Esquizofrenia: ocho trastornos genéticos en uno

74041 nvestigadores de las universidades de Granada (España) y Washington en St. Louis (Estados Unidos) logran un importante avance científico que podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad

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De izquierda a derecha, Rocío Romero Zaliz, Javier Arnedo, Igor Zwir y Coral del Val, investigadores de la Universidad de Granada
De izquierda a derecha, Rocío Romero Zaliz, Javier Arnedo, Igor Zwir y Coral del Val, investigadores de la Universidad de Granada UGR
16 de septiembre de 2014. 16:04h
DICYT.

Científicos de las universidades de Granada (España) y Washington en St Louis (Estados Unidos) han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas. Este importante hallazgo, que publica esta semana la prestigiosa revista The American Journal of Psychiatry, podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.

Hasta ahora se sabía que aproximadamente el 80 por ciento del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia. En el trabajo participaron también 3200 pacientes sanos, que actuaron como grupo control.

Los genes funcionan como una orquesta

«Los genes no operan por sí mismos de manera aislada-señala Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor de este trabajo-, sino que funcionan entre sí como una orquesta. Para entender cómo están trabajando, no sólo debemos conocer cómo son cada uno de los miembros de la orquesta, sino también cómo interactúan entre ellos».

«Lo que hemos hecho con este trabajo, después de una década de frustración en el campo de la genética psiquiátrica, es identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apuntan los autores.

Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 por ciento de sufrir esquizofrenia. En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o los síntomas negativos (como la falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos). Paralelamente, los científicos organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Genes individuales

«En el pasado, los científicos habían estado buscando asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia – señalan los investigadores-. Lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando así lugar a la enfermedad».

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100%, «lo que hace casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia».

En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia. También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

El profesor Zwir señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia», y destaca el hecho de que este trabajo, publicado en la revista de Medicina The American Journal of Psychiatry, «ha sido realizado y diseñado por investigadores del área de Ciencias de la Computación».

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Hallan ocho transtornos genéticos que desembocan en distintas esquizofrenias

74041 Con este hallazgo científico de las universidades de Granada y Washington, se abre la puerta hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.

No existe un único tipo de esquizofrenia, sino ocho trastornos genéticos distintos
TemasCiencia y tecnología Enfermedad mental Enfermedades Genética Investigación médica Universidad de Granada
Científicos de las universidades de Granada (España) y Washington en St Louis (Estados Unidos) han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas.

Este importante hallazgo, que publica esta semana la prestigiosa revista ‘The American Journal of Psychiatry’, podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al uno por ciento de la población mundial.

Hasta ahora se sabía que aproximadamente el 80 por ciento del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan, informa la Universidad de Granada en una nota.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.

En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos, que actuaron como grupo control.

«Los genes no operan por sí mismos de manera aislada sino que funcionan entre sí como una orquesta. Para entender cómo están trabajando, no sólo debemos conocer cómo son cada uno de los miembros de la orquesta, sino también cómo interactúan entre ellos», señala Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor de este trabajo.

El investigador ha explicado que con el objetivo de este trabajo, «después de una década de frustración en el campo de la genética psiquiátrica, es identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia».

Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 por ciento de sufrir esquizofrenia.

En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o los síntomas negativos (como la falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos).

Paralelamente, los científicos organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Genes individuales
«En el pasado, los científicos habían estado buscando asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia. Lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando así lugar a la enfermedad», apuntan los investigadores.

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen unriesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100 por cien, «lo que hace casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia».

En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia.

También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

El profesor Zwir señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia», y destaca el hecho de que este trabajo, publicado en la revista de Medicina The American Journal of Psychiatry, «ha sido realizado y diseñado por investigadores del área de Ciencias de la Computación».

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Descubren que no existe un solo tipo de esquizofrenia, sino ocho trastornos

74041 Científicos de las universidades de Granada y Washington han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas.

Este hallazgo, que publica esta semana la revista «The American Journal of Psychiatry», podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial, según ha informado hoy la Universidad de Granada.

Hasta ahora se sabía que en torno el 80 % del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.

En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos que actuaron como grupo control.

Según Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor del trabajo, «los genes no operan por sí mismos de manera aislada, sino que funcionan entre sí como una orquesta».

Y para entender cómo están trabajando, «no sólo debemos conocer cómo son cada uno de los miembros de la orquesta, sino también cómo interactúan entre ellos», ha explicado.

El trabajo ha identificado la manera en que los genes interactúan unos con otros, «de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apunta.

Por ejemplo, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 % de sufrir esquizofrenia.

En otro grupo encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del cien por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o negativos (falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos).

De forma paralela, organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100 %.

Esto hace «casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia», según el autor.

