Los cambios en el PGOU proyectan más de 15.500 viviendas y crecer hacia Bobadilla.
Contempla cerrar el anillo por carreteras de la Junta, disponer de un millón de metros para el Campus de la Salud y proteger la Vega La mayoría de las grandes infraestructuras previstas dependerán de que Obras Públicas modifique el Plan de Ordenación del Territorio.
Granada no puede permitirse el lujo de seguir perdiendo población a favor del Cinturón. Para ello es necesario establecer criterios de crecimiento urbanístico compatibles con la protección de la vega , la peatonalización y la puesta en marcha de grandes infraestructuras como el cierre del anillo de circunvalación, el Campus de la Salud y el desarrollo de la Universidad, además de generar espacio para la construcción de más de 15.500 viviendas a corto plazo. Son los parámetros fundamentales de las modificaciones que la Gerencia de Urbanismo plantea para el Plan General de Ordenación Urbana que marcará el futuro a corto y medio plazo de la capital.
Luis Gerardo García Royo, presentaba ayer la revisión del PGOU y su adaptación a la Ley de Ordenación del Territorio de Andalucía, un documento que desde la redacción del avance, en 2005, hasta el documento dado a conocer ayer ofrece algunos cambios sustantivos, entre ellos que sea la zona de Bobadilla y Mercagranada por donde irá el desarrollo de la ciudad, o que el gobierno municipal mantenga el cierre del anillo según su proyecto de siempre. Ni en una cosa ni en la otra está de acuerdo la Junta. El plan necesita de la aprobación de la Administración andaluza en sus grandes apuestas y que se plantea ya como una de las más importantes contribuciones del superconcejal al futuro urbanístico del municipio.
El Plan de Ordenación del Territorio, que depende de la Junta, plantea que la ciudad tiene como zona de crecimiento espacios situados junto al Fargue. Esa idea no es compartida por los redactores de las modificaciones del PGOU.
Para García Royo, esos espacios son de difícil orografía y casi imposibles de urbanizar de forma coherente. Por ese motivo se plantea el crecimiento en la zona de Mercagranada, entre Bobadilla y la actual carretera de Córdoba, donde el plan vigente contemplaba el nuevo ferial y el Centro Intermodal de Transportes. Se trata de más de un millón y medio de metros cuadrados de la zona conocida como Canto Grande, un espacio que se reconvierte en urbanizable sectorizado, con posibilidad para la construcción de casi 5.976 viviendas de las que 3.320 serán de promoción libre y 2.656 de protección pública.
Toda esta zona entroncaría con el gran nudo de comunicaciones que enlazará la carretera de Córdoba con la segunda circunvalación. Esta zona de expansión se ve complementada por otras más cercanas a Bobadilla, con 388.000 metros cuadrados para usos dotacionales, entre ellos alguna instalación supramunicipal que tendría que determinar la Junta.
Recuperar espacios
En Casería de Santo Domingo se contemplan otros 148.000 metros para uso residencial de viviendas protegidas, así como en El Fargue, con 300.000 metros también residenciales, igual que en Los Rebites, donde se plantean algo más de 200.000 metros para 523 viviendas libres y 416 protegidas. Otro de los espacios de expansión se sitúa junto a la carretera de Víznar, con 600.000 metros y la posibilidad de 1.261 viviendas libres y 1.008 de VPO. Todo ello además de otros pequeños espacios repartidos por las zonas de borde de la capital.
Los cambios en el PGOU contemplan también recuperar algunas zonas que ahora están ocupadas por actividades no adecuadas para el interior de una ciudad, como son las instalaciones de Cervezas Alhambra, los cines de Los Vergeles y un gran número de naves industriales y espacios situados, la mayoría en las entradas de la capital, como por ejemplo las naves de Hefagra, que se marcha a Santa Fe. García Royo afirma que, sin poner en peligro que Cervezas Alhambra deje la ciudad, ocupa 17.000 metros cuadrados donde se contemplan 146 viviendas y zonas públicas. El cine de Los Vergeles, por ejemplo, podría ser un lugar adecuado para medio centenar de viviendas. Lo mismo ocurre con el sector urbano ubicado frente a la Jefatura Provincial de Tráfico, en el que ahora hay casas en muy mal estado y que podría remodelarse y mejorar su infraestructura e imagen.
Otras zonas, como la vieja Piscina Miami, se reconvierten a suelo urbano no consolidado y pasarían a tener un uso dotacional, como la vieja Prisión Provincial.
Salud y Universidad
Una de las previsiones de mayor calado es la dotación de algo más de dos millones de metros cuadrados para el Parque Tecnológico de la Salud y para un nuevo campus universitario. La Gerencia de Urbanismo no quiere que el PTS se marche de la ciudad. La forma es liberar un millón de metros al otro lado de la Ronda Sur, pero para ello se necesita que la Junta autorice la modificación. Están situados entre la salida de Ogíjares y la de La Zubia. A partir de ese punto, otro millón de metros se destina para desarrollo de un nuevo campus universitario, «ya que no queremos que la juventud se vaya de Granada». Este espacio llegaría hasta la carretera de Huétor Vega e incluye el espacio que se había señalado para el nuevo ferial hace dos años.
García Royo señala que en estos espacios no se permite la construcción de ni una sola vivienda, al contrario de lo que se hizo en la primera planificación del Parque Tecnológico, donde los convenios urbanísticos de la corporación Berbel permitieron la construcción de una gran cantidad de viviendas de promoción libre. «Realmente la mayoría de las inclusiones en el PGOU han sido ya habladas y semi pactadas con la Junta, aunque no todas ellas. Esperamos que sea coherente con Granada y autorice un planeamiento que dota de futuro a la ciudad», dice García Royo, que considera las modificaciones respetuosas con las zonas verdes, la protección de la Vega y el desarrollo sostenible del municipio. Se ha tenido en cuenta que al otro lado de la circunvalación no habrá ni un solo metro para construir viviendas. Se afianza aún más el concepto de protección, pero en otras áreas, se pide comprensión para rebajar los niveles de protección y permitir la expansión de la ciudad. Hay que tener en cuenta que en los últimos años Granada ha perdido más de 7.500 habitantes. Las previsiones del nuevo PGOU están basadas en lograr un incremento de 15.000 habitantes en dos años.
Las modificaciones se hacen para adaptarse a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía y para corregir las posibles carencias detectadas con la aplicación del PGOU vigente, del año 2000, además de acogerse a las determinaciones impuestas por el Plan de Ordenación del Territorio de la Agrupación Urbanística de Granada, y sobre todo, según Luis Gerardo García Royo, para promover nuevos desarrollos urbanísticos, generados en respuesta a las necesidades del municipio, con especial incidencia en el suelo dotacional. Todo esto con un periodo de adaptación de seis años divididos en dos etapas de tres años cada una.
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