Ideal

Págs. 8-9: En busca de votos para ser rector

Pilar Aranda: «Lo primero será pedir al Gobierno la retirada de decretos y a la Junta que pague la deuda»

Indalecio Sánchez-Montesinos: «Para empezar, me he comprometido a convocar la mesa de negociación»

Pág. 54: Necrológicas D. José Francisco Robles Garzón. (PROFESOR TITULAR DEL DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA Y SUS ESPECIALIDADES (OFTALMOLOGÍA), FACULTAD DE MEDICINA)

Pág. 60: La Casa Molino Ganivet se convierte en centro de documentación de Granada

Récord de visitas a la exposición en triple sede de la artista Carmen Laffon

Pág. 73: Agenda: 

– Exposiciones:

‘La geología de los parques naturales’

‘Trasfondos’

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/07Mg

Descargar


El Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada celebra un intercambio artístico-cultural con la Universidad de Porto

Representada por el alumnado y el profesorado de las asignaturas Taller de Arte y Creatividad, Práctica Coral del Lenguaje Musical y Taller de Fotografía y Video Digital

El Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada, representada por el alumnado y el profesorado de las asignaturas Taller de Arte y Creatividad, Práctica Coral del Lenguaje Musical y Taller de Fotografía y Vídeo Digital viajará el próximo mes de abril a la Universidad de Porto para celebrar un encuentro con el Aula Sénior. Este proyecto de intercambio artístico-cultural ha surgido del propio alumnado que, impulsado por sus representantes Rafael Reche y José Rodríguez, y apoyado por el profesorado y la Dirección del Aula Permanente, presenta en Porto una muestra de los resultados de su trabajo.

De este modo, el encuentro en Porto hará posible la actuación musical del alumnado de Práctica Coral a cargo de su profesor Pedro Pérez Hinojosa, así como la proyección de un documental realizado por el grupo del Taller de Fotografía y Vídeo Digital, dirigido por Pedro Cano Olivares y Yolanda Aragón Carretero, que hace un recorrido por Granada, su universidad y sobre todo el Aula Permanente. Por su parte, el Taller de Arte y Creatividad y su equipo docente formado por Elizaberta López Pérez, Cristina de Pinedo Extremera y Juan Garzón Gómez lleva la exposición “Grecomanos”, que vio la luz el pasado año en la Sala de Exposiciones de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, integrada por piezas que son el resultado del trabajo dedicado a la obra del Greco, uniéndose así al homenaje que España hizo al artista a lo largo de 2014, en conmemoración del IV Centenario de su muerte y que se mostrará en la Facultad de Letras de Porto entre el 8 y el 11 de abril. Otras actividades vendrán a completar el encuentro, como el concierto compartido entre los coros de ambas universidades, una conferencia acerca de la “Experiencia Grecómanos” y el taller de acuarela al aire libre, ambos a cargo del equipo docente de Arte y Creatividad.

Esta convergencia en Porto da lugar a una nueva experiencia que estrecha los lazos entre ambas Universidades y contribuye a visibilizar la labor del Aula Permanente esta vez dentro del panorama universitario internacional, haciendo constar su presencia activa en la sociedad, en su vocación creativa, educativa, cultural y de búsqueda de una mayor calidad de vida de los mayores.


Síganos en Facebook:

image

Síganos en Twitter:

