“La palpación exige una destreza que se adquiere con el tiempo”

La fisioterapeuta María del Carmen Valenza intervino en las clases prácticas del curso ‘Exploración músculo-esquelética’ desarrollado esta semana en Melilla.

El programa ‘Exploración músculo-esquelética y neuro-vascular’ de los Cursos de Verano ‘Ciudad de Melilla’ finalizó ayer con un repaso a toda la materia impartida durante esta semana por parte del coordinador, el fisoterapeuta Eduardo Castro Martín. Además, la fisioterapeuta y profesora de la Escuela de Ciencias de la Salud, María del Carmen Valenza, impartió la última clase práctica del curso. Así, explicó que «la palpación exige una destreza que se adquiere con el tiempo pero trabajamos desde una base teórica, hacemos muchas prácticas, corrección y afianzamiento de sensaciones».
En este sentido, Valenza indicó que la idea del curso fue «dar al alumnos unas nociones y destrezas que, aunque son un paso inicial, puedan ir desarrollando poco a poco».

Desarrollo del curso

Este programa comenzó el pasado lunes con la conferencia inaugural ‘Anatomía una ciencia viva’, del médico y profesor del Departamento de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Granada, Miguel Guirao, quien impartió dos días de clases teóricas. La importancia de esta clases estaban marcadas por el posterior desarrollo de las prácticas.
«Tienes que imaginar lo que hay debajo de la piel y confirmarlo cuando palpas y aprender la sensación que vas a tener», explicó Valenza destacando el trabajo teórico de Guirao.
Por otro lado, el seguimiento de las clases teóricas ha sido bastante bueno, tal y como se destacó por parte del coordinador, a pesar de que muchos de los alumnos que han asistido no estaban relacionados con los profesionales sanitarios.

Palpar para ver

«La palpación para nosotros es fundamental, el éxito de la fisioterapia a nivel social es el tacto profesional y con conocimiento que se realiza al paciente», afirmó Valenza. «Nos aporta una cantidad de información que muchas veces no podemos obtener de otras maneras», aseguró la fisioterapeuta y ponente del curso.
En este sentido, describió que muchos pacientes cuando llegan a las manos de los fisioterapeutas con un diagnóstico médico poco personalizado, como por ejemplo, una lumbalgia que no es igual para todas las personas.
«Las diferencias y lo que me aporta esa información de cómo este paciente necesita un tratamiento diferente al de este otro es palpar los músculos, la columna, y ver la alineación de los huesos, si el músculo está más tenso o duro de lo normal», indicó Valenza.
Por otro lado, la palpación se concibe como un paso previo para el tratamiento, es decir, una primera toma de contacto con el fisoterapeuta.
«Cuando le duele la espalda durante más de un mes, esta lumbalgia ha provocado otra serie de dolores asociados para compensar, que normalmente no vienen en el diagnóstico, pero que con la palpación se detecta y trata», informó.
También destacó Valenza que «la palpación te permite ser más completo en tú tratamiento, personal y efectivo; además, te permite evaluar constantemente la evolución del tratamiento por lo que acaba siendo una herramienta imprescindible»,
En este sentido, puso como ejemplo el tratamiento de una lumbalgia, cuya definición médica es un dolor de la zona lumbar, aunque puede derivarse de muchas cosas, por lo que si el fisioterapeuta no tuviese la herramienta palpatoria, discriminar entre tejidos que sufren y los que están cambiados, no sería tan sencillo. Así, «el tratamiento tendría una efectividad bajísima, nos equivocaríamos mucho antes de resolver el dolor del paciente», concluyó la fisioterapeuta y ponente del curso.

