La Universidad de Granada participa en un proyecto financiado por la UE sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa en un proyecto financiado por la UE sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa, junto a una cuarentena de institutos europeos, en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea (UE) sobre los gases con efecto invernadero que son liberados a la atmósfera o fijados por la biomasa y los suelos en los montes, denominado GHG Europe.

Según informó la institución educativa, el objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal.

La Unión Europea invertirá siete millones de euros para los próximos tres años y medio mientras que las contribuciones de los Estados Miembros y de las universidades y centros de investigación, ascienden a 12 millones de euros. Junto a la UGR también participan en el proyecto, el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha y el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, entre otros.

La finca toledana de los Quintos de Mora, gestionada por Parques Nacionales, acogerá una serie de pruebas que, como afirmó la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen, pretende separar los factores antropogénicos, como el uso del suelo; de los factores naturales, como la variabilidad climática.

Al respecto, el investigador del CIFU Víctor Resco señaló que se trata de «entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero», como factor «esencial» para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar los ecosistemas para mitigar el cambio climático.

Este proyecto reunirá los resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Así, con medidas de más de un centenar de estaciones de toda Europa se cuantificará la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes.

Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante.

Los ecosistemas terrestres fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2 pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones de unos años a otros. Así, desde la UGR subrayan que la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberaron una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.

Este proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas y en las negociaciones tras el Protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Descargar


La Escuela de Madres y Padres de Guadix comparte experiencias vitales con los presos de Albolote

La Escuela de Madres y Padres de Guadix comparte experiencias vitales con los presos de Albolote

La Escuela de Madres y Padres – organizada por la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Guadix con el objetivo de orientar a padres y madres en la educación de sus hijos – retoma esta tarde su actividad y lo hace con una propuesta de gran interés: un encuentro para compartir experiencias con presos de la cárcel de Albolote. La cita es hoy jueves 4 de febrero a las siete de la tarde en el patio del Ayuntamiento accitano. Así lo ha anunciado esta mañana la concejala de Educación, Marina Sánchez, que ha animado a padres y madres a no perderse esta sesión “que nos servirá para conocer qué términos utilizan nuestros hijos y para aprender de las experiencias de las personas que nos visitan”.

Los presos que acuden esta tarde a la ciudad de Guadix vendrán acompañados del párroco de Albolote y de dos voluntarios y disfrutan de un permiso especial para asistir a diferentes foros para dar a conocer sus vivencias y abrir un debate con el público.Como siempre, el encuentro está abierto a todo el que desee asistir, especialmente padres y madres que deseen disponer de la mayor información posible para ayudar y orientar a sus hijos e hijas.

La concejala de Educación, Marina Sánchez, ha dado a conocer además las citas ya cerradas para los próximos meses (que se celebrarán, como es habitual, el primer jueves de cada mes a partir de las siete de la tarde en el patio del Ayuntamiento). Así, para los meses de marzo y abril se tiene prevista la presencia de Mª José Aguilar Cordero, voluntaria de la asociación granadina Hogar 20 y responsable de un estudio de la Universidad de Granada realizado conjuntamente con el Ayuntamiento de Guadix sobre el sobrepeso y la obesidad en niños (en el que ha detectado que hay una relación entre estos problemas y el absentismo escolar). La primera de las conferencias se centrará precisamente en ese tema: la relación del sobrepeso y la obesidad con el absentismo escolar. Y la segunda abordará la agresividad en el adolescente y cómo negociar el fin de semana.

Ya en el mes de mayo se tiene programada la proyección de la película “Bella”, una cinta centrada en el aborto, seguida de un coloquio moderado por una persona todavía a determinar. Según ha anunciado la edil, se tiene previsto además contar con la presencia de José Moyá Trilla, médico especialista en detectar problemas físicos y psicológicos en niños. La idea es realizar un curso de 20 horas que ya se ha cerrado con el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada y el CEP de Guadix, aunque queda por concretar la fecha de celebración del mismo, de la que se dará debida cuenta una vez se tenga cerrada.
Descargar


La UGR participa en un proyecto europeo sobre el balance de gases con efecto invernadero

La UGR participa en un proyecto europeo sobre el balance de gases con efecto invernadero

Los suelos europeos están destinados mayoritariamente a la producción agrícola o a los montes. Con el advenimiento de un cambio de clima, resulta esencial conocer la cantidad de gases con efecto invernadero que están siendo liberados a la atmósfera, o fijados por la biomasa y suelos en los montes, agricultura y producción animal. Estos distintos compartimentos podrían ejercer de fuentes o sumideros de gases invernadero.

Uno de los mayores proyectos de investigación europeos sobre estos procesos, GHG Europe, se acaba de iniciar, con la participación de la Universidad de Granada. El proyecto involucra a más de 40 institutos europeos, entre los que se encuentran el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, el Grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de Granada, ubicado en el Centro Andaluz de Medio Ambiente (CEAMA).

El objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal. Se iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los matorrales Mediterráneos.