image


Realizan hallazgo de cáncer de mama de cuatro mil años

El análisis evidencia que la mujer estaba afectada por metástasis, y que permaneció en cama durante más de uno o dos años. El descubrimiento demuestra la apenas variación de las características del tumor Se trata de una mujer de entre 30 y 40 años que murió en torno al 2200 a. C. El hallazgo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán, del caso del cáncer de mama más antiguo que se conoce demuestra la igualdad ante la enfermedad de las clases sociales en el antiguo Egipto y la apenas variación de las características de este tumor en cuatro mil años. Han sido investigadores de las universidades españolas de Granada y Jaén (sur) los responsables de este hallazgo, que ha sido posible tras el descubrimiento del esqueleto de una mujer de entre 30 y 40 años, perteneciente a la clase dirigente de la antigua ciudad de Elefantina, que murió por esta enfermedad en torno al dos mil 200 a. C. El cuerpo momificado de esta mujer, de 1.62 metros de altura, estaba en un ataúd comido por las termitas dentro de una tumba excavada en la roca en una zona donde solo se enterraba a la clase dirigente del lugar, que en esa época y en aquella ciudad estaría conformada por no más de 150 personas de cuatro o cinco o familias. Así lo explicó en rueda de prensa el doctor en Historia Antigua de la Universidad de Jaén Alejandro Jiménez, director de este proyecto que suma siete años de excavaciones (el último de investigación). El análisis de los huesos evidencia que la mujer estaba afectada por metástasis, que sufría además una importante osteoporosis y que permaneció en cama durante más de uno o dos años. Por ello tuvo que contar con la continua ayuda de un grupo humano para sobrellevar su incapacidad debido a la enfermedad, según el director del laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que extrae de este dato otra conclusión sociológica. »La gente vivía mal, en el límite de la supervivencia, pero ante la enfermedad, su grupo humano los ayudaba hasta que morían», explica Botella sobre la sociedad de una época y un espacio, el antiguo Egipto, en el que la supervivencia »era la misma en unos que en otros», con independencia de la clase social a la que pertenecieran. Y esto último era así porque la contaminación del agua del Nilo era el origen de muchas de las enfermedades de la época, fundamentalmente infecciosas, como la brucelosis o la fiebre de Malta, además de tumores y otras degenerativas como la artrosis. De hecho, la mitad de la población egipcia moría antes de cumplir los cinco años, según Botella, que para reforzar la idea de que no por pertenecer a la clase social alta se vivía más, aludió a casos como el del faraón Tutankamón, que murió a los 19 años, o al de otros conocidos gobernadores que no superaron los 25 años. Todo esto evidencia que los habitantes del antiguo Egipto vivían »mucho peor» de lo que podrían indicar sus grandes monumentos. El hallazgo también pone de manifiesto que las características del cáncer de mama son »exactamente las mismas» que las que presenta la población actual afectada por este tumor. »En los últimos cuatro mil años esta enfermedad ha cambiado muy poco», según Botella, uno de los antropólogos de este proyecto arqueológico multidisciplinar llevado a cabo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa que, en opinión de su director, de la que solo se ha desvelado »la punta del iceberg». Hasta ahora, la noticia más antigua de cáncer de mama databa del año 1600 a.C. (600 años después del hallado en esta excavación) y aparecía descrita en el conocido Papiro Smith -un documento médico de la Dinastía XVIII de Egipto (del 1550 a 1295 a.C.)-, pero no se disponía de la evidencia.
Descargar


Exposición en Viena de “Fotografía, música, danza y ciudad”

Se exhibe hasta el 21 de abril de 2015 en la sede del Instituto Cervantes

La exposición “Fotografía, música, danza y ciudad” se exhibe hasta el 21 de abril de 2015 en la sede del Instituto Cervantes de Viena. Se trata de una muestra de los 10 últimos años del Taller de Fotografía de los Cursos Internacionales “Manuel de Falla”, producida por el Centro de Cultura Contemporánea del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deporte en colaboración con el Festival Internacional de Música y Danza de Granada y la Fundación Caja Rural de Granada.

Al acto de inauguración de la exposición, precedió una recepción en la Embajada de España en Austria, donde el embajador, Alberto Carnero Fernández, acompañado del consejero de Turismo, Javier Rodríguez Mañas, y del director del Instituto Cervantes en Viena, Juan Manuel Casado Ramos, recibió a la delegación compuesta por María Elena Martín-Vivaldi Caballero, vicerrectora de Extensión Universitaria y Deporte; Ricardo Anguita Cantero, director del Centro de Cultura Contemporánea; Francisco José Sánchez Montalbán, director de la Colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada; y María Elena Cazorla García, gerente del Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

El acto de inauguración de la exposición en la sede del Instituto Cervantes fue presidido por su director y en él intervinieron, además, la vicerrectora de Extensión Universitaria y Deporte, el consejero de Turismo de la Embajada de España, el director del Centro de Cultura Contemporánea y la Gerente del Festival.

