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¿El Carlos V a ritmo de rock?
Personas relacionadas con el mundo cultural de Granada opinan sobre una hipotética apertura del Festival de Música y Danza a otros géneros
BRÍGIDA G.-COÍN //FOTOS: IDEAL / GRANADA
¿FUTURO?. Daniel Barenboim podría compartir un festival con los sonidos eléctricos de una guitarra.
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TIENE derecho el rock a formar parte de la programación del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, uno de los más prestigiosos y antiguos de España? ¿El rock en qué apartado se incluiría, en música o en danza? ¿Es preferible escuchar en el Carlos V la versión del Himno de la Alegría de Miguel Ríos al original de Beethoven? ¿Los concertistas clásicos también pueden ir pensando en mandar su currículum al Espárrago Rock? ¿Se podría contemplar que hubiese un intercambio de artistas?
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, apostó recientemente porque el rock pase a formar parte del evento cultural más importante de Granada. Pero son muchas las voces que denuncian que el Festival Internacional de Música y Danza abandona irremediablemente el espíritu que lo vio nacer. Un espíritu que apostaba por convertirlo en uno de los más importantes del mundo.
Otro argumento muy utilizado es que el deseo de despojarlo de su aureola elitista y excluyente lo está convirtiendo en un Festival de segunda categoría.
Los más expertos, aquellos que disfrutaron con la maestría de Rubinstein y Andrés Segovia, con Rosario y Antonio, con el maestro Rodrigo, Margot Fonteyn, Ataulfo Argenta y tantas primeras figuras, se desesperan porque «esto ya no es lo que era».
La apuesta del Festival por la pluralidad de ofertas y espectáculos gratuitos en múltiples escenarios, antes que por la contratación de las grandes figuras internacionales de la música y la danza, también cuenta con muchos adeptos. El último argumento para la polémica lo ha lanzado la Ministra de Cultura. Su deseo de incorporar el rock al Festival suscita todo tipo de opiniones.
El compositor José García Román, Premio Nacional de Música, asegura «ignorar el contexto en el que se produjo la intervención de Carmen Calvo, pero la ministra de Cultura conoce los orígenes y la trayectoria del Festival, con unas señas de identidad muy claras, que fue durante años muestra excepcional para España y Europa».
En opinión de García Román, también director de la Academia de Bellas Artes de Granada, «aunque parte de la orientación de la programación de nuestro Festival está cambiando -ahora vive un momento de revitalización y creo que con el objetivo de recuperar la excepcionalidad (no hay que olvidar que compite con otros festivales con más dotación económica), y potenciar el enriquecimiento de dicha programación-, es evidente para mí que el rock, de igual modo que otras expresiones musicales, no tiene cabida, salvo en casos muy puntuales en los que pueda existir un planteamiento creativo original cercano al concepto actual del Festival granadino. Además, hay que tener sumo cuidado con la dispersión».
Hueco en los trasnoches
Las opiniones respecto a las declaraciones de la ministra son dispares. Reynaldo Fernández Manzano, director del Centro de Documentación Musical de Andalucía, cree que «toda la música forma parte de nuestra cultura y los trasnoches del Festival acogen, precisamente, otras músicas. Por tanto, también puede caber el rock en momentos como los trasnoches, y abierto a gente más joven. Así ocurre en el Festival de Música Española de Cádiz, que por las noches se abre al jazz, al rock, al flamenco, etc…».
Francis Cubero, promotor musical y director del Espárrago Rock, se adelantó hace dos años a Carmen Calvo presentando un proyecto en esta línea a Enrique Gámez, director del Festival de Música. «No se llegó a poner en práctica, pero intentábamos una programación paralela dedicada a músicos jóvenes que hicieran música rock interpretada con instrumentos clásicos, o trabajaran de alguna manera en este sentido, porque actualmente hay muchos grupos jóvenes que lo hacen. Por ejemplo, unos finlandeses (Apocalyptica) que con cuatro chelos versionan a Metallica», explica. «Es bueno que el Festival -añade- se abra a más géneros en una ciudad como Granada, que es referente de la clásica pero también de la música rock. Lo considero una buena forma de captar más público».
Ángela Barrios, hija del compositor Ángel Barrios y ahijada de Manuel de Falla, no está de acuerdo con la apertura del Festival al rock. «No me parece bien porque no es música de la misma altura, sino de otro tipo. En la Plaza de Toros está muy bien que se hagan conciertos de rock, pero no dentro de la programación del Festival de Música. Es mejor profundizar en la clásica, como ha sido siempre».
De idéntica manera opina Hilario Aranda, que dirigió el Centro Cultural Manuel de Falla durante el mandato tripartito en el Ayuntamiento. «El ámbito en el que nació el Festival estaba vinculado a la música clásica y al flamenco; no creo que deba cambiar sino profundizar en su esencia, sin mezclarse con el rock. El Festival de Granada deber ser una referencia por su calidad, pero no por cuestiones como incluir el rock en su programación».
Una persona vinculada al mundo musical granadino desde hace años es Jorge de Persia, por su trabajo de crítico en diferentes medios de comunicación, y su paso como director por el Archivo Manuel de Falla. «Me pareció excelente que el Festival se abriera a artistas como Enrique Morente o Paco de Lucía. No tengo nada en contra del rock, pero no es música de concierto. ¿Quieren hacer del palacio de Carlos V una pista de baile?», se pregunta. «El rock es una música muy importante, que pronto pasará a la categoría de clásica, pero no lo entiendo en el ámbito del Festival de Granada que, además, ya está abierto a todos los públicos, por lo que no necesita del rock para una mayor popularidad».
Antonio Gallego Morell, ex rector de la Universidad de Granada y gran conocedor del Festival -su padre, Antonio Gallego Burín, fue uno de los mayores impulsores del Festival durante su mandato como alcalde en la primera mitad del siglo XX- opina que «el rock es una cosa muy digna pero no encaja en el Festival de Granada. Ningún Festival de Música Clásica de Europa está abierto al rock, no sé por qué el de Granada debe abrirse. No se puede comparar el rock con una sinfonía como la Novena de Beethoven».
Sin embargo, el delegado de Cultura, José Antonio Pérez Tapias, cree que «no hay forma de expresión musical canónica. Los criterios principales son de calidad, si en algún momento tenemos algo de rock con suficiente calidad podría incluirse el rock, que por otra parte tiene una trayectoria que ya puede considerarse clásica. Pero la calidad es lo que debe primar en el Festival».
El concejal de Cultura municipal, Juan García Montero, cree que «el Festival debe estar abierto a todo, pero sobre todo debe reforzar sus señas de identidad propias». Para el edil, «los experimentos, con gaseosa».
Remedios Murillo, de Mujeres por Granada, prima ante todo la calidad del Festival. «El rock ya tiene sus propias parcelas, pero lo más importante es la calidad, que está descendiendo de una manera escandalosa en Granada. Nos estamos vendiendo a la mediocridad, tanto el Festival como la programación del Auditorio Falla».
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