Los ladrones deciden robar en una casa según cuente o no con alarma antirrobo

Los ladrones deciden robar en una casa según cuente o no con alarma antirrobo

Dejar algunas luces de la casa encendidas o pedir a un vecino que vacíe el buzón para evitar un robo son medidas preventivas pero no tan efectivas como instalar una alarma antirrobo, según un estudio, que revela que los ladrones consideran este dispositivo como una de las claves para cometer o no el hurto.
Esta investigación, elaborada por las universidades de Granada y Cambridge, compara el modo de razonar de los ladrones a la hora de decidir cometer un delito con el de los policías y los ciudadanos, quienes consideran que el acceso a la vivienda es el factor que mejor predice la posibilidad de un robo.
Para el estudio se seleccionó una muestra de 120 personas, compuesta por 40 delincuentes, 40 policías expertos en casos de robo y 40 estudiantes no familiarizados con el ámbito de la delincuencia.
Los participantes debían responder a un cuestionario que planteaba algunas de las claves que pueden predecir la probabilidad de robo en un inmueble, como tener el buzón de correos lleno o vacío, que las luces estén encendidas o no, el cuidado de las plantas o que la vivienda sea un piso o una casa.
Los resultados ponen de manifiesto que los ladrones consideran la alarma antirrobo como la clave de mayor poder predictivo, mientras que los policías y ciudadanos estiman que una casa tiene más riesgo de ser robada si se puede acceder a su interior fácilmente.
Este estudio ha sido desarrollado por las investigadoras Rocío García-Retamero, del Departamento de Psicología Experimental y Fisiológica del Comportamiento de la Universidad de Granada, y Mandeep K. Dhabi, del Instituto de Criminología del centro universitario de Cambridge, en Reino Unido.
Las investigadoras han considerado que este trabajo supone una aportación novedosa al estudio de las diferencias entre expertos y noveles, y podría tener implicaciones importantes para la justicia criminal y los modelos de toma de decisiones
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EL AYUNTAMIENTO DE MOTRIL Y UGR CONSTITUYEN UNA COMISIÓN MIXTA PARA LA IMPLANTACIÓN DE LA UNIVERSIDAD EN LA CIUDAD

EL AYUNTAMIENTO DE MOTRIL Y UGR CONSTITUYEN UNA COMISIÓN MIXTA PARA LA IMPLANTACIÓN DE LA UNIVERSIDAD EN LA CIUDAD

El alcalde de Motril, Carlos Rojas, ha recibido esta mañana en el Ayuntamiento de Motril a una delegación de la Universidad de Granada, presidida por su rector, Francisco González Lodeiro, con el objeto de constituir una comisión mixta que concrete las acciones a desarrollar para conseguir definitivamente la implantación de la Universidad de Granada, a través de una sede permanente en nuestra ciudad.

Carlos Rojas ha manifestado estar “muy satisfechos por dar el importante paso de crear una comisión mixta que realice un seguimiento exhaustivo a la puesta en marcha de la Universidad en nuestra ciudad, y así podamos proporcionar una importante oferta educativa, de la que no sólo se beneficiará Motril sino toda la Costa Tropical”.

El proyecto más relevante y de mayor envergadura es el de la creación del futuro Centro de Investigación y Postgrado, que se ubicará en Playa Granada, y que incluye un laboratorio de Ciencias y de Investigación especializado en hidrología, oceanografía y estudios de la atmósfera, además de una residencia de estudiantes, con una plantilla estable de profesorado para impartir cursos de postgrado relativos a dichas materias.

Por su parte, el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, ha indicado que “ambas instituciones tenemos toda la voluntad en traer a Motril una amplia oferta universitaria, donde prime la investigación vinculada con el mar, y esta reunión es el inicio para trabajar de forma decidida para que esto sea una realidad lo antes posible”.

Se trata de un proyecto muy ambicioso desarrollado por el profesor de la Universidad de Granada, Miguel Losada, que va a ser el motor principal para la implantación real de la UGR en nuestra ciudad.

Otros temas importantes que se han abordado en la Comisión Mixta de trabajo son la creación de un Centro de Lenguas Modernas, donde se desarrollarán en un futuro cursos dirigidos tanto al estudio de lenguas extrajeras como el español dirigido a alumnos interesados en aprender nuestra lengua.

Asimismo, se ha debatido la posibilidad de implantar de forma inminente, y como primer paso, un Centro Universitario dotado con personal administrativo y docente, que sirva de enlace con la Universidad y que sea una muestra física de la apuesta y la presencia en Motril, facilitando el desarrollo de cursos de verano, cursos especializados, master etc.

Para concluir, cabe destacar que la Comisión Mixta tendrá un carácter de continuidad, con la celebración de reuniones periódicas en las que se irán concretando y desarrollando todos los pasos a seguir con el único objetivo de acelerar al máximos las actuaciones que la UGR llevará a cabo en nuestra ciudad.