Séptima edición

Este año, con motivo de la celebración de su décima edición, la exposición “Fotografía, música, danza y ciudad”, que exhibe una muestra de los trabajos realizados por los alumnos del “Taller de Fotografía: música, danza y ciudad” durante la celebración del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, está teniendo un especial tratamiento. Por un lado, en esta ocasión se incluye no solo imágenes de la última edición del Taller, sino una amplia selección perteneciente al conjunto de ediciones que se han celebrado hasta el presente bajo la coordinación de Francisco José Sánchez Montalbán. Por otro, la exhibición de la muestra más allá de su marco habitual dentro de la programación del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, la Sala Zaida de la Fundación Caja Rural de Granada, presentándola previamente en una institución de referencia de la difusión de la lengua y la cultura española como es el Instituto Cervantes y, más concretamente, en su sede de Viena, ciudad por excelencia de la música clásica.

La exposición “Fotografía, música, danza y ciudad. Los 10 últimos años del Taller de Fotografía de los Cursos Internacionales Manuel de Falla” es asimismo un proyecto de internacionalización de la Colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada, ya que las imágenes exhibidas forman parte de sus fondos al establecer el convenio firmado entre el Festival Internacional de Música y Danza de Granada y laUniversidad de Granada que cada año quede depositada en la Colección una copia de las obras seleccionadas para el montaje de la muestra Espacio Festival con el objeto de promover su difusión en exposiciones organizadas por la Universidad de Granada.

El destacado esfuerzo por difundir la Colección de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada fuera del marco de nuestra universidad, lleva a que, en paralelo a la exposición del Instituto Cervantes de Viena, se estén exhibiendo otros fondos fotográficos de la Colección en la sede del Centro Portugués de Fotografía en Oporto, uno de los centros de referencia de la fotografía en Europa.

En el centro de la imagen, Ricardo Anguita, director del Centro de Cultura Contemporánea de la UGR, en su intervención en la inauguración de la muestra en Viena.

Contacto: Ricardo Anguita Cantero. Director del Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada. Tel.: 958 241000 (extensión 20256). Correo electrónico: ranguita@ugr.es.


Síganos en Facebook:

image image

Síganos en Twitter:

image


COMUNICADO DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA ANTE EL BRUTAL ASESINATO DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD DE GARISSA EN KENIA

La Universidad de Granada, ante la brutal masacre de los 148 jóvenes estudiantes asesinados en la Universidad de Garissa, en Kenia, quiere expresar su más enérgica repulsa de los hechos y el más firme rechazo a toda forma de violencia.

La Universidad de Granada condena el cobarde instrumento del uso de la violencia terrorista y pide la pronta actuación de la justicia sobre los asesinos causantes del atentado.

En tan difícil momento quiere mostrar su respaldo a los familiares de los fallecidos y a sus compañeros y amigos, así como nuestra solidaridad y afecto a la Universidad de Garissa.

Nunca se deberían de repetir este tipo de hechos, por lo que reclamamos la necesaria seguridad en los centros universitarios y la protección que garantice la educación de los jóvenes para la construcción de un futuro mejor, ya que el progreso de los pueblos depende de la educación y el respeto a toda creencia para el pleno desarrollo de las nuevas generaciones.


