Los expertos buscan la fosa de Lorca en tres áreas del parque de Alfacar
Un equipo de cinco expertos del Instituto Andaluz de Geofísica coordinados por José Antonio Peña trabaja desde el pasado lunes para localizar en dos parajes muy cercanos -el Parque García Lorca de Alfacar y El Caracolar- la fosa común más investigada de todos los desaparecidos de la guerra civil y el franquismo.
Es la que contiene los restos de Federico García Lorca, el maestro republicano Dióscoro Galindo, los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas y, según ha indicado recientemente la Junta de Andalucía, el inspector municipal de abastos Fermín Roldán y el restaurador granadino Miguel Cobo Vílchez.
Los expertos, que estuvieron acompañados en la mañana de ayer por el comisario para la recuperación de la Memoria Histórica, Juan Gallo, delimitaron y acotaron una zona de 300 metros cuadrados de terreno del Parque García Lorca de Alfacar después de estudiar el subsuelo con georradares -aparatos que emiten impulsos electromagnéticos de corta duración- y GPS móviles, que sitúan en superficie el punto exacto en el que existe una anomalía del terreno en los estratos de la tierra, bien por un movimiento natural o alguna intervención humana.
Según explicó el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada, Rafael Gil Bracero, los científicos «encontraron alguna anomalía del terreno en la zona que parte desde delante del monolito alzado en memoria del poeta hacia arriba». O lo que es lo mismo, en el lugar señalado hace tres décadas por el hispanista Ian Gibson: a unos diez metros del olivo, cinco del monolito y tres de la acequia.
El biógrafo de Lorca se basó, para sostener tal hipótesis, en la conversación que mantuvo en su momento con el enterrador, conocido como Manolo el comunista, que fue quien le puso en contacto con Agustín Penón, que contó lo mismo que Gibson anteriormente.
Tras los perfiles realizados con los georradares se han marcado tres zonas en el parque homónimo del poeta y otra en el Caracolar, al otro lado de la carretera que conduce a Víznar. Porque, a pesar de que durante tres décadas siempre ha habido consenso acerca de que la fosa de Lorca estaría situada en la primera ubicación, los expertos proseguirán los trabajos mañana en el otro paraje, situado a 430 metros al sureste del punto señalado por el investigador irlandés.
Las coordenadas de esta segunda ubicación se desprenden de las investigaciones llevadas a cabo por Eduardo Molina Fajardo y Agustín Penón, esta última recogida por Marta Osorio en su libro Miedo, Olvido y Fantasía.
El equipo de geólogos, dependiente de la Universidad de Granada (UGR) peinarán en la jornada de hoy esta zona con georradares y tienen previsto finalizar la búsqueda en tres días. En tres semanas se espera que los expertos finalicen el informe que posibilitará iniciar los trabajos de excavación a finales del mes de octubre, tal y como prevé la ARMH.
El entorno, que está siendo vigilado por personal de seguridad privada, será vallado en las próximas horas para garantizar el correcto desarrollo de los trabajos, ha explicado Gil Bracero y se prevé que en unos días se coloque una carpa que otorgará la máxima privacidad a los trabajos que se lleven a cabo.
El inicio de estos trabajos preliminares a la próxima apertura de la fosa de Alfacar coincide con la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) -el pasado lunes- de la resolución por la que se decretó la ampliación en diez días hábiles del plazo de alegaciones para la exhumación del enterramiento común. La ampliación se produjo después de que la familia Lorca solicitara a la Consejería de Justicia el expediente administrativo abierto a mediados de julio para proceder a la exhumación.
Para que la exhumación pueda llevarse a cabo a finales de octubre, el convenio a cinco bandas entre la Junta, el Ayuntamiento de Alfacar, la Diputación Provincial, la Universidad granadina y la ARMH se firmará a mediados del próximo mes.
Entonces se conocerá el equipo multidisciplinar que acometerá la exhumación de la fosa y que nada tiene que ver con el que en estos momentos realiza las prospecciones para localizarla. Este último mantiene un contrato de confidencialidad con la Junta de Andalucía, promotora de la actuación, por lo que ayer rehusó ofrecer algún tipo de información sobre los trabajos que desarrolla.
En cuanto al protocolo -la norma legal- para llevar a cabo la apertura de la fosa y que a partir de ahora estandarizará las próximas actuaciones en Andalucía, fuentes consultadas por este periódico indicaron que la orden por la que se publicará ya fue enviada a BOJA la semana pasada, por lo que se conocerá la semana que viene.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada ha solicitado la exhumación de los restos de Galadí, a petición de su nieto, del mismo nombre que su abuelo.
En el caso de la familia Galindo, el conflicto de intereses entre Nieves García Catalán -acogida desde muy pequeña por los hijos del maestro, que reclama los restos- y Nieves Galindo -su hermanastra y nieta del republicano, que se opone a la exhumación- ha sido resuelto por Justicia al determinar que la exhumación de su antepasado no se llevará a cabo.
Joaquín Arcollas no dejó descendencia, si bien la CGT-A ha solicitado sus restos al considerarse su familia ideológica, así como la Unión Nacional de Banderilleros, que ha presentado una alegación en Justicia con la misma finalidad.
Según se ha conocido en las últimas semanas, junto a ellos también estarían enterrados Fermín Roldán y Miguel Cobo Vílchez, cuyas familias se han sumado a la petición de apertura de la fosa.
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