Confirman prácticas de canibalismo en Mesoamérica y Europa neolítica

– Confirman prácticas de canibalismo en Mesoamérica y Europa neolítica.

El canibalismo era una actividad sistemática y ritual en el México prehispánico y durante el Neolítico prácticamente en toda Europa, según ha constatado un equipo de antropólogos tras el estudio de las marcas que su práctica dejaba en los huesos humanos.

Así lo explicó a Efe el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad española de Granada (sur), Miguel Botella, que efectúa esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Desde finales del 3000 al 2500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, dijo Botella.

Los huesos estudiados, con marcas de cuchillos y de dientes humanos y procedentes de hombres, mujeres y niños, aparecieron en basureros mezclados con restos de los animales que conformaban su dieta, lo que constata el canibalismo en el Neolítico, especialmente en un periodo del que apenas se han encontrado sepulturas.

Sólo en Granada se han encontrado once lugares donde esta práctica era habitual, pero también son numerosos en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa.

En cuanto a las culturas mesoamericanas, los más de 20 mil restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era sistemático en toda América, lo que posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez.

El antropólogo señaló que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes.

Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, manifestó Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo.

Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana sabía como la del cerdo, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco.

La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta -cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros- dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados.

Botella subrayó que es interesantísimo comprobar que las descripciones de estos rituales por parte de los frailes españoles se corresponden con las marcas de los huesos estudiados, por lo que concluyó que exageraban bastante menos de lo que se suponía.

El equipo de investigadores, que lleva diez años enfrascado en este estudio, trabaja ahora en unir las celebraciones de las que hablan los frailes españoles con las evidencias de canibalismo.

Se trata de una tarea bastante complicada porque la variedad de sacrificios prehispánicos era enorme y hay que estudiar a qué fiestas o motivos se corresponde cada cual.

Una muestra de que el canibalismo era sistemático es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara (México) más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia una industria artesana establecida.

Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado el mejor material para las herramientas.
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http://www.lacronica.com/EdicionEnLinea/Notas/CienciayTecnologia/12082007/257139.aspx

– Estudio óseo constata canibalismo en México

El canibalismo era una actividad sistemática y ritual en el México prehispánico y durante el Neolítico prácticamente en toda Europa, según ha constatado un equipo de antropólogos tras el estudio de las marcas que su práctica dejaba en los huesos humanos.

Así lo explicó el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad española de Granada (sur), Miguel Botella, que efectúa esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Desde finales del 3000 al 2500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, dijo Botella.

Los huesos estudiados, con marcas de cuchillos y de dientes humanos y procedentes de hombres, mujeres y niños, aparecieron en basureros mezclados con restos de los animales que conformaban su dieta, lo que constata el canibalismo en el Neolítico, especialmente en un periodo del que apenas se han encontrado sepulturas.

Sólo en Granada se han encontrado once lugares donde esta práctica era habitual, pero también son numerosos en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa.

En cuanto a las culturas mesoamericanas, los más de 20.000 restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era sistemático en toda América, lo que posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez.

El antropólogo señaló que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes.

Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, manifestó Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo.

Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana sabía como la del cerdo, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco.

La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta -cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros- dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados.

Botella subrayó que es interesantísimo comprobar que las descripciones de estos rituales por parte de los frailes españoles se corresponden con las marcas de los huesos estudiados, por lo que concluyó que exageraban bastante menos de lo que se suponía.

El equipo de investigadores, que lleva diez años enfrascado en este estudio, trabaja ahora en unir las celebraciones de las que hablan los frailes españoles con las evidencias de canibalismo.

Se trata de una tarea bastante complicada porque la variedad de sacrificios prehispánicos era enorme y hay que estudiar a qué fiestas o motivos se corresponde cada cual.

Una muestra de que el canibalismo era sistemático es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara (México) más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia una industria artesana establecida.

Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado el mejor material para las herramientas.
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Créalo: Estudio revela que mexicanos éramos caníbales en la época prehispánica

– Créalo: Estudio revela que mexicanos éramos caníbales en la época prehispánica

Un estudio que realizaron diferentes antropólogos, reveló que México en la época prehispánica, tenía prácticas caníbales así como práctimente en toda Europa durante el Neolítico.

El canibalismo era una actividad sistemática y ritual en el México prehispánico y durante el Neolítico prácticamente en toda Europa, según ha constatado un equipo de antropólogos tras el estudio de las marcas que esta práctica dejaba en los huesos humanos.