7 millones de euros

En concreto, se realizarán medidas dentro de la finca toledana de los Quintos de Mora, con la colaboración del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, gestores de dicha finca. Con este fin, la Unión Europea ha proporcionado casi 7 millones de euros para los próximos tres años y medio. Las contribuciones de los estados miembro y de las universidades y centros de investigación, asciende a los 12 millones de euros.

«Intentaremos separar los factores antropogénicos como el uso del suelo, de los factores naturales como la variabilidad climática», afirma la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen.Según el investigador del CIFU, Víctor Resco, «entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero es esencial para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y, por ende, del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar nuestros ecosistemas para mitigar el cambio climático».

El proyecto despegó la semana pasada con una reunión celebrada en Orvieto, Italia. GHG Europe pretende responder a preguntas como ¿qué ecosistemas serán particularmente sensibles al cambio climático? ¿Cuáles son las mejores estrategias para aumentar la capacidad de sumidero y disminuir la fuente de gases con efecto invernadero y así minimizar la emisión de éstos.

Este proyecto integrará resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Medidas de más de un centenar de estaciones distribuidas a lo largo y ancho del continente serán usadas para cuantificar la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes: el dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4). Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales Mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante. Estos modelos también incluyen los efectos socio-económicos para entender las interacciones entre el desarrollo económico, el uso del suelo y las emisiones de gases invernadero.

«Por primera vez en Europa, estudiaremos los tres principales gases con efecto invernadero de forma conjunta», dice Annette Freibauer. Los ecosistemas terrestres, por ejemplo, fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2. Pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones entre años. Por ejemplo, la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberó una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.

El proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, y las negociaciones tras el protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero. GHG Europe permitirá la realización de un inventario completo de emisiones de gases invernadero incorporando los sumideros terrestre y las emisiones causadas por los distintos usos del suelo. Por tanto, el proyecto asegura que Europa tendrá una posición líder dentro de la investigación climática.
Descargar


«Ninguna cultura tiene a sus muertos enterrados en las cunetas», dice Juan Gallo en la Ual

«Ninguna cultura tiene a sus muertos enterrados en las cunetas», dice Juan Gallo en la Ual

“En la distintas culturas hay diferentes formas de honrar a los difuntos: los vikingos enterraban a sus muertos en el interior de un barco y luego quemaban la nave. Otras culturas los entierran, pero en ningún lugar, los muertos se quedan en las cunetas, como en el mito de Antígona y Creonte, para que se los coman los perros. Eso es lo que quiere resolver la Memoria Histórica: el derecho reclamado por los familiares de esas víctimas de sus muertos reciban sepultura con dignidad”. La definición, clara y contundente, del trabajo que desarrolla el comisariado de la Memoria Histórica en Andalucía la daba esta mañana en la UAL su responsable, Juan Gallo, dedicado en cuerpo y alma a dignificar la memoria de las víctimas del franquismo durante la Guerra Civil y en los difíciles años de la posguerra.

Gallo, que dirige desde el pasado verano el comisariado de la Memoria Histórica (un departamento adscrito a la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas que coordina e integra todas las políticas del Gobierno andaluz en esta materia), es uno de los invitados al VI Seminario “La Memoria Histórica y la Cultura de Paz” que ha comenzado esta mañana en la Universidad de Almería. Las jornadas, que se desarrollan a lo largo de todo el día de hoy y mañana, abordarán los procesos de paz y reconciliación que se han dado o se están dando en distintos lugares que han sido foco de conflictos: desde América Latina (con especial atención al caso de Colombia), la Federación rusa o la situación de los pueblos indígenas.

“Para nosotros está claro que la Memoria Histórica tiene que estar basada en la Cultura de Paz. El ejercicio colectivo de la memoria, de enlazar el pasado con el presente, no sólo cumple la función de evocar. Cumple con el propósito moral de constituir un lugar de encuentro entre las voluntades que algún día se vieron enfrentadas, pero que quieren iniciar el tránsito hacia una vida reconciliada, entre ellas y consigo mismas”, decía Fernando Martínez, Catedrático de Historia de la UAL y director del seminario. Un seminario que, como explicaba, busca una reflexión que sirva para crear una cultura de paz en el futuro.

Las sesiones se incluyen dentro de las actividades del Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía “Cultura de Paz en Andalucía, Experiencias y Desafíos”, coordinado desde el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada y en colaboración con el grupo de investigación “Sur Clío” de la Universidad de Almería, que dirige Fernando Martínez y el proyecto de investigación “Las actuaciones de los Tribunales de Responsabilidades Políticas en Andalucía”, impulsado por la Consejería de Justicia y Administración pública de la Junta de Andalucía. En la inauguración del seminario también ha estado presente Francisco Adolfo Muñoz, que dirige el Proyecto de Excelencia “Cultura de Paz”.

La recuperación de la Memoria Histórica en España ha adquirido en los últimos años una gran importancia relacionada con un ámbito mal cerrado de la transición política. “Parece necesario que la Memoria Histórica debe incluir las diversas experiencias y versiones, aunque estas sean contradictorias, también un deseable grado de autocrítica por parte de sus actores y si fuera posible el perdón, para alcanzar una reconciliación con el pasado, y poder planificar futuros lo más alentadores posibles”, afirmaba Martínez.

