la institución académica granadina, Francisco González Lodeiro.

La relación entre ambas instituciones se ha orientado hasta el momento a facilitar, entre otras iniciativas, la digitalización del fondo antiguo, con el proyecto Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que da libre acceso a 12.000 volúmenes a través de la red, así como al apoyo del Centro de Estudios Virtuales, con el que han recibido formación 56.000 alumnos desde su creación en el año 2001.

Con la renovación del convenio, la Universidad de Granada, pretende dar un nuevo impulso a su internacionalización y consolidarse como un instrumento para mejorar la visibilidad internacional del sistema universitario español a través de nuevos programas. Así, se fomentará además la apertura de centros de la Universidad granadina en Europa del Este, con el objetivo de impulsar el español y atraer a los mejores estudiantes e investigadores a las universidades españolas.

La aportación del banco se destinará en parte a otros proyectos de la UGR, como su plan propio de investigación y la formación de postgrado, incluidas la incorporación de Cátedras de interés común, que reciben el apoyo de Banco Santander desde hace cuatro años.

Durante su intervención, Emilio Botín destacó la «apuesta decidida» de la UGR por la investigación, las nuevas tecnologías y la innovación, y su «alto grado de internacionalización» y extraordinaria diversidad cultural en sus aulas y laboratorios, y consideró que cuenta con las «capacidades adecuadas» para la búsqueda de tratamientos y vacunas para enfermedades endémicas, el desarrollo de energías limpias, o el diseño de nuevos materiales.

El rector de la UGR, por su parte, consideró que la Universidad del siglo XXI no puede ser entendido sólo como productora del saber científico sino también como impulso del tejido empresarial y el desarrollo. En ese sentido, y ante la preselección de la institución granadina para optar a Campus de Excelencia Internacional, mantuvo que la UGR «camina de forma firme hacia el futuro» como poseedora de un sólido conocimiento científico y comprometida con su desarrollo.
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La UGR refuerza su plan de internacionalización con vistas al Campus de Excelencia

La UGR refuerza su plan de internacionalización con vistas al Campus de Excelencia

La Universidad de Granada (UGR) impulsará su plan de internacionalización a través de iniciativas como programas de becas de movilidad y la apertura de centros en Europa del Este, en virtud de la renovación y ampliación del acuerdo de colaboración integral iniciado en 2002 con el Banco Santander.

El acuerdo, renovado por el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, amplía la colaboración de la entidad financiera, que respalda desde hoy la preselección de la institución académica para su posible nominación como Campus de Excelencia Internacional.

Así lo recoge el convenio, que amplía una relación iniciada en 2002 y renovada en 2004 con una línea de colaboración en la que destacan las Becas Santander de Movilidad con universidades de Marruecos e Iberoamérica, dirigidas a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios.

Hasta el momento, la relación entre la Universidad de Granada y el Banco Santander ha ido orientada a iniciativas como la de facilitar la digitalización del fondo antiguo, con un proyecto que permite el libre acceso a 12.000 volúmenes a través de la red, así como al apoyo al Centro de Estudios Virtuales, que desde su creación, en el año 2001, ha formado a 56.000 alumnos.

Con la renovación del convenio, la Universidad de Granada pretender dar un nuevo impulso a su internacionalización, para lo que se fomentará la apertura de centros de la institución académica en Europa del Este con el objetivo de impulsar el español y atraer a estudiantes e investigadores de las universidades españolas.

La colaboración del Banco Santander también irá dirigida a otros proyectos de la Universidad de Granada como su plan de investigación y la formación de postgrado, incluidas en la incorporación de cátedras de interés común.

Durante su intervención, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha subrayado la diversidad cultural y el «alto grado de internacionalización» de la Universidad de Granada, que a su juicio reúne las capacidades adecuadas para afrontar retos futuros como la búsqueda de tratamiento para enfermedades endémicas, el desarrollo de energías limpias o la explotación racional del agua.

Por su parte, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, ha dicho que la institución académica, preseleccionada recientemente para optar al reconocimiento de Campus de Excelencia Internacional, «camina de forma firme hacia el futuro, desde su capacidad docente e investigadora».
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Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un «esfuerzo» para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida «como gasto» ni estar sometida a los «vaivenes presupuestarios».

Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que «nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas».
Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye «una apuesta estratégica ineludible» que debe estar vinculada a «compromisos y objetivos de rentabilidad social».

Botín ha dicho que aunque es consciente de los «problemas presupuestarios», siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento «tan difícil» de la economía española, se haga un «esfuerzo» para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una «visión a largo plazo».