Síganos en Facebook:

image image

Síganos en Twitter:

image


Granada Hoy

Pág. 4: Opinión. José Antonio González Alcantud: UNA CRISIS UNIVERSITARIA PEOR QUE CRÓNICA

Págs. 18-19: José Antonio González Alcantud: «Hay que plantearse que el yihadismo es un problema para la humanidad como lo fue el nazismo»

Pág. 43: La muestra de Carmen Laffón recibe 7.800 visitas en diez días

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/07MO

Descargar


Ideal

Pág. 66: Antonio Sánchez Trigueros, Pozo de Plata 2015

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/07MH

Descargar


La UGR publica el libro “El cuerpo y sus expresiones”

El volumen, coordinado por los profesores Juan Francisco García Casanova, Oscar Barroso Fernández y Ricardo Espinoza Lolas, recoge distintos trabajos del coloquio de Filosofía realizado en Granada en 2012, y propone una concepción del cuerpo en cuanto a sus “expresiones”

“El cuerpo y sus expresiones” es el título del libro que coordinan los profesores de la Universidad de Granada Juan Francisco García Casanova, Oscar Barroso Fernández y Ricardo Espinoza Lolas, en el que se recogen distintos trabajos del coloquio de Filosofía realizado en Granada en 2012, y se propone una concepción del cuerpo, en tanto que este es sus “expresiones”.

¿Qué es el cuerpo? ¿Cómo se expresa? ¿Qué mirada permite verlo? ¿Hay solo una mirada para captarlo o muchas? ¿Se puede “ver” acaso? ¿Es una “cosa”? ¿Una herramienta de la mente, su mudo receptáculo? ¿Y si ocurriese que el cuerpo, además de realizar esas funciones a las que llamamos “orgánicas”, comprendiese desde sí mismo, pensara, sufriera o anhelase, como supuestamente hace eso a lo que llamamos “alma”? ¿Alma? ¿No es el alma el cuerpo mismo, tal vez? Si no fuese así, ¿cómo se encuentran entre ellos, cómo se hablan entre sí?…

Todas estas preguntas suponen la trama de este libro en torno al cuerpo, del que los responsables señalan. “El cuerpo es quizás lo más próximo a nosotros. Y sin embargo, tan enigmático resulta, si nos detenemos en preguntas de este tipo, que nos quedamos perplejos y hasta tentados a decir que, siendo (quizás) lo más próximo, nos resulta lo más lejano”. El volumen, publicado por la Editorial Universidad de Granada (eug), constituye, en cada uno de los trabajos que se recogen, una mirada particular sobre este tema, pero todos ellos apuntan a una misma concepción del cuerpo: el cuerpo es, se da, en tanto ‘expresiones’. El cuerpo ya no es una ‘representación’, la que fuere, de ‘algo’ que se comporta o interactúa de tal o cual manera con la realidad; ni menos es el “recipiente” corruptible donde habita algo llamado ‘alma’ que sería inmortal. El cuerpo es en sí mismo su ‘estar en el mundo’ expresivo que abre lo otro y que densifica al propio hombre. El libro, de 272 páginas, consta de doce trabajos de investigación de distintos profesores y especialistas que tratan, entre otros asuntos, de “Cuerpo y política en el fin de la historia” (Germán Cano), “En busca del cuerpo como acontecimiento” (Juan Francisco García Casanova), “En sentido figurado: el cuerpo en pedazos” (François Delaporte), “De cuerpo presente” (Jorge de los Santos), o “El cuerpo y su sombra” (Patrick Bauday).

Web: http://sl.ugr.es/07KH

Contacto: Profesor Óscar Barroso Fernández. Departamento de Filosofía II. Universidad de Granada. Tels.: 958240942 958240943 958249838 958242097. Correo electrónico: obarroso@ugr.es


Síganos en Facebook:

image image

Síganos en Twitter:

image


Hallan en una mujer egipcia las evidencias más antiguas de un cáncer de mama, que datan del 2200 a.C.