La comunidad autónoma andaluza, a través del comisariado para la Memoria Histórica, ha sido pionera a nivel nacional en la puesta en marcha de proyectos como “Todos los nombres”, el “Mapa de fosas de Andalucía” (que prevé la localización y catalogación como bienes protegidos de las fosas comunes andaluzas) o “Las actuaciones de los Tribunales de Responsabilidades Políticas”.
Descargar


UGR participa en un proyecto que financia la UE sobre balance de gases con efecto invernadero

UGR participa en un proyecto que financia la UE sobre balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa, junto a una cuarentena de institutos europeos, en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea (UE) sobre los gases con efecto invernadero que son liberados a la atmósfera o fijados por la biomasa y los suelos en los montes, denominado GHG Europe.

Según informó la institución educativa, el objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal.
La Unión Europea invertirá siete millones de euros para los próximos tres años y medio mientras que las contribuciones de los Estados Miembros y de las universidades y centros de investigación, ascienden a 12 millones de euros. Junto a la UGR también participan en el proyecto, el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha y el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, entre otros.

La finca toledana de los Quintos de Mora, gestionada por Parques Nacionales, acogerá una serie de pruebas que, como afirmó la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen, pretende separar los factores antropogénicos, como el uso del suelo; de los factores naturales, como la variabilidad climática.

Al respecto, el investigador del CIFU Víctor Resco señaló que se trata de «entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero», como factor «esencial» para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar los ecosistemas para mitigar el cambio climático.

Este proyecto reunirá los resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Así, con medidas de más de un centenar de estaciones de toda Europa se cuantificará la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes.

Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante.

Los ecosistemas terrestres fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2 pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones de unos años a otros. Así, desde la UGR subrayan que la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberaron una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.

Este proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas y en las negociaciones tras el Protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Descargar


Haití: Trabajo conjunto para evitar el tráfico de niños

Haití: Trabajo conjunto para evitar el tráfico de niños

Los niños haitianos no sólo sufren las consecuencias del terremoto del pasado 12 de enero, sino que están expuestos a los abusos de traficantes de niños que pretenden sacarlos del país.

Por si la catástrofe del terremoto que sacudió Haití el pasado 12 de enero fuera poco, los niños haitianos se enfrentan además al peligro de ser expatriados por traficantes sin escrúpulos, que intentan llevárselos del país. Las organizaciones humanitarias internacionales trabajan conjuntamente para evitar que esto suceda.

Caso sonado
El caso más sonado recientemente ha sido la detención de 10 estadounidenses que están a la espera de saber si serán enjuiciados o no por supuesto tráfico infantil. El grupo de 5 hombres y 5 mujeres fue detenido el pasado viernes en la frontera entre Haití y la República Dominicana. Sobre ellos pesa la acusación de haber intentado sacar del país a 33 niños sin permiso y sin la documentación necesaria.

Los diez estadounidenses son miembros de la organización New Life Children’s Refuge (Refugio de Niños para una Nueva Vida), con sede en el Estado de Idaho, Estados Unidos, y aseguran que sus intenciones eran buenas. El grupo será transferido este jueves a la Fiscalía de Puerto Príncipe, que decidirá si tiene lugar o no un juicio por tráfico infantil.

Mazar Fortil, fiscal para la corte de Puerto Príncipe, señaló que el grupo podría ser procesado por secuestro, tráfico de niños y cargos relacionados con conspiración criminal.

Preocupación de las organizaciones
Independientemente de lo que suceda con este grupo concreto, el problema del tráfico de niños es motivo de preocupación para organizaciones como UNICEF, la Cruz Roja Internacional o Save The Children, dado el alto número de niños afectados por el terremoto, de los que no se sabe si son huérfanos o si tienen familia.

Françoise Vanni, jefa de Comunicación de UNICEF-México se ha trasladado estos días a la capital haitiana para evaluar las condiciones en que se encuentra la zona. Vanni dice a Radio Nederland que el tráfico de niños desde Haití a otros países ya existía antes del terremoto. Ahora, una de las misiones de organismos como el que ella representa consiste en dar apoyo a la Brigada de Protección de Menores, una rama de la policía haitiana, que está haciendo controles en el aeropuerto y en la frontera para evitar el traslado de niños de los que se desconoce su situación familiar.

Asimismo, Vanni explica que se ha puesto en marcha una campaña nacional de sensibilización a la población en la que, entre otras cosas, se ofrece un número de emergencia al que la gente puede llamar en caso de ver a un niño solo. Además, se insta a la población a no dejar que los niños vayan al hospital o a la facilidad médica solos, “siempre acompáñalo”, dice la campaña. “La gente misma es la que está cuidando a los niños y ayuda a protegerlos de estos intentos ilegales”, señala la representante de UNICEF-México.

Adopciones al exterior
Días después del terremoto, desde varios países surgieron voces que se ofrecían a adoptar a los niños que hubieran quedado huérfanos tras la tragedia. Desde ese momento se hizo necesario establecer un sistema férreo de control que se ha convertido en un tema muy relevante e importante para UNICEF.

