Primeras Jornadas para la Comunidad Sorda en el Campus de Melilla

Abierto a todas las personas interesadas, cubrirá las ilustraciones para la cubierta, contracubierta, lomo y solapa de la revista “Publicaciones” de la Facultad de Educación y Humanidades del Campus de Melilla

Cubrir las ilustraciones de la cubierta, contracubierta, lomo y solapa de la revista “Publicaciones” de la Facultad de Educación y Humanidades del Campus de la UGR en Melilla es el objetivo del concurso que la citada facultad convoca para todos los interesados mayores de 18 años.

Los que opten a este concurso han de presentar un original en formato papel, antes del 30 de septiembre a las 14.00 horas en la Secretaría del Campus Universitario de Melilla, Universidad de Granada, con registro de entrada.

Los trabajos deberán presentarse en formato A3 en un sobre cerrado con título de la obra, nunca del autor. Los datos del autor se aportarán en un sobre pequeño cerrado, dentro del sobre grande; en este constarán el nombre y apellidos del autor, DNI, teléfono fijo y móvil, correo electrónico y dirección postal.

El tamaño de la revista es de 15×21, con un lomo de aproximadamente 1 cm y solapas de 5 cm.

La ilustración creada deberá tener una continuidad a través del lomo hasta la contracubierta, mediante colorido, imágenes y elementos.

El fallo de este concurso se hará público el 6 de octubre.

El ganador dispondrá de tres días, hasta el 9 de octubre, para cerrar el diseño y presentarlo en formato digital de calidad.

La selección será realizada por un tribunal formado por expertos y personal vinculado a la revista.

El premio está dotado con 250 euros para el ganador.

Los participantes serán los propietarios de los derechos de autor de las creaciones que presenten a concurso.

Todas los originales que no sean seleccionados se devolverán a sus autores y no serán utilizados por la editorial.

El nombre del ganador figurará en la página de créditos de la revista.

Toda la información, en la página de la Facultad de Educación y Humanidades de Melilla: http://sl.ugr.es/06rx

 

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Primeras Jornadas para la Comunidad Sorda en el Campus de Melilla

Se celebran en el Aula de Grados del Campus Universitario el lunes, 29 de septiembre de 2014, de 17.00 a 20.30 horas

Organizado por la Asociación de sordos de Melilla, en colaboración con el CICODE de la UGR, las charlas pretenden dar a conocer a la comunidad universitaria y a los melillenses en general las características de las personas sordas. Así, el Aula de Grados del Campus Universitario es el escenario, el lunes 29 de septiembre, desde las 17.00 de la tarde y hasta las 20.30 horas, de diversas charlas que versarán tanto de la historia de ASOME como de experiencias asociativas, la figura del intérprete de lengua de signos española, el ocio en la comunidad sorda y la comunidad sorda y la justicia.

Las charlas terminarán con una mesa redonda de preguntas y comentarios donde se espera que los asistentes interactúen con los ponentes y hagan los comentarios que consideren oportunos.

La Jornada contará entre los participantes de la Mesa Inaugural con el delegado del Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo (CICODE) en Melilla, José Luis Villena, quien manifiesta que se trata de una actividad “muy necesaria e instructiva, ya que da a conocer a la comunidad universitaria y la sociedad en general las características de una persona con este tipo de diversidad sensorial”.

“Es importante generar en el espíritu universitario una conciencia recíproca de inclusión para todas las personas, independientemente de las capacidades que tenga, y solo hace falta desmantelar algunos prejuicios. Caminar en ese objetivo es el propósito de estas Jornadas”, apostilla Villena, quien será el encargado de presentar las actividades junto con la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, y la directora territorial del IMSERSO en Melilla, Isabel Quesada, también profesora del Campus.

Para más información: José Luis Villena Higueras, Delegado del CICODE en Melilla. Teléfono: 952698700. Correo electrónico: cicodemelilla@ugr.es

 

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Convocatoria. Rueda de Prensa. “Memorias. Sobre la utilidad de los objetos”, exposición en la Madraza

La rueda de prensa, a la que asistirá el artista Isidro López-Aparicio, tendrá lugar en la Sala de exposiciones del Palacio de la Madraza, el martes 30 de septiembre de 2014, a las 11.30 h La exposición se inaugurará, ya por la tarde, a las 20 h

“Memorias. Sobre la utilidad de los objetos” es el título de la exposición de la que se dará cuenta a los medios de comunicación, en la Sala de exposiciones del Palacio de la Madraza, el martes, 30 de septiembre de 2014, a las 11.30 horas, en un acto en el que comparecerán el artista Isidro López-Aparicio, y la directora de Exposiciones de la Universidad de Granada, y comisaria de la exposición, Inmaculada López Vílchez.

