En abril se reanudarán las visitas guiadas al Hospital Real

A partir del próximo mes de abril se reanudan las visitas guiadas al Hospital Real de Granada. La cita es en el Zaguán del Hospital Real los próximos días 14, 21, y 28 de abril y 5, 12 y 19 de mayo, en dos grupos reducidos; uno a las 11.30 y otro a las 12.30. Todas las visitas han de concertarse por teléfono, llamando al 958 242014 o enviando un correo electrónico a la dirección vicpie@ugr.es

Se trata de una visita guiada al Hospital Real en la que se explicará la historia de este edificio emblemático; su fachada, su arquitectura, el Patio del Archivo, la Biblioteca, el Salón Rojo, su galería de rectores de la Universidad de Granada, el Patio de los Mármoles, y demás dependencias históricas de este edificio y su patrimonio artístico.

Las visitas, organizadas por el Vicerrectorado de Patrimonio, Infraestructura y Equipamientos de la Universidad de Granada, se inscriben en el programa de divulgación del Patrimonio Arquitectónico de la institución granadina del que forman parte esencial edificios como La Madraza, el Colegio Máximo de Cartuja, o el que ahora se visita: el Hospital Real.

Entre otras obras, los visitantes tendrán acceso a la Inmaculada Concepción atribuida a Alonso Cano, a “La muerte del príncipe de Viana”, a la Puerta Neomudéjar, al Crucificado, y a la colección de retratos de los rectores.

Referencia:
Profesora Esther Galera Mendoza. Departamento de Historia del Arte. Universidad de Granada. Tfns: 958 240617 y 958 240691. Correo electrónico: egalera@ugr.es


La Universidad de Granada amplía el plazo de la convocatoria de plazas de intercambio de estudiantes del programa Erasmus

La Universidad de Granada ha ampliado el plazo de la convocatoria de plazas de intercambio de estudiantes del programa Erasmus para el curso académico 2007-2008. El Vicerrectorado de Relaciones Internacionales e Institucionales de la UGR ha decidido prorrogar el plazo de presentación de solicitudes hasta el próximo miércoles 28 de marzo para permitir una mejor adaptación de los aspirantes a los cambios introducidos en la última convocatoria.

Entre las principales novedades introducidas en la convocatoria de este año, en la que la Oficina de Relaciones Internacionales de la UGR oferta más de 2.450 plazas de intercambio para el próximo curso, están la integración del programa de movilidad en el Lifelong Learning Programme/Erasmus (lo que ha elevado el número de instituciones participantes a 600), y la posibilidad de formalizar la solicitud en línea, a través del acceso identificado de la web de la UGR.

Referencia
Alan C. Wilson Greensill
Oficina de Relaciones Internacionales
Tel. 958 249 030. Correo e. orinfo@ugr.es


Contra la teologí­a de la liberación

CONTRA LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

Juan A. Estrada. Catedrático de Filosofí­a de la Universidad de Granada.