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Los ladrones deciden robar en una casa según cuente o no con alarma antirrobo

Los ladrones deciden robar en una casa según cuente o no con alarma antirrobo

Dejar algunas luces de la casa encendidas o pedir a un vecino que vacíe el buzón para evitar un robo son medidas preventivas pero no tan efectivas como instalar una alarma antirrobo, según un estudio, que revela que los ladrones consideran este dispositivo como una de las claves para cometer o no el hurto.
Esta investigación, elaborada por las universidades de Granada y Cambridge, compara el modo de razonar de los ladrones a la hora de decidir cometer un delito con el de los policías y los ciudadanos, quienes consideran que el acceso a la vivienda es el factor que mejor predice la posibilidad de un robo.
Para el estudio se seleccionó una muestra de 120 personas, compuesta por 40 delincuentes, 40 policías expertos en casos de robo y 40 estudiantes no familiarizados con el ámbito de la delincuencia.
Los participantes debían responder a un cuestionario que planteaba algunas de las claves que pueden predecir la probabilidad de robo en un inmueble, como tener el buzón de correos lleno o vacío, que las luces estén encendidas o no, el cuidado de las plantas o que la vivienda sea un piso o una casa.
Los resultados ponen de manifiesto que los ladrones consideran la alarma antirrobo como la clave de mayor poder predictivo, mientras que los policías y ciudadanos estiman que una casa tiene más riesgo de ser robada si se puede acceder a su interior fácilmente.
Este estudio ha sido desarrollado por las investigadoras Rocío García-Retamero, del Departamento de Psicología Experimental y Fisiológica del Comportamiento de la Universidad de Granada, y Mandeep K. Dhabi, del Instituto de Criminología del centro universitario de Cambridge, en Reino Unido.
Las investigadoras han considerado que este trabajo supone una aportación novedosa al estudio de las diferencias entre expertos y noveles, y podría tener implicaciones importantes para la justicia criminal y los modelos de toma de decisiones
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Investigadores andaluces participan en una red para estudiar la distribución de los terremotos

Investigadores andaluces participan en una red para estudiar la distribución de los terremotos

El terremoto de 5,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que se ha sentido en Huelva y Sevilla esta madrugada ha sido registrado por las estaciones sísmicas integradas en el proyecto TOPO-IBERIA. Se trata de una investigación nacional en la que participan las universidades de Granada, Jaén, Cádiz y Pablo de Olavide, junto con el Real Observatorio de la Armada, que persigue obtener información sobre movimientos de la superficie terrestre y la distribución de la sismicidad en la Península Ibérica y el Norte de Marruecos.

Para ello, este proyecto del programa CONSOLIDER del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ocupará del despliegue y funcionamiento de la red sísmica y de GPS (Global Positioning System) en Andalucía, así como de la adquisición de datos geológicos de diverso tipo, que permitan evaluar la actividad tectónica más reciente y la actual en la Cordillera Bética y su entorno, como en el caso del terremoto de la pasada madrugada.

En concreto, las estaciones sísmicas estudiarán qué ocurre en la corteza terrestre a nivel profundo, mientras que los GPS miden movimientos superficiales. El proyecto ha distribuido cuarenta estaciones sísmicas por todo el territorio español, que se irán desplazando de Sur a Norte. Además, los investigadores han buscado 26 ubicaciones permanentes para estaciones de GPS.
Con estas últimas, se persigue analizar el movimiento de la superficie terrestre, es decir, la elevación o, en su caso, el hundimiento y/o movimiento lateral que puedan sufrir los puntos del terreno seleccionados. Este desplazamiento es previsiblemente lento, del orden de un milímetro o menos por año, con lo que los efectos se observarán sólo a largo plazo. El proyecto contempla 26 estaciones permanentes de este tipo, de las cuales 9 se ubican en Andalucía. En Granada, se ha instalado una en Sierra Nevada y otra en la Sierra de Los Guájares, cerca de la costa.

Participación andaluza
Cada grupo andaluz tiene su cometido dentro del proyecto. Así, el equipo de Geodesia está integrado por investigadores de la Universidad de Jaén y del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, que se encargan de controlar la red de GPS.
Por su parte, los investigadores de las universidades de Granada, Pablo de Olavide y Cádiz se ocupan de la adquisición de todo tipo de datos geológicos, de la realización de los perfiles magneto-telúricos y todo lo relativo a sismicidad (despliegue de estaciones sísmicas y adquisición de datos).
El equipo andaluz se integra entre los 140 científicos de diversas universidades y centros de investigación de toda España, que trabajan en establecer un marco científico-tecnológico en el que desarrollar de manera integrada estudios multidisciplinares en el ‘micro-continente’ que constituye la Península Ibérica y sus márgenes. Esta zona puede considerarse como un laboratorio natural idóneo para comprender la interacción entre procesos geológicos profundos y superficiales. De ahí que el proyecto integre investigaciones en geología, geofísica y geodesia.
Dada la diversidad geológica de la Península Ibérica, se han diferenciado tres zonas de actuación: el sistema Pirenaico-Cantábrico al norte, el área central y el sistema bético-rifeño al sur. Precisamente esta última franja es el objeto de estudio de los investigadores andaluces. “Constituye el sector más activo de España, como muestra su sismicidad, tanto en el número de terremotos como en la magnitud de éstos”, explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Antonio Azor.
En un territorio con tanta actividad como Andalucía y el Norte de Marruecos, los científicos se afanan en cuantificar los procesos geológicos activos, tanto los perceptibles por todos -terremotos o deslizamientos-, como los que requieren de una mirada más experta, como el encajamiento de los ríos o el levantamiento del relieve. “Es importante saber a qué velocidad están ocurriendo estos cambios, ya que eso nos da una idea del proceso de transformación geológica que está sufriendo la Península”, matiza el investigador del departamento de Geodinámica.

Mejorar el conocimiento de la sismicidad
Los datos recogidos durante los cinco años que durará el proyecto quedarán almacenados en una base de datos, lo que supondrá una fuente esencial para conocer mejor el comportamiento sísmico, reológico y geológico de la corteza en el Sur de la Península.
Hasta ahora, los investigadores han demostrado que los terremotos en la Cordillera Bética ocurren de forma continua y son de pequeña magnitud, pero es difícil localizar las fallas que los producen. Por ello, la ingente cantidad de información recogida por las estaciones sísmicas permitirá conocer mejor la distribución de la sismicidad, lo que puede ayudar en combinación con las características geotécnicas del terreno a planificar las grandes obras públicas.

