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Legados emigrantes
La Fundación Jorge Guillén custodia en Valladolid los fondos de los poetas granadinos Elena Martín Vivaldi y Antonio Carvajal
J. L. TAPIA Y ANGÉLICA TAMARRO //FOTOS: IDEAL / GRANADA Y VALLADOLID
La poeta granadina Elena Martín Vivaldi, cuyo legado se encuentra en Valladolid.
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LA Fundación Jorge Guillén se ha hecho con los fondos documentales de dos poetas granadinos. Por una parte, los papeles de Elena Martín Vivaldi, una de las poetas -como ella quería que se dijera- andaluzas más importantes de las postrimerías del 27. Años después de su muerte, ninguna institución granadina se hizo con ellos. Otro legado que se marcha a Castilla es el del poeta Antonio Carvajal, quien ha decidido que la institución vallisoletana es la idónea para conservar su legado.
La marcha del legado de Elena Martín Vivaldi (Granada, 1907-1998) se produce siete años después de la muerte de la poeta. Ninguna institución granadina se interesó por el legado de una de las voces más importantes de la poesía española del siglo XX, cuya calidad no estuvo acompañada en vida de la repercusión que hubiera merecido. Escritora solitaria, ajena a modas, tendencias o escuelas, sí contó con el respeto y el reconocimiento de críticos y estudiosos, así como de otros poetas que aún pertenecientes a corrientes distintas reconocían la verdad e intensidad de su palabra poética.
Desde hace un año los fondos documentales de esta escritora se encuentran en la Fundación Jorge Guillén de Valladolid. Es la historia de una nueva pérdida para Granada.
La cronología de cómo llegan estos fondos a la institución vallisoletana la cuenta su director, Antonio Piedra, quien un año después de la muerte de la escritora en 1998 coincidió con su sobrina, la pintora Marite Martín Vivaldi, con quien tiene amistad. «Ya entonces me interesé por el legado de su tía y le hice una oferta en nombre de la Fundación. Ella me contestó que lo lógico sería que el legado se quedara en Granada y que esperaba que alguna institución local o regional se interesara por él. Yo lo entendí y la Fundación no volvió a insistir».
Pero el tiempo pasó y aunque diferentes instituciones como la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía dedicaron jornadas, simposios y homenajes a la poeta, ninguna de ellas se interesó por los fondos. Algunos colectivos culturales anunciaron publicaciones y ediciones críticas de las obras de Martín Vivaldi, que a día de hoy no se han hecho realidad.
A la vista de que tras siete años de la muerte de la poeta no hubo interés granadino por su legado, Antonio Piedra tuvo otro contacto con la familia hace un año. «Asistí en Granada a un congreso y volví a coincidir con Marite Martín Vivaldi, a quien pregunté qué había sido del legado de su tía. Al parecer ninguna institución había dado un paso pasa su custodia, por lo que me preguntó si la Fundación seguía interesado por él». La respuesta fue afirmativa y los trámites legales y el traslado de los papeles se llevaron a cabo inmediatamente después.
La noticia de la fuga del legado de la poeta a Valladolid generó una polémica en los ambientes culturales granadinos, que saltó cuando un investigador se interesó por los documentos de la escritora y supo que se encontraban en la capital castellana.
Según Antonio Piedra se trata de un legado importante, en el que están los manuscritos de la poeta, sus cartas, textos inéditos y otros documentos significativos, «porque contienen la historia de la relación de Elena Martín Vivaldi con la vida cultural granadina y española, que es la del siglo XX. Además se trata de una mujer que lo guardaba todo, por lo que, además, es un legado extenso».
Piedra comprende el malestar que haya podido causar en ciertos ambientes de Granada la salida de los fondos, pero considera que siete años es un tiempo suficiente para que alguna institución se hubiera hecho cargo de los papeles de Elena Martín Vivaldi.
«Ahora -comenta Piedra- parece que alguien se estaba planteando incluso recuperar un edificio histórico para albergarlos y en la Fundación Jorge Guillén hemos recibido alguna sugerencia para deshacernos del legado. Pero no lo vamos a hacer. Las cosas están como están y, además, una vez catalogados estarán a disposición de los investigadores, porque estamos hablando de algo que es patrimonio de todos».
La Fundación se ha comprometido a la custodia y difusión del legado de la escritora granadina y entre sus proyectos está la publicación de sus obras completas, proyecto que se vinculará a la celebración del centenario del nacimiento Martín Vivaldi, que tendrá lugar en el 2007. En este momento, la Fundación está realizando el primer inventario de los papeles, al que seguirá una catalogación por los expertos.
Poeta del otoño
Elena Martín Vivaldi nació en Granada en 1907. Hija de José Martín Barrales, catedrático y hombre de ideas progresistas, fue su padre, en gran medida, quien la impulsó a seguir estudios. De Magisterio, primero, de Filosofía y Letras con posterioridad. Archivera por oposición -Huelva y Sevilla- fue en la Biblioteca Universitaria de Granada donde desarrolló su labor.
Pero, sin duda, el nombre de Elena Martín Vivaldi ha quedado en la memoria como la autora de una obra poética de la más refinada calidad. Once libros van jalonando su trayectoria que fue larga y fructífera. Poeta de acentos íntimos y profundos. De otoños, de lluvia, de árboles… Mujer afable, conversadora, íntima también.
El homenaje que más pudo llegarle fue la exposición organizada en el Hospital Real en 1997: culminación de toda una carrera y de toda una vida. Elena Martín Vivaldi es la mujer del 27 granadino, que conoció a Federico García Lorca y fue amiga de Isabel, hermana menor del poeta de Fuente Vaqueros. En su obra poética, Granada será el telón de fondo de su poesía.
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