EN 1984 la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, publicó un documento sobre algunos aspectos de la teologí­a de la liberación en el que tomaba una postura sumamente crí­tica sobre ella y la acusaba de marxista. Esta publicación suscitó muchas crí­ticas por la simplificación, desmesura y negatividad del enfoque, en el que no se sentí­an reconocidos los autores más relevantes. Dos años después surgió un documento más positivo y matizado, también a instancias del Papa y quizás para responder a las crí­ticas. Se distinguí­a entre los posibles abusos y la validez, e incluso necesidad, de una teologí­a de la liberación. Se buscaba equilibrar la unilateralidad del texto anterior, vinculando esta teologí­a con el Evangelio.La teologí­a de la liberación, y Jon Sobrino con ella, no parte de la reflexión dogmática sobre el Dios hecho hombre, sino de Jesús que anuncia el reinado de Dios y crí­tica a la religión porque practica un culto sin justicia ni solidaridad. Jesucristo es hijo de Dios y verdadero hombre, por eso su compromiso con los pobres es parte integral del núcleo cristiano. No es sólo ética sino también teologí­a dogmática. La historia de Jesús es el punto de partida para la cristologí­a y el seguimiento se traduce en una espiritualidad comprometida ante la injusticia. El resucitado es el crucificado: se traduce en que Dios se hace presente en los pueblos crucificados. La hondura humana de Jesús es la que muestra su filiación divina. Sobrino enmarca ahí­ su cristologí­a, con tí­tulos ya clásicos desde 1971 hasta ahora. Ahora sorprende la noticia de que la Congregación de la Fe denuncia dos textos de Jon Sobrino, sin duda uno de los teólogos más relevantes actuales. Está cerca de la jubilación, con una salud deteriorada, una docencia muy limitada y gran cantidad de libros y artí­culos denunciando la opresión en El Salvador, así­ como la necesidad de una Iglesia profética que asuma en serio el compromiso con los pobres. Fue un superviviente de la masacre de los jesuitas de 1989, ya que estaba de viaje, y uno de los pocos teólogos que quedan de la gran generación que arriesgó su vida en la época de los regí­menes totalitarios. Se le critica por una cristologí­a que responde al núcleo teológico enunciado más arriba y la espiritualidad que conlleva, que es una de las más representativas.La condena contra él se dirige indirectamente a todos los seguidores de la teologí­a de la liberación, de la que es un destacado representante. Es también un aviso para los obispos y teólogos de América Latina, cuando Benedicto XVI se prepara para asistir al V Encuentro de los Obispos Latinoamericanos (CELAM) en Aparecida (Brasil). De ahí­, el carácter admonitorio y ejemplarizante de esta sanción, ya que hay obispos que defienden esa teologí­a y son innumerables los que ven en Jon Sobrino un testigo de la fe, un maestro en teologí­a y una persona comprometida con la justicia en la lí­nea de la liberación. La sanción desborda a la persona que lo recibe, se vuelve contra la corriente y los miembros que la defienden, como ocurrió con G. Gutiérrrez, L. Boff, Juan L. Segundo, Ellacurí­a y tantos otros cuestionados…Se hace patente la continuidad teológica y eclesial entre Benedicto XVI y el cardenal Ratzinger, que algunos cuestionaban tras la elección papal. Cambian las formas y los ritmos, pero el núcleo de las posiciones permanece, como no podí­a ser menos. Se mantiene la preferencia por los movimientos neoconservadores y persiste el rechazo de la teologí­a de la liberación por el gobierno central de la Iglesia. Y con ella, el intento de potentes sectores eclesiales de neutralizar un cristianismo crí­tico y polí­ticamente comprometido en favor de la justicia. Hay muchas personas que quieren acabar con la teologí­a de la liberación, cuya muerte anuncian desde hace años. Mal lo tiene el cristianismo cuando amplios sectores laicistas pregonan una religión de sacristí­a, que no se haga presente en los espacios y conflictos públicos, y en los ámbitos eclesiásticos se neutraliza la corriente más creativa y comprometida con los pobres. El problema se complica desde la perspectiva de una sociedad secular y laica en la que la dimensión ética y solidaria del cristianismo es casi la única que suscita respeto, dentro y fuera de la Iglesia. Si el aggiornamento del Concilio Vaticano II ha sido una oportunidad perdida, mal lo tiene también la evangelización del tercer milenio cuando la involución continúa.
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Contra la teologí­a de la liberación

CONTRA LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

Juan A. Estrada. Catedrático de Filosofí­a de la Universidad de Granada.

EN 1984 la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, publicó un documento sobre algunos aspectos de la teologí­a de la liberación en el que tomaba una postura sumamente crí­tica sobre ella y la acusaba de marxista. Esta publicación suscitó muchas crí­ticas por la simplificación, desmesura y negatividad del enfoque, en el que no se sentí­an reconocidos los autores más relevantes. Dos años después surgió un documento más positivo y matizado, también a instancias del Papa y quizás para responder a las crí­ticas. Se distinguí­a entre los posibles abusos y la validez, e incluso necesidad, de una teologí­a de la liberación. Se buscaba equilibrar la unilateralidad del texto anterior, vinculando esta teologí­a con el Evangelio.La teologí­a de la liberación, y Jon Sobrino con ella, no parte de la reflexión dogmática sobre el Dios hecho hombre, sino de Jesús que anuncia el reinado de Dios y crí­tica a la religión porque practica un culto sin justicia ni solidaridad. Jesucristo es hijo de Dios y verdadero hombre, por eso su compromiso con los pobres es parte integral del núcleo cristiano. No es sólo ética sino también teologí­a dogmática. La historia de Jesús es el punto de partida para la cristologí­a y el seguimiento se traduce en una espiritualidad comprometida ante la injusticia. El resucitado es el crucificado: se traduce en que Dios se hace presente en los pueblos crucificados. La hondura humana de Jesús es la que muestra su filiación divina. Sobrino enmarca ahí­ su cristologí­a, con tí­tulos ya clásicos desde 1971 hasta ahora. Ahora sorprende la noticia de que la Congregación de la Fe denuncia dos textos de Jon Sobrino, sin duda uno de los teólogos más relevantes actuales. Está cerca de la jubilación, con una salud deteriorada, una docencia muy limitada y gran cantidad de libros y artí­culos denunciando la opresión en El Salvador, así­ como la necesidad de una Iglesia profética que asuma en serio el compromiso con los pobres. Fue un superviviente de la masacre de los jesuitas de 1989, ya que estaba de viaje, y uno de los pocos teólogos que quedan de la gran generación que arriesgó su vida en la época de los regí­menes totalitarios. Se le critica por una cristologí­a que responde al núcleo teológico enunciado más arriba y la espiritualidad que conlleva, que es una de las más representativas.La condena contra él se dirige indirectamente a todos los seguidores de la teologí­a de la liberación, de la que es un destacado representante. Es también un aviso para los obispos y teólogos de América Latina, cuando Benedicto XVI se prepara para asistir al V Encuentro de los Obispos Latinoamericanos (CELAM) en Aparecida (Brasil). De ahí­, el carácter admonitorio y ejemplarizante de esta sanción, ya que hay obispos que defienden esa teologí­a y son innumerables los que ven en Jon Sobrino un testigo de la fe, un maestro en teologí­a y una persona comprometida con la justicia en la lí­nea de la liberación. La sanción desborda a la persona que lo recibe, se vuelve contra la corriente y los miembros que la defienden, como ocurrió con G. Gutiérrrez, L. Boff, Juan L. Segundo, Ellacurí­a y tantos otros cuestionados…Se hace patente la continuidad teológica y eclesial entre Benedicto XVI y el cardenal Ratzinger, que algunos cuestionaban tras la elección papal. Cambian las formas y los ritmos, pero el núcleo de las posiciones permanece, como no podí­a ser menos. Se mantiene la preferencia por los movimientos neoconservadores y persiste el rechazo de la teologí­a de la liberación por el gobierno central de la Iglesia. Y con ella, el intento de potentes sectores eclesiales de neutralizar un cristianismo crí­tico y polí­ticamente comprometido en favor de la justicia. Hay muchas personas que quieren acabar con la teologí­a de la liberación, cuya muerte anuncian desde hace años. Mal lo tiene el cristianismo cuando amplios sectores laicistas pregonan una religión de sacristí­a, que no se haga presente en los espacios y conflictos públicos, y en los ámbitos eclesiásticos se neutraliza la corriente más creativa y comprometida con los pobres. El problema se complica desde la perspectiva de una sociedad secular y laica en la que la dimensión ética y solidaria del cristianismo es casi la única que suscita respeto, dentro y fuera de la Iglesia. Si el aggiornamento del Concilio Vaticano II ha sido una oportunidad perdida, mal lo tiene también la evangelización del tercer milenio cuando la involución continúa.
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FÉLIX DE MOYA ANEGÓN, VICERRECTOR DE NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA UGR