En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas «con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición».

El compromiso institucional con la educación superior constituye «el eje central» de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.

El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente
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La UGR refuerza su plan de internacionalización con vistas al Campus de Excelencia

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La Universidad de Granada (UGR) impulsará su plan de internacionalización a través de iniciativas como programas de becas de movilidad y la apertura de centros en Europa del Este, en virtud de la renovación y ampliación del acuerdo de colaboración integral iniciado en 2002 con el Banco Santander. El acuerdo, renovado por el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, amplía la colaboración de la entidad financiera, que respalda desde hoy la preselección de la institución académica para su posible nominación como Campus de Excelencia Internacional.

Así lo recoge el convenio, que amplía una relación iniciada en 2002 y renovada en 2004 con una línea de colaboración en la que destacan las Becas Santander de Movilidad con universidades de Marruecos e Iberoamérica, dirigidas a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios.

Hasta el momento, la relación entre la Universidad de Granada y el Banco Santander ha ido orientada a iniciativas como la de facilitar la digitalización del fondo antiguo, con un proyecto que permite el libre acceso a 12.000 volúmenes a través de la red, así como al apoyo al Centro de Estudios Virtuales, que desde su creación, en el año 2001, ha formado a 56.000 alumnos.

Con la renovación del convenio, la Universidad de Granada pretender dar un nuevo impulso a su internacionalización, para lo que se fomentará la apertura de centros de la institución académica en Europa del Este con el objetivo de impulsar el español y atraer a estudiantes e investigadores de las universidades españolas.

La colaboración del Banco Santander también irá dirigida a otros proyectos de la Universidad de Granada como su plan de investigación y la formación de postgrado, incluidas en la incorporación de cátedras de interés común.

Durante su intervención, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha subrayado la diversidad cultural y el «alto grado de internacionalización» de la Universidad de Granada, que a su juicio reúne las capacidades adecuadas para afrontar retos futuros como la búsqueda de tratamiento para enfermedades endémicas, el desarrollo de energías limpias o la explotación racional del agua.

Por su parte, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, ha dicho que la institución académica, preseleccionada recientemente para optar al reconocimiento de Campus de Excelencia Internacional, «camina de forma firme hacia el futuro, desde su capacidad docente e investigadora».
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Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un «esfuerzo» para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida «como gasto» ni estar sometida a los «vaivenes presupuestarios».

Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que «nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas».

Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye «una apuesta estratégica ineludible» que debe estar vinculada a «compromisos y objetivos de rentabilidad social».

Botín ha dicho que aunque es consciente de los «problemas presupuestarios», siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento «tan difícil» de la economía española, se haga un «esfuerzo» para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una «visión a largo plazo».

En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas «con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición».

El compromiso institucional con la educación superior constituye «el eje central» de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.

El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente
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La UGR refuerza su plan de internacionalización

La UGR refuerza su plan de internacionalización

La Universidad de Granada (UGR) impulsará su plan de internacionalización a través de iniciativas como programas de becas de movilidad y la apertura de centros en Europa del Este, en virtud de la renovación y ampliación del acuerdo de colaboración integral iniciado en 2002 con el Banco Santander.

El acuerdo, renovado por el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, amplía la colaboración de la entidad financiera, que respalda desde hoy la preselección de la institución académica para su posible nominación como Campus de Excelencia Internacional.

Así lo recoge el convenio, que amplía una relación iniciada en 2002 y renovada en 2004 con una línea de colaboración en la que destacan las Becas Santander de Movilidad con universidades de Marruecos e Iberoamérica, dirigidas a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios.

Hasta el momento, la relación entre la Universidad de Granada y el Banco Santander ha ido orientada a iniciativas como la de facilitar la digitalización del fondo antiguo, con un proyecto que permite el libre acceso a 12.000 volúmenes a través de la red, así como al apoyo al Centro de Estudios Virtuales, que desde su creación, en el año 2001, ha formado a 56.000 alumnos.

Con la renovación del convenio, la Universidad de Granada pretender dar un nuevo impulso a su internacionalización, para lo que se fomentará la apertura de centros de la institución académica en Europa del Este con el objetivo de impulsar el español y atraer a estudiantes e investigadores de las universidades españolas.

La colaboración del Banco Santander también irá dirigida a otros proyectos de la Universidad de Granada como su plan de investigación y la formación de postgrado, incluidas en la incorporación de cátedras de interés común.

