El sistema de herencias musulmán es uno de los asuntos más complejos del derecho islámico, al tiempo que durante el período medieval uno de los momentos de mayor riesgo para la fortuna familiar era el del traspaso obligatorio de los bienes a la muerte de un familiar. Según la profesora de Historia Medieval de la Universidad de Granada, y coordinadora de las jornadas que con el título “Mujeres, familia y linaje en la Edad Media” se celebran en la Facultad de Filosofía y Letras del 6 al 8 de noviembre, “la mujer musulmana recibe normalmente la mitad que otro pariente varón en el mismo grado. Así, la hija hereda la mitad que su hermano, la viuda tiene derecho a ¼ de los bienes del marido y, si no tiene hijos, a 1/8; mientras que el viudo dispone de la mitad de la riqueza de su esposa si no deja vástagos; y ¼ si los hay.”
En cuanto a los parientes colaterales, siempre según el estudio de la profesora Carmen Trillo, estos tienen un destacado papel en la herencia. “podemos verlo a través de un documento de época mudéjar, en las tierras de Málaga, –dice Carmen Trillo– donde se mantiene la fiscalidad nazarí. Así, por ejemplo, cuando queda como heredera una hija, recibe el rey la mitad de lo que deja el finado, pero si quien le sobrevive es un hermano de padre, un tío o un primo paterno hasta el tercer grado incluido, no se entrega nada al estado. Se podría quizá entender que la familia abarca hasta este nivel de parentesco. En algunos lugares es así en la actualidad, pues comprende esta entidad a los descendientes del bisabuelo, que suele coincidir con los parientes vivos. El recuerdo de los antepasados es, sin embargo, más lejano en el tiempo”.
La profesora, que en su intervención en estas jornadas –a las que acuden destacados profesores y especialistas en historia medieval, entre los que se cuentan Jack Goody, Reyna Pastor, Enric Porqueres i Gené, Mª Carmen Pallares, María Isabel del Val, María Teresa López, José Luis Martín, J. A. González Alcantud, y en las que se han inscrito 180 personas– se refiere igualmente a la estructura del interior del mundo rural en el reino nazarí y se detiene en el modo en que funcionaban las alquerías por dentro y cómo se transformaron durante la Edad Media, asegura que “el ritmo de evolución del mundo islámico es diferente del establecido para el cristiano occidental: es más lento, especialmente en el ámbito rural; las estructuras económica y social se mantienen más tiempo, pudiéndose incluso reconocer en algunos casos, en el presente, características del pasado medieval.”
Carmen Trillo es profesora Titular del Área de Historia Medieval en el Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Granada. Ha participado en múltiples proyectos de investigación y ha publicado, entre otros, los libros: “La Alpujarra. Historia, Arqueología y Paisaje. Análisis de un territorio en época medieval”. Diputación Provincial de Granada. “La Alpujarra antes y después de la conquista castellana”. Universidad de Granada. “Agua y paisaje en Granada, una herencia de Al-Andalus”. Diputación de Granada”.
La profesora e investigadora afirma que, desde el grupo de investigación del que forma parte: “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada”, y del que es director Antonio Malpica Cuello, “hemos tenido siempre muy en cuenta la importancia que tienen la solidez o la debilidad de los grupos gentilicios para explicar la historia. Y en el caso de Al-Andalus ya advirtió por primera vez Pierre Guichard en 1976, en su obra Al-Andalus, que la fuerza de los grupos gentilicios obligaba al Estado a pactar con las tribus, con los grupos familiares y con los clanes.”
Para más información: Prof. Carmen Trillo San José
Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas
Universidad de Granada
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