FÉLIX DE MOYA ANEGÓN, VICERRECTOR DE NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA UGR

“LAS EMPRESAS HACEN QUE LA RELACIÓN ENTRE LA CIENCIA Y LA SOCIEDAD SEA MÁS FLUIDA”

Producir desarrollo científico no es lo mismo que producir tornillos. Al ser un bien intangible, deben establecerse indicadores que cuantifiquen esta producción. Una de las personas que más sabe sobre cómo evaluar esta singular productividad es este catedrático de Documentación. De Moya hace un recorrido por el sistema productivo andaluz: sus potenciales, sus debilidades y sus tendencias. El experto destaca la necesidad de que el sector privado se comprometa más con la investigación y que ésta salga del laboratorio para mejorar la vida del ciudadano.

¿En qué consiste el proyecto Atlas de la Ciencia que ha desarrollado su grupo de investigación?

El análisis y la evaluación de los resultados de la investigación aparece continuamente en los medios de comunicación y constituye un asunto de primer nivel en las agendas políticas. Las inversiones que se hacen en ciencia son crecientes y es preciso saber cuáles son los resultados que se obtienen de ese esfuerzo económico. De ahí, la importancia de la pertinencia. No sirve cualquier investigación, deben acometerse estudios pertinentes en términos sociales, para que esos resultados contribuyan al desarrollo socio-económico. Sobre la base de estas premisas, hemos concebido un sistema de información accesible a través de Internet que genere indicadores de resultados de ciencia relativos a las conclusiones que consiguen los científicos con su actividad. La aplicación permite a los investigadores conocer el destino de sus conclusiones y a los responsables de las políticas de ciencia avanzar en la evaluación de esos resultados.

¿Cómo se mide la productividad de los investigadores?

De forma esquemática se puede decir que un sistema científico-tecnológico tiene dos partes. Una referida a la generación de conocimiento y otra que se centra en la innovación. La segunda es la que conlleva más problemas a la hora de medir la productividad. El proyecto Atlas de la Ciencia se ha centrado en el subsistema de generación de conocimiento. Tradicionalmente, este parámetro se ha medido a través de las publicaciones científicas, que es uno de los indicadores de productividad. Lo realmente difícil de medir son las actividades de innovación porque, en sentido estricto, no se consideran investigación. Es el caso, por ejemplo, de un investigador que recoja conocimientos aportados por otros y desarrolle un producto destinado al mercado. Ese científico está innovando, pero no está haciendo investigación que se pueda traducir en publicaciones. Estas innovaciones se pueden plasmar en patentes, otro de los outputs científicos que tenemos que medir. También se deben evaluar otros parámetros como informes técnicos de las empresas o nuevos productos, aunque no surjan necesariamente del patentamiento. Finalmente, habrá que cuantificar los resultados de la investigación respecto al desarrollo socio-económico. No es conveniente perder de vista, que el objetivo final de la investigación es que mejore la vida de los ciudadanos. Los efectos sobre la sociedad suponen el concepto más difícil de medir.