EgiptoCancer Un equipo multidisciplinar de investigación, en el que participan las universidades de Granada (UGR) y Jaén (UJA), ha hallado en la Necrópolis de Qubbet el-Hawa (situada en la región egipcia de Asuán) los restos del cáncer de mama más antiguo del que se tiene constancia. Los investigadores han encontrado el esqueleto de una mujer de entre 30 y 40 años, de una altura de 1,62 metros, que murió afectada por esta enfermedad en torno al año 2200 a.C., y cuyo cuerpo estuvo momificado. El análisis de los restos hallados en la Necrópolis de Qubbet el-Hawa, cuya séptima campaña de excavación se inició el pasado mes de enero, ha revelado que esta mujer sufrió además una osteoporosis muy importante en sus huesos, y permaneció mucho tiempo inmovilizada, lo que revelaba un delicado estado de salud debido a la metástasis. El director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, Miguel Botella López, ha explicado durante la rueda de prensa de presentación de esta investigación que el análisis de los restos hallados “demuestra que los habitantes del Antiguo Egipto vivían mucho peor de lo que nos podrían indicar sus grandes monumentos, y padecían numerosas enfermedades infecciosas que mermaban su esperanza de vida”. No en vano, el equipo de antropólogos que ha participado en esta excavación, en el que también se encontraba el investigador de la UGR Ángel Rubio, ha identificado en las momias de la Necrópolis muchas enfermedades infecciosas (como brucelosis o fiebre de Malta); marcas de violencia; tumores; enfermedades degenerativas (artrosis) y anquilosis de miembros. “Debido a estos procesos infecciosos, la mitad de la población egipcia moría antes de cumplir los 5 años”, ha indicado Botella. Aunque la tumba QH33 de la Necrópolis de Qubbet el-Hawa fue descubierta en el siglo XIX y ha sido excavada en numerosas ocasiones, los restos hallados por los investigadores del equipo que dirige el doctor en Historia Antigua de la Universidad de Jaén, Alejandro Jiménez, “son completamente novedosos, se encuentran en un notable estado de conservación y han sido investigados por primera vez”. Miguel Botella ha explicado que, hasta la fecha, la noticia más antigua del cáncer de mama que se conocía databa del año 1600 a.C., es decir, 600 años después del que han encontrado en esta excavación.“Además, esta enfermedad aparece descrita en el conocido Papiro Smith, pero hasta ahora no se ha podido disponer de la evidencia. Nuestro hallazgo nos ha permitido disponer de ella en forma del esqueleto completo de una mujer, de época aún más antigua (hace 4200 años), que ahora estudiaremos minuciosamente”.
Descargar


Hallan el cáncer de mama más antiguo en momia egipcia

EgiptoCancer El hallazgo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán, del caso del cáncer de mama más antiguo que se conoce demuestra la igualdad ante la enfermedad de las clases sociales en el antiguo Egipto y la apenas variación de las características de este tumor en cuatro mil años.

 

Han sido investigadores de las universidades españolas de Granada y Jaén (sur) los responsables de este hallazgo, que ha sido posible tras el descubrimiento del esqueleto de una mujer de entre 30 y 40 años, perteneciente a la clase dirigente de la antigua ciudad de Elefantina, que murió por esta enfermedad en torno al dos mil 200 a.C.

El cuerpo momificado de esta mujer, de 1.62 metros de altura, estaba en un ataúd comido por las termitas dentro de una tumba excavada en la roca en una zona donde solo se enterraba a la clase dirigente del lugar, que en esa época y en aquella ciudad estaría conformada por no más de 150 personas de cuatro o cinco o familias.

Así lo explicó este viernes en rueda de prensa el doctor en Historia Antigua de la Universidad de Jaén Alejandro Jiménez, director de este proyecto que suma siete años de excavaciones (el último de investigación).

El análisis de los huesos evidencia que la mujer estaba afectada por metástasis, que sufría además una importante osteoporosis y que permaneció en cama durante más de uno o dos años.

Por ello tuvo que contar con la continua ayuda de un grupo humano para sobrellevar su incapacidad debido a la enfermedad, según el director del laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que extrae de este dato otra conclusión sociológica.

Hasta ahora, la noticia más antigua de cáncer de mama databa del año mil 600 a.C.
«La gente vivía mal, en el límite de la supervivencia, pero ante la enfermedad, su grupo humano los ayudaban hasta que morían», explica Botella sobre la sociedad de una época y un espacio, el antiguo Egipto, en el que la supervivencia «era la misma en unos que en otros», con independencia de la clase social a la que pertenecieran.