Durante su intervención, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha subrayado la diversidad cultural y el «alto grado de internacionalización» de la Universidad de Granada, que a su juicio reúne las capacidades adecuadas para afrontar retos futuros como la búsqueda de tratamiento para enfermedades endémicas, el desarrollo de energías limpias o la explotación racional del agua.

Por su parte, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, ha dicho que la institución académica, preseleccionada recientemente para optar al reconocimiento de Campus de Excelencia Internacional, «camina de forma firme hacia el futuro, desde su capacidad docente e investigadora».
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Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a las universidades

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El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un “esfuerzo” para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida “como gasto” ni estar sometida a los “vaivenes presupuestarios”.

Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que “nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas”.

Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye “una apuesta estratégica ineludible” que debe estar vinculada a “compromisos y objetivos de rentabilidad social”.

Botín ha dicho que aunque es conscientes de los “problemas presupuestarios”, siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento “tan difícil” de la economía española, se haga un “esfuerzo” para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una “visión a largo plazo”.

En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas “con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición”.

El compromiso institucional con la educación superior constituye “el eje central” de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.

El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente.
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Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

Botín pide un esfuerzo para no rebajar la inversión destinada a universidades

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un «esfuerzo» para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida «como gasto» ni estar sometida a los «vaivenes presupuestarios».

Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que «nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas».

Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye «una apuesta estratégica ineludible» que debe estar vinculada a «compromisos y objetivos de rentabilidad social».

Botín ha dicho que aunque es conscientes de los «problemas presupuestarios», siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento «tan difícil» de la economía española, se haga un «esfuerzo» para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una «visión a largo plazo».

En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas «con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición».

El compromiso institucional con la educación superior constituye «el eje central» de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.

El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente.
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Leve escalada española en el ‘ránking’ de Shanghai

Leve escalada española en el \’ránking\’ de Shanghai

Pasito a pasito. Las universidades españolas han ganado presencia en una de las clasificaciones universitarias más importantes del mundo: el ránking de la Universidad Shanghai . Aún no hay ni rastro de ellas entre los 100 mejores del mundo, según esta clasificación, pero sí mejoran en Europa. En la última lista recién elaborada por la universidad china, que empezó sus clasificaciones en 2003, hay 10 universidades españolas entre las 200 mejores europeas, una más que el año pasado.

La primera española es la Universidad de Barcelona , situada en el intervalo entre los puestos 59 y 79 (conforme avanza la lista, los centros se ordenan por intervalos y no por números). Le siguen la Autónoma de Madrid, la Complutense de Madrid y la Universidad de Valencia (las tres entre los números 80 y 125), la Autónoma de Barcelona y la Politécnica de Valencia (126 – 170) y cuatro más en la cola (Universidad de Granada, Santiago de Compostela, Sevilla y Zaragoza).

Las británicas Cambridge y Oxford encabezan el listado europeo en el que aparecen otras 37 universidades británicas. Y también copan los primeros puestos (el cuarto Cambridge y el décimo, Oxford) en la clasificación mundial. Entre las 100 mejores del mundo, según la UniversidadShanghaiJiao Tong, hay 57 de Estados Unidos, 32 europeas y cinco asiáticas. Las americanas Harvard y Stanford encabezan la lista. La primera universidad española en la clasificación mundial es la Universidad de Barcelona (entre los puestos 152 y 200), seguida de la Autónoma de Madrid y la Complutense de Madrid (201-302).

España está mejor situada en las clasificaciones temáticas, por materias y carreras concretas. La Autónoma de Madrid, por ejemplo, está entre los puestos 51 y 57 en Matemáticas. En Química, aparecen las de Zaragoza, Barcelona y la Politécnica de Valencia entre los puestos 51 y 101 y la Pompeu Fabra (Barcelona) en Informática (76-100).

La clasificación de la UniversidadShanghaiJiao Tong trata de medir el nivel de excelencia relacionado con la investigación. Para clasificar utilizan, entre otros indicadores, el número de alumnos y profesores con premios Nobel y medallas Fields (el equivalente a un Nobel de matemáticas) y el número de artículos en publicaciones como Nature y Science. Estudian un millar de centros y clasifican a las 500 mejores.

El ranking de Shanghai, como el resto de listados internacionales y nacionales, despierta recelos en la comunidad universitaria. «El problema de los listados son los criterios, es como si dijeras que un corredor de maratón es mejor deportista que un futbolista, depende de para qué, ¿no?», señala Francisco Marcellán, presidente del consejo asesor de la agencia pública para la calidad de las universidades (Aneca).