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El 1 de agosto comienza el programa OPEA que beneficiará a más de 2.000 parados

Después de que la Dirección Provincial del SPEE en Melilla remitiera al Boletín Oficial de la Ciudad la Resolución 15 de marzo de 2010 del Servicio Público de Empleo Estatal por la que se convocan subvenciones para la realización de acciones de orientación profesional para el empleo y asistencia para el autoempleo (OPEA) a entidades colaboradoras sin ánimo de lucro para 2010, será, por fin, a partir del 1 de agosto cuando entre en funcionamiento este programa.
Tal y como ha explicado a SUR el director territorial del SPEE, serán cerca de 2.000 personas las que se beneficien de estas subvenciones. De ellas, 1.725 son demandantes de empleo para la realización de acciones de tutoría individualizadas y 850 más para acciones de autoempleo.
Antes de entrar en detalles, Joaquín Arana ha explicado en qué consiste la OPEA (Orientación Profesional para el Empleo y Asistencia al Autoempleo). Según ha comentado, este programa está dirigido a personas desempleadas y su finalidad, matiza, consiste en ayudar al ciudadano, para que de forma autónoma, consiga sus objetivos profesionales, ofreciéndole información actualizada, entrenándole en las habilidades necesarias para buscar empleo, motivándole en esta tarea, así como colaborando en la planificación de su inserción. «Se caracterizan por su flexibilidad, adaptándose a cada usuario y facilitándole las herramientas necesarias que hagan posible la búsqueda de empleo o su colocación por cuenta propia», indicó.
Lo importante, a juicio de Arana, es que se enseña a los demandantes de empleo cómo realizar trámites y procesos elementales para que sepan afrontar los obstáculos a la hora de encontrar un trabajo, ofreciéndoles los instrumentos y conocimientos necesarios para ello. Elaborar un curriculum o cómo han de desenvolverse en una entrevista laboral son algunas de estas cuestiones prácticas.
Por otro lado, también destaca el hecho de que aquellas personas en las que se detecta que tienen una inquietud empresarial se le pueden derivar a ‘acciones de autoempleo’. Allí, explica, una serie de técnicos, especializados en la rama de empresa y de económica, les proporcionan una serie de premisas para intentar que se conviertan en un trabajador por cuenta propia. Una cosa muy importante para Melilla, subraya, por cuanto el tejido productivo de la ciudad es «bastante escaso». De ahí, sostiene, que cualquier iniciativa que pueda suponer un crecimiento de la producción y de las empresas locales «ha de ser considerada como una actuación muy beneficiosa».
Más concretamente, lo que se persigue con este tipo de personas que tienen capacidad de gestión empresarial es que tomen conciencia de las ayudas a las que pueden acceder, ayudas procedentes tanto de la Ciudad Autónoma, como de empresas municipales (Promesa) y del SPEE. Además, pueden recibir asesoramiento técnico a través de los agentes de desempleo y desarrollo local promovidos por la Consejería de Economía, Empleo y Turismo y el SPEE.
«De lo que se trata es calar el germen del autoempleo en la ciudad», insiste Arana.
Aunque en un principio fueron cuatro las entidades interesadas en recibir estas ayudas tan sólo tres pudieron alzarse con las subvenciones. El motivo no fue otro que la falta de documentación y el incumplimiento de los requisitos que se exigían por parte de una de ellas. De este modo, serán UGT, FORUM y la Fundación Empresa Universidad de Granada quienes atiendan a los más de 2.000 desempleados durante el desarrollo del programa que finalizará el próximo 31 de marzo.
En comparación con otros años, el presupuesto ha crecido en un dos por ciento. «Teniendo en cuenta la época de contención de gastos en la que estamos, el hecho de que se mantengan y se incrementen es una buena señal», señaló el director territorial del SPEE.
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Solo, ¿pero cuánto?

O mucho, o poco. Ahora, la soledad social puede medirse. Un grupo de investigación de la Universidad de Granada crea una escala para medir el déficit en las relaciones sociales de las personas mayores ante las nuevas tecnologías y los cambios sociales.

La escala puede cantificar la soledad social de nuestros mayores

La escala puede cantificar la soledad social de nuestros mayores
Sevilla Actualidad. ¿Cuán sólo puede llegar a sentirse un mayor? ¿Puede medirse su grado de soledad social? En la Universidad de Granada entienden que sí. De hecho, han ideado ya la primera escala de medición de la soledad social.

El instrumento recibe el nombre de «Escala de Soledad Social Este II» y permitirá a los expertos analizar la experiencia subjetiva que tiene el sujeto ante los cambios sociales, la era digital y la adaptación a las nuevas tecnologías. En todos ellos están implicados componentes cognitivos y emocionales.