La adopción al exterior es una opción para niños huérfanos, pero Vanni subraya que todavía no se tiene la seguridad de que los niños que están separados de sus papás y mamás en este momento sean realmente huérfanos. “Hay muchos niños que han perdido a su papá o su mamá pero nada indica que son huérfanos o a lo mejor, si es que lo son, hay algún tío, tía, primo o prima que está cuidándolos”, expone Françoise Vanni. Para la organización defensora de los derechos de la infancia es necesario hacer todo lo posible para que el niño se reunifique con su familia. “El interés superior del niño es estar con su familia cercana”, dice Vanni.

UNICEF, la Cruz Roja Internacional y el Instituto de Bienestar de Haití aúnan esfuerzos para comenzar lo que ellos llaman el “family tracing”, el proceso de buscar a la familia. Entre tanto hay que brindarle a los niños toda la atención que necesitan.

Iniciativa de la AECID
En esta línea, hay una iniciativa de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, AECID, que podría acelerar el sistema de identificación familiar. Según explica la propia AECID, “el programa de identificación genética, denominado DNA-Prokids y desarrollado por la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía, consiste en tomar muestras biológicas (saliva, gotas de sangre) de todos aquellos menores de 18 años que carezcan de familia reconocida y de todos aquellos padres o madres que denuncien la desaparición de sus hijos. Con estas muestras se hará una base de datos ‘ad hoc’ que se pondrá a disposición de las autoridades de Haití”.

Françoise Vanni admite que no conoce todavía los detalles de la iniciativa española pero hace hincapié en que todos los actores deben trabajar juntos y establecer un centro donde la Cruz Roja y demás puedan colaborar entre sí con una misma base de datos. El proceso debe ser muy preciso y delicado, y exige que todo el mundo esté coordinado, concluye Vanni.
Descargar


La Universidad de Granada participa en un proyecto financiado por la UE sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa en un proyecto financiado por la UE sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa, junto a una cuarentena de institutos europeos, en un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea (UE) sobre los gases con efecto invernadero que son liberados a la atmósfera o fijados por la biomasa y los suelos en los montes, denominado GHG Europe.

Según informó la institución educativa, el objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal.

La Unión Europea invertirá siete millones de euros para los próximos tres años y medio mientras que las contribuciones de los Estados Miembros y de las universidades y centros de investigación, ascienden a 12 millones de euros. Junto a la UGR también participan en el proyecto, el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha y el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, entre otros.

La finca toledana de los Quintos de Mora, gestionada por Parques Nacionales, acogerá una serie de pruebas que, como afirmó la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen, pretende separar los factores antropogénicos, como el uso del suelo; de los factores naturales, como la variabilidad climática.

Al respecto, el investigador del CIFU Víctor Resco señaló que se trata de «entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero», como factor «esencial» para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar los ecosistemas para mitigar el cambio climático.

Este proyecto reunirá los resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Así, con medidas de más de un centenar de estaciones de toda Europa se cuantificará la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes.

Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante.

Los ecosistemas terrestres fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2 pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones de unos años a otros. Así, desde la UGR subrayan que la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberaron una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.

Este proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas y en las negociaciones tras el Protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Descargar


La Escuela de Madres y Padres retoma su actividad compartiendo experiencias vitales con presos de la cárcel de Albolote

La Escuela de Madres y Padres retoma su actividad compartiendo experiencias vitales con presos de la cárcel de Albolote

La concejala de Educación ha presentado esta mañana el programa de sesiones diseñado para los próximos meses

La Escuela de Madres y Padres – organizada por la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Guadix con el objetivo de orientar a padres y madres en la educación de sus hijos – retoma esta tarde su actividad y lo hace con una propuesta de gran interés: un encuentro para compartir experiencias con presos de la cárcel de Albolote. La cita es hoy jueves 4 de febrero a las siete de la tarde en el patio del Ayuntamiento accitano. Así lo ha anunciado esta mañana la concejala de Educación, Marina Sánchez, que ha animado a padres y madres a no perderse esta sesión “que nos servirá para conocer qué términos utilizan nuestros hijos y para aprender de las experiencias de las personas que nos visitan”.

Los presos que acuden esta tarde a la ciudad de Guadix vendrán acompañados del párroco de Albolote y de dos voluntarios y disfrutan de un permiso especial para asistir a diferentes foros para dar a conocer sus vivencias y abrir un debate con el público. Como siempre, el encuentro está abierto a todo el que desee asistir, especialmente padres y madres que deseen disponer de la mayor información posible para ayudar y orientar a sus hijos e hijas.

