Descubren el mecanismo que permite nadar a las arañas

78726 Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha revelado un secreto de la naturaleza desconocido hasta la fecha: las arañas no solamente andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Por primera vez, los investigadores han demostrado que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia la dirección que desean.

Esta investigación, que este viernes publica la prestigiosa revista ‘BMC Evolutionary Biology’, es el fruto de una colaboración científica entre el doctor Morito Hayashi (ecólogo en el Museo Británico de Historia Natural, Reino Unido), profesor Mohammed Bakkali (genetista en la Universidad de Granada, España), el fotógrafo profesional de la naturaleza Alexander Hyde (Derbyshire, Reino Unido), y la profesora Sara Goodacre (ecóloga en la Universidad de Nottingham, Reino Unido).

«Esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que atenúa el riesgo para estos insectos conlleva volar de esa manera tan descontrolada», apunta el investigador Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores de este trabajo. «Este artículo supone la resolución de uno de los grandes misterios de la naturaleza».
Darwin ya lo anotó durante su viaje a Beagle

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico de la UGR.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios, y buscar nuevos recursos.

«Sin embargo, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante, debido al gran riesgo que para la araña voladora supone. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced de las ‘ganas’ del viento. Vuelan entonces en la dirección que el viento tome y su viaje termina cuando el viento pierde fuerza. Este no control de la dirección de vuelo y punto de aterrizaje es el que conlleva riesgo», apunta Bakkali.

Las arañas son animales terrestres y más de dos tercios de la superficie de la tierra son agua. «Al decidir volar, corren un gran riesgo de terminar en océanos (como las que observó Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos, charcos. Por lo tanto, la selección natural no debería haber permitido tan arriesgado comportamiento», señala el investigador de la UGR.

«De estar entre nosotros, Darwin estaría satisfecho de ver cómo el misterio de las arañas que le caían en el medio del océano sobre su Beagle también se ajusta a uno de sus grandes descubrimientos: la selección natural», concluye Bakkali.

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¿Por qué nadan las arañas?

78726  Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha revelado un secreto de la naturaleza desconocido hasta la fecha: las arañas no solamente andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Por primera vez, los investigadores han demostrado que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia la dirección que desean.

Esta investigación, que este viernes publica la prestigiosa revista ‘BMC Evolutionary Biology’, es el fruto de una colaboración científica entre el doctor Morito Hayashi (ecólogo en el Museo Británico de Historia Natural, Reino Unido), profesor Mohammed Bakkali (genetista en la Universidad de Granada, España), el fotógrafo profesional de la naturaleza Alexander Hyde (Derbyshire, Reino Unido), y la profesora Sara Goodacre (ecóloga en la Universidad de Nottingham, Reino Unido).

«Esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que atenúa el riesgo para estos insectos conlleva volar de esa manera tan descontrolada», apunta el investigador Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores de este trabajo. «Este artículo supone la resolución de uno de los grandes misterios de la naturaleza».

Darwin ya lo anotó durante su viaje en el Beagle

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico de la UGR.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios, y buscar nuevos recursos.

«Sin embargo, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante, debido al gran riesgo que para la araña voladora supone. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced de las ‘ganas’ del viento. Vuelan entonces en la dirección que el viento tome y su viaje termina cuando el viento pierde fuerza. Este no control de la dirección de vuelo y punto de aterrizaje es el que conlleva riesgo», apunta Bakkali.

Las arañas son animales terrestres y más de dos tercios de la superficie de la tierra son agua. «Al decidir volar, corren un gran riesgo de terminar en océanos (como las que observó Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos, charcos. Por lo tanto, la selección natural no debería haber permitido tan arriesgado comportamiento», señala el investigador de la UGR.

«De estar entre nosotros, Darwin estaría satisfecho de ver cómo el misterio de las arañas que le caían en el medio del océano sobre su Beagle también se ajusta a uno de sus grandes descubrimientos: la selección natural», concluye Bakkali.

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Por qué hay arañas en todos los rincones del planeta

78726  Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha revelado un secreto de la naturaleza desconocido hasta la fecha: las arañas no solamente andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Por primera vez, los investigadores han demostrado que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia la dirección que desean.

Esta investigación, que este viernes publica la prestigiosa revista ‘BMC Evolutionary Biology’, es el fruto de una colaboración científica entre el doctor Morito Hayashi (ecólogo en el Museo Británico de Historia Natural, Reino Unido), profesor Mohammed Bakkali (genetista en la Universidad de Granada, España), el fotógrafo profesional de la naturaleza Alexander Hyde (Derbyshire, Reino Unido), y la profesora Sara Goodacre (ecóloga en la Universidad de Nottingham, Reino Unido).

«Esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que atenúa el riesgo para estos insectos conlleva volar de esa manera tan descontrolada», apunta el investigador Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores de este trabajo. «Este artículo supone la resolución de uno de los grandes misterios de la naturaleza».
Darwin ya lo anotó

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico de la UGR.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios, y buscar nuevos recursos.

«Sin embargo, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante, debido al gran riesgo que para la araña voladora supone. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced de las ‘ganas’ del viento. Vuelan entonces en la dirección que el viento tome y su viaje termina cuando el viento pierde fuerza. Este no control de la dirección de vuelo y punto de aterrizaje es el que conlleva riesgo», apunta Bakkali.

Las arañas son animales terrestres y más de dos tercios de la superficie de la tierra son agua. «Al decidir volar, corren un gran riesgo de terminar en océanos (como las que observó Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos, charcos. Por lo tanto, la selección natural no debería haber permitido tan arriesgado comportamiento», señala el investigador de la UGR.

«De estar entre nosotros, Darwin estaría satisfecho de ver cómo el misterio de las arañas que le caían en el medio del océano sobre su Beagle también se ajusta a uno de sus grandes descubrimientos: la selección natural», concluye Bakkali.

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Revelan el sistema de las arañas para nadar, lo que las habría extendido por todo el mundo

78726 Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha revelado un secreto de la naturaleza desconocido hasta la fecha: las arañas no solamente andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Por primera vez, los investigadores han demostrado que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia la dirección que desean.

Este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante por sus riesgos Esta investigación, que este viernes publica la prestigiosa revista BMC Evolutionary Biology, es el fruto de una colaboración científica entre el doctor Morito Hayashi (ecólogo en el Museo Británico de Historia Natural, Reino Unido), profesor Mohammed Bakkali (genetista en la Universidad de Granada, España), el fotógrafo profesional de la naturaleza Alexander Hyde (Derbyshire, Reino Unido), y la profesora Sara Goodacre (ecóloga en la Universidad de Nottingham, Reino Unido).

«Esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que atenúa el riesgo para estos insectos conlleva volar de esa manera tan descontrolada», apunta el investigador Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores de este trabajo. «Este artículo supone la resolución de uno de los grandes misterios de la naturaleza».
Darwin ya lo anotó

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico de la UGR.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios, y buscar nuevos recursos.

«Sin embargo, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante, debido al gran riesgo que para la araña voladora supone. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced de las ‘ganas’ del viento. Vuelan entonces en la dirección que el viento tome y su viaje termina cuando el viento pierde fuerza. Este no control de la dirección de vuelo y punto de aterrizaje es el que conlleva riesgo», apunta Bakkali.

Las arañas son animales terrestres y más de dos tercios de la superficie de la tierra son agua. «Al decidir volar, corren un gran riesgo de terminar en océanos (como las que observó Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos, charcos. Por lo tanto, la selección natural no debería haber permitido tan arriesgado comportamiento», señala el investigador de la UGR.

Publicada en la dirección url http://www.20minutos.es/noticia/2504945/0/mecanismo-aranas-nadar/secreto-desconocido/naturaleza/

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Un equipo de científicos revelan el mecanismo que siguen las arañas para poder nadar

78726 Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada, ha revelado que las arañas no sólo andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar a través de un curioso mecanismo, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Se trata de la primera vez que se demuestra que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia cualquier dirección, ha informado este viernes la Universidad de Granada en un comunicado.

En esta investigación han colaborado expertos del Museo Británico de Historia Natural, de Derbyshire (Reino Unido) y de la Universidad de Nottingham, además de la de Granada.

Según Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores del trabajo, esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que reduce el riesgo que supone para estos insectos volar de esa manera «tan descontrolada».

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros.

Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios y buscar nuevos recursos.

Sin embargo, agrega el investigador, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante por el riesgo que conllevaba para la araña.

Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced del viento, que es el que determina la dirección y duración del vuelo.

Al decidir volar, corren el riesgo de terminar en océanos (como presenció Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos o charcos.

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¿Cómo pueden nadar las arañas?

78726  Por primera vez, los investigadores han demostrado que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia la dirección que desean.

 

Esta investigación, que publica la prestigiosa revista ‘BMC Evolutionary Biology’, es el fruto de una colaboración científica entre el doctor Morito Hayashi (ecólogo en el Museo Británico de Historia Natural, Reino Unido), profesor Mohammed Bakkali (genetista en la Universidad de Granada, España), el fotógrafo profesional de la naturaleza Alexander Hyde (Derbyshire, Reino Unido), y la profesora Sara Goodacre (ecóloga en la Universidad de Nottingham, Reino Unido).

«Esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que atenúa el riesgo para estos insectos conlleva volar de esa manera tan descontrolada», apunta el investigador Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores de este trabajo. «Este artículo supone la resolución de uno de los grandes misterios de la naturaleza».

DARWIN YA LO ANOTÓ DURANTE SU VIAJE EN EL BEAGLE

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico de la UGR.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios, y buscar nuevos recursos.

«Sin embargo, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante, debido al gran riesgo que para la araña voladora supone. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced de las ‘ganas’ del viento. Vuelan entonces en la dirección que el viento tome y su viaje termina cuando el viento pierde fuerza. Este no control de la dirección de vuelo y punto de aterrizaje es el que conlleva riesgo», apunta Bakkali.

Las arañas son animales terrestres y más de dos tercios de la superficie de la tierra son agua. «Al decidir volar, corren un gran riesgo de terminar en océanos (como las que observó Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos, charcos. Por lo tanto, la selección natural no debería haber permitido tan arriesgado comportamiento», señala el investigador de la UGR.

«De estar entre nosotros, Darwin estaría satisfecho de ver cómo el misterio de las arañas que le caían en el medio del océano sobre su Beagle también se ajusta a uno de sus grandes descubrimientos: la selección natural», concluye Bakkali.

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El Aula Permanente de la Universidad en Baza se prepara para el inicio del curso

Tras el inicio del curso escolar, la presencia de la Universidad de Granada en Baza toma su relevo. El Aula Permanente de Formación Abierta con sede en esta ciudad celebrará una reunión informativa este jueves por la tarde en la Casa de la Cultura. Se dará a conocer el programa y los medios de matriculación, que este año son completamente ‘online’.

El coordinador del Aula en Baza, José Miguel Cara, explica que para este tipo de matriculación hay tiempo suficiente y que pondrán medios para ayudar a aquellas personas que tengan más dificultades a la hora de acceder a internet.

El proceso de matriculación finalizará el día 30 de septiembre y el Aula Permanente en Baza espera cubrir todas las plazas disponibles.

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El director granadino Jorge Rodríguez Morata trae el sonido de la época de Carlos V a la ciudad

l próximo lunes 21 de septiembre el director granadino Jorge Rodríguez Morata presenta en el claustro del colegio San Bartolomé y Santiago de Granada una selección de obras de la época de Carlos V. El concierto para coro, vihuela y tiorba pone la guinda a una serie de actividades que la Asociación de Alumnos Mayores de la Universidad de Granada (UNIGRAMA) está realizando para formar a sus participantes antes de realizar un viaje por Bélgica y Gantes, lugares que fueron muy relevantes para Carlos V. A partir de las ocho de la tarde se podrá disfrutar en la ciudad de Granada de la música coral de la época del emperador.

Desde 2012 es el director titular del Canticum Novum. Con este coro ha estrenado obras de los compositores José Pablo Serrano, Roberto Pineda, José Manuel Baena y Jesús Arias. De este último dirigió hace unas semanas el que ha sido uno de los mayores retos que ha tenido, el estreno de la Cantata Mater Lux, en el que participaban Soleá Morente (cantaora, hija del mítico Enrique), Juan Pinilla (Premio Lámpara Minera del Festival Internacional de Cante de las Minas), Eric Jiménez (batería de Los Planetas, Lagartija Nick), Arturo Cid (eminencia en el mundo del Jazz con «Arturo Cid Swinget»), Guillermo Crovetto (que acaba de publicar The Chess White Sessions, un Cd tributo a los Bettles con más de 3000 copias vendidas) y el Coro Canticum Novum.

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Revelan el mecanismo que siguen las arañas para poder nadar

78726  Un equipo internacional de científicos, en el que participa la Universidad de Granada, ha revelado que las arañas no sólo andan, saltan y vuelan, sino que también pueden nadar a través de un curioso mecanismo, lo que explica su omnipresencia en todos los rincones del planeta.

 

Se trata de la primera vez que se demuestra que las arañas tienen comportamientos acuáticos que las hacen parecer «auténticos veleros», ya que utilizan sus patas y abdomen para adoptar curiosas posturas que les permiten aprovechar las corrientes de viento para deslizarse sobre la superficie del agua hacia cualquier dirección, ha informado la Universidad de Granada en un comunicado.

En esta investigación han colaborado expertos del Museo Británico de Historia Natural, de Derbyshire (Reino Unido) y de la Universidad de Nottingham, además de la de Granada.

Según Mohammed Bakkali, del departamento de Genética de la Universidad de Granada y uno de los autores del trabajo, esta tolerancia y las habilidades que tienen en el agua es lo que reduce el riesgo que supone para estos insectos volar de esa manera «tan descontrolada».
Darwin ya lo anotó

«Todos hemos asistido alguna vez a la impresionante lluvia de telas de araña que, brillantes, parecen caer del cielo y de la nada, como ya anotó Darwin cuando estaba en mitad del océano durante su viaje en el Beagle», explica el científico.