“Ahora tenemos errores importantes en el cálculo de las profundidades a que ocurren los terremotos”, reconoce Azor. Si se llegan a conocer con más certeza las fuentes de los terremotos, es decir, las fallas que los producen, y se investiga el nivel de amplificación de las ondas sísmicas en cada tipo de material, será más fácil construir edificaciones más seguras y adecuadas a las características de cada zona.

Andalucía sísmica
Andalucía cuenta con unas peculiaridades que la convierten en un área sensible a los terremotos. Por un lado, su localización geodinámica en la zona de contacto entre las placas Euroasiática y Africana, hace que los movimientos sean continuos. A esto se añade su historia sísmica, ya que ha sufrido varios terremotos destructores. En el Sur-Este peninsular, existe un gran arco imaginario donde la actividad sísmica es más probable. Se trata de una banda que comenzaría en Gibraltar y pasaría por Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante. Los antecedentes históricos de esta franja y su localización le otorgan una especial ‘sensibilidad’ a los seísmos. Además, Andalucía está influida por los efectos de los terremotos que se producen en el Cabo de San Vicente, como el de la pasada madrugada, localizado en esta zona, a 240 kilómetros de Ayamonte (Huelva).
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Los edificios de Granada, más seguros ante los terremotos

Los edificios de Granada, más seguros ante los terremotos

La Universidad de Granada y la constructora andaluza Heliopol, perteneciente al Grupo Rusvel han firmado un convenio de colaboración tecnológica para la investigación y desarrollo de un sistema para disipar la energía sísmica en las construcciones. La constructora, especializada en obras públicas, gracias a esta colaboración tecnológica con la Universidad, podrá explotar este sistema en las obras que desarrolle a partir de ahora.

El proyecto, diseñado por Amadeo Benavent, profesor adscrito al Departamento de Mecánica de Estructuras e Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Granada, se basa en la aplicación a la industria de la construcción de dos patentes sobre disipadores de energía sísmica.

La vicerrectora de Política Científica e Investigación de la UGR, María Dolores Suárez, ha destacado que este acuerdo «concreta una nueva línea de promoción de los resultados de investigación generados en el seno de la Universidad de Granada, a través de la cual las empresas podrán invertir en el desarrollo, mejoras y validaciones de resultados de investigación y a cambio éstas recibirán un porcentaje cuando esos resultados sean transferidos y puestos en el mercado por otras empresas bajo licencia suscrita con la UGR».

Por su parte, el presidente de Rusvel, Miguel Rus, ha explicado que este proyecto «aspira a que las nuevas edificaciones de Granada, que están expuestas a movimientos sísmicos, no se vean afectadas por estos fenómenos», informa la UGR en un comunicado recogido por laopiniondegranada.es.

Para Rus, «la construcción no es sólo ladrillo y hormigón. Es también investigación y progreso». En este sentido, ha destacado que «la apuesta por la innovación es el camino adecuado para crear el nuevo modelo del sector de la construcción que demanda Andalucía y, en general, las sociedades avanzadas».

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El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región
El terremoto de esta madrugada con epicentro en el Cabo de San Vicente ha sido registrado por las estaciones sísmicas integradas en el proyecto TOPO-IBERIA, una investigación que persigue obtener información sobre movimientos de la superficie terrestre y la distribución de la sismicidad en la Península Ibérica y el Norte de Marruecos.

Para ello, este proyecto, en el que participan las universidades de Granada, Jaén, Cádiz y Pablo de Olavide y que está incluido dentro del programa Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ocupa del despliegue y funcionamiento de la red sísmica y de GPS (Global Positioning System) en Andalucía, así como de la adquisición de datos geológicos de diverso tipo, que permitan evaluar la actividad tectónica más reciente y la actual en la Cordillera Bética y su entorno, como en el caso del terremoto de la pasada madrugada.

En concreto, las estaciones sísmicas estudian qué ocurre en la corteza terrestre a nivel profundo, mientras que los GPS miden movimientos superficiales. El proyecto ha distribuido cuarenta estaciones sísmicas por todo el territorio español, que se irán desplazando de Sur a Norte. Además, los investigadores han buscado 26 ubicaciones permanentes para estaciones de GPS, informó la Universidad de Granada en una nota.

Con estas últimas, se persigue analizar el movimiento de la superficie terrestre, es decir, la elevación o, en su caso, el hundimiento y/o movimiento lateral que puedan sufrir los puntos del terreno seleccionados. Este desplazamiento es previsiblemente lento, del orden de un milímetro o menos por año, con lo que los efectos se observarán sólo a largo plazo. El proyecto contempla 26 estaciones permanentes de este tipo, de las cuales 9 se ubican en Andalucía. En Granada, se ha instalado una en Sierra Nevada y otra en la Sierra de Los Guájares, cerca de la costa.

PARTICIPACIÓN ANDALUZA

Cada grupo andaluz tiene su cometido dentro del proyecto. Así, el equipo de Geodesia está integrado por investigadores de la Universidad de Jaén y del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, que se encargan de controlar la red de GPS. Por su parte, los investigadores de las universidades de Granada, Pablo de Olavide y Cádiz se ocupan de la adquisición de todo tipo de datos geológicos, de la realización de los perfiles magneto-telúricos y todo lo relativo a sismicidad (despliegue de estaciones sísmicas y adquisición de datos).

El equipo andaluz se integra entre los 140 científicos de diversas universidades y centros de investigación de toda España, que trabajan en establecer un marco científico-tecnológico en el que desarrollar de manera integrada estudios multidisciplinares en el \’micro-continente\’ que constituye la Península Ibérica y sus márgenes. Esta zona puede considerarse como un laboratorio natural idóneo para comprender la interacción entre procesos geológicos profundos y superficiales. De ahí que el proyecto integre investigaciones en geología, geofísica y geodesia.