La concejala de Educación, Marina Sánchez, ha dado a conocer además las citas ya cerradas para los próximos meses (que se celebrarán, como es habitual, el primer jueves de cada mes a partir de las siete de la tarde en el patio del Ayuntamiento). Así, para los meses de marzo y abril se tiene prevista la presencia de Mª José Aguilar Cordero, voluntaria de la asociación granadina Hogar 20 y responsable de un estudio de la Universidad de Granada realizado conjuntamente con el Ayuntamiento de Guadix sobre el sobrepeso y la obesidad en niños (en el que ha detectado que hay una relación entre estos problemas y el absentismo escolar). La primera de las conferencias se centrará precisamente en ese tema: la relación del sobrepeso y la obesidad con el absentismo escolar. Y la segunda abordará la agresividad en el adolescente y cómo negociar el fin de semana.

Ya en el mes de mayo se tiene programada la proyección de la película “Bella”, una cinta centrada en el aborto, seguida de un coloquio moderado por una persona todavía a determinar. Según ha anunciado la edil, se tiene previsto además contar con la presencia de José Moyá Trilla, médico especialista en detectar problemas físicos y psicológicos en niños. La idea es realizar un curso de 20 horas que ya se ha cerrado con el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada y el CEP de Guadix, aunque queda por concretar la fecha de celebración del mismo, de la que se dará debida cuenta una vez se tenga cerrada
Descargar


Presentación del libro «Souvenir» de Sara Toro, en la Casa del Estudiante de la Universidad de Granada

Presentación del libro «Souvenir» de Sara Toro, en la Casa del Estudiante de la Universidad de Granada

Hoy, viernes 5 de febrero, a las 20 h. se va a celebrar en el Centro Cultural Universitario Casa de Porras, Casa del Estudiante, del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Granada la presentación, dentro de la gira nacional, del libro Souvenir (editorial La Bella Varsovia, 2009), de Sara Toro.

En el acto se ofrecerá un recital de poesía de Sara Toro que contará con la presentación del escritor Andrés Neuman y de Alejandra Vanesa, representante de la Editorial La Bella Varsovia.

Sara Toro (Córdoba, 1984) es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, ciudad a la que se trasladó en 2004 y donde actualmente cursa un Doctorado en Literatura Española e Hispanoamericana como becaria FPU del Ministerio de Educación. Ha sido premiada en el V Certamen de Narrativa Breve El cardenal Salazar por su cuento La puta Venus y accésit en la modalidad de poesía en el certamen de jóvenes creadores Ciudad de Madrid 2008.

También ha participado en las antologías Radio Varsovia, Tod@s somos Frida, Ropopompom y Como yo te amo; así como en las revistas Bar Sovia, Tres orillas, PDA, Mitad doble y Calle 20. Souvenir es su primer poemario.
Descargar


La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo de investigación sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo de investigación sobre el balance de gases con efecto invernadero

Los suelos europeos están destinados mayoritariamente a la producción agrícola o a los montes. Con el advenimiento de un cambio de clima, resulta esencial conocer la cantidad de gases con efecto invernadero que están siendo liberados a la atmósfera, o fijados por la biomasa y suelos en los montes, agricultura y producción animal. Estos distintos compartimentos podrían ejercer de fuentes o sumideros de gases invernadero.

Uno de los mayores proyectos de investigación europeos sobre estos procesos, GHG Europe, se acaba de iniciar, con la participación de la Universidad de Granada. El proyecto involucra a más de 40 institutos europeos, entre los que se encuentran el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, el Grupo de Física de la Atmósfera de la Universidad de Granada, ubicado en el Centro Andaluz de Medio Ambiente (CEAMA).

El objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal. Se iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los matorrales Mediterráneos.

7 millones de euros

En concreto, se realizarán medidas dentro de la finca toledana de los Quintos de Mora, con la colaboración del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, gestores de dicha finca. Con este fin, la Unión Europea ha proporcionado casi 7 millones de euros para los próximos tres años y medio. Las contribuciones de los estados miembro y de las universidades y centros de investigación, asciende a los 12 millones de euros.

Intentaremos separar los factores antropogénicos como el uso del suelo, de los factores naturales como la variabilidad climática, afirma la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen. Según el investigador del CIFU, Víctor Resco, entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero es esencial para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y, por ende, del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar nuestros ecosistemas para mitigar el cambio climático.

El proyecto despegó la semana pasada con una reunión celebrada en Orvieto, Italia. GHG Europe pretende responder a preguntas como ¿qué ecosistemas serán particularmente sensibles al cambio climático? ¿Cuáles son las mejores estrategias para aumentar la capacidad de sumidero y disminuir la fuente de gases con efecto invernadero y así minimizar la emisión de éstos

Este proyecto integrará resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Medidas de más de un centenar de estaciones distribuidas a lo largo y ancho del continente serán usadas para cuantificar la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes: el dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4). Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales Mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante. Estos modelos también incluyen los efectos socio-económicos para entender las interacciones entre el desarrollo económico, el uso del suelo y las emisiones de gases invernadero.

Por primera vez en Europa, estudiaremos los tres principales gases con efecto invernadero de forma conjunta, dice Annette Freibauer. Los ecosistemas terrestres, por ejemplo, fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2. Pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones entre años. Por ejemplo, la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberó una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.

El proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, y las negociaciones tras el protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero. GHG Europe permitirá la realización de un inventario completo de emisiones de gases invernadero incorporando los sumideros terrestre y las emisiones causadas por los distintos usos del suelo. Por tanto, el proyecto asegura que Europa tendrá una posición líder dentro de la investigación climática.
Descargar


La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo de investigación sobre el balance de gases con efecto invernadero

La Universidad de Granada participa en un proyecto europeo de investigación sobre el balance de gases con efecto invernadero

Los suelos europeos están destinados mayoritariamente a la producción agrí cola o a los montes. Con el advenimiento de un cambio de clima, resulta esencial conocer la cantidad de gases con efecto invernadero que están siendo liberados a la atmósfera, o fijados por la biomasa y suelos en los montes, agricultura y producción animal. Estos distintos compartimentos podrí an ejercer de fuentes o sumideros de gases invernadero.
Uno de los mayores proyectos de investigación europeos sobre estos procesos, GHG Europe, se acaba de iniciar, con la participación de la Universidad de Granada. El proyecto involucra a más de 40 institutos europeos, entre los que se encuentran el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, el Centro de Investigaciones sobre el Fuego (CIFU) de Toledo, el Grupo de Fí sica de la Atmósfera de la Universidad de Granada, ubicado en el Centro Andaluz de Medio Ambiente (CEAMA).
El objetivo del proyecto es establecer un balance de los gases con efecto invernadero en Europa, para entender la magnitud de las distintas fuentes y sumideros, su distribución regional, y su dinámica temporal. Se iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los matorrales Mediterráneos.
7 millones de euros
En concreto, se realizarán medidas dentro de la finca toledana de los Quintos de Mora, con la colaboración del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, gestores de dicha finca. Con este fin, la Unión Europea ha proporcionado casi 7 millones de euros para los próximos tres años y medio. Las contribuciones de los estados miembro y de las universidades y centros de investigación, asciende a los 12 millones de euros.
«Intentaremos separar los factores antropogénicos como el uso del suelo, de los factores naturales como la variabilidad climática», afirma la coordinadora del proyecto, Annette Freibauer, del Institute for Agricultural Climate Research of von Thuenen. Según el investigador del CIFU, Ví ctor Resco, «entender los mecanismos subyacentes a la variabilidad espacial y temporal en los gases con efecto invernadero es esencial para mejorar las predicciones de la futura composición atmosférica y, por ende, del clima, así como para recomendaciones sobre cómo gestionar nuestros ecosistemas para mitigar el cambio climático».
El proyecto despegó la semana pasada con una reunión celebrada en Orvieto, Italia. GHG Europe pretende responder a preguntas como ¿qué ecosistemas serán particularmente sensibles al cambio climático? ¿Cuáles son las mejores estrategias para aumentar la capacidad de sumidero y disminuir la fuente de gases con efecto invernadero y así minimizar la emisión de éstos.
Este proyecto integrará resultados de varios proyectos internacionales para realizar un estudio integrador. Medidas de más de un centenar de estaciones distribuidas a lo largo y ancho del continente serán usadas para cuantificar la contribución de los diferentes tipos de cobertura vegetal a las emisiones y sumideros de los tres gases con efecto invernadero más importantes: el dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4). Los investigadores combinarán mediciones a largo plazo, e iniciarán medidas en regiones que hasta ahora han sido poco estudiadas, como los bosques del Este de Europa o los matorrales Mediterráneos. Las medidas de esta red de estaciones se usarán en modelos matemáticos para predecir el balance de gases con efecto invernadero bajo un clima cambiante. Estos modelos también incluyen los efectos socio-económicos para entender las interacciones entre el desarrollo económico, el uso del suelo y las emisiones de gases invernadero.
«Por primera vez en Europa, estudiaremos los tres principales gases con efecto invernadero de forma conjunta», dice Annette Freibauer. Los ecosistemas terrestres, por ejemplo, fijan un tercio de las emisiones antropogénicas de CO2. Pero la intensidad de esta capacidad de sumidero sufre grandes variaciones entre años. Por ejemplo, la asimilación de carbono por parte de los montes europeos durante el caluroso verano de 2003 fue prácticamente nula. Por otro lado, la agricultura, la producción de carne y el drenaje de los humedales liberó una gran cantidad de N2O y CH4, lo que reduce el efecto positivo de los montes.
El proyecto se enmarca dentro del Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, y las negociaciones tras el protocolo de Kyoto para adquirir el compromiso de una fuerte reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero. GHG Europe permitirá la realización de un inventario completo de emisiones de gases invernadero incorporando los sumideros terrestre y las emisiones causadas por los distintos usos del suelo. Por tanto, el proyecto asegura que Europa tendrá una posición lí der dentro de la investigación climática.
Descargar


Salvemos la libertad científica

Salvemos la libertad científica

El climagate se está calentando. Los escépticos que niegan el cambio climático han encontrado algunos errores científicos en la investigación sobre el calentamiento global. El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) incluyó unos resultados que predecían que los glaciares del Himalaya se iban a fundir 2035, y que se han demostrado falsos, según admite el propio panel.

También han aflorado posibles errores en unos datos de medición tomados por las estaciones meteorológicas chinas, e incluidos en el mismo informe del IPCC.

