En España hay 200 empresas dedicadas exclusivamente a la biotecnología y un total de 700 firmas operan en este sector que emplea a 90.000 personas, factura 22.500 millones de euros al año y crece un 25% por ejercicio. Con estos datos inauguró ayer en Granada Biospain 2008, el encuentro bienal del sector, la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia. La bióloga y empresaria vasca resaltó que este sector productivo «potente y emergente» es uno de los motores del cambio de modelo económico en nuestro país, uno de los compromisos del Gobierno socialista. El encuentro, que se desarrolla hasta mañana en el Palacio de Congresos, reúne a 1.500 científicos, empresarios, inversores y representantes de administraciones públicas de 35 países. En el sector biotecnológico hay empresas dedicadas a la medicina, el medio ambiente, la agricultura y la producción de fármacos, cosméticos y alimentos.
Cristina Garmendia se mostró «emocionada» al abrir oficialmente el encuentro: bióloga y fundadora de la corporación Genetrix, fue presidenta de la Asociación Española de Bioempresas hasta su nombramiento como miembro del Ejecutivo de Zapatero, la pasada primavera.
Los mejores sobreviven
La ministra explicó con una metáfora científica el actual \’boom\’ del sector biotecnológico español: las empresas que hoy en día compiten en el mundo surgieron en torno al año 2000, en pleno descalabro de las \’puntocom\’ y «sin apenas apoyo público». Es decir, estuvieron sometidas a una «presión de selección» que hizo que sobrevivieran «sólo las más aptas y persistentes».
Hoy, resaltó, la cultura científica y universitaria ha superado sus viejas «resistencias» frente al mundo del negocio, mientras el Gobierno ha «triplicado» la inversión en I+D+I respecto a 2004. Este año, por primera vez, el dinero dedicado a ese capítulo respecto al PIB de nuestro país es superior a la media europea.
Con todo, dijo Garmendia, «lo que más ha cambiado es la percepción de las \’biotechs\’ españolas respecto a sus capacidades y posibilidades de éxito en el mercado internacional. Cada vez con más frecuencia, nuestros campeones nacionales demuestran que el nivel de cualificación y competitividad de la biotecnología española nos permite medirnos sin complejos con las potencias tecnológicas en este área».
Cinco en uno
El presidente de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), José María Fernández Sousa-Faro, explicó que Biospain se estructura en cinco eventos diferentes: el congreso Biotec 2008, en el que se expondrán las últimas novedades técnicas y científicas en biotecnología; un ciclo de sesiones plenarias en las que expertos de todo el mundo difundirán las experiencias y proyectos de sus países; una exposición comercial con 140 \’stands\’; un foro internacional de inversiones, donde 30 empresas en busca de capital presentarán sus proyectos; y un espacio para el desarrollo de negocio.
Además de poner en contacto a investigadores con empresarios, administraciones e inversores, el encuentro también pretende mejorar la percepción social de la biotecnología y aumentar la confianza ciudadana en la seguridad de los productos biotecnológicos. No obstante, una pequeña y silenciosa manifestación contra los productos transgénicos en el exterior del Palacio de Congresos demostraba que ese último objetivo está por alcanzar.
El presidente de Asebio coincidió con la ministra en que la biotecnología española ha experimentado un extraordinario impulso en los últimos cinco años y disfruta de una competitividad equiparable a la de Francia, Inglaterra o Alemania. «Pero nuestro referente no es Europa, sino Estados Unidos, que va muy por delante», recordó Fernández, quien aseguró que los norteamericanos tienen más capacidad de asumir riesgos que los europeos, y éstos más que los japoneses. Y la tecnología basada en la vida, subrayó, implica «asumir riesgos». «En esta inversión el resultado no está garantizado», advirtió.
Mejor que en Madrid
Dentro del panorama español, agregó, Andalucía «está haciendo una apuesta muy seria» por destacar en biotecnología, tanto en el sector público como en el privado. «Y la prueba es que estamos aquí, en Granada -agregó-. Todo el mundo dice que este Biospain es mucho mejor que el de hace dos años, que se celebró en Madrid». La feria ha crecido de forma espectacular en número de empresas representadas, de visitantes y de expositores.
El rector de la Universidad de Granada y presidente de la Fundación del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, Francisco González Lodeiro, recordó que hace apenas unos años los universitarios españoles contemplaban con «envidia» la relación entre científicos y emprendedores en algunos campus europeos, y hoy en día esa colaboración ya es una realidad en este país.
Por su parte, el presidente de Genoma España, José Luis Jorcano, destacó el «ambiente de optimismo» que se respiraba ayer en Biospain, y especialmente entre los representantes de las empresas, a pesar de la actual desaceleración económica que atraviesa al país. A su juicio, ello se debe a que esta crisis es «una oportunidad» para que España adopte «un nuevo modelo económico basado en el conocimiento, con empresas con un alto valor añadido y más resistentes a los vaivenes; un modelo del que son paradigma las empresas biotecnológicas».
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