La ciencia ya demostró hace tiempo que muchas especies de arañas aprovechan las corrientes de viento para levantar el vuelo y, gracias a la tela que secretan, se elevan y llegan a viajar decenas e incluso cientos de kilómetros. Lo hacen para dispersarse, conquistar nuevos espacios y buscar nuevos recursos.

Sin embargo, agrega el investigador, este peculiar modo de vuelo resultaba desconcertante por el riesgo que conllevaba para la araña. Al no tener alas, las arañas voladoras lo hacen a merced del viento, que es el que determina la dirección y duración del vuelo. Al decidir volar, corren el riesgo de terminar en océanos (como presenció Darwin), mares, ríos, lagos, pantanos o charcos.
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La Universidad de Granada, un referente nacional en el ámbito de la cooperación internacional universitaria

El CICODE, con sus delegaciones en Melilla, Ceuta y Granada, es su organismo especializado
El Plan propio de Cooperación: Programa de Consolidación y Continuación de proyectos estratégicos de la Universidad de Granada ha sido uno de los tres elegidos en todo el país por la «Guía de Buenas Prácticas de Cooperación Universitaria para el Desarrollo».

Una de las últimas acciones realizadas con infancia y sus familias en CubaEstas acciones, desarrolladas desde el actual Vicerrectorado de Internacionalización y el CICODE, comenzaron hace años y se desarrollan en países tan dispares como Togo o Guatemala, siendo ya un referente en el ámbito de la cooperación internacional universitaria.

Este Plan Propio sistematiza y hereda el trabajo que desde hace casi dos décadas viene desarrollando el CICODE de la UGR. Prueba de ello es que aparece en la citada publicación, realizada por los Grupos de Trabajo de Cooperación Universitaria al Desarrollo (GT-CUD) sobre Buenas prácticas, de la Comisión de Internacionalización y Cooperación, de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Se trata de un trabajo en el que han recopilado las iniciativas más destacadas de cooperación universitaria al desarrollo que se realizan desde toda España.

Con este reconocimiento se pone de manifiesto el trabajo desarrollado por la UGR, contando con el CICODE como punta de lanza, como agentes clave de la cooperación al desarrollo que se hace desde las universidades españolas. De hecho su actuación, según esta Guía de Buenas Prácticas de Cooperación Universitaria para el Desarrollo «como experiencia exitosa, que favorece el aprendizaje y la mejora de calidad de nuestras acciones a partir del conocimiento».

La Universidad de Granada es considerada un ejemplo a nivel nacional tanto por su experiencia acumulada como por sus resultados en la mejora de las condiciones de vida de muchas personas. De hecho, en la Guía de Buenas Prácticas de Cooperación Universitaria se resalta que el Plan Propio de Cooperación tiene un valor añadido más allá de lo meramente regulado. Implica un conocimiento más profundo y cercano de los actores intervinientes, no sólo los cooperantes y los beneficiarios, sino también el personal técnico y el personal de dirección o gobierno de los centros y unidades implicados. «En consecuencia, esto comporta una fluidez de la información que facilita enormemente la gestión muy por encima de lo que sucede respecto a un proyecto de cooperación estándar» a nivel internacional, se afirma en la publicación.

Desde 2008, el CICODE -creado en la UGR en 1996- tiene una Delegación estable en el Campus de Melilla, que propone acciones y vehicula propuestas de toda la comunidad universitaria, en colaboración con la administración pública y entidades privadas, tanto de nivel internacional y nacional, como locales. En la actualidad, desde nuestra ciudad se mantienen proyectos de cooperación internacional en Marruecos, Cuba o México, aunque se han desarrollado en cursos anteriores iniciativas en diversos países como Perú, Costa Rica, Bolivia y El Salvador. Además, de cara a 2016 se mantiene un proceso de trabajo conjunto con la Consejería de Presidencia de la Ciudad Autónoma de Melilla para desarrollar la política local de cooperación internacional.

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CICODE ve reconocida su labor en proyectos de cooperación al desarrollo a nivel nacional

El programa de Consolidación y Continuación de proyectos estratégicos de la Universidad de Granada ha sido uno de los tres elegidos en todo el país por la ‘Guía de Buenas Prácticas de Cooperación Universitaria para el Desarrollo’. Para el centro dependiente de la UGR, este Plan Propio «sistematiza y hereda» el trabajo que desde hace casi dos décadas viene desarrollando el CICODE de la UGR en Granada, Ceuta y Melilla.
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Diario Médico

Pág. 9: GAMIFICACIÓN PARA MEJORAR HÁBITOS SALUDABLES

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