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Pág. 10: Los titulados en Medicina y Óptica son los que logran más contratos
Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras
La Facultad de Ciencias del Trabajo acoge el primer Congreso de Mujer y Derecho
Pág. 18:  XXV Aniversario  de la promoción 1985-1990, el grupo 4, de la Facultad de Derecho
Págs. 50-51: Jonatan Ruiz: «Los escolares deberían tener una hora de educación física diaria»
Pág. 65: Agenda:
– Cine:
‘La gran guerra’
– Conferencias:
‘El galeón de Manila 1565-1815: conmemorando el pasado”’
– Poesía:
Encuentro poético
– Exposiciones:
‘Mujer y trabajo’
Suplemento AG Granada: Heroprotect Micro, novedad de Xtrem Biotech para luchar contra los nemátodos
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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras
La Facultad de Ciencias del Trabajo acoge el primer Congreso de Mujer y Derecho

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Pág. 65: Agenda:
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‘La gran guerra’
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Encuentro poético
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NIÑOS DISLÉXICOS NO DETECTAN BIEN LAS SÍLABAS ACENTUADAS AL OÍR LAS PALABRAS

77443 Un equipo español liderado por la Universidad de Granada ha demostrado que los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras.Según ha informado hoy la Universidad de Granada, es la primera vez que se demuestra esta carencia en dislexia en la lengua española (ya se había demostrado en inglés).La dislexia no es solo un problema para la lectura: niños con esta dificultad también presentan un déficit en el procesamiento prosódico, es decir, que tienen mayores problemas para detectar las sílabas acentuadas.Según los investigadores, pese al nivel de estudio y de la inteligencia de la persona, la dislexia puede generar dificultades a la hora de reconocer de manera correcta y fluida las palabras, de descodificarlas y de escribir sin faltas de ortografía.Las consecuencias inmediatas repercuten en la comprensión escrita y en la lectura, lo que impide que estas personas desarrollen de manera natural el vocabulario y la memoria necesarios.En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo.Este estudio demuestra por primera vez en la lengua española que la dislexia no es solo un problema para la adquisición de la lectura, sino que los niños con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico.Para demostrarlo, el equipo realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles que tuvieron que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente, según Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada y autora principal del trabajo.En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas.La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras -palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»-.Tanto las palabras como las pseudopalabras se presentaron oralmente, por lo que en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada.Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes sin dislexia empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.Sin embargo, los del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.»Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora.Los autores defienden la incorporación de tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras.
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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según un estudio

77443 Un equipo español de investigadores liderado por la Universidad de Granada (UGR) ha demostrado que los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, por lo que no se limita a una problema para la lectura.

 

En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo.

Este nuevo estudio, publicado en ‘Research in Developmental Disabilities’, demuestra por primera vez en la lengua española (en inglés ya había evidencias) que la dislexia no solo es un problema para la adquisición de la lectura.

Los niños con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico (también llamado fonología suprasegmental).

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles: «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente», explica a Sinc Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR y autora principal del trabajo.

En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas, informa la UGR en una nota.

La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras –palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»–.

«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», destaca Jiménez-Fernández.

Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Asimismo, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Sin embargo, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

«Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora. Para los autores, es «crucial» incorporar tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras.

Así, «la intervención en dislexia no solo debe incluir actividades de lectura y fonología segmental (conciencia fonológica) sino que se debe prestar especial atención al procesamiento suprasegmental o prosódico», advierte la investigadora.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras

77443 Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según ha mostrado un estudio liderado por la Universidad de Granada y en el que han participado 31 niños españoles. Se trata de la primera vez que se analiza en la lengua española esta carencia en dislexia, que ya se había demostrado en inglés.

 

Para llevar a cabo la investigación, publicada en ‘Research in Developmental Disabilities’ y recogida por la plataforma Sinc, los científicos pidieron a los participantes que detectaran y señalaran con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que les fueron presentados oralmente.

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles. «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente»,

En concreto, en la primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda, tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras, es decir, palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, ‘cátupos’.

MÁS ERRORES Y MÁS TIEMPO DE RESPUESTA

«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», ha destacado la autora principal del trabajo, Gracia Jiménez-Fernández.

Así, según los resultados, el grupo de niños con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Ahora bien, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras

77443 Para llevar a cabo la investigación, publicada en ‘Research in Developmental Disabilities’ y recogida por la plataforma Sinc, los científicos pidieron a los participantes que detectaran y señalaran con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que les fueron presentados oralmente.

 

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles. «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente»,

En concreto, en la primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda, tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras, es decir, palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, ‘cátupos’.

MÁS ERRORES Y MÁS TIEMPO DE RESPUESTA

«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», ha destacado la autora principal del trabajo, Gracia Jiménez-Fernández.

Así, según los resultados, el grupo de niños con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Ahora bien, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras según estudio de Universidad de Granada

77443 A pesar del nivel de estudio y de la inteligencia del individuo, la dislexia puede generar dificultades a la hora de reconocer de manera correcta y fluida las palabras, de escribir sin faltas de ortografía y de descodificar las palabras. Las consecuencias inmediatas repercuten en la comprensión escrita y en la lectura, lo que impide que estas personas desarrollen de manera natural el vocabulario y la memoria necesarios.