En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia.

También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia.

El investigador señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia».
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Científicos describen hasta ocho tipos distintos de esquizofrenia, con sus propios síntomas

74041 Científicos de las universidades de Granada y Washington han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas.

 Granada. Este hallazgo, que publica esta semana la revista «The American Journal of Psychiatry», podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial, informa hoy la Universidad de Granada.

Hasta ahora se sabía que en torno el 80 % del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.

En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos que actuaron como grupo control.

Según Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor del trabajo, «los genes no operan por sí mismos de manera aislada, sino que funcionan entre sí como una orquesta».

El trabajo ha identificado la manera en que los genes interactúan unos con otros, «de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apunta.

Por ejemplo, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 % de sufrir esquizofrenia.

En otro grupo encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del cien por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o negativos (falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos).

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100 %.

Esto hace «casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia», según el autor.

El investigador señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia».

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No existe un solo tipo de esquizofrenia, sino ocho trastornos genéticos distintos

74041 Científicos de las universidades de Granada (España) y Washington en St Louis (Estados Unidos) han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas. 

Igor Zwir, coautor del estudio.
Hasta ahora se sabía que aproximadamente el 80 por ciento del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan, ha informado la universidad española.

En la investigación han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia y se ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia. En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos, que actuaron como grupo control.

Este importante hallazgo, que publica esta semana la prestigiosa revista ‘The American Journal of Psychiatry’, podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al uno por ciento de la población mundial.

Genes que actúan de manera organizada y desorganizada

El objetivo de este trabajo es, ha explicado Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor de este trabajo, «identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia».

Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 por ciento de sufrir esquizofrenia.

En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o los síntomas negativos (como la falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos).

Paralelamente, los científicos organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Genes individuales

«En el pasado, los científicos habían estado buscando asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia. Lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando así lugar a la enfermedad», apuntan los investigadores.

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100 por cien, «lo que hace casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia».

42 grupos de genes que influyen en la esquizofrenia

En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia.

También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

El profesor Zwir señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia», y destaca el hecho de que este trabajo, publicado en la revista de Medicina ‘The American Journal of Psychiatry’, «ha sido realizado y diseñado por investigadores del área de Ciencias de la Computación».

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No existe un tipo de esquizofrenia sino ocho trastornos genéticos

74041 Descubren que no existe un único tipo de esquizofrenia como se pensaba, sino ocho trastornos genéticos distintos. Investigadores de la Universidad de Granada y otra americana han logrado un importante avance científico que podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. El hallazgo se publica esta semana en una revista internacional especializada.

investigacion ugr esquizofreniaCientíficos de las universidades de Granada (España) y Washington en St Louis (Estados Unidos) han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas.

Este importante hallazgo, que publica esta semana la prestigiosa revista The American Journal of Psychiatry, podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.

Hasta ahora se sabía que aproximadamente el 80 por ciento del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia. En el trabajo participaron también 3200 pacientes sanos, que actuaron como grupo control.

Los genes funcionan como una orquesta

«Los genes no operan por sí mismos de manera aislada-señala Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor de este trabajo-, sino que funcionan entre sí como una orquesta. Para entender cómo están trabajando, no sólo debemos conocer cómo son cada uno de los miembros de la orquesta, sino también cómo interactúan entre ellos».

«Lo que hemos hecho con este trabajo, después de una década de frustración en el campo de la genética psiquiátrica, es identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apuntan los autores.

Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 por ciento de sufrir esquizofrenia. En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o los síntomas negativos (como la falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos). Paralelamente, los científicos organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Genes individuales

«En el pasado, los científicos habían estado buscando asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia – señalan los investigadores-. Lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando así lugar a la enfermedad».

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100%, «lo que hace casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia».

En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia. También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

El profesor Zwir señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia», y destaca el hecho de que este trabajo, publicado en la revista de Medicina The American Journal of Psychiatry, «ha sido realizado y diseñado por investigadores del área de Ciencias de la Computación».

Referencia bibliográfica:

Arnedo J, et al. Uncovering the hidden risk architecture of the schizophrenias: confirmation in three independent genome-wide association studies.The American Journal of Psychiatry.vol.172 (2), 2014.
Published online Sept. 15, 2014. www.ajp.psychiatryonline.org

Imagen adjunta: Los investigadores de la Universidad de Granada que han participado en este trabajo científico. De izquierda a derecha, Rocío Romero Zaliz, Javier Arnedo, Igor Zwir y Coral del Val, pertenecientes al grupo de investigación interdisciplinar de la UGR «Soft Computing and Intelligent Information Systems»: http://sci2s.ugr.es/m4mlab/

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Científicos describen hasta ocho tipos distintos de esquizofrenia, con sus propios síntomas

74041 Científicos de las universidades de Granada y Washington han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas. 