Organizada por el Centro de Cultura Contemporánea del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deporte de la UGR, la exposición se inaugurará al público a las 20 horas del martes, 30 de septiembre.

Rueda de prensa

  • Exposición: Memorias. Sobre la utilidad de los objetos”.
  • Artista: Isidro López-Aparicio.
  • Comparecen: Isidro López-Aparicio e Inmaculada López Vílchez.
  • Día: martes, 30 de septiembre de 2014.
  • Hora: 11.30 horas.
  • Lugar: Sala de exposiciones del Palacio de la Madraza.
  • Inauguración: 20 horas.
  • Organiza: Centro de Cultura Contemporánea de la UGR.

 

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Demuestran que las propias células de sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio tienen potencial para regenerar el tejido dañado del corazón

Científicos andaluces transforman células destinadas a convertirse en vasos sanguíneos en músculo cardiaco y comprueban su efecto reparador comparable a las de cordón umbilical Hoy, 29 septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón

Investigadores de las Universidades de Granada, Jaén, Málaga, Miami y del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga han demostrado que las propias células de la sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio son capaces de restaurar el tejido dañado del corazón. En concreto, se trata de las denominadas células progenitoras endoteliales (EPC), aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos, pero que los científicos han conseguido que se diferencien hacia células de músculo cardiaco (cardiomiocitos).

Esta posibilidad de cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que las células aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, es decir, se pueden reconducir para que se conviertan en tejido cardiaco. “Hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos, como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica. Sin embargo, poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón”, explica a la Fundación Descubre el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Juan Antonio Marchal.

Para esclarecer su papel, los científicos analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardiacas de muestras de EPCs aisladas a partir de sangre de pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con EPCs obtenidas a partir de sangre de cordón umbilical, una fuente donde ya se conoce que existen células madre capaces de regenerar tejido cardiaco.

“Es la primera vez que se desarrolla esta comparación. Nuestros datos indican que células progenitoras endoteliales (EPCs) obtenidas a partir de ambos orígenes, sangre de pacientes y cordón umbilical, tienen plasticidad y funciones similares y sugieren una eficacia terapéutica potencial en la terapia celular cardiaca”, asevera el investigador. Esta terapia pasaría por inyectar estas células en la zona de la lesión. “Tras un infarto, se produce un efecto llamada de estas EPC desde la médula ósea, donde se encuentran normalmente, hasta el corazón, para reparar la lesión. Es el efecto Homing. Sin embargo, este mecanismo no logra trasladar suficientes células como para regenerar por completo el tejido dañado”, explica.

Por eso, la futura terapia que proponen los expertos ayudaría a los pacientes con ese proceso de regeneración. Además, al tratarse de células propias se evitan posibles rechazos. “La inyección de células ya se hace, pero nosotros hemos demostrado la capacidad de estas células propias del paciente infartado, de ahí que no se produzcan efectos secundarios”, aclara. “No obstante, es necesario desarrollar protocolos de expansión en el laboratorio de estas células del propio paciente para que podamos obtener un número adecuado que tuviera el efecto beneficioso una vez introducidas en los pacientes”, precisa.

Comparando células

Para llegar a sus conclusiones, publicadas en el artículo ‘Cardiomyogenic differentiation potential of human endothelial progenitor cells isolated from patients with myocardial infarction’ de la revista Cytotherapy, los expertos primero han aislado las células progenitoras endoteliales de todo el conjunto de células existentes en la sangre (glóbulos blancos, rojos…). Una vez separadas, se deja que las EPC proliferen y añaden una sustancia, la 5-azacitidina, que tiene capacidad para inducirlas a células de corazón, al igual que las células de cordón umbilical. “No se observaron diferencias significativas entre el número de unidades formadoras de colonias de células endoteliales en sangre periférica de pacientes con infarto de miocardio y muestras de cordón umbilical”, concluye.

Estos resultados, que se trasladarán luego a ensayos en vivo con animales, son fruto del proyecto de excelencia ‘BIOMER CONDROSTEM 3-D: biomedicina regenerativa de patología condral mediante el uso de células madre autólogas’ financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

Miembros del Grupo de Investigación CTS-963: ‘Diferenciación, regeneración y cáncer’ (de izquierda a derecha): Gema Jiménez; Alberto Ramírez, Francisco Arrebola; Elena López-Ruiz; Juan Antonio Marchal; Macarena Perán; Manuel Picón-Ruiz, Cynthia Morata

https://www.flickr.com/photos/fundaciondescubre/15202376509/

Referencia bibliográfica: López-Ruiz, Elena; Perán, Macarena; Picón-Ruiz, Manuel; García, María Angel; Carrillo, Esmeralda; Jiménez-Navarro, Manuel;Hernández, Mª Carmen; Prat, Isidro; de Teresa, Eduardo; Marchal, Juan Antonio. ‘Cardiomyogenic differentiation potential of human endothelial progenitor cells isolated from patients with myocardial infarction’. Cytotherapy2014 Sep;16(9):1229-37. doi: 10.1016/j.jcyt.2014.05.012.