 

En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo. Un nuevo estudio, publicado en Research in Developmental Disabilities, demuestra por primera vez en la lengua española –en inglés ya había evidencias– que la dislexia no solo es un problema para la adquisición de la lectura. Los niños y las niñas con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico (también llamado fonología suprasegmental). Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles: «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente», explica a Sinc Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR y autora principal del trabajo. MÁS ERRORES EN NIÑOS DISLÉXICOS En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras –palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»–. «Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», destaca Jiménez-Fernández. Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta. Asimismo, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras. Sin embargo, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico. «Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora. Para los autores, es «crucial» incorporar tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras. Así, «la intervención en dislexia no solo debe incluir actividades de lectura y fonología segmental (conciencia fonológica) sino que se debe prestar especial atención al procesamiento suprasegmental o prosódico», advierte la investigadora.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según un estudio

77443 A pesar del nivel de estudio y de la inteligencia del individuo, la dislexia puede generar dificultades a la hora de reconocer de manera correcta y fluida las palabras, de escribir sin faltas de ortografía y de descodificar las palabras. Las consecuencias inmediatas repercuten en la comprensión escrita y en la lectura, lo que impide que estas personas desarrollen de manera natural el vocabulario y la memoria necesarios.

 

En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo.

Un nuevo estudio, publicado en Research in Developmental Disabilities, demuestra por primera vez en la lengua española –en inglés ya había evidencias– que la dislexia no solo es un problema para la adquisición de la lectura. Los niños y las niñas con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico (también llamado fonología suprasegmental).

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles: «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente», explica a Sinc Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR y autora principal del trabajo.

Más errores en niños disléxicos
En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras –palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»–.

«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», destaca Jiménez-Fernández.

Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta. Asimismo, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Sin embargo, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico. «Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora.

Para los autores, es «crucial» incorporar tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras. Así, «la intervención en dislexia no solo debe incluir actividades de lectura y fonología segmental (conciencia fonológica) sino que se debe prestar especial atención al procesamiento suprasegmental o prosódico», advierte la investigadora.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras

77443 Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según ha mostrado un estudio liderado por la Universidad de Granada y en el que han participado 31 niños españoles. Se trata de la primera vez que se analiza en la lengua española esta carencia en dislexia, que ya se había demostrado en inglés.

 

Para llevar a cabo la investigación, publicada en ‘Research in Developmental Disabilities’ y recogida por la plataforma Sinc, los científicos pidieron a los participantes que detectaran y señalaran con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que les fueron presentados oralmente.

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles. «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente»,

En concreto, en la primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda, tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras, es decir, palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, ‘cátupos’.

MÁS ERRORES Y MÁS TIEMPO DE RESPUESTA

«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», ha destacado la autora principal del trabajo, Gracia Jiménez-Fernández.

Así, según los resultados, el grupo de niños con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Ahora bien, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras

77443 Un equipo español liderado por la Universidad de Granada ha demostrado que los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras.

 

Según ha informado este lunes la Universidad de Granada, es la primera vez que se demuestra esta carencia en dislexia en la lengua española (ya se había demostrado en inglés).

La dislexia no es solo un problema para la lectura: niños con esta dificultad también presentan un déficit en el procesamiento prosódico, es decir, que tienen mayores problemas para detectar las sílabas acentuadas.

Según los investigadores, pese al nivel de estudio y de la inteligencia de la persona, la dislexia puede generar dificultades a la hora de reconocer de manera correcta y fluida las palabras, de descodificarlas y de escribir sin faltas de ortografía.

Las consecuencias inmediatas repercuten en la comprensión escrita y en la lectura, lo que impide que estas personas desarrollen de manera natural el vocabulario y la memoria necesarios.

En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo.

Este estudio demuestra por primera vez en la lengua española que la dislexia no es solo un problema para la adquisición de la lectura, sino que los niños con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico.

Para demostrarlo, el equipo realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles que tuvieron que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente, según Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada y autora principal del trabajo.

En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas.

La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras -palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»-.

Tanto las palabras como las pseudopalabras se presentaron oralmente, por lo que en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada.

Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes sin dislexia empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Sin embargo, los del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

«Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora.

Los autores defienden la incorporación de tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras.

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Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras

77443 Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según ha mostrado un estudio liderado por la Universidad de Granada y en el que han participado 31 niños españoles. Se trata de la primera vez que se analiza en la lengua española esta carencia en dislexia, que ya se había demostrado en inglés.

 

Para llevar a cabo la investigación, publicada en ‘Research in Developmental Disabilities’ y recogida por la plataforma Sinc, los científicos pidieron a los participantes que detectaran y señalaran con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que les fueron presentados oralmente.

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles. «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente»,

En concreto, en la primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda, tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras, es decir, palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, ‘cátupos’.