Dada la diversidad geológica de la Península Ibérica, se han diferenciado tres zonas de actuación: el sistema Pirenaico-Cantábrico al norte, el área central y el sistema bético-rifeño al sur. Precisamente esta última franja es el objeto de estudio de los investigadores andaluces. «Constituye el sector más activo de España, como muestra su sismicidad, tanto en el número de terremotos como en la magnitud de éstos», explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Antonio Azor.

En un territorio con tanta actividad como Andalucía y el Norte de Marruecos, los científicos se afanan en cuantificar los procesos geológicos activos, tanto los perceptibles por todos –terremotos o deslizamientos–, como los que requieren de una mirada más experta, como el encajamiento de los ríos o el levantamiento del relieve. «Es importante saber a qué velocidad están ocurriendo estos cambios, ya que eso nos da una idea del proceso de transformación geológica que está sufriendo la Península», matiza el investigador del departamento de Geodinámica.

MEJORAR EL CONOCIMIENTO DE LA SISMICIDAD

Los datos recogidos durante los cinco años que durará el proyecto quedarán almacenados en una base de datos, lo que supondrá una fuente esencial para conocer mejor el comportamiento sísmico, reológico y geológico de la corteza en el Sur de la Península.

Hasta ahora, los investigadores han demostrado que los terremotos en la Cordillera Bética ocurren de forma continua y son de pequeña magnitud, pero es difícil localizar las fallas que los producen. Por ello, la ingente cantidad de información recogida por las estaciones sísmicas permitirá conocer mejor la distribución de la sismicidad, lo que puede ayudar en combinación con las características geotécnicas del terreno a planificar las grandes obras públicas.

«Ahora tenemos errores importantes en el cálculo de las profundidades a que ocurren los terremotos», reconoce Azor. Si se llegan a conocer con más certeza las fuentes de los terremotos, es decir, las fallas que los producen, y se investiga el nivel de amplificación de las ondas sísmicas en cada tipo de material, será más fácil construir edificaciones más seguras y adecuadas a las características de cada zona.

ANDALUCÍA SÍSMICA

Andalucía cuenta con unas peculiaridades que la convierten en un área sensible a los terremotos. Por un lado, su localización geodinámica en la zona de contacto entre las placas Euroasiática y Africana, hace que los movimientos sean continuos. A esto se añade su historia sísmica, ya que ha sufrido varios terremotos destructores.

En el Sur-Este peninsular, existe un gran arco imaginario donde la actividad sísmica es más probable. Se trata de una banda que comenzaría en Gibraltar y pasaría por Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante. Los antecedentes históricos de esta franja y su localización le otorgan una especial \’sensibilidad\’ a los seísmos. Además, Andalucía está influida por los efectos de los terremotos que se producen en el Cabo de San Vicente, como el de la pasada madrugada, localizado en esta zona, a 240 kilómetros de Ayamonte (Huelva).
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El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto de esta madrugada con epicentro en el Cabo de San Vicente ha sido registrado por las estaciones sísmicas integradas en el proyecto TOPO-IBERIA, una investigación que persigue obtener información sobre movimientos de la superficie terrestre y la distribución de la sismicidad en la Península Ibérica y el Norte de Marruecos.

Para ello, este proyecto, en el que participan las universidades de Granada, Jaén, Cádiz y Pablo de Olavide y que está incluido dentro del programa Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ocupa del despliegue y funcionamiento de la red sísmica y de GPS (Global Positioning System) en Andalucía, así como de la adquisición de datos geológicos de diverso tipo, que permitan evaluar la actividad tectónica más reciente y la actual en la Cordillera Bética y su entorno, como en el caso del terremoto de la pasada madrugada.

En concreto, las estaciones sísmicas estudian qué ocurre en la corteza terrestre a nivel profundo, mientras que los GPS miden movimientos superficiales. El proyecto ha distribuido cuarenta estaciones sísmicas por todo el territorio español, que se irán desplazando de Sur a Norte. Además, los investigadores han buscado 26 ubicaciones permanentes para estaciones de GPS, informó la Universidad de Granada en una nota.

Con estas últimas, se persigue analizar el movimiento de la superficie terrestre, es decir, la elevación o, en su caso, el hundimiento y/o movimiento lateral que puedan sufrir los puntos del terreno seleccionados. Este desplazamiento es previsiblemente lento, del orden de un milímetro o menos por año, con lo que los efectos se observarán sólo a largo plazo. El proyecto contempla 26 estaciones permanentes de este tipo, de las cuales 9 se ubican en Andalucía. En Granada, se ha instalado una en Sierra Nevada y otra en la Sierra de Los Guájares, cerca de la costa.

PARTICIPACIÓN ANDALUZA

Cada grupo andaluz tiene su cometido dentro del proyecto. Así, el equipo de Geodesia está integrado por investigadores de la Universidad de Jaén y del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, que se encargan de controlar la red de GPS. Por su parte, los investigadores de las universidades de Granada, Pablo de Olavide y Cádiz se ocupan de la adquisición de todo tipo de datos geológicos, de la realización de los perfiles magneto-telúricos y todo lo relativo a sismicidad (despliegue de estaciones sísmicas y adquisición de datos).

El equipo andaluz se integra entre los 140 científicos de diversas universidades y centros de investigación de toda España, que trabajan en establecer un marco científico-tecnológico en el que desarrollar de manera integrada estudios multidisciplinares en el \’micro-continente\’ que constituye la Península Ibérica y sus márgenes. Esta zona puede considerarse como un laboratorio natural idóneo para comprender la interacción entre procesos geológicos profundos y superficiales. De ahí que el proyecto integre investigaciones en geología, geofísica y geodesia.