Granada. Este hallazgo, que publica esta semana la revista «The American Journal of Psychiatry», podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1 % de la población mundial, informa hoy la Universidad de Granada.

Hasta ahora se sabía que en torno el 80 % del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan.

Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia.

En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos que actuaron como grupo control.

Según Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor del trabajo, «los genes no operan por sí mismos de manera aislada, sino que funcionan entre sí como una orquesta».

El trabajo ha identificado la manera en que los genes interactúan unos con otros, «de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apunta.

Por ejemplo, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95 % de sufrir esquizofrenia.

En otro grupo encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del cien por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o negativos (falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos).

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100 %.

Esto hace «casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia», según el autor.

El investigador señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia».

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Ideal

Pág. 10: Retrasar el corte del cordón mejora el desarrollo

Especialistas en espacios públicos y jardinería

1660 estudiantes buscan hoy una plaza en la UGR en la repesca de Selectividad

Medicina se queda con un 12.717 y sin ofertas

Pág. 11: Los universitarios extranjeros conocen 

Publicidad: El libro del MES eug. Los nombres del diablo

Pág. 73: Agenda:

– Exposiciones:

‘Ferite’

‘Cero’

‘Recuerdos’

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/06M1

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La Universidad recibe a casi 2.000 nuevos alumnos internacionales

Gracias a los distintos programas de movilidad internacional en los que la Universidad de Granada participa de forma activa, casi 2.000 nuevos estudiantes internacionales, procedentes de los cinco continentes, se incorporarán a las aulas de la UGR en los próximos días. En febrero de 2015, con el inicio del segundo cuatrimestre otros 800 estudiantes internacionales vendrán para cursar el segundo semestre 

Para recibirlos y orientarlos la UGR organiza especialmente, por séptimo curso consecutivo, las Jornadas de Recepción (Orientation Week for International Students). Estas jornadas dieron comienzo ayer y tendrán su acto oficial de bienvenida mañana miércoles en el Parque de las Ciencias (11:00 horas).

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Retrasar el corte del cordón umbilical es beneficioso para los bebés

74018 Un estudio realizado por científicos de los departamentos de Fisiología y Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Granada y el Hospital Clínico San Cecilio de Granada ha demostrado que retrasar el corte del cordón umbilical de los recién nacidos dos minutos produce un mejor desarrollo del bebé durante los primeros días de su vida. 

Este trabajo multidisciplinar, publicado en la prestigiosa revista Pediatrics, revela que el tiempo de corte del cordón umbilical -también llamado clampaje del cordón- influye en la resistencia al estrés oxidativo de los neonatos.

Para la investigación, los científicos trabajaron con una muestra formada por 64 mujeres que dieron a luz en el Hospital Clínico. A la mitad de los recién nacidos se les cortó el cordón umbilical a los 10 segundos, mientras que en la otra mitad esta operación se realizó a los dos minutos. Los resultados sugieren un efecto beneficioso del corte tardío, ya que produjo un aumento en la capacidad antioxidante de los bebés y la moderación de los efectos inflamatorios en el caso de los partos inducidos.

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Una veintena de grados de la UGR tienen plazas libres en septiembre

Una veintena de titulaciones de grado de la Universidad de Granada (UGR) tienen plazas libres en septiembre. Hasta 22 titulaciones ofertaban ayer la posibilidad de matricularse para los que optan a acceder a los estudios universitarios en la quinta y última adjudicación de la convocatoria de junio. Este proceso se cierra definitivamente mañana día 17 con el último día para formalizar la matrícula para los que superaron la selectividad antes del verano. Una vez agotados los plazos, se abrirá una nueva fase -la segunda y última- en la que participarán los que se hayan presentado a la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) desde hoy. Este nuevo proceso para entrar en la Universidad comenzará el próximo 24 de septiembre y finalizará el 8 de octubre, según el calendario publicado por el Distrito Único Andaluz.

Las 22 titulaciones de grado en las que todavía hay plaza podrían ser más cuando finalice de forma definitiva todo el proceso de matrícula mañana miércoles. Se da la circunstancia de que hay estudiantes que reservan plaza en una titulación -sin llegar a materializar la matrícula- porque están a la espera de conseguir o bien entrar en otro grado o incluso en otra universidad. Estas reservas pueden quedar, finalmente, libres para aquellos que se optan a entrar en alguna de las facultades de la UGR en la convocatoria de septiembre.