Pero también la Tierra se está calentando. Nada de lo anterior modifica las conclusiones generales del IPCC, que siguen contando con el respaldo mayoritario de los científicos. Pero sí revela que la presión ambiental y política sobre la cuestión del cambio climático ha llevado a los investigadores a unas prácticas de comunicación científica discutibles, o al menos discutidas. La duda es si esta situación perturba la libertad intelectual que debe regir en el debate científico.

El propio presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, está recibiendo presiones para dimitir. El centro científico que dirige, el Instituto de Energía y Recursos de Nueva Delhi, tiene conexiones con algunas empresas que pueden beneficiarse del impulso a las energías renovables. Estos lazos, según los climaescépticos, constituyen un conflicto de interés.

El climagate empezó en noviembre, cuando unos hackers colgaron en la Red 10 años de correos electrónicos internos del Centro de Investigación del Clima de la Universidad de East Anglia (Reino Unido). Un correo del entonces director de la unidad, Phil Jones -que luego dejó el cargo a causa del escándalo-, decía: «Acabo de completar el truco de Mike en Nature de añadir la temperatura real a cada una de las series para los últimos 20 años, y desde 1961 para las de Keith para ocultar el descenso».

El diario The Guardian afirma ahora que la revisión de miles de correos electrónicos ha revelado «graves errores» en los datos de medición tomados por las estaciones meteorológicas chinas. Los científicos de East Anglia habían incluido estos resultados en un trabajo publicado en 1990, que después fue usado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en su informe de 2007, para apoyar su tesis de un rápido calentamiento de la superficie terrestre durante las últimas décadas.

El climaescéptico Douglas Keenan requirió a Jones los resultados tomados por las estaciones meteorológicas chinas. Según Keenan, Jones no facilitó los datos. La Universidad de East Anglia lo niega, y asegura que la unidad del clima sí aportó «los datos de temperatura y la localización de las estaciones meteorológicas». Pero esto sólo parece ser cierto para 10 de los 105 requerimientos que hizo Keenan.

Hay más puntos denunciados por los climaescépticos. Según éstos, el IPCC sostiene que el calentamiento global ha causado un incremento de las pérdidas económicas debido a los temporales y otros fenómenos extremos, algo que, a su juicio, no está demostrado. El panel, sin embargo, rechaza esta acusación por basarse en una cita «fuera de contexto». También plantean dudas sobre la validez de las predicciones respecto a la reacción de la Amazonia a los cambios ambientales.

Jones sigue sosteniendo que sus resultados son válidos, y niega que su grupo ocultara datos relevantes. «El trabajo que hacemos en esta universidad sólo es una pequeña parte de la ciencia del clima, y hay miles de científicos en todo el mundo que apoyan nuestros resultados», ha declarado Jones a la BBC. Pero también admitió su preocupación por estos escándalos, y dijo: «Cualquier trabajo que hagamos a partir de ahora será sometido a un examen muy minucioso».

La revista Nature, que publicó buena parte de los estudios ahora cuestionados, no ha encontrado motivos para revisarlos. Las conclusiones del IPCC se basan en miles de resultados, que incluyen fenómenos tan evidentes como el retroceso de los glaciares, el acelerado deshielo del Ártico o el cambio en la migración de las especies. Los 3.000 principales climatólogos del mundo coinciden en que el cambio climático existe, y respaldan las conclusiones del IPCC.

«El asunto se está saliendo de madre», dice Manuel de Castro, climatólogo de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo. «Yo no puedo saber lo que ha hecho Phil Jones con los correos, ni si ha retenido información relevante o no; lo que es obvio es que hay mucha gente que está radicalmente en contra del IPCC y del calentamiento global, y que se han agarrado a un clavo ardiendo».

De Castro no cree que el climagate afecte en nada a las conclusiones del IPCC sobre el calentamiento de la superficie terrestre, y ofrece dos argumentos. Primero, que el artículo de Jones de 1990 «es sólo uno de los 15 trabajos que usa el IPCC para sustentar sus conclusiones sobre el calentamiento de la superficie terrestre; y las conclusiones son prácticamente las mismas en el estudio de Jones y en todos los demás. Hay miles de científicos del clima. Todo el mundo no puede hacer trampa».

El segundo argumento es más técnico, pero afecta justo al fondo del asunto: los datos de las estaciones meteorológicas chinas. El climaescéptico Keenan los cuestiona porque algunas de esas estaciones estaban junto a grandes núcleos urbanos, y por tanto podían estar reflejando el incremento de temperatura local, debido a la ciudad, y no una tendencia general de la superficie terrestre.

De Castro señala, sin embargo, que el calentamiento de origen urbano sólo se refleja en las temperaturas mínimas. Y que, desde 1980, éstas han evolucionado en paralelo con las temperaturas máximas, que no son de origen urbano. «Por tanto, si hay un efecto de origen urbano en las medidas del calentamiento de la superficie terrestre, es muy pequeño». De modo que, aun cuando las acusaciones de los climaescépticos fueran ciertas, el fondo de la cuestión no tendría mucha sustancia.

