– El Páramo
El piloto automático que llevamos puesto los melillenses, ese que nos hace decir, sin pensar, que estamos ante una ciudad soñolienta, ociosa y hasta gregaria en algunos momentos, en muchos, nos hace pronunciar, más veces de la cuenta, que estamos a perpetuidad ante un páramo cultural. Que casi nunca pasa nada…
Esta semana que termina, comenzó con un ciclo literario de primer orden, con presencia de teóricos y especialistas en la literatura llevada al cine y en el cine que se nutre de las novelas. Continuó con un espléndido recital de una cantante, Paloma Berganza, quien a dúo con Daniel Yacaré al piano, dejó el salón de actos de la Uned lleno de buen gusto y de acordes mezclados con el dulce y melancólico acento francés, con la Vie en Rose incluida y con un Te vi, adaptación del tema de Fito Páez, completamente inolvidable. El jurado del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla proclamó una obra del conocido crítico literario, Miguel García Posada, titulada Inclemencias, como vencedora del certamen y Paloma Berganza cerró el acto, otra vez con Te Vi, con Hojas Muertas y con Avec le Temps, tres perlas que hicieron a los no asistentes al concierto del miércoles, arrepentirse mucho, muchísimo, de su no asistencia.
Hubo una actuación de la Orquesta de Melilla, se celebró un importante y exitoso Congreso Andaluz de Gerontología. La universidad de Granada, en su campus de Melilla, celebró el acto protocolario de inauguración del curso con presencia del excelentísmo y magnífico Rector y la lección inaugural fue pronunciada por doña Cándida Martínez, excelentísima consejera de educación de la Junta de Andalucía. El acto se aderezó además con una actuación musical de mucha calidad.
El Colegio de Abogados de Melilla celebró su setenta y cinco aniversario con extraordinaria brillantez y la presencia de autoridades de la magistratura, el TSJA, el Consejo del Poder Judicial y el Defensor del Pueblo y la Asociación de Amigos de la Música celebró un concierto de una Camerata Checa y seguro que me dejo algo entre las ondas misteriosas del ordenador en que escribo esta columna.
Un programa de actividades realmente difícil de abarcar que hacen que ya tengamos que quitar de nuestro piloto automático de opiniones y tópicos algunas afirmaciones.
No voy a entrar en el viejo tema de la coordinación de esas actividades para que no se solapen… hacemos lo que podemos. A todos nos gustaría que no se amontonaran, pero eso, a veces, es imposible, como es imposible cambiar las fases de la luna o la meteorología.
Lo cierto es que esta ciudad, al contrario de la frase del páramo, genera actividades, muchas, y algunas de ellas de verdadero primer orden. Ponga el lector el acento donde le parezca. Lo bueno será que todos estos esfuerzos -los concertados y los que se solapan- no sirvan para engrosar listas inútiles de memorias de actividades y hayan servido para el provecho de los melillenses… de los que se han esforzado por asistir a la mayoría y también de los que nunca van a ningún sitio, pero ponen el piloto automático. Reconozcamos los esfuerzos de todos, hombre, y pensemos dos veces antes de enjuiciar el trabajo de los demás. La semana que empieza mañana hay más cosas interesantes, busca, infórmate, asiste y critica luego lo que se hace, pero no de oído.
Ángel Castro Maestro
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