Desde finales del 3.000 al 2.500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, ha explicado el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, Miguel Botella, quien dirige esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Botella ha asegurado que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes. Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, ha explicado Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso contundente típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo.
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Estudio óseo constata canibalismo en México

– Estudio óseo constata canibalismo en México

El canibalismo era una actividad sistemática y ritual en el México prehispánico y durante el Neolítico prácticamente en toda Europa, según ha constatado un equipo de antropólogos tras el estudio de las marcas que su práctica dejaba en los huesos humanos.

Así lo explicó el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad española de Granada (sur), Miguel Botella, que efectúa esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Desde finales del 3000 al 2500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, dijo Botella.

Los huesos estudiados, con marcas de cuchillos y de dientes humanos y procedentes de hombres, mujeres y niños, aparecieron en basureros mezclados con restos de los animales que conformaban su dieta, lo que constata el canibalismo en el Neolítico, especialmente en un periodo del que apenas se han encontrado sepulturas.

Sólo en Granada se han encontrado once lugares donde esta práctica era habitual, pero también son numerosos en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa.

En cuanto a las culturas mesoamericanas, los más de 20.000 restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era sistemático en toda América, lo que posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez.

El antropólogo señaló que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes.

Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, manifestó Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo.

Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana sabía como la del cerdo, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco.

La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta -cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros- dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados.

Botella subrayó que es interesantísimo comprobar que las descripciones de estos rituales por parte de los frailes españoles se corresponden con las marcas de los huesos estudiados, por lo que concluyó que exageraban bastante menos de lo que se suponía.

El equipo de investigadores, que lleva diez años enfrascado en este estudio, trabaja ahora en unir las celebraciones de las que hablan los frailes españoles con las evidencias de canibalismo.

Se trata de una tarea bastante complicada porque la variedad de sacrificios prehispánicos era enorme y hay que estudiar a qué fiestas o motivos se corresponde cada cual.

Una muestra de que el canibalismo era sistemático es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara (México) más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia una industria artesana establecida.

Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado el mejor material para las herramientas.
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Un estudio señala que el canibalismo era habitual en Europa durante el Neolítico

– Un estudio señala que el canibalismo era habitual en Europa durante el Neolítico.

Un equipo de antropólogos granadinos confirma, tras analizar las marcas de los huesos, que también se practicaba en el México prehispánico.

Desde finales del 3.000 al 2.500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, ha explicado el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, Miguel Botella, quien dirige esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Los huesos estudiados, con marcas de cuchillos y de dientes humanos y procedentes de hombres, mujeres y niños, aparecieron en basureros mezclados con restos de los animales que conformaban su dieta, lo que constata el canibalismo en el Neolítico, especialmente en un periodo del que apenas se han encontrado sepulturas. Sólo en Granada se han encontrado once lugares, algunos de ellos en Alfacar, Píñar o Moclín, donde esta práctica era habitual, pero también son numerosos en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa.

En cuanto a las culturas mesoamericanas, los más de 20.000 restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era sistemático en toda América, lo que posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez.

Parte de un ritual

Botella ha asegurado que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes. Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, ha explicado Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso contundente típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo. Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana sabía como la del cerdo, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco.

La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta (cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros) dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados.

Una muestra de que el canibalismo era sistemático es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara (México) más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia una industria artesana establecida. Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado el mejor material para las herramientas.

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New System Of Wastewater Treatment Could Reduce The Size Of Treatment Plants By Half

– New System Of Wastewater Treatment Could Reduce The Size Of Treatment Plants By Half

A group of researchers from the University of Granada have come up with a wastewater treatment system which has three clear advantages with respect to systems currently used: it is possible to obtain cheaper water of a higher quality, it considerably reduces the size of treatment plants (by more than half) and it minimizes the resulting mud production.

José Manuel Poyatos Capilla, researcher from the Department of Civil Engineering of the University of Granada, is the main responsible for this work, which has been directed by professor Ernesto Hontoria García, director of the Superior Technical Engineering School of Roads, Channels and Ports of the UGR. Research of Mr Poyatos is particularly interesting if the current global drought is taken into account, as well as the lack of space many municipalities have when the number of inhabitants grows, which makes it impossible to enlarge their water treatment plants.

Mr Poyatos has used a new technology based on membrane bioreactor systems which makes it possible to shorten the water clarification process (by which active mud is separated), eliminating the stage known as “secondary decanting.” The structure of every plant currently has four stages: pre-treatment, primary decanting, biological reactor and secondary decanting. A tertiary treatment can also be added whenever water is used for irrigating.

An advantageous system

Research carried out at the UGR could reduce the size of the biological reactor between 40 and 60%, and would completely eliminate secondary decanting. “In the future – explains the researcher –- we could even suppress the primary decanting stage.” In exchange, scientists from Granada have included a “biological processes” section in their wastewater treatment plant, which could make it possible to separate water from active mud by a membrane filtration process.