Miguel Ángel Losada, de la Universidad de Granada, es un científico muy crítico con una de las conclusiones más importantes del último informe del IPCC: que la principal causa del calentamiento global son las emisiones de CO2 y demás gases de efecto invernadero. Pese a ello, no ve el menor indicio de mala práctica en los científicos de East Anglia.

«No hay ningún truco en la presentación de los datos por Jones y su equipo», dice Losada en referencia al mensaje electrónico de Jones que causó el escándalo (Acabo de completar el truco de Mike…). «Los investigadores juegan con los datos para ver cómo responde el modelo; y esto no sólo es buena práctica científica, sino que es imprescindible en un sistema tan complejo como el clima».

Losada explica que las conclusiones del IPCC sobre el calentamiento de la superficie terrestre se basan en miles de datos tomados en condiciones distintas. Es precisamente el hecho de que algunas estaciones estén cerca de las ciudades y otras no lo que fuerza a dar distinto peso a unos datos u otros. Y esto no se hace de forma arbitraria, sino con técnicas estadísticas muy consolidadas. No hay truco en el mal sentido.

Michael Schlesinger, climatólogo de la Universidad de Illinois, ha dicho a este diario: «Lo peor que podríamos hacer es tomar un enfriamiento natural, a corto plazo, por una refutación de que la Tierra se está calentando a largo plazo por la actividad humana. Y que esto nos llevara a abandonar el principal objetivo, que es superar la era de los combustibles fósiles tan pronto como la economía lo permita». Schlesinger añade que renunciar a esas políticas «dejaría un legado de calentamiento global a nuestros hijos, nuestros nietos y muchas generaciones más, que probablemente no podrán revertir, y por el que probablemente no nos podrán perdonar».

Las incertidumbres son parte de cualquier actividad científica, y más en un sistema con tantas variables como el clima. Por ejemplo, algunos científicos -entre ellos el propio Schlesinger- discrepan del IPCC en que, según ellos, la corriente del Golfo será una de las primeras víctimas del calentamiento global. La razón es el deshielo de los casquetes polares y de los glaciares de Groenlandia, que vierten caudales de agua dulce en el Atlántico Norte. La salinidad del agua allí es necesaria para que el agua superficial de la corriente del Golfo (que procede de zonas tropicales) se hunda y vuelva a viajar hasta los trópicos bajo la superficie del Atlántico, cerrando el ciclo.

Schlesinger cree que el comportamiento futuro de la corriente del Golfo dependerá del ritmo de fusión de la hoja de hielo de Groenlandia. «El bloqueo de la corriente del Golfo se ha considerado hasta ahora como un suceso de grandes consecuencias pero escasa probabilidad», dice. «Pero nuestro análisis, incluso descontando las incertidumbres, indica que se trata de un suceso de grandes consecuencias y alta probabilidad».

Según los resultados de Schlesinger, la hoja de hielo de Groenlandia no sobrevivirá al tercer milenio, «o no mucho, según el futuro escenario de control de emisiones que uno elija».

La NASA publicó en 2004 unas mediciones por satélite que apoyaban la tesis de que el flujo de la corriente del Golfo puede haberse aminorado ya como consecuencia del deshielo. «El sistema de circulación oceánica del Atlántico Norte se ha debilitado notablemente en los últimos años noventa respecto a las dos décadas anteriores», concluyó en la revista Science el equipo del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA. «Ignoramos si esta tendencia forma parte del ciclo natural o se debe a factores relacionados con el calentamiento global».

Pero los datos de la NASA han sido muy discutidos por otros científicos del clima. La posición del IPCC en su último informe es que no cabe hablar del «bloqueo» de la corriente del Golfo en un plazo previsible. Si acaso podría darse un «debilitamiento» de su flujo, pero «incluso en los modelos en que la corriente del Golfo se debilita, la predicción sigue siendo que Europa se calentará».

Pero otras discrepancias recientes se mueven en sentido contrario al deseado por los climaescépticos. Por ejemplo, los climatólogos creían hasta el año pasado que todo el planeta se estaba calentando con la excepción de la Antártida, y que la mayor parte de este continente se estaba enfriando. Pero científicos de la NASA y la Universidad de Washington mostraron, combinando los datos de satélites y estaciones en tierra, que no es así. Durante los últimos 50 años, la Antártida se ha estado calentando a un ritmo parecido al del resto del mundo. «Pero la gente estaba calculando de cabeza», explicó entonces Eric Steig, director del Centro de Investigación del Cuaternario de la Universidad de Washington. «Nosotros hemos hecho las matemáticas con cuidado, en vez de usar el reverso de un sobre, y añadiendo los datos del satélite». Con esto, resulta que la Antártida Occidental se ha estado calentando una décima de grado centígrado por década desde 1957, o medio grado de promedio en los últimos 50 años.

Las polémicas y las hipótesis refutadas son cotidianas en la ciencia. Hablar de trucos en un correo electrónico no es, probablemente, la mejor forma de presentarlas en público. Habrá que buscar otras.
Descargar