Este innovador proyecto parte de la teoría compartida por varios autores de que la soledad social hace referencia a un déficit en las relaciones sociales y produce un sentimiento de marginalidad, aislamiento y aburrimiento. De hecho, quienes la padecen desean tener un lugar dentro de un grupo de personas con las que puedan compartir intereses y preocupaciones.

Así, esta nueva escala está compuesta por quince temas con tres alternativas de respuesta: siempre, a veces y nunca. Los encuestados deben responder a cuestiones relacionadas con su percepción de apoyo social a partir de preguntas como «¿Tiene usted a alguien con quien puede hablar de sus problemas cotidianos?» o «¿Se siente usted solo?»; con el uso de las nuevas tecnologías, («¿Utiliza usted el móvil, el ordenador o Internet?») y sobre el índice de participación social subjetiva («¿Le resulta fácil hacer amigos?»).

«Lo único constante en este mundo es el cambio y mucho queda aún por analizar sobre la percepción y adaptación del ser humano a esos constantes cambios que le rodean», sostiene la catedrática en Psicogerontología Social Ramona Rubio Herrera, que junto a las jóvenes investigadoras Mercedes Pinel y Laura Rubio ha creado y validado esta primera escala desde el Gabinete de Calidad de Vida y Envejecimiento de la Universidad de Granada.
Las mujeres, las más afectadas

Para certificar la validez de este instrumento, se realizó un estudio experimental con 780 mayores de más de 65 años de la provincia de Granada, con quienes se contactó por vía telefónica.

Según los resultados de este estudio, publicado en la web del Imserso, el perfil de las personas mayores que viven en soledad son mujeres de entre 70 y 75 años que residen en zonas rurales y tienen lejos a sus familiares.

«La soledad social afecta más a mujeres que hombres debido al rol que las mujeres de esta generación han desempeñado a lo largo de su vida. Con el paso del tiempo dejan de sentirse elemento protector de sus familias para pasar a ser las protegidas de las mismas. La pérdida de los seres queridos, de la red de apoyo social, la crisis del nido vacío… les hace encontrarse en una situación que en ocasiones no les permite adaptarse al cambio social que experimentan», argumenta la responsable del estudio.

La teleasistencia también influye en la soledad social. Las personas encuestadas que disponen de este servicio manifiestan sentirse más solas que aquellas que no cuentan con él. «Es un dato interesante, pues podría ser que el sentimiento de soledad de estas personas les impulsara a utilizar este servicio como una forma de contacto social y de sobrellevar los sentimientos negativos hacia los cambios que le están aconteciendo. De confirmarse esta hipótesis, la teleasistencia sería un recurso notable como fuente de apoyo social en las personas mayores», plantea la catedrática de la UGR.

Con este estudio, sus responsables pretenden además favorecer la adaptación de los mayores a los ritmos sociales y promover así un envejecimiento activo. Este proyecto de investigación contempla además una fase de actuación para combatir la soledad en personas mayores, concretamente mediante el diseño de programas de intervención que puedan paliar estos efectos.

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El rector de la UGR inaugura en Almuñécar el curso del Centro Mediterráneo “Tendencias en Biomedicina 2010”

Al acto asistirá también Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, inaugurará el próximo lunes 26 de julio, a las 11 horas, en la Casa de la Cultura de Almuñécar, el curso “Tendencias en Biomedicina 2010”, que organiza el Centro Mediterráneo de la UGR (CEMED).

Al acto asistirán también Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO, y Juan Francisco García Casanova, director del CEMED.

La investigación biomédica puede considerarse una de las grandes fronteras actuales de avance del conocimiento, tanto por el reto intelectual que supone, como por sus posibles repercusiones en una mejor calidad de vida, y por su creciente impacto en la economía de los países avanzados.

En los últimos años, los nuevos conceptos y las renovadas aproximaciones metodológicas están permitiendo conocer mejor las alteraciones que tienen lugar en diversas situaciones patológicas y diseñar nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas. En este curso, científicos de reconocido prestigio nos pondrán al día sobre las principales tendencias y avances en sus respectivos campos de investigación.

El curso de verano “Tendencias en Biomedicina 2010” está dirigido por los profesores Antonio Osuna (Universidad de Granada), Federico Mayor Menéndez (Universidad Autónoma de Madrid) y Fernando Valdivieso (Universidad Autónoma de Madrid).