Dada la diversidad geológica de la Península Ibérica, se han diferenciado tres zonas de actuación: el sistema Pirenaico-Cantábrico al norte, el área central y el sistema bético-rifeño al sur. Precisamente esta última franja es el objeto de estudio de los investigadores andaluces. «Constituye el sector más activo de España, como muestra su sismicidad, tanto en el número de terremotos como en la magnitud de éstos», explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Antonio Azor.

En un territorio con tanta actividad como Andalucía y el Norte de Marruecos, los científicos se afanan en cuantificar los procesos geológicos activos, tanto los perceptibles por todos –terremotos o deslizamientos–, como los que requieren de una mirada más experta, como el encajamiento de los ríos o el levantamiento del relieve. «Es importante saber a qué velocidad están ocurriendo estos cambios, ya que eso nos da una idea del proceso de transformación geológica que está sufriendo la Península», matiza el investigador del departamento de Geodinámica.

MEJORAR EL CONOCIMIENTO DE LA SISMICIDAD

Los datos recogidos durante los cinco años que durará el proyecto quedarán almacenados en una base de datos, lo que supondrá una fuente esencial para conocer mejor el comportamiento sísmico, reológico y geológico de la corteza en el Sur de la Península.

Hasta ahora, los investigadores han demostrado que los terremotos en la Cordillera Bética ocurren de forma continua y son de pequeña magnitud, pero es difícil localizar las fallas que los producen. Por ello, la ingente cantidad de información recogida por las estaciones sísmicas permitirá conocer mejor la distribución de la sismicidad, lo que puede ayudar en combinación con las características geotécnicas del terreno a planificar las grandes obras públicas.

«Ahora tenemos errores importantes en el cálculo de las profundidades a que ocurren los terremotos», reconoce Azor. Si se llegan a conocer con más certeza las fuentes de los terremotos, es decir, las fallas que los producen, y se investiga el nivel de amplificación de las ondas sísmicas en cada tipo de material, será más fácil construir edificaciones más seguras y adecuadas a las características de cada zona.

ANDALUCÍA SÍSMICA

Andalucía cuenta con unas peculiaridades que la convierten en un área sensible a los terremotos. Por un lado, su localización geodinámica en la zona de contacto entre las placas Euroasiática y Africana, hace que los movimientos sean continuos. A esto se añade su historia sísmica, ya que ha sufrido varios terremotos destructores.

En el Sur-Este peninsular, existe un gran arco imaginario donde la actividad sísmica es más probable. Se trata de una banda que comenzaría en Gibraltar y pasaría por Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante. Los antecedentes históricos de esta franja y su localización le otorgan una especial \’sensibilidad\’ a los seísmos. Además, Andalucía está influida por los efectos de los terremotos que se producen en el Cabo de San Vicente, como el de la pasada madrugada, localizado en esta zona, a 240 kilómetros de Ayamonte (Huelva).
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El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

Para ello, este proyecto, en el que participan las universidades de Granada, Jaén, Cádiz y Pablo de Olavide y que está incluido dentro del programa Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ocupa del despliegue y funcionamiento de la red sísmica y de GPS (Global Positioning System) en Andalucía, así como de la adquisición de datos geológicos de diverso tipo, que permitan evaluar la actividad tectónica más reciente y la actual en la Cordillera Bética y su entorno, como en el caso del terremoto de la pasada madrugada.

En concreto, las estaciones sísmicas estudian qué ocurre en la corteza terrestre a nivel profundo, mientras que los GPS miden movimientos superficiales. El proyecto ha distribuido cuarenta estaciones sísmicas por todo el territorio español, que se irán desplazando de Sur a Norte. Además, los investigadores han buscado 26 ubicaciones permanentes para estaciones de GPS, informó la Universidad de Granada en una nota.

Con estas últimas, se persigue analizar el movimiento de la superficie terrestre, es decir, la elevación o, en su caso, el hundimiento y/o movimiento lateral que puedan sufrir los puntos del terreno seleccionados. Este desplazamiento es previsiblemente lento, del orden de un milímetro o menos por año, con lo que los efectos se observarán sólo a largo plazo. El proyecto contempla 26 estaciones permanentes de este tipo, de las cuales 9 se ubican en Andalucía. En Granada, se ha instalado una en Sierra Nevada y otra en la Sierra de Los Guájares, cerca de la costa.

Participación andaluza

Cada grupo andaluz tiene su cometido dentro del proyecto. Así, el equipo de Geodesia está integrado por investigadores de la Universidad de Jaén y del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, que se encargan de controlar la red de GPS. Por su parte, los investigadores de las universidades de Granada, Pablo de Olavide y Cádiz se ocupan de la adquisición de todo tipo de datos geológicos, de la realización de los perfiles magneto-telúricos y todo lo relativo a sismicidad (despliegue de estaciones sísmicas y adquisición de datos).

El equipo andaluz se integra entre los 140 científicos de diversas universidades y centros de investigación de toda España, que trabajan en establecer un marco científico-tecnológico en el que desarrollar de manera integrada estudios multidisciplinares en el \’micro-continente\’ que constituye la Península Ibérica y sus márgenes. Esta zona puede considerarse como un laboratorio natural idóneo para comprender la interacción entre procesos geológicos profundos y superficiales. De ahí que el proyecto integre investigaciones en geología, geofísica y geodesia.

Dada la diversidad geológica de la Península Ibérica, se han diferenciado tres zonas de actuación: el sistema Pirenaico-Cantábrico al norte, el área central y el sistema bético-rifeño al sur. Precisamente esta última franja es el objeto de estudio de los investigadores andaluces. «Constituye el sector más activo de España, como muestra su sismicidad, tanto en el número de terremotos como en la magnitud de éstos», explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Antonio Azor.

