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SALVADOR COMPÁN ESCRITOR Y FINALISTA DEL PREMIO PLANETA 2000
«A través del libro se debe construir un mundo»
«El papel de la literatura creo que es el de siempre, dar una realidad elaborada, que tenga abstracción y tensión»
SANTIAGO CAMPOS/ALCALç LA REAL
SALVADOR COMPÁN. El escritor ubetense durante la entrevista.
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NACIDO EN ÚBEDA
Salvador Compán nació en Úbeda y se licenció en Filología Románica por la Universidad de Granada. Ha impartido clases en diversos centros de enseñanza de Laredo o Bruselas. En la actualidad es catedrático de Lengua y Literatura en Sevilla. Su actividad profesional y vital sigue girando en torno a la Literatura, tanto en su aspecto creativo como teórico. Ha obtenido varios premios. Fue finalista del premio Planeta en el año 2000 con su libro Cuaderno de viaje.
-¿En qué está trabajando ahora?
-En una nueva novela que llevo dos años intentando sacarla a flote y que pienso acabarla este verano, si todo sigue normal y no me voy de vacaciones.
-¿De qué trata?
-No quisiera decírtelo, de hecho no se lo he dicho a nadie, porque tengo ese punto estúpido pero supersticioso y que lo asumo de que el libro cuando salga se presentará por sí mismo y no te lo voy a decir.
-¿Cómo ve la situación actual de España?
-Bueno, la veo mejor que hace unos años, desde luego, y tenemos ese problema centrífugo del nacionalismo que había que buscarle una situación definitiva y eso hay que paralizarlo de alguna manera, que no sea el cáncer que se lleva tanta energía de un país que no se merece eso, que este país no se merece que le estén dando tirones continuamente desde los extremos.
-¿Qué opina del matrimonio homosexual?
-Me parece bien, es algo absolutamente normal que cada uno tenga su opción sexual y social y que se reconozca legalmente. Otra cosa es que hubiera que llamarlo matrimonio o no, que es donde puede crear un problema. A mí personalmente me va más el matrimonio, aunque es una palabra que tiene que cambiar en el diccionario y la Real Academia Española tendrá que revisarla, pero no hay mayor problema. Si hay que poner unión entre personas, no veo ningún problema.
-¿Cómo ve la situación del libro?
-Bueno, pues como siempre en España o en cualquier país de nuestro entorno. Hay siempre un tirón, un libro comercial, una literatura con cierto sentido, muy fácil que nos hará avanzar poco. En España esto se está extendiendo cada vez más. Y si hablo de la novela, ésta cada vez enseña menos, dando menos sensaciones, con un lenguaje más empobrecido y creo que esa es ahora la tendencia, con muchas excepciones, y que hay que asumirla sin más. No es una situación que a mí me agrade personalmente, pero forma parte de la realidad, de lo que somos como país y de Europa como continente.
-¿Qué opinión le merece la novela El Código da Vinci?
-Es un libro que no he leído, pero tengo muchas referencias sobre él y tampoco lo voy a leer. Tiene una virtud que es el entretenimiento. Pero si pensamos que la literatura debe de entretener, entonces ya estamos hablando de otra cosa. La literatura debe aportar muchas cosas más, si no sería semejante al billar o las máquinas de flipper.
-¿Cuál debe ser el papel de la literatura?
-Creo que el de siempre. Es dar una realidad elaborada, una realidad que tenga abstracción y tensión. Es decir, que a través de un buen libro se reconstruya un mundo, que por lo menos intente responder preguntas, para que el lector pueda replantearse a sí mismo y a su entorno.
-¿Cómo ve la situación del mundo, la inmigración?
-Creo que va a haber tirones en cuanto a una cultura tradicional que se estaba desarrollando; pronto habrá cortes y una quiebra grande en ese sentido, pero es inevitable. Siempre pienso lo mismo sobre la inmigración: se puede perder en aspectos que ya se han ganado en una cultura histórica que se ha estado elaborando desde siempre, pero que es inevitable primero, y segundo que es necesario porque somos habitantes del planeta y el nacionalismo en sí mismo, como un espacio acotado, es algo que a mí mentalmente me repugna y eso es lo que pone en tela de juicio, afortunadamente, la inmigración.
-¿Cuál es el papel del intelectual en estos tiempos?
-Bueno, creo que no hay nada que pueda aportar un intelectual a un país. La opinión autorizada ya no está en los intelectuales, se ha desplazado a los políticos, claramente, y si acaso a los periodistas. El intelectual en el sentido decimonónico, como voz autorizada que ha elaborado un pensamiento y que puede dictar unas directrices, eso ha muerto definitivamente.
-¿Para cuándo su próximo libro?
-Bueno, con suerte y desgracia para mí, si me quito mi verano de vacaciones, pues quizás el año próximo esté en las librerías.