– Saramago dijo sí
El escritor portugués y la periodista granadina Pilar del Río se vuelven a casar 20 años después, esta vez en Castril
EL premio Nobel de Literatura José Saramago y su traductora al castellano, la periodista granadina Pilar del Río, se han vuelto a casar 20 años después de hacerlo por primera vez en la casa que el escritor tiene en Lisboa. Aunque aquel fue un casamiento totalmente válido, la pareja olvidó comunicarlo a la embajada española para legalizarlo en España. Ayer completaron este trámite en Castril de la Peña, el bello pueblo de donde es natural la novia y del que el Nobel luso es hijo adoptivo por motivos obvios.
«¿Claro que quiero!»
El alcalde de la localidad, el socialista José Juan Mar, buen amigo de la pareja, ofició el enlace ante un reducido número de invitados, entre los que se encontraba el empresario y showman Emilio Aragón. El primero en llegar fue el novio, que a sus 84 años se mostraba como un niño con zapatos nuevos. Embutido en un elegante traje gris, Saramago subió directamente al despacho del alcalde donde esperó a Pilar. La novia, vestida con un elegante traje blanco de chaqueta corta, portaba un sencillo ramo de margaritas que durante la ceremonia dejó sobre la mesa cambiándolo por un abanico rosa con el que sofocar el calor.
En el momento cumbre, cuando el alcalde preguntó a Saramago si quería por esposa a Pilar del Río, el escritor dejó pasar unos segundos de suspense antes del sí. Su pareja respondió con un elocuente «¿Claro que quiero!».
Como mandan los cánones, ambos contrayentes se besaron y abrazaron ante un público jaleoso que les animaba a más. Al finalizar la ceremonia la novia pensó en lanzar el ramo hacia donde estaban sus 14 hermanos, pero decidió entregárselo directamente al alcalde a la vez que le decía «que te cases pronto».
Los ya marido y mujer en España abandonaron emocionados el Ayuntamiento, a cuyas puertas les esperaba un nutrido número de vecinos y curiosos que se unieron a los aplausos que los invitados dedicaron a Pilar y José quienes se intentaban proteger de los granos de arroz que caían sobre sus cabezas. Los novios, felices como todos los recién casados, saludaron reiteradas veces haciendo extensiva su alegría a todo el mundo.
Bellas palabras
La periodista Mercedes de Pablos, amiga del matrimonio, dedicó unas emotivas palabras en las que contó cómo se conocieron los novios. «Se encontraron sin buscarse en las páginas de un libro (Memorial del Convento). Ella untó de saliva su dedo y, al pasar la última página, borró el punto y final».
De Pablos recordó también cómo Pilar, por motivos de trabajo, fue a Lisboa a entrevistar a José Saramago y el escritor la acompañó a recorrer la ruta de Pessoa y, entre otras lugares, visitaron la tumba del poeta y el rincón donde está escrito el verso que ella había leído. Poco después de aquel primer encuentro comenzaron a escribirse hasta que surgió el amor, un amor cimentado también en las muchas letras que se intercambiaron. Desde entonces mantienen un intenso romance que ayer volvieron a ratificar formalmente ante las leyes españolas. La ceremonia no fue tan íntima como se había previsto, pues minutos antes el rector David Aguilar y el propio Saramago habían presentado la cátedra que con el nombre del escritor portugués ha creado la universidad granadina. Lógicamente los medios de comunicación presentes acudieron también a la ceremonia. No estaba previsto su asistencia pero no hubo impedimento alguno para que estuvieran presentes en el pequeño salón de plenos.
Entre los invitados, el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, el secretario provincial del PSOE, Francisco Álvarez de la Chica, además del propio rector o José Ramón Martínez, alcalde de Orce.
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