En un territorio con tanta actividad como Andalucía y el Norte de Marruecos, los científicos se afanan en cuantificar los procesos geológicos activos, tanto los perceptibles por todos —terremotos o deslizamientos—, como los que requieren de una mirada más experta, como el encajamiento de los ríos o el levantamiento del relieve. «Es importante saber a qué velocidad están ocurriendo estos cambios, ya que eso nos da una idea del proceso de transformación geológica que está sufriendo la Península», matiza el investigador del departamento de Geodinámica.

Mejorar el conocimiento de la sismicidad

Los datos recogidos durante los cinco años que durará el proyecto quedarán almacenados en una base de datos, lo que supondrá una fuente esencial para conocer mejor el comportamiento sísmico, reológico y geológico de la corteza en el Sur de la Península.

Hasta ahora, los investigadores han demostrado que los terremotos en la Cordillera Bética ocurren de forma continua y son de pequeña magnitud, pero es difícil localizar las fallas que los producen. Por ello, la ingente cantidad de información recogida por las estaciones sísmicas permitirá conocer mejor la distribución de la sismicidad, lo que puede ayudar en combinación con las características geotécnicas del terreno a planificar las grandes obras públicas.

«Ahora tenemos errores importantes en el cálculo de las profundidades a que ocurren los terremotos», reconoce Azor. Si se llegan a conocer con más certeza las fuentes de los terremotos, es decir, las fallas que los producen, y se investiga el nivel de amplificación de las ondas sísmicas en cada tipo de material, será más fácil construir edificaciones más seguras y adecuadas a las características de cada zona.

Andalucía sísmica

Andalucía cuenta con unas peculiaridades que la convierten en un área sensible a los terremotos. Por un lado, su localización geodinámica en la zona de contacto entre las placas Euroasiática y Africana, hace que los movimientos sean continuos. A esto se añade su historia sísmica, ya que ha sufrido varios terremotos destructores.

En el Sur-Este peninsular, existe un gran arco imaginario donde la actividad sísmica es más probable. Se trata de una banda que comenzaría en Gibraltar y pasaría por Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante. Los antecedentes históricos de esta franja y su localización le otorgan una especial \’sensibilidad\’ a los seísmos. Además, Andalucía está influida por los efectos de los terremotos que se producen en el Cabo de San Vicente, como el de la pasada madrugada, localizado en esta zona, a 240 kilómetros de Ayamonte (Huelva).
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El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto sentido en Andalucía permitirá a los investigadores mejorar el conocimiento de la sismicidad de la región

El terremoto de esta madrugada con epicentro en el Cabo de San Vicente ha sido registrado por las estaciones sísmicas integradas en el proyecto TOPO-IBERIA, una investigación que persigue obtener información sobre movimientos de la superficie terrestre y la distribución de la sismicidad en la Península Ibérica y el Norte de Marruecos.

Para ello, este proyecto, en el que participan las universidades de Granada, Jaén, Cádiz y Pablo de Olavide y que está incluido dentro del programa Consolider del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ocupa del despliegue y funcionamiento de la red sísmica y de GPS (Global Positioning System) en Andalucía, así como de la adquisición de datos geológicos de diverso tipo, que permitan evaluar la actividad tectónica más reciente y la actual en la Cordillera Bética y su entorno, como en el caso del terremoto de la pasada madrugada.

En concreto, las estaciones sísmicas estudian qué ocurre en la corteza terrestre a nivel profundo, mientras que los GPS miden movimientos superficiales. El proyecto ha distribuido cuarenta estaciones sísmicas por todo el territorio español, que se irán desplazando de Sur a Norte. Además, los investigadores han buscado 26 ubicaciones permanentes para estaciones de GPS, informó la Universidad de Granada en una nota.

Con estas últimas, se persigue analizar el movimiento de la superficie terrestre, es decir, la elevación o, en su caso, el hundimiento y/o movimiento lateral que puedan sufrir los puntos del terreno seleccionados. Este desplazamiento es previsiblemente lento, del orden de un milímetro o menos por año, con lo que los efectos se observarán sólo a largo plazo. El proyecto contempla 26 estaciones permanentes de este tipo, de las cuales 9 se ubican en Andalucía. En Granada, se ha instalado una en Sierra Nevada y otra en la Sierra de Los Guájares, cerca de la costa.

PARTICIPACIÓN ANDALUZA

Cada grupo andaluz tiene su cometido dentro del proyecto. Así, el equipo de Geodesia está integrado por investigadores de la Universidad de Jaén y del Real Observatorio de la Armada de San Fernando, que se encargan de controlar la red de GPS. Por su parte, los investigadores de las universidades de Granada, Pablo de Olavide y Cádiz se ocupan de la adquisición de todo tipo de datos geológicos, de la realización de los perfiles magneto-telúricos y todo lo relativo a sismicidad (despliegue de estaciones sísmicas y adquisición de datos).

El equipo andaluz se integra entre los 140 científicos de diversas universidades y centros de investigación de toda España, que trabajan en establecer un marco científico-tecnológico en el que desarrollar de manera integrada estudios multidisciplinares en el \’micro-continente\’ que constituye la Península Ibérica y sus márgenes. Esta zona puede considerarse como un laboratorio natural idóneo para comprender la interacción entre procesos geológicos profundos y superficiales. De ahí que el proyecto integre investigaciones en geología, geofísica y geodesia.

Dada la diversidad geológica de la Península Ibérica, se han diferenciado tres zonas de actuación: el sistema Pirenaico-Cantábrico al norte, el área central y el sistema bético-rifeño al sur. Precisamente esta última franja es el objeto de estudio de los investigadores andaluces. «Constituye el sector más activo de España, como muestra su sismicidad, tanto en el número de terremotos como en la magnitud de éstos», explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Antonio Azor.