¿Qué puntos fuertes tiene el sistema científico-técnico andaluz?

El principal potencial es que Andalucía ha robustecido su sistema de generación del conocimiento, especialmente en la segunda mitad de los 90 y los primeros años de este siglo. De esta forma, el flujo constante de investigación que se traslada a través de la publicaciones internacionales procedentes de los centros de investigación andaluces se ha ido incrementando por encima de la media nacional. Actualmente, Andalucía acapara el 15% de la producción científica del país. Tenemos un sistema con instituciones, sobre todo académicas, que son muy capaces de generar nuevo conocimiento. Otra de las fortalezas es que desarrollamos esta producción de forma relativamente eficiente, porque el coste es bajo.

Una de cal y otra de arena, ¿qué debilidades arrastra esa producción científica andaluza?

El sistema de generación de conocimiento está excesivamente basado en las instituciones públicas. Es necesario que crezca la participación de otro tipo de entidades como el sistema sanitario y las empresas. La segunda debilidad es estructural y afecta de manera muy especial a Andalucía. La inmensa mayoría de los recursos destinados a investigación y desarrollo proceden del sector público, porque existe una escasa aportación del sector privado. Esta situación dificulta que crezca nuestra tasa de esfuerzo. Tenemos dificultades para alcanzar el 1% del PIB de inversión en investigación. Hay comunidades que están en el 1,6%. En estas regiones no hay más esfuerzo público, pero existe una gran implicación del sector privado. Otra debilidad es la transferencia del conocimiento generado al sistema productivo. A veces, lo que se produce aquí, lo aprovecha otro porque pasa al dominio público a través de las publicaciones. Esto sirve para que otros lo patenten.

¿Qué repercusiones tiene esta escasa implicación del sector privado?

Evidentemente, que existen menos recursos para investigar. Otro efecto muy importante es que la aportación privada condiciona el tipo de investigación que se desarrolla. Estos fondos privados determinan qué se va a investigar y la pertinencia de esos estudios, porque las empresas no invierten en algo que no tenga rentabilidad. Las instituciones académicas no son siempre la mejor opción para elegir los temas de investigación. Las empresas hacen que la relación entre la ciencia y la sociedad sea mucho más fluida, porque la Universidad a veces se centra en investigaciones con poca aplicación para el ciudadano.
De Moya dirige el libro Indicadores Científicos de Andalucía

Está claro que, en eso que se ha dado en llamar la triple hélice entre las empresas, las agencias gubernamentales y las instituciones de educación superior, existen engranajes que ruedan bien. Por ejemplo, las compañías con el Gobierno, y de éste con las universidades, funcionan. La relación que no está bien resuelta es la que conecta la actividad empresarial con la educación superior. Los instrumentos de mediación, como las OTRI, juegan un papel muy importante.

¿Qué tendencias se observan en la producción científica andaluza?

Andalucía mantiene un ritmo de crecimiento superior a la media nacional. El sector que cuenta con mayor incremento es el sistema sanitario público, fundamentalmente por la incorporación progresiva de los centros sanitarios a la investigación. Por otra parte, existe una excesiva concentración de la producción en las dos grandes universidades andaluzas. Hay una gran distancia entre los resultados de investigación de las sedes universitarias de Granada y Sevilla y las del resto de Andalucía. Las nuevas universidades crecen, pero muy lentamente, y aún distan mucho de las dos tradicionales. Sería muy positivo que aumentase el número de centros de investigación con la incorporación de instituciones como hospitales o empresas. Al mismo tiempo, se está produciendo una progresiva internacionalización de los canales de comunicación de los resultados en Humanidades y Ciencias Sociales. Esto hace que las conclusiones de los estudios se sometan a la revisión de los compañeros de grupos de investigación de otros países.

¿Cuáles son las áreas de investigación y las empresas más destacadas?

Por áreas destacan la Biomédica y otras como las Matemáticas, la Ciencias de la Tierra o la Psicología. En el sector industrial, destacan las empresas vinculadas al ámbito sanitario y a la nutrición. La compañía que más resultados de investigación aporta es Puleva. Le siguen otras relacionadas con las ingenierías de las Telecomunicaciones, la Aeronáutica y los combustibles. No obstante, en el ámbito empresarial, uno de los principales retos de Andalucía es atraer a las multinacionales para que radiquen su sede aquí. Esta sería una buena fórmula para atraer una inversión privada que completara la pública.

