LA DONACIÓN DE OVOCITOS PERMITE UNA ALTA TASA DE EMBARAZO Y NEONATOS SANOS EN LA PERIMENOPAUSIA
El embarazo natural en la perimenopausia supone un alto riesgo para el recién nacido, sobre todo de Síndrome de Down, y la tasa de aborto aumenta, debido a defectos del desarrollo embrionario
La edad fértil de la mujer termina alrededor de los 47 años, aunque desde los 35 la tasa de fertilidad espontánea desciende de forma rápida hasta valores del 5% a los 40 años
Granada, 6 de mayo de 2004.- La incorporación de la mujer al mercado laboral ha contribuido a que se retrase la edad en que la mujer tiene su primer hijo de los 22-23 a los 32-33 años en tan sólo veinte años de tiempo, lo que conlleva que la mujer pueda desear quedarse embarazada en la década de los 40 años. A esta edad, pueden aparecer ya desarreglos hormonales, aunque todavía pueden existir posibilidades de embarazo. “En estos casos, la tasa de fertilidad espontánea es menor del 5%, y conlleva más riesgo de enfermedades genéticas en el neonato, sobre todo del Síndrome de Down”, explica el doctor Francisco González Gómez, catedrático de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Granada y director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital de la Inmaculada.
“Además, el parto puede presentar algunas complicaciones, como hipertensión, parto prematuro, etc., y pueden producirse hemorragias. Estos factores hacen que el embarazo en la perimenopausia se considere de alto riesgo”, explica el doctor González Gómez.
Se estima que la edad fértil de la mujer termina alrededor de los 47 años, aunque desde los 35 la tasa de fertilidad espontánea desciende de forma rápida hasta valores del 5% a los 40 años. “En la actualidad”, explica el doctor González Gómez, “si los riesgos genéticos son altos y se conserva el útero, aunque la mujer haya perdido totalmente la fertilidad, la alternativa médica más razonable es la donación de ovocitos, que permite una alta tasa de embarazo y recién nacidos sanos”.
La donación de ovocitos (óvulos o células germinales femeninas) consiste en la fecundación de los óvulos procedentes de una donante con espermatozoides de la pareja de la paciente. Una vez conseguidos los embriones, se le transfieren al útero de la receptora.
Perimenopausia y anticoncepción
Aunque la tasa de fertilidad espontánea es inferior al 5%, existe la posibilidad de que la mujer se quede embarazada de forma natural durante la etapa de la perimenopausia. En palabras del doctor González Gómez, “para evitar embarazos no deseados, y aunque la tasa de fertilidad es muy baja a partir de los 40 años, la mujer debe utilizar métodos anticonceptivos eficaces”.
“En el caso de que la mujer no tenga factores de riesgo, como ser fumadora, hipertensa o tener antecedentes trombo-embólicos, puede utilizar anticonceptivos orales”, explica este experto. “En caso contrario, son aconsejables otros métodos, como el DIU”.
Edad e infertilidad femenina
El descenso de fertilidad espontánea provoca que a los 40 años la esterilidad en la mujer sea de alrededor del 65-70%.
La causa primaria de esta situación es la edad de los propios ovocitos. Así, la mujer nace con un número fijo de óvulos, de forma que el huevo que se ovula en un mes determinado está en la mujer prácticamente igual desde el inicio de su vida.
Este hecho se suma a que en una mujer de más años se dan con frecuencia embriones anormales que dan lugar a fallos en la implantación e incremento del número de abortos. Además, con el paso de los años, disminuye progresivamente el número de óvulos en el ovario y se producen más ciclos sin ovulación.
Por otra parte, el endometrio, que es la mucosa que recubre por dentro la cavidad uterina, se va haciendo cada vez menos receptivo, siendo menor la probabilidad de implantación del embrión. Esto ocurre como consecuencia del deterioro de la distribución hormonal.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como ginecología, reumatología, endocrinología, atención primaria, enfermería, etc. y surge de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
Además de pertenecer a la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la AEEM trabaja con otras sociedades médicas de forma multidisciplinar, para poder profundizar en las diferentes consecuencias de la menopausia tratada desde diferentes puntos de vista. Este hecho hace de la AEEM una sociedad científica dirigida a toda persona interesada por el estudio de la menopausia.
Descargar