– Salvador Jiménez, gestor del deporte
Ignacio Jiménez Soto / Profesor Titular De La UGR
Ayer el Patronato Municipal de Deportes rindió homenaje, por su reciente jubilación, a Salvador Jiménez Rodríguez. La convocatoria, además, estuvo abierta a todo el mundo del deporte, tanto granadino como andaluz -un acierto por parte de los organizadores-, y al cual asistieron no sólo compañeros del homenajeado, sino también innumerables amigos de los diferentes sectores sociales, económicos y profesionales.
Del homenaje no nos corresponde realizar comentario alguno, lo dejamos para manos más expertas; pero, aprovechando la ocasión, sí queremos insistir en lo que todos sabemos, y es que los méritos del personaje son tan evidentes que cualquier intento de glosa quedaría incompleto, algo que quienes escribimos, por obligación o devoción, siempre lo tenemos presente.
Y es que, además, hablar de un amigo, o mejor dicho escribir, es muy difícil por dos razones: la primera, porque la subjetividad de la relación personal pudiera restarle méritos a la persona, y segundo porque es complicado seleccionar entre su dilatada hoja de servicios los más relevantes, pues como diría Serrat es muy largo el camino para mirar atrás, el de Salva larguísimo y el que le queda (apostillamos nosotros) .
Sin embargo, y siendo consciente de las dificultades, éstas no pueden ser obstáculo para no sumarnos a través de estas líneas al homenaje que se ha realizado, merecido, de éste cordobés-granadino, que sin lugar a dudas puede ser considerado como uno de los personalidades más importantes del deporte granadino en los últimos treinta años. Baste como reconocimiento a toda su trayectoria el ingreso, este año, en la Real Orden del Mérito Deportivo con medalla de bronce.
Pero no vamos a hablar de su extensa vida profesional, conocida por todo el mundo del deporte, con grandes responsabilidades tanto en la Junta de Andalucía como en el Patronato Municipal de Deportes o en la Diputación provincial, por citar algunos ejemplos, y que sería imposible abordar en un artículo, y sí en una biografía.
No, por nuestra parte, queremos hablar de las virtudes de Salva, quizás más ocultas, es decir, las que no se ponen en un currículo, pero algunas veces más evidentes, y es que como los buenos cantaores de flamenco, él es de Lucena, domina todos los palos, en este caso en el ámbito deportivo: la educación física, el deporte escolar, el deporte recreación, el deporte federado, la gestión deportiva, la docencia universitaria… cualidades que siempre han hecho de él una persona sabía y prudente a la hora de opinar o tomar decisiones. De su trato abierto y exquisito con toda la gente, da testimonio la prensa deportiva, ni un borrón en su intachable trayectoria pública. Pero de todas ellas, me quedo con su capacidad de trabajo, desde las noches en la antigua Casa del Deporte de la avenida de Madrid hasta el último de los eventos deportivos en los que ha participado, siempre y tras el cierre de la puerta, está Salvador.
Por éstas y tantas razones el mundo del deporte está y estará siempre con Salva, a quien la jubilación no lo ha retirado, pues desde la presidencia de Agesport seguiremos contando con él, con su profesionalidad, pero, por encima de todo, con su amistad. Gracias, querido Salva, por todo lo que nos has enseñado, y, sobre todo, por la honestidad con la que has ejercido tu profesión, y que no solamente deja huella en el deporte, sino también en la propia vida, quizás más importante.
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