Marcellán defiende que se podrían incluir en este u otros rankingsel uso de medidores que favorecieran más a España, como los premios nacionales de investigación que otorga el Ministerio de Educación y Ciencia. Considera que, para aparecer en el top 100 de Shanghai, lo importante es planteárselo seriamente. «Es cierto que hay un déficit histórico de premios Nobel en nuestras aulas, pero sólo habría que contratar más docentes e investigadores con este galardón para escalar en las clasificaciones, todo es cuestión de prioridades», añade.
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Botín renueva el convenio del Santander con la Universidad de Granada

Botín renueva el convenio del Santander con la Universidad de Granada

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha pedido hoy un «esfuerzo» para que no se rebaje, y si es posible se aumente, la inversión dirigida a las universidades españolas, que a su juicio no debe ser entendida «como gasto» ni estar sometida a los «vaivenes presupuestarios».
Botín, que hoy ha renovado y ampliado el convenio de colaboración existente entre el banco que preside y la Universidad de Granada, ha manifestado que «nos estamos jugando el futuro económico, el progreso social y la competitividad de nuestras empresas».
Ha señalado Botín que invertir en educación superior y en ciencia constituye «una apuesta estratégica ineludible» que debe estar vinculada a «compromisos y objetivos de rentabilidad social».
Botín ha dicho que aunque es conscientes de los «problemas presupuestarios», siempre se ha manifestado públicamente a favor de que, en un momento «tan difícil» de la economía española, se haga un «esfuerzo» para no rebajar, y si es posible aumentar, la inversión dirigida a las universidades, al considerar que en estos asuntos hay que tener una «visión a largo plazo».
En su opinión, es responsabilidad de agentes públicos y privados contribuir a fortalecer las capacidades académica e investigadora de las universidades españolas «con un mayor grado de eficiencia en los recursos que se ponen a su disposición».
El compromiso institucional con la educación superior constituye «el eje central» de las políticas de responsabilidad social del Banco de Santander, según su presidente, que ha garantizado el mantenimiento e incremento de estas actuaciones por parte de la entidad financiera.
El Banco Santander destinó el año pasado 95 millones de euros a respaldar más de 3.000 proyectos promovidos por 848 universidades en los diferentes países donde está presente.
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Hacer posible un imposible lorquiano

Hacer posible un imposible lorquiano

La Fundación Caja Granada Obra Social en colaboración con el Secretariado de Extensión Universitaria de la Universidad de Granada han puesto en marcha el ciclo “Haciendo posible un Lorca imposible: Así que pasen cinco años”, donde se reflexiona en la teoría y en la práctica sobre los límites del teatro lorquiano.

Bajo el epígrafe de “comedias imposibles” catalogó el crítico Miguel García Posada las dos propuestas teatrales más vanguardistas del poeta de Fuentevaqueros: Así que pasen cinco años y El público. Se trata de dos obras complejas, ambiguas, oníricas, que beben del surrealismo aun sin ser plenamente surrealistas; dos obras absolutamente modernas, equiparables al mejor teatro europeo de la primera vanguardia (Beckett, Ionesco, Jarry) y que, como él, llevan la experiencia teatral a sus límites, hasta el punto de haber sido consideradas “irrepresentables” por el propio García Lorca desde un punto de vista del teatro convencional. De ahí el título de la interesante propuesta organizada por la Fundación Caja Granada Obra Social en colaboración con el Secretariado de Extensión Universitaria de la Universidad de Granada: El ciclo “Haciendo posible un Lorca imposible: Así que pasen cinco años”. En él, no sólo se ha podido asistir a la representación de dicha obra de Lorca por la compañía granadina Teatro para un instante, dirigida por Miguel Serrano (los días 6 y 7 de noviembre, en el Teatro Isidoro Máiquez), sino que ésta se ha complementado con sendas mesas redondas (los días 5 y 7, también en el teatro) donde se ha discutido sobre la posibilidad de representación de las comedias imposibles lorquianas, así como sobre la propuesta concreta de Miguel Serrano y Teatro para un instante.