This researched and optimized system makes it possible to treat a larger flow of water in a smaller purifier, “and its building would involve a less expensive construction.” Installation is therefore much cheaper than installation of plants with tertiary treatment, and it also makes it possible to use the water immediately after it has been biologically treated.

The work of José Manuel Poyatos was partly carried out at the University of Cranfield in England. Results of his research have been published in the Journal of Environmental Science and Health, Part A and Applied Microbiology and Biotechnology and they were also presented at the Ibero-american Congress on Membrane Science and Technology. They will be soon presented at two international congresses of the International Water Association.
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Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

– Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

Madrid : Researchers at the University of Granada in Spain have developed a low cost technology to obtain water of high quality that also claims to reduce unwanted mud production.

The scientists say their wastewater treatment system has three clear advantages with respect to systems currently used: it is possible to obtain cheaper water of a higher quality; it considerably reduces the size of treatment plants by more than half, and it minimizes the resulting mud production.

The technology is based on the membrane bioreactor systems, which makes it possible to shorten the water clarification process (by which active mud is separated), eliminating the stage known as secondary decanting.

The structure of every plant currently has four stages: pre-treatment, primary decanting, biological reactor and secondary decanting. A tertiary treatment can also be added whenever water is used for irrigating.

The research carried out by José Manuel Poyatos Capilla from the universitys Department of Civil Engineering showed that they could reduce the size of the biological reactor between 40 and 60 percent and completely eliminate secondary decanting, replacing the two with a biological process section in their wastewater treatment plant, making it possible to separate water from active mud by a membrane filtration process.

In the future – we could even suppress the primary decanting stage, said Capilla.

This researched and optimized system makes it possible to treat a larger flow of water in a smaller purifier, and its building would involve a less expensive construction. Installation is therefore much cheaper than installation of plants with tertiary treatment, and it also makes it possible to use the water immediately after it has been biologically treated, he said.

The findings appear in the Journal of Environmental and Microbiology & Biotecnology.
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Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

– Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

Researchers at the University of Granada in Spain have developed a low cost technology to obtain water of high quality that also claims to reduce unwanted mud production.

The scientists say their wastewater treatment system has three clear advantages with respect to systems currently used: it is possible to obtain cheaper water of a higher quality; it considerably reduces the size of treatment plants by more than half, and it minimizes the resulting mud production.

The technology is based on the membrane bioreactor systems, which makes it possible to shorten the water clarification process (by which active mud is separated), eliminating the stage known as secondary decanting.

The structure of every plant currently has four stages: pre-treatment, primary decanting, biological reactor and secondary decanting. A tertiary treatment can also be added whenever water is used for irrigating.

The research carried out by José Manuel Poyatos Capilla from the universitys Department of Civil Engineering showed that they could reduce the size of the biological reactor between 40 and 60 percent and completely eliminate secondary decanting, replacing the two with a biological process section in their wastewater treatment plant, making it possible to separate water from active mud by a membrane filtration process.

In the future – we could even suppress the primary decanting stage, said Capilla.

This researched and optimized system makes it possible to treat a larger flow of water in a smaller purifier, and its building would involve a less expensive construction. Installation is therefore much cheaper than installation of plants with tertiary treatment, and it also makes it possible to use the water immediately after it has been biologically treated, he said.

The findings appear in the Journal of Environmental and Microbiology and Biotecnology.
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Un estudio óseo constata la existencia de canibalismo en México prehispánico y Europa neolítica

– Un estudio óseo constata la existencia de canibalismo en México prehispánico y Europa neolítica

El canibalismo era una actividad sistemática y ritual en el México prehispánico y durante el Neolítico prácticamente en toda Europa, según ha constatado un equipo de antropólogos tras el estudio de las marcas que su práctica dejaba en los huesos humanos.

Así lo explicó a EFE el director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que efectúa esta investigación en colaboración con expertos de la Universidad Autónoma de México y el Instituto de Antropología mexicano.

Desde finales del 3000 al 2500 antes de Cristo, el canibalismo era común en toda la cuenca mediterránea europea y en Finlandia, y la carne de los fallecidos se tomaba tras hervirla unas tres o cuatro horas, tal vez para asimilar sus características, dijo Botella.

Los huesos estudiados, con marcas de cuchillos y de dientes humanos y procedentes de hombres, mujeres y niños, aparecieron en basureros mezclados con restos de los animales que conformaban su dieta, lo que constata el canibalismo en el Neolítico, especialmente en un periodo del que apenas se han encontrado sepulturas.