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Un libro sobre la faceta de Ayala como sociólogo destaca la vigencia de su pensamiento

Un libro sobre la faceta de Ayala como sociólogo destaca la vigencia de su pensamiento.

El catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada Antonio Chicharro ha escrito el libro El pensamiento vivo de Francisco Ayala, que aborda la faceta del autor granadino como sociólogo, cuyos pensamientos, según el docente, siguen vigentes en la actualidad.

El libro será presentado esta tarde en la recién inaugurada sede de la Fundación Francisco Ayala en el Palacete de Alcázar Genil, en Granada, en un acto en el que se entregará a esta institución la plaza de académico honorífico que la Academia de Buenas Letras de Granada ha concedido al escritor y filósofo granadino.

La obra tiene cuatro capítulos: uno general, sobre la figura de Ayala; otro dedicado al estudio de su Sociología del Arte; otro que aborda la figura del escritor granadino como teórico y crítico literario, y finalmente uno de introducción a su mundo narrativo, explicó a Efe Chicharro.

No obstante, la parte más sustantiva y original del libro, según el catedrático granadino, es la que analiza la faceta del autor granadino como sociólogo y, concretamente, como sociólogo del arte, fenómeno que Ayala abordó como un ejemplo de una forma civilizadora de la cultura.

Chicharro, que lleva más de 20 años estudiando la obra de Ayala, se refirió a éste como el gran intelectual español del siglo XX, por el ámbito tan amplio en el que desarrolla su trabajo, que hace de él un caso único en la cultura en lengua española.

Ayala es, según el catedrático, el gran testigo del siglo, en las artes, en el pensamiento general y, por supuesto, en el pensamiento sociológico y teórico y crítico literario, de ahí que el interés que tiene su obra sea permanente.

El título del libro, El pensamiento vivo de Francisco Ayala, se inspira, precisamente, en la vigencia que aún tiene la obra del autor granadino.

Para el académico, Ayala ha sido y es un visionario, persona consciente de su propio tiempo, que trata de comprender líneas de fuerza en su propia situación, para, a partir de ellos, facilitar conceptos, vías de conocimiento y comprensión que a los demás se nos escapan.
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La Universidad asegura que las clases de Odontología seguirán en Máximo de Cartuja tras consultar con expertos

La Universidad asegura que las clases de Odontología seguirán en Máximo de Cartuja tras consultar con expertos.

La Universidad de Granada ha asegurado esta tarde que se ha tomado la decisión de que las clases de la Facultad de Odontología prosigan en el edificio histórico del Máximo de Cartuja en las instalaciones no afectadas por las obras, después de que los alumnos se concentrasen ayer a las puertas del rectorado, inquietos por el desprendimiento de parte de un techo.

La institución docente reconoce a través de un comunicado que el pasado 14 de marzo, a las 9,45 horas, se produjo un incidente en la zona de obra, debido a una negligencia laboral por parte de uno de los operarios de la empresa constructora. Como consecuencia del mismo se produjeron daños materiales de poca consideración y ningún daño a las personas. Es por ello por lo que, asegura, se desencadenaron una serie de incertidumbres entre los alumnos. Asimismo, la Universidad asegura que se ha tomado la decisión de continuar con las clases, tras consultar con expertos en restauración y rehabilitación.

Asimismo, el comunicado defiende que en todo momento se ha cumplido con la normativa de seguridad laboral vigente y la protección de las personas, y a las garantías dadas por los expertos de la dirección de obra y de la Unidad Técnica de la UGR.

Por último, y en respuesta a la demanda de los alumnos, que se niegan a reanudar las clases hasta que les conste por escrito un informe de un arquitecto que garantice la seguridad de las instalaciones, se dice que la institución aportará como hasta ahora se ha hecho, cuanta información se quiera recabar sobre el incidente.
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Contra la teologí­a de la liberación

CONTRA LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

Juan A. Estrada. Catedrático de Filosofí­a de la Universidad de Granada.