Programa:

  • Día 26 de julio, lunes (11 a 13 horas)

Prof. Federico Mayor Zaragoza, Ex-Director General de la UNESCO

Conferencia inaugural

“Investigación traslacional en Alzheimer” Jesús Benavides, Ex-vicepresidente de Investigación de Sanofi-Aventis, París

  • Día 27 de julio, martes (10 a 14 horas)

“Envejecimiento y cerebro” Alberto Machado, Universidad de Sevilla

“Enfermedad de Alzheimer” Fernando Valdivieso, Universidad Autónoma de Madrid

“Enfermedad de Parkinson” Trinidad Herrero, Universidad de Murcia

  • Día 28 de julio, miércoles (10 a 14 horas)

“Aplicación de métodos computacionales a la simulación de las interacciones entre moléculas pequeñas y macromoléculas biológicas como ADN y proteínas” Federico Gago, Universidad de Alcalá de Henares

“Señalización celular, interactoma y biomedicina” Federico Mayor Menéndez, Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”, Madrid

“Disfunción de la mitocondria en patología”. José Manuel Cuezva, CIBERER y Universidad Autónoma de Madrid

  • Día 29 de julio, jueves (10-14 horas)

“Resistencia a fármacos en la leishmaniasis: un nuevo reto para afrontar” Francisco Gamarro, Instituto Biomedicina y Parasitología, CSIC

“Análisis de interacciones parásito-hospedador en helmintiasis intestinales ” Rafael Toledo, Universidad Valencia

“Nuevos métodos de inmunización frente a helmintos” Antonio Osuna, Instituto Biotecnología, Universidad de Granada

Acto de clausura y entrega de diplomas

CONVOCATORIA:

  • Asunto: Inauguración del curso “Tendencias en Biomedicina 2010”
  • DÍA: Lunes, 26 de julio
  • HORA:11 horas
  • LUGAR: Casa de la Cultura de Almuñécar

Contacto: Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada (CEMED). Tlf. 958 242923 – 630064328. Correo e. amarin@ugr.eshttp://www.ugr.es/local/cm


Seis de cada diez hombres drogodependientes son violentos con sus parejas

Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.

El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado hoy la Universidad de Granada.

La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».

Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».

La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.

En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.

Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.

Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.

«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.

La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.

En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada.

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Seis de cada diez hombres drogodependientes son violentos con sus parejas

Granada, 22 jul (EFE).- Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.
El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado hoy la Universidad de Granada.
La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».
Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».
La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.
El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.
En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.
Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.
La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.
Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.
El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.
«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.
La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.
En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada. EFE
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Seis de cada diez drogodependientes son violentos con sus parejas

La conducta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la que más (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses»

EFE Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.

El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado la Universidad de Granada.

La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».

Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».

La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.

En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.

Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.

Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.

«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.

La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.

En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada.

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El 60% de los drogodependientes se comporta de forma agresiva con su pareja

* El estudio se basa en una muestra de 153 varones en centros de Andalucía
* La violencia psicológica se revela más común que la física
* Casi el 80% de las parejas se han separado, pero siempre de forma temporal

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que la conducta violenta menos desarrollada entre un 6,5% de la población de estudio, es la de obligar a su pareja «a abortar contra su deseo». Por otro lado, la que goza de mayor implantación (72,4%) consiste en «no tener en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».

Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla».

El trabajo indica además que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.
Separaciones temporales

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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6 de cada 10 varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas

Una investigación realizada en la Universidad de Granada pone de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas
El control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico y el chantaje emocional por culpa son las formas de maltrato más frecuentes en este colectivo

Aproximadamente 6 de cada 10 varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, con quien habla…». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3% y el 72,4%.

Ellos son conscientes

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Además, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

Esta investigación ha sido llevada a cabo por Amelia Matute López, y dirigida por Andrés Soriano Díaz. Su autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

La investigación realizada en la UGR revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez drogodependientes maltrata a sus parejas

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.
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GRANADA, 22 (EUROPA PRESS)

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez drogodependientes maltrata a sus parejas

proximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

GRANADA, 22 (EUROPA PRESS)

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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