Un informe vincula el acuífero afectado por aceite al de la Vega
Á. C. / S. S.
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granada. La sustancia aceitosa y grasiente detectada en el acuífero del paraje de Raja Santa, situado en Sierra Elvira, puede alcanzar a la explotación de aguas termales que se encuentra a tan sólo un kilómetro de distancia e incluso al acuífero de la Vega de Granada, circunstancia que, de producirse, podría afectar al abastecimiento humano en algunos puntos y, sobre todo, al riego.
Así, al menos, viene recogido en un informe del Instituto del Agua de la Universidad de Granada que se elaboró en abril de 2004 tras detectarse en la zona vertidos ilegales procedentes del desguace de vehículos. El estudio recomendaba entonces la urgente retirada de los desechos ante la posibilidad de que pudieran acabar en las aguas subterráneas de Raja Santa, una medida que la empresa infractora llevó a cabo a requerimiento de la Consejería de Medio Ambiente.
Aquel estudio advertía del riesgo de que los aceites de automoción pudieran filtrarse con mayor facilidad con ayuda de las lluvias aunque no se precisaba el tiempo que pudiera tardar en alcanzar la sima de Raja Santa, en cuyo interior, a 120 metros de profundidad, se encuentra la cavidad termal más importante de España.
En ese momento se pensó que la situación era reversible siempre y cuando se extrajeran del lugar todo el material contaminante. Además, los análisis realizados por la empresa pública Egmasa, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, concluyeron en que los vertidos no eran tóxicos, circunstancia que contribuyó al sobreseimiento provisional de la causa penal.
Sin embargo, ahora el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, tras la denuncia presentada el pasado mes de diciembre por un grupo de espeleólogos, extrajo muestras del agua que resultaron ser aceite y grasa. En la zona exisgen grandes balsas de alperujo que desde hace meses están siendo tapadas con residuos inertes y tierra.
Así, la Fiscalía y el Seprona se encuentra ahora investigando la procedencia de la contaminación hallada en el citado acuífero, una abundante capa de grasa y aceite que puede tener dos orígenes: vegetal, derivado de los vertidos de alperujo; o mineral, mucho más contaminante y peligroso para el medio ambiente y la salud siempre que afecte a acuíferos que sirvan de abastecimiento humano, como el de la Vega.
Granada Hoy se puso ayer en contacto con Antonio Castillo Martín, el hidrogeólogo encargado de elaborar el informe del Instituto del Agua de la Universidad, quien considera que es fundamental conocer el origen de la contaminación aunque la procedencia, el lugar de donde parte, será mucho más complicado.
Castillo recuerda que aquellos vertidos de automóviles eran una especia de esponja impregnada en aceite y, lo que actualmente se investiga, me da la impresión de que es mucho más grande y antiguo. Eso sí, aclara que los vertidos son mucho más peligrosos en líquido que en materiales sólidos.
Si bien Castillo no cree que la mancha de aceite y grasa detectada en la sima guarde relación con aquellos vertidos –no ha llovido lo suficiente aunque nunca se puede descartar–, los expertos de la Universidad ya apuntaban a que la zona de Sierra Elvira es muy vulnerable a las filtraciones debido a que el terreno se compone de materiales carbonatados muy karstificados, esto es, fracturados y disueltos.
De hecho, el informe precisa que una vez contaminadas las aguas de Raja Santa, la afección podía trasladarse hacia el suroeste, donde se encuentra la explotación de aguas termales de Sierra Elvira, que se sitúa a tan sólo un kilómetro de distancia y cuyas aguas en su día fueron declaradas de utilidad públicas.
El informe insiste en que las aguas subterráneas están intercomunicadas por lo que, de haber contaminación, puede llegar incluso al acuífero de la Vega de Granada. La distancia entre Fuente Vaqueros, uno de los posibles municipios afectados según se apunta en el informe del Instituto del Agua, y el paraje de Raja Santa es de tan solo seis kilómetros aunque, por el momento, se desconoce el alcance de la mancha de aceite y grasa hallada en Raja Santa.
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