EN 1984 la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, publicó un documento sobre algunos aspectos de la teologí­a de la liberación en el que tomaba una postura sumamente crí­tica sobre ella y la acusaba de marxista. Esta publicación suscitó muchas crí­ticas por la simplificación, desmesura y negatividad del enfoque, en el que no se sentí­an reconocidos los autores más relevantes. Dos años después surgió un documento más positivo y matizado, también a instancias del Papa y quizás para responder a las crí­ticas. Se distinguí­a entre los posibles abusos y la validez, e incluso necesidad, de una teologí­a de la liberación. Se buscaba equilibrar la unilateralidad del texto anterior, vinculando esta teologí­a con el Evangelio.La teologí­a de la liberación, y Jon Sobrino con ella, no parte de la reflexión dogmática sobre el Dios hecho hombre, sino de Jesús que anuncia el reinado de Dios y crí­tica a la religión porque practica un culto sin justicia ni solidaridad. Jesucristo es hijo de Dios y verdadero hombre, por eso su compromiso con los pobres es parte integral del núcleo cristiano. No es sólo ética sino también teologí­a dogmática. La historia de Jesús es el punto de partida para la cristologí­a y el seguimiento se traduce en una espiritualidad comprometida ante la injusticia. El resucitado es el crucificado: se traduce en que Dios se hace presente en los pueblos crucificados. La hondura humana de Jesús es la que muestra su filiación divina. Sobrino enmarca ahí­ su cristologí­a, con tí­tulos ya clásicos desde 1971 hasta ahora. Ahora sorprende la noticia de que la Congregación de la Fe denuncia dos textos de Jon Sobrino, sin duda uno de los teólogos más relevantes actuales. Está cerca de la jubilación, con una salud deteriorada, una docencia muy limitada y gran cantidad de libros y artí­culos denunciando la opresión en El Salvador, así­ como la necesidad de una Iglesia profética que asuma en serio el compromiso con los pobres. Fue un superviviente de la masacre de los jesuitas de 1989, ya que estaba de viaje, y uno de los pocos teólogos que quedan de la gran generación que arriesgó su vida en la época de los regí­menes totalitarios. Se le critica por una cristologí­a que responde al núcleo teológico enunciado más arriba y la espiritualidad que conlleva, que es una de las más representativas.La condena contra él se dirige indirectamente a todos los seguidores de la teologí­a de la liberación, de la que es un destacado representante. Es también un aviso para los obispos y teólogos de América Latina, cuando Benedicto XVI se prepara para asistir al V Encuentro de los Obispos Latinoamericanos (CELAM) en Aparecida (Brasil). De ahí­, el carácter admonitorio y ejemplarizante de esta sanción, ya que hay obispos que defienden esa teologí­a y son innumerables los que ven en Jon Sobrino un testigo de la fe, un maestro en teologí­a y una persona comprometida con la justicia en la lí­nea de la liberación. La sanción desborda a la persona que lo recibe, se vuelve contra la corriente y los miembros que la defienden, como ocurrió con G. Gutiérrrez, L. Boff, Juan L. Segundo, Ellacurí­a y tantos otros cuestionados…Se hace patente la continuidad teológica y eclesial entre Benedicto XVI y el cardenal Ratzinger, que algunos cuestionaban tras la elección papal. Cambian las formas y los ritmos, pero el núcleo de las posiciones permanece, como no podí­a ser menos. Se mantiene la preferencia por los movimientos neoconservadores y persiste el rechazo de la teologí­a de la liberación por el gobierno central de la Iglesia. Y con ella, el intento de potentes sectores eclesiales de neutralizar un cristianismo crí­tico y polí­ticamente comprometido en favor de la justicia. Hay muchas personas que quieren acabar con la teologí­a de la liberación, cuya muerte anuncian desde hace años. Mal lo tiene el cristianismo cuando amplios sectores laicistas pregonan una religión de sacristí­a, que no se haga presente en los espacios y conflictos públicos, y en los ámbitos eclesiásticos se neutraliza la corriente más creativa y comprometida con los pobres. El problema se complica desde la perspectiva de una sociedad secular y laica en la que la dimensión ética y solidaria del cristianismo es casi la única que suscita respeto, dentro y fuera de la Iglesia. Si el aggiornamento del Concilio Vaticano II ha sido una oportunidad perdida, mal lo tiene también la evangelización del tercer milenio cuando la involución continúa.
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Libro analiza material jurídico y social que Galdós reflejó en sus obras

Libro analiza material jurídico y social que Galdós reflejó en sus obras.

El material jurídico y social que reflejan las obras del escritor Benito Pérez Galdós se recogen a partir de hoy en el libro Sociedad y Derecho en Pérez Galdós, un volumen que aborda la aportación del novelista al inicio del Constitucionalismo español.

El autor del libro, el catedrático de Derecho de la Universidad de Granada Eduardo Roca, señaló hoy en rueda de prensa que el volumen está divido en tres partes, una dedicada a la Constitución de Cádiz de 1812, otra a la que se forjó en la primera República y una última que aborda la Constitución de 1876.

En esta línea, Roca aseguró que todas las lecturas que se puedan hacer de Galdós referidas a la etapa de 1812, y en especial el tomo que titula Cádiz, muestran la afirmación y defensa del novelista de que la soberanía reside en el pueblo, lo que a su juicio constituye la primera afirmación que se realiza en la historia española sobre dónde reside la Soberanía Nacional.

El autor explicó que el volumen analiza también la figura del funcionario desde el punto de vista sociológico en el siglo XIX, así como las valoraciones que efectúan Galdós y Clarín en sus obras respecto al tiempo, donde ha tomado como punto de partida La Regenta y Fortunata y Jacinta.

No obstante, Roca afirmó que su capítulo preferido es el último, La mujer en el entorno de Galdós, ya que siempre le ha llamado la atención el enamoramiento perpetuo del novelista y el reflejo que hizo de éste en sus obras.