El número y las titulaciones en las que quedarán libres estas plazas no se conocerán, posiblemente, hasta el próximo jueves. Sin embargo, sí es casi seguro que se mantendrá la posibilidad de acceder a titulaciones tan variadas como Ciencias Ambientales, Estadística, Estudios Árabes, Hispánica, Geología, Relaciones Laborales o Sociología, según el listado publicado por el Distrito Único Andaluz.

También hay plaza en titulaciones como Ingeniería Civil, un grado universitario que en los últimos años ha visto rebajar de forma drástica su nota de corte hasta el mínimo que se exige para entrar en la Universidad. Según la información que ofrece el portal del Distrito Único Andaluz, para acceder a una plaza de esta titulación se requería, en 2010, una nota mínima de 10,182. Un curso después, ésta bajó al 7,916. En 2012 cayó de nuevo hasta el 6,920, para, finalmente, quedarse en el 5 en 2013.

Precisamente el 5 es la nota de corte que tiene la veintena titulaciones en las que todavía es posible matricularse para los que hicieron selectividad en junio y muy probablemente para los que se enfrenten a la PAU desde hoy.

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La esquizofrenia no es una enfermedad única

74041 Científicos de las universidades de Granada (España) y Washington en St Louis (Estados Unidos) han descubierto que no existe un único tipo de esquizofrenia, sino que se trata de un grupo formado por ocho trastornos genéticamente distintos, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de síntomas. Este hallazgo, que se publica esta semana «The American Journal of Psychiatry», podría ser el primer paso hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.

Hasta ahora se sabía que aproximadamente el 80% del riesgo de padecer esquizofrenia es hereditario, si bien los científicos llevan años intentando identificar los genes específicos que la desencadenan. Esta nueva investigación, en la que han participado 4.196 pacientes diagnosticados de esquizofrenia, ha identificado por primera vez las redes de genes distintos que contribuyen a que existan ocho clases diferentes de esquizofrenia. En el trabajo participaron también 3.200 pacientes sanos, que actuaron como grupo control.

«Los genes no operan por sí mismos de manera aislada -señala Igor Zwir, investigador de la Universidad de Granada y coautor de este trabajo-, sino que funcionan entre sí como una orquesta. Para entender cómo están trabajando, no sólo debemos conocer cómo son cada uno de los miembros de la orquesta, sino también cómo interactúan entre ellos».

Años de frustración

Explica este experto que lo ue se ha hecho en este trabajo, después de una década de frustración en el campo de la genética psiquiátrica, «es identificar la manera en que los genes interactúan unos con otros, de manera orquestada en el caso de los pacientes sanos, o desorganizada, como ocurre en las formas que conducen a las distintas clases de esquizofrenia», apuntan los autores.

Así, en algunos pacientes con alucinaciones o delirios, por ejemplo, los investigadores coinciden en que existen distintas redes de genes relacionadas con sus síntomas, lo que demuestra que las variaciones genéticas específicas interactuaron para crear una certeza del 95% de sufrir esquizofrenia. En otro grupo, encontraron que el discurso incongruente y el comportamiento desorganizado se asocian específicamente con una red de variaciones de ADN que llevan a un riesgo del 100 por cien de padecer esquizofrenia.

Los investigadores dividieron a los pacientes según su tipo y la gravedad de los síntomas positivos (como diferentes tipos de alucinaciones o delirios) o los síntomas negativos (como la falta de iniciativa, problemas para organizar pensamientos o la falta de conexión entre las emociones y pensamientos). Paralelamente, los científicos organizaron los perfiles de estos síntomas en ocho trastornos cualitativamente distintos según las condiciones genéticas subyacentes.

Asociaciones de genes

«En el pasado, los científicos habían estado buscando asociaciones entre genes individuales y la esquizofrenia. Lo que faltaba era la idea de que estos genes no actúan de forma independiente, sino que trabajan en conjunto para perturbar la estructura y la función del cerebro, dando así lugar a la enfermedad», aseguran los investigadores.

Aunque los genes individuales presentan sólo asociaciones débiles e inconsistentes con la esquizofrenia, las redes de interacción de grupos de genes suponen un riesgo extremadamente elevado para padecer la enfermedad, de entre el 70 y el 100%, «lo que hace casi imposible que las personas con esas redes de variaciones genéticas eviten la esquizofrenia».
Pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia
En total, los investigadores identificaron 42 grupos de genes que influyeron de diversas maneras en el riesgo de padecer esquizofrenia. También replicaron sus hallazgos en dos muestras independientes de personas con esquizofrenia, un indicador de que estas redes son una vía válida para explorar y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.

El profesor Zwir señala que, identificando estas redes de genes y su adecuación a los síntomas en los pacientes individuales, «pronto será posible determinar un tratamiento localizado para las vías específicas que causan la esquizofrenia», y destaca el hecho de que este trabajo «ha sido realizado y diseñado por investigadores del área de Ciencias de la Computación».

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