Y esto último era así porque la contaminación del agua del Nilo era el origen de muchas de las enfermedades de la época, fundamentalmente infecciosas, como la brucelosis o la fiebre de Malta, además de tumores y otras degenerativas como la artrosis.

De hecho, la mitad de la población egipcia moría antes de cumplir los cinco años, según Botella, que para reforzar la idea de que no por pertenecer a la clase social alta se vivía más, aludió a casos como el del faraón Tutankamón, que murió a los 19 años, o al de otros conocidos gobernadores que no superaron los 25 años.

Todo esto evidencia que los habitantes del antiguo Egipto vivían «mucho peor» de lo que podrían indicar sus grandes monumentos.

El hallazgo también pone de manifiesto que las características del cáncer de mama son «exactamente las mismas» que las que presenta la población actual afectada por este tumor.

«En los últimos cuatro mil años esta enfermedad ha cambiado muy poco», según Botella, uno de los antropólogos de este proyecto arqueológico multidisciplinar llevado a cabo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa que, en opinión de su director, de la que solo se ha desvelado «la punta del iceberg».

Hasta ahora, la noticia más antigua de cáncer de mama databa del año mil 600 a.C. (600 años después del hallado en esta excavación) y aparecía descrita en el conocido Papiro Smith -un documento médico de la Dinastía XVIII de Egipto (del 1550 a 1295 a.C.)-, pero no se disponía de la evidencia.