Contacto:

Juan Antonio Marchal Corrales
Catedrático del Departamento de Anatomía y Embriología Humana de la UGR
Teléfono: 958249321
Correo electrónico: jmarchal@ugr.es

 

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Los científicos se ‘mudan’ al Salón

El Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) se ‘muda’ al Paseo del Salón, donde instalará una sede temporal el próximo 26 de septiembre para divulgar, a través de distintas actividades, el trabajo de sus científicos. La iniciativa se enmarca en la Noche Europea de los Investigadores, evento promovido por la Comisión Europea y coordinado en Andalucía por la Fundación Descubre. 

Durante la jornada, que arrancará a las 18.00 horas y cerrará las puertas a las 22.00 horas, los científicos se proponen acercar a los ciudadanos las maravillas del cosmos. Con esta idea, el stand del IAA contará con una exposición, un photocall para que los visitantes puedan fotografiarse en las condiciones de gravedad extrema de un agujero negro, y una serie de microencuentros en los que los investigadores contarán sus proyectos de estudio.

De esta forma, el público podrá conocer la labor de las mujeres astrónomas a lo largo de la historia, el futuro del Sol o las propiedades de las galaxias; descubrir qué tiempo hace en Marte, por qué es importante estudiar los cometas o cómo se puede viajar en el tiempo estudiando las explosiones más potentes del universo. Podrán participar, asimismo, en un taller que, bajo el título ‘Astrofísica para tu abuela’, les brindará la oportunidad de recorrer distintos tipos de objetos astronómicos.

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Además del stand propio, el IAA compartirá un espacio con la Estación Experimental del Zaidín. En esta ‘zona de microencuentros CSIC’ los asistentes descubrirán las características de SKA, el mayor radiotelescopio del mundo, de Rosetta, una misión pionera que actualmente se halla en órbita en torno a un cometa, así como de CARMENES, el futuro buscador de planetas parecidos a la Tierra.

El Instituto de Astrofísica participará, paralelamente, en dos espacios comunes con el resto de instituciones: ‘Ciencia para peques’, donde los niños podrán pintar el Sistema Solar o aprender a construir cohetes; y el Rincón Europeo, donde conocerán cómo contribuir a la investigación astrofísica desde casa gracias al proyecto GLORIA.

El programa también contempla una visita a las instalaciones del IAA, que busca dar a conocer la tecnología que se emplea en astronomía. Las actividades son gratuitas, bajo inscripción previa (aforo limitado). La programación completa e inscripciones, aquí.

La Noche de los Investigadores
La cita se celebrará simultáneamente en las ocho provincias andaluzas, en las que por tercer año consecutivo 14 instituciones científicas cooperarán para acercar la ciencia a la ciudadanía. En Granada tendrán lugar más de 80 actividades gratuitas y abiertas al público organizadas por el Consejo Superior deInvestigaciones Científicas, la Universidad de Granada y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), con la colaboración de Biobanco del Sistema Público de Andalucía y las empresas Triana Science & Technology y Ciencialia.

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Identifican 8 trastornos genéticos distintos de la esquizofrenia

74041 No existe un único tipo de esquizofrenia. Esta enfermedad mental que afecta al 1% de la población mundial responde a ocho trastornos genéticos diferentes, cada uno de ellos caracterizado por un conjunto de síntomas asociados distintos. 

Se trata de una investigación de las universidades de Granada y Washington en Saint Louis (Estados Unidos), publicada en The American Journal of Psychiatry. El estudio rastreó tanto en los datos genéticos –las variaciones en una sola letra de la cadena del ADN, los llamados SNP— como en las manifestaciones clínicas de la enfermedad (delirios, alucinaciones) de 4.196 pacientes y 3.200 personas sanas como grupo control.

Con toda esta información se agruparon los pacientes en función de las principales alteraciones genéticas observadas —registradas en un centenar de genes— y se compararon con las distintas manifestaciones de la enfermedad. Tras asociar los perfiles genéticos encontrados con las diversas expresiones de la enfermedad, los investigadores identificaron ocho tipos de esquizofrenia.