Sólo en Granada se han encontrado once lugares -algunos de ellos en Alfacar, Píñar o Moclín- donde esta práctica era habitual, pero también son numerosos en la fachada mediterránea del resto de España y en Europa.

En cuanto a las culturas mesoamericanas, los más de 20.000 restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era sistemático en toda América, lo que posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez.

El antropólogo señaló que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en el acto como en la comunión cristiana o sólo entre determinados sacerdotes.

Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne, manifestó Botella.

En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole, un guiso contundente típico mexicano en el que hoy se usa carne de cerdo o de pollo.

Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana sabía como la del cerdo, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco.

La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta -cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros- dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados.

Botella subrayó que es interesantísimo comprobar que las descripciones de estos rituales por parte de los frailes españoles se corresponden con las marcas de los huesos estudiados, por lo que concluyó que exageraban bastante menos de lo que se suponía.

El equipo de investigadores, que lleva diez años enfrascado en este estudio, trabaja ahora en unir las celebraciones de las que hablan los frailes españoles con las evidencias de canibalismo.

Se trata de una tarea bastante complicada porque la variedad de sacrificios prehispánicos era enorme y hay que estudiar a qué fiestas o motivos se corresponde cada cual.

Una muestra de que el canibalismo era sistemático es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara (México) más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia una industria artesana establecida.

Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado el mejor material para las herramientas.
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Spanish Study Links Depression And Genetic, Environmental Factors

– Spanish Study Links Depression And Genetic, Environmental Factors

In spite of the fact that the causes of depression have still not been fully identified, scientists acknowledge that genetic and environmental factors play a common role in the onset of this disorder. One of the environmental risk factors more often related to depression is exposure to threatening life events. On the other hand, from a genetic point of view, the serotonin transporter gene, with a crucial role in communication between neurons, could predispose a person to depression.

An international group of scientists, headed by professors Jorge Cervilla Ballesteros and Blanca Gutierrez Martinez, from the department of Legal Medicine, Toxicology and Psychiatry of the University of Granada, has recently published in the prestigious journal Molecular Psychiatry the pioneering study PREDICT-gene, confirming the relationship between allele s in the serotonin transporter gene and exposure to threatening life events in the onset of depression. The study proves, for a population sample accounting for gender, age and family history of psychiatric disorders, that 24% of the Spanish population, comprising people with the s/s genotype, need minimal exposure to threatening life events, unlike individuals with s/l or l/l genotypes, thus confirming the relationship between genetic and environmental factors in this mental disorder.

Tailor-made antidepressants

The most important consequence of research on the interaction between genetic and environmental factors is that, in the foreseeable future, scientists will be able to produce measures to predict response to antidepressants, taking into account each individuals genotype, i. e. they will be able to design tailor-made drugs according to each persons genetic configuration and their exposure to environmental factors.

The research group headed by professor Cervilla Ballesteros and Gutierrez Martinez is currently working at the University of Granada to open roads for psycho-pharmaco-genetics, a field that will allow for individual treatments, tailor-made drugs, for each patient with depression, a disorder affecting one in every five Spaniards visiting the doctors.

This study is framed in the international project PREDICT and is funded by the European Union and the Spanish Ministry of Education and Science. One of its most important novelties is that it has been carried out through a very representative sample: a total of 737 people agreed to participate in the genetic tests, with ages ranging from 18 to 75, patients of nine primary care centres in the South of Spain. That is why this is the first representative population-based replication of earlier research, as until now research had been done into restricted population samples, comprising only women, adolescents, twins or people with affective disorders.
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Mediterranean Diet: Why You Should Make Extra Virgin Olive Oil Part of Your Diet

– Mediterranean Diet: Why You Should Make Extra Virgin Olive Oil Part of Your Diet

The abundant use of olives and extra virgin olive oil truly defines the traditional Mediterranean Diet. In fact it is the principal fat source and the culinary foundation for Mediterranean cuisine.

Why?

For centuries, olive oil has been a major player in the low incidence of heart disease among Mediterranean populations. Extensive research has shown that olive oil not only prevents damage to your arteries, but it also reverses high levels of cholesterol in your blood and lowers blood pressure.

Heres the proof…

Why Extra Virgin Olive Oil is an Irreplaceable Source of Fat When It Comes to Your Heart

In a study conducted by Montoya and associates, participants followed four types of diets for a five-week period:

1. One diet was rich in saturated fats
2. One in polyunsaturated fat (sunflower oil)
3. One in monounsaturated fat (extra virgin olive oil)
4. One in omega-3 fatty acids from fish.