En un territorio con tanta actividad como Andalucía y el Norte de Marruecos, los científicos se afanan en cuantificar los procesos geológicos activos, tanto los perceptibles por todos –terremotos o deslizamientos–, como los que requieren de una mirada más experta, como el encajamiento de los ríos o el levantamiento del relieve. «Es importante saber a qué velocidad están ocurriendo estos cambios, ya que eso nos da una idea del proceso de transformación geológica que está sufriendo la Península», matiza el investigador del departamento de Geodinámica.

MEJORAR EL CONOCIMIENTO DE LA SISMICIDAD

Los datos recogidos durante los cinco años que durará el proyecto quedarán almacenados en una base de datos, lo que supondrá una fuente esencial para conocer mejor el comportamiento sísmico, reológico y geológico de la corteza en el Sur de la Península.

Hasta ahora, los investigadores han demostrado que los terremotos en la Cordillera Bética ocurren de forma continua y son de pequeña magnitud, pero es difícil localizar las fallas que los producen. Por ello, la ingente cantidad de información recogida por las estaciones sísmicas permitirá conocer mejor la distribución de la sismicidad, lo que puede ayudar en combinación con las características geotécnicas del terreno a planificar las grandes obras públicas.

«Ahora tenemos errores importantes en el cálculo de las profundidades a que ocurren los terremotos», reconoce Azor. Si se llegan a conocer con más certeza las fuentes de los terremotos, es decir, las fallas que los producen, y se investiga el nivel de amplificación de las ondas sísmicas en cada tipo de material, será más fácil construir edificaciones más seguras y adecuadas a las características de cada zona.

ANDALUCÍA SÍSMICA

Andalucía cuenta con unas peculiaridades que la convierten en un área sensible a los terremotos. Por un lado, su localización geodinámica en la zona de contacto entre las placas Euroasiática y Africana, hace que los movimientos sean continuos. A esto se añade su historia sísmica, ya que ha sufrido varios terremotos destructores.

En el Sur-Este peninsular, existe un gran arco imaginario donde la actividad sísmica es más probable. Se trata de una banda que comenzaría en Gibraltar y pasaría por Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante. Los antecedentes históricos de esta franja y su localización le otorgan una especial \’sensibilidad\’ a los seísmos. Además, Andalucía está influida por los efectos de los terremotos que se producen en el Cabo de San Vicente, como el de la pasada madrugada, localizado en esta zona, a 240 kilómetros de Ayamonte (Huelva).
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Expertos de la UGR identifican una molécula para detectar trastornos de ambigüedad sexual

Expertos de la UGR identifican una molécula para detectar trastornos de ambigüedad sexual

La ambigüedad sexual genital, que dificulta distinguir si los genitales de un niño son masculinos o femeninos y la reversión sexual (hombres XX y mujeres XY), son trastornos más habituales de lo que parece entre seres humanos y dependen del desarrollo de las gónadas (testículos u ovarios), que son los órganos que determinan el sexo de un individuo.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada estudia la influencia de los microARN (o miRNA), unas pequeñas moléculas con importantes funciones en el organismo durante el desarrollo de los gónadas. El estudio, calificado de excelencia por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, e incentivado con 201.636 euros, se podría aplicar para la detección precoz de este tipo de problemas y para la realización de terapia génica en el futuro.

No ha pasado ni una década desde que se comenzó a estudiar la incidencia de los miRNA en la actividad celular del ser humano y, en este tiempo, explica el director del proyecto, Rafael Jiménez, se ha comprobado que se trata de elementos muy poderosos en el control de las proteínas que fabrica cada célula. En este sentido, se apuntaba entonces que eran moléculas que regulan la expresión de cientos de genes, de ahí la decisión de estudiar hasta qué punto están implicados en el control de la determinación del sexo en los mamíferos.

Tras varios años de estudio, los científicos han identificado el primer miRNA implicado en el control de un gen del desarrollo testicular, el gen SOX9. Este miRNA, denominado mir-124, cuya implicación en el control del desarrollo del sistema nervioso también se ha demostrado recientemente, tiene una influencia determinante en el desarrollo sexual de los mamíferos. El grupo de Jiménez esta estudiando su funcionamiento y efectos en ratones. El proceso consiste en introducir una molécula \’extraña\’ en gónadas embrionarias de ratones macho y hembra, que al unirse a mir-124 lo inactivan. Así, comprobaron que cuando mir-124 deja de controlar a SOX9, éste se manifiesta en células en las que no debería hacerlo. Esto provocaría, en este caso, el desarrollo testicular en hembras.

En este sentido, el director del proyecto explica que la función de los miRNAs es silenciar la expresión de los genes que controlan, impidiendo que fabriquen sus respectivas proteínas. Por ello, al eliminar el efecto de mir-124 en las células de hembra antes del desarrollo ovárico, se permite que el gen SOX9 sí fabrique la sustancia responsable del desarrollo testicular. Ésta, explica Miguel Burgos, codirector del proyecto, podría ser la explicación de por qué en algunos casos se producen desajustes en la determinación del sexo de los mamíferos y en un futuro, no muy lejano, posibilitar que a través de la activación o desactivación del miRNA adecuado, se consiga evitar que se produzca este trastorno.