En un extremo, explica Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor del artículo, estarían los pacientes con los llamados síntomas positivos, aquellos que sufren alucinaciones y delirios, unas personas que responden mejor a la medicación y suelen tomarla. En el otro extremo estarían aquellos con manifestaciones negativas (falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos, falta de conexión entre emociones y pensamientos), pacientes con más dificultad de adherencia al tratamiento. «Estos serían los dos extremos, entre estos dos grupos hay otros seis en los que varían tanto los síntomas como su severidad», añade Zwir, cada uno de ellos con sus particularidades genéticas. Hasta 90% de los enfermos estudiados en el trabajo encajan en esta clasificación, según el investigador de la Universidad de Granada.

«Lo que hicimos es identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apunta Zwir.

«En el pasado, los científicos habían buscado asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia», sostienen los investigadores, «lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que lo hacen en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando lugar a la enfermedad».

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20 Minutos

Pág. 22: Cartas de los lectores. La UGR, sometida a Susana Díaz

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Ideal

Pág. 52: Covirán y ‘Raca’ repiten alegría

La lluvia apaga la creatividad del ‘Uni’

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Granada Hoy

Pág. 22: El RACA vence en el último suspiro y se lleva el título

Pág. 23: Derrota por mentalidad

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Reparar los efectos de un infarto con células propias

74214 Investigadores de las Universidades de Granada, Jaén, Málaga, Miami y del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga han demostrado que las propias células de la sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio son capaces de restaurar el tejido dañado del corazón. En concreto, se trata de las denominadas células progenitoras endoteliales (EPC), aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos, pero que los científicos han conseguido que se diferencien hacia células de músculo cardiaco (cardiomiocitos).

Esta posibilidad de cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que las células aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, es decir, se pueden reconducir para se conviertan en tejido cardiaco. «Hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica. Sin embargo, poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón», explica a la Fundación Descubre el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Juan Antonio Marchal.

Para esclarecer su papel, los científicos analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardiacas de muestras de EPCs aisladas a partir de sangre de pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con EPCs obtenidas a partir de sangre de cordón umbilical, una fuente donde ya se conoce que existen células madre capaces de regenerar tejido cardiaco. «Es la primera vez que se desarrolla esta comparación. Nuestros datos indican que células progenitoras endoteliales (EPCs) obtenidas a partir de ambos orígenes, sangre de pacientes y cordón umbilical, tienen plasticidad y funciones similares y sugieren una eficacia terapéutica potencial en la terapia celular cardiaca», asevera el investigador.

Esta terapia pasaría por inyectar estas células en la zona de la lesión. «Tras un infarto, se produce un efecto llamada de estas EPC desde la médula osea, donde se encuentran normalmente, hasta el corazón, para reparar la lesión. Es el efecto Homing. Sin embargo, este mecanismo no logra trasladar suficientes células como para regenerar por completo el tejido dañado», explica.

Por eso, la futura terapia que proponen los expertos ayudaría a los pacientes con ese proceso de regeneración. Además, al tratarse de células propias se evitan posibles rechazos. «La inyección de células ya se hace, pero nosotros hemos demostrado la capacidad de estas células propias del paciente infartado, de ahí que no se produzcan efectos secundarios», aclara. «No obstante, es necesario desarrollar protocolos de expansión en el laboratorio de estas células del propio paciente para que podamos obtener un número adecuado que tuviera el efecto beneficioso una vez introducidas en los pacientes», precisa.

Comparando células

Para llegar a sus conclusiones, publicadas en el artículo ‘Cardiomyogenic differentiation potential of human endothelial progenitor cells isolated from patients with myocardial infarction’ de la revista Cytotherapy, los expertos primero han aislado las células progenitoras endoteliales de todo el conjunto de células existentes en la sangre (glóbulos blancos, rojos…). Una vez separadas, se deja que las EPC proliferen y añaden una sustancia, la 5-azacitidina, que tiene capacidad para inducirlas a células de corazón, al igual que las células de cordón umbilical. «No se observaron diferencias significativas entre el número de unidades formadoras de colonias de células endoteliales en sangre periférica de pacientes con infarto de miocardio y muestras de cordón umbilical», concluye.