The study showed that when people followed the diet rich in extra virgin olive oil, their levels of bad cholesterol went down and their blood pressure decreased 5 to 6 percent.

As you can see extra virgin olive oil is an irreplaceable source of fat when it comes to your heart because the main fat in olive oil is monounsaturated. This is the fat that does not get stuck in your arteries.

Now, I know youre thinking, All olive oils have about the same proportion of monounsaturated fat, why should I buy extra virgin olive oil when it is more expensive than refined olive oil?

Two Major Reasons Why You Need to Buy Extra Virgin Olive Oil and Not Refined Olive Oils

1. Refined olive oils are loaded with chemicals

Thousands of years ago, the olives were crushed by hand in spherical stone basins. Today, in a similar method, olives (with pits) are pounded and crushed using mechanical techniques. The oil produced in such a way (cold) is the extra virgin olive oil, the natural juice from the olives. It preserves the unique flavor, smell, and healthy properties of the fruit.

The solid residue that remains after the first extraction is sent back to the press to be beaten again and be exposed to different heat levels and chemical procedures. It is neutralized with sodium hydroxide, passed through charcoal filters, and extracted with hexane at low temperatures. With time, the use of oils that have been subjected to chemical agents may have a toxic effect on our bodies.

Thats why these second extractions are not recommended for consumption.

2. Extra virgin olive oil contains more antioxidants than their refined versions

Along with a loss of color and aroma, refined olive oils lose most of its antioxidant properties. Through countless studies of these abundant minor compounds Vitamin E, Polyphenols and major hydrocarbon Squalene found only in extra virgin olive oil, we have learned that these compounds are strong antioxidants and potent free radical scavengers.

Scavengers like the Polyphenol Hydroxytyrosol find free radicals that are highly unstable and destructive molecules. Free radicals subject our cells to oxidative stress and continuous damage that eventually kills the cells. When radicals kill or damage enough cells in an organism, the organism ages and eventually dies.

The more antioxidants found in your body, the more cells you can save. Plus consistent evidence shows that people with low levels of antioxidants like Vitamin E in their blood have more damage in the arteries than people with an adequate amount.

Closing Arguments for Extra Virgin Olive Oil

Buying extra virgin olive oil may be a little more expensive. But in the long run you may save a lot of money and a lot of grief.

A nine-month study at the University of Granada in Spain compared the effects of extra virgin and refined olive oils on the levels of LDL oxidation in men with decreased blood flow to the arms and legs due to the thickening and narrowing of the blood vessels. The participants consumed extra virgin olive oil for the first three months. During the next three months they did not consume any olive oil. For the final three months they were given refined oil. The results showed that the amount of LDL oxidation was significantly lower after the patients consumed the extra virgin olive oil than after they consumed refined olive oil.

Buying extra virgin olive oil is your decision. But remember, the wrong decision can put your heart and your health at risk.

With her new book, Your Heart Needs the Mediterranean Diet, Emilia Klapp has helped thousands of people just like you lower high blood pressure, reduce cholesterol levels and remove the risk of heart disease. For more information on the book and to receive a free especial report on the Top 10 Mediterranean Curative Ingredients go to: http://www.mediterraneanheart.com
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Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

– Low cost system could cut size of wastewater treatment plants by half

Researchers at the University of Granada in Spain have developed a low cost technology to obtain water of high quality that also claims to reduce unwanted mud production.

The scientists say their wastewater treatment system has three clear advantages with respect to systems currently used: it is possible to obtain cheaper water of a higher quality; it considerably reduces the size of treatment plants by more than half, and it minimizes the resulting mud production.

The technology is based on the membrane bioreactor systems, which makes it possible to shorten the water clarification process (by which active mud is separated), eliminating the stage known as secondary decanting.

The structure of every plant currently has four stages: pre-treatment, primary decanting, biological reactor and secondary decanting. A tertiary treatment can also be added whenever water is used for irrigating.

The research carried out by Jos
é Manuel Poyatos Capilla from the universitys Department of Civil Engineering showed that they could reduce the size of the biological reactor between 40 and 60 percent and completely eliminate secondary decanting, replacing the two with a biological process section in their wastewater treatment
plant, making it possible to separate water from active mud by a membrane filtration process.

In the future – we could even suppress the primary decanting stage, said Capilla.

This researched and optimized system makes it possible to treat a larger flow of water in a smaller purifier, and its building would involve a less expensive construction. Installation is therefore much cheaper than installation of plants with tertiary treatment, and it also makes it possible to use the water immediately after it has been biologically treated, he said.

The findings appear in the Journal of Environmental and Microbiology and Biotecnology.
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