Según explica el doctor Jiménez, los avances, en lo que a determinación sexual se refiere, han sido bastante lentos desde 1990, cuando se identificó el gen controlador maestro SRY, localizado en el cromosoma Y, que sólo portan los hombres, y que es responsable del desarrollo masculino. La investigación posterior, que en principio se presuponía iba a ser rápida, ha experimentado, sin embargo, avances no tan significativos. Es posible que el desconocimiento de la existencia e importancia de los microARN haya sido la causa de la dilación en este campo. Así estas moléculas, que afectan a distintos genes e intervienen en números procesos del desarrollo vital, suponen un campo de estudio amplio y, según los investigadores, con muchas posibilidades.
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La Universidad de Granada colabora en un proyecto tecnológico para prevenir el efecto de los terremotos en las construcciones

La Universidad de Granada colabora en un proyecto tecnológico para prevenir el efecto de los terremotos en las construcciones

El innovador sistema, desarrollado por un profesor de la UGR, se probará en los futuros proyectos de la constructora HELIOPOL

La Universidad de Granada y la constructora andaluza HELIOPOL, perteneciente al Grupo RUSVEL, han firmado un convenio de colaboración tecnológica para la investigación y desarrollo de un sistema para disipar la energí­a sí­smica en las construcciones.

Este proyecto tecnológico ha sido diseñado por Amadeo Benavent, profesor adscrito al Departamento de Mecánica de Estructuras e Ingenierí­a Hidráulica de la Universidad de Granada y se basa en la aplicación a la industria de la construcción de dos patentes sobre disipadores de energí­a sí­smica.

De este modo, la constructora HELIOPOL, especializada en obras públicas, gracias a esta colaboración tecnológica con la Universidad, podrá explotar este sistema en las obras que desarrolle a partir de ahora.

Tras la firma del convenio, la vicerrectora de Polí­tica Cientí­fica e Investigación de la UGR, M ª Dolores Suárez Ortega, destacó que con este acuerdo «se concreta una nueva lí­nea de promoción de los resultados de investigación generados en el seno de la Universidad de Granada, a través de la cual las empresas podrán invertir en el desarrollo, mejoras y validaciones de resultados de investigación y a cambio éstas recibirán un porcentaje cuando esos resultados sean transferidos y puestos en el mercado por otras empresas baja licencia suscrita con la UGR».

Otros edificios

Por su parte, el presidente de RUSVEL, Miguel Rus, explicó que con el proyecto de disipadores de energí­a en el que la Universidad de Granada está trabajando, «se aspira a que las nuevas edificaciones, especialmente las de Granada, ciertamente expuestas a movimientos sí­smicos, no se vean afectadas por estos fenómenos». Rus destacó que, con el tiempo, probablemente también se den las condiciones para aplicar el proyecto a edificios y otras estructuras ya construidas.

Para Rus, «la construcción no es sólo ladrillo y hormigón. Es también investigación y progreso». En este sentido, ha destacado que «la apuesta por la innovación es el camino adecuado para crear el nuevo modelo del sector de la construcción que demanda Andalucí­a y, en general, las sociedades avanzadas».
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Investigadores españoles identifican una molécula para detectar trastornos de ambigüedad sexual

Investigadores españoles identifican una molécula para detectar trastornos de ambigüedad sexual

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada ha identificado una molécula para detectar trastornos de ambigüedad sexual, tras estudiar la influencia de los microARN (o miRNA), unas pequeñas moléculas con importantes funciones en el organismo durante el desarrollo de los gónadas.

En una nota, Andalucía Innova explicó que la ambigüedad sexual genital, que dificulta distinguir si los genitales de un niño son masculinos o femeninos y la reversión sexual (hombres XX y mujeres XY), son trastornos «más habituales de lo que parece entre seres humanos y dependen del desarrollo de las gónadas» (testículos u ovarios), que son los órganos que determinan el sexo de un individuo.

El estudio, calificado de excelencia por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía e incentivado con 201.636 euros, se podría aplicar para la detección precoz de este tipo de problemas y para la realización de terapia génica en el futuro.

Tras varios años de estudio, los científicos han identificado el primer miRNA implicado en el control de un gen del desarrollo testicular, el gen SOX9. Este miRNA, denominado mir-124, cuya implicación en el control del desarrollo del sistema nervioso también se ha demostrado recientemente, tiene una influencia «determinante» en el desarrollo sexual de los mamíferos, según el director del proyecto, Rafael Jiménez.

El grupo está estudiando su funcionamiento y efectos en ratones en un proceso consistente en introducir una molécula «extraña» en gónadas embrionarias de ratones macho y hembra, que al unirse a mir-124 lo inactivan. Así, comprobaron que cuando mir-124 deja de controlar a SOX9, «éste se manifiesta en células en las que no debería hacerlo, lo que provocaría, en este caso, el desarrollo testicular en hembras».

En este sentido, el director del proyecto explicó que la función de los miRNA es silenciar la expresión de los genes que controlan, impidiendo que fabriquen sus respectivas proteínas. Por ello, al eliminar el efecto de mir-124 en las células de hembra antes del desarrollo ovárico, «se permite que el gen SOX9 sí fabrique la sustancia responsable del desarrollo testicular».

De este modo, el codirector del proyecto, Miguel Burgos, apuntó que esta puede ser la justificación de por qué en algunos casos se producen «desajustes en la determinación del sexo de los mamíferos y en un futuro, no muy lejano, posibilitar que a través de la activación o desactivación del miRNA adecuado, se consiga evitar que se produzca este trastorno».

Según Jiménez, en cuanto a determinación sexual, los avances han sido «bastante» lentos desde 1990, cuando se identificó el gen controlador maestro SRY, localizado en el cromosoma Y, que portan los hombres y que es responsable del desarrollo masculino.

«La investigación posterior, que en principio se presuponía iba a ser rápida, ha experimentado, sin embargo, avances no tan significativos», añadió el investigador, que mencionó que es «posible que el desconocimiento de la existencia e importancia de los microARN haya sido la causa de la dilación en este campo».
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