Añadió que, aunque Galdós fue soltero e incluso se le acusó de misógino, tuvo muchos amores y amantes increíbles, como Lorenza, modelo del pintor Emilio Salas, y con quien tuvo a su única hija y heredera universal, María.

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La Fundación dedica su primer acto oficial al pensamiento de Ayala

La Fundación dedica su primer acto oficial al pensamiento de Ayala.
Antonio Chicharro presenta un libro sobre los ensayos de arte que hizo el escritor «Ayala es menos leído que conocido», afirma el catedrático.

La Fundación Ayala del Alcázar Genil estrenó ayer oficialmente su programa de actividades con un acto que permitió analizar al Ayala crítico y ensayista. El catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada Antonio Chicharro presentó el libro El pensamiento de Francisco Ayala, una aproximación a los trabajos ensayísticos del autor de Muertes de perro en torno al arte y a la literatura. Chicharro destacó que uno de los aspectos más novedosos e innovadores de Ayala se refiere al análisis del arte desde el punto de vista sociológico. «Ayala tiene dos fuentes fundamentales que conforman su pensamiento como ensayista y que se refieren a su experiencia creadora y a su formación sociológica», explica el catedrático. «Pero no habla de sociología del arte sino cómo forma ejemplar en las que se reflejan las diferentes maneras civilizadoras». «Para Ayala el arte es objeto de conocimiento y una forma de crisis social», señaló Chicharro.

Una de las características que Chicharro destaca de los trabajos ensayísticos de Ayala es que «siempre hay un trabajo sociológico. En sus estudios del Quijote no sólo se detiene en el estilo sino que lo defiende como esencia de la realidad española en la crisis del Siglo de Oro». En cuanto a sus trabajos de crítica literaria, «Ayala va a lo esencial y se aleja de los complicados discursos académicos, pero tiene esa doble vertiente de crítico literario y conocedor de las letras españolas y sus conocimientos de la sociología», destaca Chicharro.

En ese sentido, los autores objeto de análisis por parte de Ayala tienen una importante dosis sociológica, como Galdós, y Cervantes. «Es un crítico sincero, con esa misma sinceridad que le acompaña a lo largo de su vida». Ayala jamás hizo una mala crítica, «porque sus estudios literarios están relacionados con su faceta académica como profesor de Literatura, pero si nos atenemos a las publicaciones, lo que no le interesa suele obviarlo».

«Ahora es más famoso»

En cuanto al desconocimiento de algunos escritores contemporáneos de las obras de Ayala, el catedrático estima que «es menos leído que conocido, porque ahora está siendo más famoso con los actos del centenario». «Ayala tuvo que hacerse los lectores después del exilio y no tenía esa base de potenciales conocedores de su obra, así que empieza a ser conocido en los años setenta», señala Antonio Chicharro. El catedrático recuerda que «cuando Ayala llega a Granada invitado por la Universidad, éramos muchísimos los que no lo conocíamos y tuvo que empezar a hacerse de lectores», comenta. «Es un excelente crítico literario, de cine, ensayista y narrador, porque Ayala es muchos en uno», concluyó Chicharro.
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Odontología sigue en el Colegio Máximo pero no habrá clase en las zonas en obra

Odontología sigue en el Colegio Máximo pero no habrá clase en las zonas en obra.
Los estudiantes dicen que no entrarán a la facultad hasta que no les entreguen un «informe firmado por la vicerrectora de Infraestructura diciendo que no hay peligro».

La Universidad de Granada (UGR) ha tomado «todas las medidas necesarias y legales» para que el personal de la Facultad de Odontología, sita en el Colegio Máximo objeto de obras en su cubierta desde el mes de noviembre, no corra ningún riesgo. Los alumnos «deben estar tranquilos» porque en «todo momento se ha cumplido con la normativa de seguridad laboral vigente y la protección de las personas», y además hay «garantías dadas por los expertos de la dirección de obra y de la Unidad Técnica de la UGR».

Estas últimas son palabras recogidas en un comunicado conjunto que envió ayer por la tarde el decanato de la Facultad de Odontología y el vicerrectorado de Infraestructuras, responsable de las obras presupuestadas en más de 600.000 euros, sólo las intervenciones directas. Un documento con siete puntos en los que se intenta tranquilizar al personal del centro universitario, fundamentalmente alumnos, que ayer no fueron a clase porque «no nos sentimos seguros en las aulas ya que ha habido algunos desprendimientos en los techos» y una clínica, la uno concretamente, está cerrada desde el año pasado por problemas en la techumbre.

Tras un incidente la semana pasada, se desató la alarma en el centro universitario, cuyos alumnos vaciaron el lunes sus taquillas y se concentraron en el Rectorado. Ayer por la mañana lo volvieron a hacer en las puertas de la facultad en el campus de Cartuja y no entraron a clase.