Descargar


El cáncer de mama más antiguo

EgiptoCancer Sólo el 15 por ciento de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama refieren dolor, por lo que las exploraciones, las visitas a los especialistas y las mamografías resultan claves para prevenir este tipo de tumor. Pero hace miles de años no había ninguna opción de prevenir una enfermedad entonces «desconocida». Pero existía. Dan buena prueba de ello diversos documentos históricos. Hasta la fecha el más antiguo es el Papiro de Edwin Smith, que data del 1600 a. C. Era la descripción escrita del cáncer más antigua que se conociese. Y es «era», porque ayer un equipo multidisciplinar de investigación, en el que han participado las universidades de Granada y de Jaén, anunció que en la Necróplis de Qubbet e-Hawa, situada frente a Asuán, ha hallado los restos del cáncer de mama más antiguo del que se tiene constancia, desbancando al Papiro Smith. En concreto, han descubierto el esqueleto de una mujer cuyos restos datan del 2200 a.C. Es decir, una mujer que vivió hace 4.200 años y a la que este mal se le fue extendiendo por todo el cuerpo, sin que entonces hubiera tratamiento alguno y ni siquiera se soñara con ello.
El hallazgo es impresionante», reconocía ayer a LA RAZÓN Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada. Este antropólogo, que aún mantenía la sonrisa y su sorpresa por el descubrimiento fue precisamente quien en la colina del viento encontró el esqueleto: «Las excavaciones empezaron en 2008. Este año estuve del 16 de enero al 16 de febrero, aunque la campaña fue de 16 de enero al 4 de marzo. La mujer con cáncer la encontré el 10 de febrero». Una fecha que este antropólogo no puede olvidar. «El cuerpo estaba completo en un ataúd. La mujer había sido momificada, pero los insectos se comieron su carne, por lo que lo que hallamos fue su esqueleto, pero entero».
Un esqueleto que tiene miles de marcas por la metástasis. Y es que, aunque la mujer egipcia tuviera cáncer de mama, el tumor, como explica el antropólogo, «se le había extendido por todo el cuerpo, ya que se observa metástasis desde la parte alta del cráneo hasta el hueso del dedo gordo del pie, aunque más en la cadera y en las vértebras. Y tanto por la extensión como por la gravedad, las muestras indican que tuvo cáncer de mama durante mucho tiempo».
Pero ¿cómo pueden saber que es cáncer de mama y no un tumor de páncreas? «Porque básicamente presenta una destrucción como apolillada con bordes difusos no regulares, y en otros cánceres es redondo», precisa Botella.
Otro detalle interesante es su altura: 1,62 centímetros, que aunque a priori pueda parecer una gran altura si uno se remonta a hace 4.200 años, lo cierto es que «para ser mujer tenía una talla media o ligeramente inferior a la estatura de esa época. Y es que la altura ha cambiado poco, un centímetro o centímetro y medio desde entonces hasta la fecha».
Pero la momia hallada no sólo tenía un cáncer de mama que le pasó al hueso, sino que esta mujer que tenía entre 30 y 40 años de edad «dada la pubis y la soldadura de los huesos largos, padecía también una osteoporosis enorme». Un mal que permite dibujarnos más detalles de ella. Y es que «estuvo inmóvil durante mucho tiempo», lo que revelaba un delicado estado de salud debido a la metástasis, pero a pesar de presentar «unos huesos frágiles ninguno está roto. De modo que estuvo quieta y la sociedad la cuidó», tal y como apunta Botella, que aunque no quiere a priori afirmar con rotundidad si era una mujer de alta cuna dada su especialidad, sí afirma que no sería una persona humilde, ya que era una tumba de gobernadores donde «ponen adobe y van metiendo a toda la familia». Unas tumbas espectaculares excavadas en la roca con «salas de 200 metros cuadrados», precisa.
Esta investigación, «demuestra que los habitantes del Antiguo Egipto vivían mucho peor de lo que nos podrían indicar sus grandes monumentos, y padecían numerosas enfermedades infecciosas que mermaban su esperanza de vida», añadió.
No en vano, el equipo de antropólogos que ha participado en esta excavación, ha identificado en las momias de la Necrópolis muchas enfermedades infecciosas, como brucelosis o fiebre de Malta, así como marcas de violencia, otro tipo de tumores, enfermedades degenerativas (artrosis) y anquilosis de miembros. De ahí que la mitad de la población egipcia muriese antes de cumplir los cinco años, tal y como recordó el antropólogo.
La tumba QH33 de la Necrópolis de la colina del viento fue descubierta en el siglo XIX y excavada desde entonces en no pocas ocasiones, pero los restos hallados por los investigadores del equipo que dirige el doctor en Historia Antigua Alejandro Jiménez, de la Universidad de Jaén, son completamente novedosos y han sido investigados por primera vez.
En definitiva, todo un hallazgo porque esta evidencia encontrada tiene 600 años menos que la del Papiro Smith. «Además, esta enfermedad aparece descrita en el conocido Pario, pero hasta ahora no se ha podido disponer de la evidencia. Nuestro hallazgo nos ha permitido disponer de ella en forma del esqueleto completo de una mujer, de época aún más antigua, que ahora estudiaremos minuciosamente». Un hito que a partir de ahora formará parte de la cronología del cáncer, con otras fechas que estudian los médicos e historiadores especializados en el campo de la Medicina, como la Teoría Humoral de Hipócrates, que atribuyó el exceso de bilis negra al cáncer y fue el primero en emplear términos como «carcinoma»; o Galén, un médico que, según los datos de la web de la Universidad de Emori, creía que era factible curar el cáncer en etapas tempranas y que los tumores desarrollados deberían ser eliminados; o Pablo de Engina, el autor de «Epítome de la Medicina», que dio en el clavo al pensar que el cáncer de mama era uno de los más comunes y que recomendaba su extirpación.
El tumor, en clave histórica
En definitiva, los primeros pasos del conocimiento y de la lucha contra el cáncer que han permitido que –aunque una de cada ocho mujeres presentará cáncer de mama a lo largo de su viva–, la supervivencia haya mejorado notablemente en los últimos 15 años hasta alcanzar una supervivencia global a los cinco años del diagnóstico de este tumor del 82,8 por ciento en España, por encima de la media europea y similar a la de aquellos países que cuentan con las mejores cifras de supervivencia, según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Pero hoy, como seguramente seguirá siéndolo en el futuro, el diagnóstico precoz (gracias a los programas de cribado con mamografías) es la mejor arma para luchar contra este tumor. Algo que hace 4.200 años, cuando vivía llena de dolores la mujer egipcia encontrada a orillas del Nilo, era completamente impensable.
Descargar


