GRANADA
Las carreras de Letras han perdido 4.500 alumnos en cinco años
El descenso en Derecho es de los más notables: de 7.500 alumnos hace una década, a 3.700 ahora El crecimiento de Arquitectura o Informática y las dobles titulaciones amortiguan el descenso
M. VICTORIA COBO/GRANADA
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Las carreras consideradas tradicionalmente de Letras no viven sus mejores horas. Lo dicen los datos de matriculación de la Universidad de Granada de los últimos años. Comparando el número de alumnos que han llenado las aulas de facultades como Derecho, Biblioteconomía o Políticas se aprecia que en sólo cinco cursos han perdido más de 4.500 alumnos. En concreto, sumando las pérdidas de los tres centros citados anteriormente y Bellas Artes, Ciencias de la Educación, Psicología y Filosofía y Letras.
Y es que haciendo balance desde el curso 2000-2001 al pasado 2004-2005 -último con datos oficiales- se aprecia que casi todas las facultades que han perdido alumnos son las de las ramas sociales o de Humanidades.
Entre los centros que han perdido tirón hay dos casos especialmente llamativos. Por un lado, la facultad de Biblioteconomía y Documentación, que ha visto descender su alumnado en un 47%, es decir que se ha quedado en casi la mitad. Por otro lado, el caso de Derecho es también especialmente llamativo, ya que sus estudiantes han descendido en un 35% en estos cinco años y en un 50% en la última década, pese a la buena salud que siempre ha aparentado.
La decana de Biblioteconomía, Josefina Vílchez, explica la caída de alumnos en su centro se debe a que «antes recibíamos muchos jóvenes que no podían entrar en otra carrera, pero ese sector ya no lo tenemos al haber bajado las notas de corte». Por ello, esta reducción de matrícula puede tener su lado bueno ya que ahora «la mayoría de estudiantes lo han pedido en primera opción», explica Josefina.
Además, en este caso concreto la decana afirma que tanto Biblioteconomía como Documentación son dos titulaciones poco conocidas, así como sus numerosas salidas laborales. Josefina Vílchez anuncia que tienen previsto enviar folletos a los institutos con más información sobre estos estudios. «También recibimos muchos licenciados que deciden ampliar sus estudios», afirma Vílchez. En cualquier caso, la reducción de alumnos no ha supuesto recortes en la plantilla.
Derecho, que no tiene el problema de contar con escasa fama, ha sufrido esta lenta sangría por la consolidación de la titulación en universidades vecinas, como las de Almería y Jaén. Así lo explica el vicedecano de Ordenación Académica, Baldomero Oliver. También ha habido otras carreras como Políticas o Relaciones Laborales que han ido restando poco a poco alumnos a la carrera de la abogacía. «También hay que tener en cuenta que Derecho ha sido tradicionalmente una carrera muy masificada», explica Oliver, que cuando empezó a dar clases en el centro hace más de una década, tenía a más de cuatrocientos alumnos en lista. «Ahora empieza a ser más vocacional y la percepción es que los alumnos están cada vez más motivados».
Además, el vicedecano afirma que la calidad de la enseñanza que tienen ahora los estudiantes es mucho mejor. «La atención con tantos alumnos no es la misma, el ambiente en clase tampoco, y hasta las actividades prácticas son más difíciles de plantear». Este descenso le ha venido casi bien a una facultad que hubiera tenido que hacer un milagro para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior de seguir en las mismas condiciones.
La tercera en descenso de alumnos tras Biblioteconomía y Derecho es la facultad de Ciencias, que ha perdido un 20% de alumnos, seguida de Políticas, que ha perdido un 17% de estudiantes con respecto a hace un lustro.
Paradójicamente, la facultad de Filosofía y Letras ha visto descender un 11% sus matrículas en total, aunque mantiene algunas titulaciones, como las filologías italianas, portuguesa o hebrea, que no llegan a la docena de alumnos. Sin embargo, y aunque aún no hay datos oficiales, la buena noticia es que la alarma que se generó a finales del curso pasado con la posibilidad de que desaparecieran algunas carreras de Humanidades, no se ha traducido en un descenso brusco de ingresos.
«No está haciendo mella la reforma del mapa de titulaciones», afirmaba la decana de Filosofía, Elena Martín Vivaldi. «Al principio del proceso de matriculaciones se notó un descenso importante en las solicitudes, con bajada en Historia del Arte -una de las inicialmente amenazada- en favor de Historia», explica la decana, pero afortunadamente la tendencia cambió ya en el ingreso de alumnos y las cifras son similares a las de años anteriores. En cuanto a la pequeña pérdida de alumnos vivida en el último lustro, la decana opina que «cada vez hay más estudiantes vocacionales» y que para las carreras de Letras se ha abierto en los últimos veinte años un nuevo campo de salidas laborales. Por ejemplo, para los idiomas con la incorporación a la Unión Europea o para Historia e Historia del Arte con el cuidado del patrimonio.
Incorporaciones
En el lado opuesto están las nuevas titulaciones que ha implantado en este lustro la Universidad y que han conseguido amortiguar el descenso de matrículas. Se trata de Ingeniero en Telecomunicaciones, Educación Social, Logopedia, y las dobles de Política y Derecho y Administración y Dirección de Empresas y Derecho. Entre estas nuevas incorporaciones suman un millar de alumnos a las arcas de la Universidad.
En el listado de los centros que han subido el número de estudiantes, se encuentra a la cabeza la facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que ha crecido nada menos que un 30% en el último lustro. Le siguen Informática, que ha aumentado un 25% sus datos, en parte por la implantación de Telecomunicaciones y en tercer lugar estaría Arquitectura, una facultad joven que ha experimentado un crecimiento del 20% en estos cinco años.
En Medicina, por ejemplo, ha habido un descenso del 10%, que no responde a un descenso en la demanda, sino a que se ha reducido el número de plazas ofertadas.
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