Estos resultados, que se trasladarán luego a ensayos en vivo con animales, son fruto del proyecto de excelencia ‘BIOMER CONDROSTEM 3-D: biomedicina regenerativa de patología condral mediante el uso de células madre autólogas’ financiado por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

Referencia:

López-Ruiz, Elena; Perán, Macarena; Picón-Ruiz, Manuel; García, María Angel; Carrillo, Esmeralda; Jiménez-Navarro, Manuel;Hernández, Mª Carmen; Prat, Isidro; de Teresa, Eduardo; Marchal, Juan Antonio. ‘Cardiomyogenic differentiation potential of human endothelial progenitor cells isolated from patients with myocardial infarction’. Cytotherapy 2014 Sep;16(9):1229-37. doi: 10.1016/j.jcyt.2014.05.012.

Imágenes:

Miembros del Grupo de Investigación CTS-963: ‘Diferenciación, regeneración y cáncer’ (de izquierda a derecha): Gema Jiménez; Alberto Ramírez, Francisco Arrebola; Elena López-Ruiz; Juan Antonio Marchal; Macarena Perán; Manuel Picón-Ruiz, Cynthia Morata

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Células de pacientes infartados pueden regenerar su propio tejido cardiaco dañado

74214 Científicos españoles transforman células destinadas a convertirse en vasos sanguíneos en músculo cardiaco y comprueban su efecto reparador comparable a las de cordón umbilical
Células de pacientes infartados pueden regenerar su propio tejido cardiaco dañado
FOTOLIA
Las células sanguíneas del paciente que ha sufrido puede servir para su tratamiento
Las propias células de la sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio son capaces de restaurar el tejido dañado del corazón. Así lo ha demostrado un equipo de investigadores de las Universidades de Granada, Jaén, Málaga, Miami y del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga que han logrado que las denominadas células progenitoras endoteliales (EPC), aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos, se diferencien hacia células de músculo cardiaco (cardiomiocitos). 

Esta posibilidad de cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que las células aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, es decir, se pueden reconducir para que se conviertan en tejido cardiaco. «Hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos, como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica. Sin embargo, poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón», explica el responsable del proyecto en la Universidad de Granada, Juan Antonio Marchal.

Para esclarecer su papel, los científicos analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardiacas de muestras de EPCs aisladas a partir de sangre de pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con EPCs obtenidas a partir de sangre de cordón umbilical, una fuente donde ya se conoce que existen células madre capaces de regenerar tejido cardiaco.

Terapia celular

«Es la primera vez que se desarrolla esta comparación. Nuestros datos indican que células progenitoras endoteliales (EPCs) obtenidas a partir de ambos orígenes, sangre de pacientes y cordón umbilical, tienen plasticidad y funciones similares y sugieren una eficacia terapéutica potencial en la terapia celular cardiaca», asevera el investigador cuyo trabajo se publica en la revista «Cytotherapy».

Esta terapia pasaría por inyectar estas células en la zona de la lesión. «Tras un infarto, se produce un efecto llamada de estas EPC desde la médula ósea, donde se encuentran normalmente, hasta el corazón, para reparar la lesión. Es el efecto ‘Homing’. Sin embargo, este mecanismo no logra trasladar suficientes células como para regenerar por completo el tejido dañado», explica.

Por eso, la futura terapia que proponen los expertos ayudaría a los pacientes con ese proceso de regeneración. Además, al tratarse de células propias se evitan posibles rechazos. «La inyección de células ya se hace, pero nosotros hemos demostrado la capacidad de estas células propias del paciente infartado, de ahí que no se produzcan efectos secundarios», aclara. «No obstante, es necesario desarrollar protocolos de expansión en el laboratorio de estas células del propio paciente para que podamos obtener un número adecuado que tuviera el efecto beneficioso una vez introducidas en los pacientes», precisa.

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Las células de personas con un infarto pueden regenerar tejido cardíaco

74214 Investigadores de las universidades de Granada, Jaén, Málaga y Miami y del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga han demostrado que las propias células de la sangre de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio son capaces de restaurar el tejido dañado del corazón. Se trata concretamente de las denominadas células progenitoras endoteliales (EPC), aquellas que están destinadas a convertirse en vasos sanguíneos, pero que los científicos han conseguido que se diferencien hacia células de músculo cardiaco (cardiomiocitos). 

Esta posibilidad de cambiar su función se debe a que se encuentran en una fase inicial en la que las células aún no están maduras y, por tanto, tienen plasticidad, se pueden reconducir para se conviertan en tejido cardiaco.

Juan Antonio Marchal, responsable del proyecto en la Universidad de Granada, ha explicado que hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica.

Sin embargo, poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón, según informó ayer en un comunicado la Fundación Descubre.

Para esclarecer su papel, los científicos analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardiacas de muestras de EPC aisladas a partir de sangre de pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con EPC obtenidas a partir de sangre de cordón umbilical, fuente donde ya se conoce que existen células madre capaces de regenerar tejido cardiaco.

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