Más errores y más tiempo de respuesta
«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», ha destacado la autora principal del trabajo, Gracia Jiménez-Fernández.

Así, según los resultados, el grupo de niños con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.

Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Ahora bien, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.

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Los niños disléxicos apenas captan sílabas acentuadas

77443 A pesar del nivel de estudio y de la inteligencia del individuo, la dislexia puede generar dificultades a la hora de reconocer de manera correcta y fluida las palabras, de escribir sin faltas de ortografía y de descodificar las palabras. Las consecuencias inmediatas repercuten en la comprensión escrita y en la lectura, lo que impide que estas personas desarrollen de manera natural el vocabulario y la memoria necesarios.

 

El estudio demuestra por primera vez en la lengua española que la dislexia no solo es un problema para la adquisición de la lectura
En la actualidad, los expertos atribuyen este trastorno a un déficit fonológico, que consiste en la dificultad para representar adecuadamente los fonemas, para automatizar las reglas de conversión grafema-fonema y para mantener la información fonológica en la memoria de trabajo.

Un nuevo estudio, publicado en Research in Developmental Disabilities, demuestra por primera vez en la lengua española –en inglés ya había evidencias– que la dislexia no solo es un problema para la adquisición de la lectura. Los niños y las niñas con esta dificultad de aprendizaje presentan también un déficit en el procesamiento prosódico (también llamado fonología suprasegmental).

Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles: «Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente», explica a Sinc Gracia Jiménez-Fernández, investigadora en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR y autora principal del trabajo.

Más errores en niños disléxicos

En una primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda tarea tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras –palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, «cátupos»–.

El grupo con dislexia mostró un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta
«Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada», destaca Jiménez-Fernández.

Según los resultados, el grupo con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta. Asimismo, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.

Sin embargo, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico. «Lo que no sabemos aún es si el grupo de dislexia no posee dicho conocimiento léxico o, a pesar de poseerlo, no puede utilizarlo en este tipo de tarea», apunta la investigadora.

Para los autores, es «crucial» incorporar tareas con pseudopalabras para estudiar este tipo de dislexia y para que los niños aprendan a diferenciar tonos, acentos y entonación de las palabras. Así, «la intervención en dislexia no solo debe incluir actividades de lectura y fonología segmental (conciencia fonológica) sino que se debe prestar especial atención al procesamiento suprasegmental o prosódico», advierte la investigadora.

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Un estudio abre un nuevo enfoque en el tratamiento de la dislexia

77443 «Sábado». Si uno escucha esta palabra podrá decir rápidamente que «sa» es la sílaba tónica, no solo por el ritmo del término, sino porque la ha visto escrita mil veces, la conoce y sabe que es esdrújula; es una decisión casi instintiva. En cambio, si lo que se oye es «cátupos» tal vez tarde unos segundos más en determinar que «ca» es la sílaba acentuada, posiblemente porque intenta encontrar primero la palabra (que es inventada) en su arsenal lingüístico. Esta diferencia en la identificación de la entonación de una palabra no se da entre los niños con dislexia. Y es que un estudio español publicado en la revista Research in Developmental Disabilities demuestra por primera vez en castellano que la dislexia impide a los niños usar herramientas no fonológicas para identificar las sílabas tónicas incluso en el lenguaje oral; es decir, el dominio léxico no es algo natural para ellos.

 

El estudio ha estado liderado por Gracia Jiménez, doctora en Psicología de la Universidad de Granada, y en el mismo han participado investigadores de la Universidad de Jaén. El trabajo de campo ha sido complejo, ya que se buscaron 31 niños (y niñas) con dislexia que estuviesen cursando tercero de primaria, cuando se aprenden las reglas de acentuación. Junto con cada niño con el trastorno de aprendizaje en la misma clase se buscaba otro sin problemas, el llamado grupo de control, para mantener el mismo contexto sociocultural y educativo. Los resultados no dejaron lugar a dudas: el grupo con dislexia tardaba más en encontrar la sílaba tónica y cometía más errores que el grupo de control; y lo que es más, mientras que en los niños sin ningún déficit las palabras conocidas se resolvían más rápida y eficazmente, entre los de la dislexia se mantenía el mismo nivel de equivocaciones en palabras reales e inventadas.

El porqué ocurre algo semejante es lo que queda por resolver. Habría en ese sentido dos teorías: los niños con dislexia no almacenan el significado de las palabras; o sí lo hacen pero no acceden fácilmente a ese almacén. Este último supuesto parece ser el más extendido entre la comunidad científica, pero todavía no está comprobado.

La ventaja del descubrimiento del grupo de Gracia Jiménez es que permite cambiar la estrategia en la atención de la dislexia, y así no centrarse únicamente en la lectoescritura, sino incidir en el apoyo desde el principio, cuando el aprendizaje es solo oral.

¿Qué es?
Dificultad para leer. La dislexia se considera que es la dificultad para leer, que supone no comprender lo leído. La investigación española incide en que además de la lectura, la dislexia implica dificultad para dominar las palabras en el lenguaje oral.

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