Por la tarde, un grupo de estudiantes explicaba que volverán a sentarse en sus pupitres y dar prácticas -eso será cuando se abran las zonas- cuando la vicerrectora de Infraestructuras «firme un informe detallado en el que se especifique que no hay ningún peligro». Los ánimos estaban bastante caldeados ayer por la mañana y es que los estudiantes no se fían. En el comunicado conjunto las autoridades universitarias hacían referencia al «incidente» en la zona de obras, «debido a una negligencia laboral por parte de uno de los operarios de la empresa constructora. Como consecuencia del mismo se produjeron daños materiales de poca consideración y ningún daño a las personas». Fue en un despacho.

Ante la incertidumbre en el centro, desde la dirección de obra se determinó una zona de seguridad para la continuación de la rehabilitación y restauración. Una vez evaluada la situación, «se consultó a expertos en restauración y rehabilitación de edificios en uso y se tomó la doble decisión de continuar las obras de acuerdo con el plan trazado desde noviembre de 2006 y con el uso docente de las instalaciones no afectadas por las obras, de acuerdo con el citado plan». En el citado comunicado, el decanato y el vicerrectorado se comprometen a aportará al conjunto de los usuarios del centro, «como hasta ahora se ha hecho, cuanta información se quiera recabar sobre el incidente citado y los puntos aquí referidos». Lamentan la situación creada y el decanato especifica que las clases sólo se suspendieron en la tarde del 16 y en la mañana del lunes de 9.00 a 13.00 horas.

Plazos y compromisos

Sea como fuere, la anterior arquitecta de la obra ha dejado el proyecto y aconsejó que se cerrara el edificio; y los alumnos se han rebelado y echan en falta una mayor coordinación entre las autoridades universitarias y lamentan los intereses por algunas partes.

La vicerrectora de Infraestructura de la UGR, Elena Díez Jorge, explicó ayer a este periódico que la institución universitaria ha tomado «medidas extremas». Se han clausurado algunas zonas, según ella como en toda obra de este tipo. Asimismo, agregó que los alumnos deben estar tranquilos.

El Colegio Máximo está en obras desde hace tiempo, las más costosas han sido la del ala izquierda donde se alberga la Facultad de Biblioteconomía y donde no ha habido problemas con la cubierta.
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La UGR niega que haya inseguridad en Odontología y dice que las clases sólo se cortaron los días 16 y 19

La UGR niega que haya inseguridad en Odontología y dice que las clases sólo se cortaron los días 16 y 19.

El Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructura y el Decanato de la Facultad de Odontología de la Universidad de Granada (UGR) aseguró que, en relación con la problemática surgida a raíz de las obras que se vienen realizando en el centro, las clases tan sólo se suspendieron los días 16 y 19 de marzo después de que el pasado día 14, a las 9.45 horas, se produjo un incidente, que no provocó daños a las personas, debido a una negligencia laboral por parte de uno de los operarios de la empresa constructora.

En un comunicado, la UGR precisó que el Edificio Máximo de Cartuja es objeto de obras de restauración y rehabilitación de las cubiertas desde noviembre de 2006 y, tras el incidente, sólo se cortaron las clases la tarde del día 16 de marzo, a fin de realizar una exhaustiva evaluación de los cubrimientos sin que ello comportara riesgo alguno para las personas, y el 19 de marzo –entre las 9.00 y las 13.00 horas– hasta que se tuvo conocimiento del informe elaborado por los expertos.

Este incidente, según señala el comunicado, ha desencadenado una serie de incertidumbres entre los usuarios habituales del centro y, ante las mismas, desde la dirección de obra se determinó una zona de seguridad para la continuación de las obras.

Una vez evaluada la situación, se consultó a expertos en restauración y rehabilitación de edificios en uso y se tomó la doble decisión de continuar las obras de acuerdo con el plan trazado desde noviembre de 2006, así como continuar con el uso docente de las instalaciones no afectadas por las obras, de acuerdo con el citado plan.

Ello es posible, según indicó la UGR, gracias a que en todo momento se ha cumplido con la normativa de seguridad laboral vigente y la protección de las personas, y a las garantías dadas por los expertos de la dirección de obra y de la Unidad Técnica de la UGR.

Tanto desde el Decanato como desde el Vicerrectorado se aportará al conjunto de los usuarios del Centro, como hasta ahora se ha hecho, cuanta información se quiera recabar sobre el incidente citado y los puntos aquí referidos, aseguró.

Alumnos de la facultad protagonizaron ayer una sentada a las puertas del Hospital Real para exigir al rector de la UGR, David Aguilar, una actuación urgente después de que el pasado viernes se cayó el techo del despacho de un profesor, por lo que la arquitecta encargada de la restauración de las cubiertas del edificio optó por clausurar la facultad.
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