Por lo que respecta a la representación teatral, el montaje de Teatro para un instante es una apuesta arriesgada (en la medida en que trata de hacer posible lo imposible), por momentos muy personal, pero al mismo tiempo fiel al planteamiento general tanto textual como escénico de Lorca. Según señaló Francisco García Lorca sobre Así que pasen cinco años, “la obra está concebida y ejecutada con la libertad de un poema, y que sólo una determinada unidad poética mantenida por una serie de correspondencias temáticas, asegura su carácter de drama”. El acierto del montaje consistió en poner de manifiesto este carácter poemático, esto es circular, rítmico, pleno de correspondencias sutiles, reiteraciones y variaciones sobre los mismo temas, y servirlo con una sobriedad general, vanguardista y atrevida pero alejada de tentaciones tremendistas que hubieran introducido un ruido innecesario en un mecanismo significante tan complejo y que además poco impresionan ya a un público avisado. De hecho, los problemas que presentaba el montaje provenían precisamente de cuando éste se alejaba de dicha tónica e incurría en la tentación de una lectura excesivamente personal y provocadora, como sucedía en el tercer acto, donde el bosque de anchos troncos y un telón lorquianos se transforman en botellines hinchables de cerveza “Alhambra” (sí, aparecía la marca) y una cortina hecha de tiras de elementos de desecho atados entre sí. No obstante, estas y otras opciones —riesgos que todo director debe correr en cualquier caso— no empañan los numerosos aciertos, como son la estilización de las acotaciones escénicas de Lorca, conservando empero su esencia —una biblioteca sugerida a través de lámparas de lectura y sillones, o un dormitorio camp conseguido mediante una única cama hinchable que incluía dos enormes columnas jónicas a modo de cabecero. Especialmente interesantes resultaron otras soluciones, como el que la mecanógrafa aparezca al principio de la obra en un pupitre móvil y ante una máquina de escribir ya que, paradójicamente, una obra simbólica y no realista como ésta necesita que sus elementos se hallen presentes en toda su literalidad para conseguir así su pleno efecto evocador; o el diálogo entre el maniquí y el joven, que se solucionó con gran elegancia gracias a una actriz interpuesta que se encarnaba en una suerte de alma o sombra de aquél.

La música y la armonización de alguno de los muchos momentos en verso de la obra, resultó, en general, otro acierto en la medida en que reforzaba la intención de espectáculo total de Lorca, así como el carácter lírico de la propuesta. No obstante, cabría señalar que la música, sin ser en absoluto mala, sí resultaba algo convencional y se alejaba de los presupuestos vanguardistas tanto de la obra en sí como del presente montaje en particular. También en ocasiones ésta parecía constituir un subterfugio para eludir la dificultad por parte de los actores para decir el verso (es más fácil cantarlo). Lorca explota con maestría en Así que pasen cinco años todos los recursos métricos a su alcance y se trata por tanto de un elemento que hay que cuidar al mismo nivel que la iluminación, la escenografía o el texto y, si bien el verso en líneas generales no se dijo mal, tampoco se le sacó el partido suficiente.

En cualquier caso, cabe destacar la valentía de la propuesta y la entrega de los actores: en su representación subyacía verdad teatral, entendida ésta como un creerse lo que estaban haciendo y no estar escatimando nada ni reservándose, y esto conseguía transmitirse al patio de butacas. En líneas generales, esta fue la impresión general de los críticos teatrales que asistieron a la obra, y que participaron en la segunda de las mesas redondas que se organizaron, y en la que el director de la compañía valientemente se sentó junto a ellos para discutir la obra. La experiencia resultó enriquecedora y estimulante: Bonifacio Valdivia, Mónica Francés y quien escribe estas líneas expusieron su opinión sobre el montaje que habían visto —en mi caso la expresada en el presente artículo— y el director pudo contrastarla, explicarse e incluso replicar, una oportunidad que rara vez tienen éstos. También parte del público asistente a la mesa, al final, participó en un animado coloquio. La anécdota la protagonizó el tercer acto, y, en particular los botellines de cerveza Alhambra y la cortina de basura, solución escénica que no gustó a la crítica por unanimidad, pero que Miguel Serrano pudo explicar como una elección personal y fundada en un imaginario propio donde el bosque lorquiano, que simboliza el bosque de la vida (a la manera de la Comedia de Dante), era percibido por él como una densa acumulación de cerveza y desechos; esto además permitió una interesante reflexión del director sobre la tensión existente entre el proyecto que se tiene en la cabeza, ambicioso e ideal, y el resultado final, producto también de las circunstancias materiales y la escasez de medios.

En conclusión, el ciclo ha sido una iniciativa acertada, que fomenta la reflexión y la crítica más allá del arte —pero que la incluye— y que esperamos que se repita.
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