El cáncer de mama no sabe de clases sociales

EgiptoCancer El hallazgo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán, del caso del cáncer de mama más antiguo que se conoce ha puesto de manifiesto la igualdad de las clases sociales en el antiguo Egipto ante la enfermedad, que afectaba a todos sin diferencias, y la apenas variación de las características de este tumor en los últimos 4.000 años.

Han sido investigadores de las universidades de Granada y de Jaén los responsables de este hallazgo, que ha sido posible tras el descubrimiento del esqueleto de una mujer de entre 30 y 40 años, perteneciente a la clase dirigente de la antigua ciudad de Elefantina, que murió por esta enfermedad en torno a 2.200 a.C.

El cuerpo momificado de esta mujer, de 1,62 metros de altura, estaba en un ataúd comido por las termitas dentro de una tumba excavada en la roca en una zona donde solo se enterraba a la clase dirigente del lugar, que en esa época y en aquella ciudad estaría conformada por no más de 150 personas de cuatro o cinco o familias, explicó ayer en rueda de prensa el doctor en Historia Antigua de la Universidad de Jaén Alejandro Jiménez, director de este proyecto que suma siete años de excavaciones (el último de investigación).

El análisis de los huesos evidencia que la mujer estaba afectada por metástasis, que sufría además una importante osteoporosis y que permaneció en cama durante más de uno o dos años, por lo que tuvo que contar con la continua ayuda de un grupo humano para sobrellevar su incapacidad debido a la enfermedad, según el director del laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que extrae de este dato otra conclusión sociológica.

«La gente vivía mal, en el límite de la supervivencia, pero ante la enfermedad, su grupo humano los ayudaba hasta que morían», explica Botella sobre la sociedad de una época y un espacio, el antiguo Egipto, en el que la supervivencia «era la misma en unos que en otros», con independencia de la clase social a la que pertenecieran.

Y esto último era así porque la contaminación del agua, del Nilo, era el origen de muchas de las enfermedades de la época, fundamentalmente infecciosas, como la brucelosis o la fiebre de Malta, además de tumores y otras degenerativas como la artrosis.

De hecho, la mitad de la población egipcia moría antes de cumplir los cinco años, según Botella, que para reforzar la idea de que no por pertenecer a la clase social alta se vivía más aludió a casos como el del faraón Tutankamón, que murió a los 19 años, o al de otros conocidos gobernadores que no superaron los 25 años. Todo esto evidencia que los habitantes del antiguo Egipto vivían «mucho peor» de lo que podrían indicar sus grandes monumentos.

El hallazgo también ha puesto de manifiesto que las características del cáncer de mama son «exactamente las mismas» que las que presenta la población actual afectada por este tumor.

«En los últimos 4.000 años esta enfermedad ha cambiado muy poco», según Botella, uno de los antropólogos de este proyecto arqueológico multidisciplinar llevado a cabo en la necrópolis de Qubbet el-Hawa que, en opinión de su director, solo ha mostrado hasta ahora «la punta del iceberg».

Hasta ahora, la noticia más antigua de cáncer de mama databa del año 1.600 a.C. (600 años después del hallado en esta excavación). Además, según Botella esta enfermedad aparecía descrita en el conocido Papiro Smith, pero hasta ahora no se disponía de la evidencia.

Botella lleva siete años trabajando en este proyecto andaluz que se desarrolla en la tumba 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, el lugar elegido por los gobernadores del sur del país de los faraones para pasar la eternidad. La tumba ya estaba saqueada cuando los investigadores entraron en ella, a pesar de lo cual se han encontrado cerca de 150 restos humanos.

Descargar