“Del Salario Social a la Renta Básica de las iguales”, en los Seminarios “Miradas al mundo”

Martes 6 de mayo, a las 19 horas, en el Salón de Actos del Centro de Documentación Científica

En el seno de los Seminarios “Miradas al mundo”, que organiza el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, la próxima sesión de los Seminarios se celebra el martes, 6 de mayo, a las 19 horas, sobre “Del Salario Social a la Renta Básica de las iguales”. Ponente: Simón Castillo Lindell, miembro de la “Plataforma Andaluza por la Renta Básica de las iguales” y de “Coordinación Baladre” (Coordinación estatal de luchas contra el paro, la pobreza y la exclusión social).

  • Fecha: Martes, 6 de mayo de 2014, 19 horas.
  • Lugar: Salón de Actos del Centro de Documentación Científica (C/ Rector López Argüeta, s/n, junto a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología).

En la página del Instituto, en la sección dedicada a los Seminarios “Miradas al mundo” (http://www.ugr.es/~eirene/actividades/miradasalmundo.html) se publicará información más detallada y documentación acerca de esta sesión.

Esta sesión, que será un acto público, abierto a cualquier persona interesada, está organizada conjuntamente con el Grupo Contenidos UGR-15M (más información sobre este grupo, en https://n-1.cc/g/acampada-granada:-facultades+facultades:-grupo-contenidos-ugr-15m).

Contacto: Jesús Andrés Sánchez Cazorla. Coordinador de los Seminarios “Miradas al mundo”: jasanche@ugr.es. Instituto de la Paz y los Conflictos. Correo elec: eirene@ugr.es.

 

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Probióticos útiles contra el hígado graso

73040 Puede que al final todos esos productos llenos de Lactobacilus Casei y Bífidus, sí que sirvan para algo. Al menos es lo que se desprende de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada sobre unas ratas muy gordas, las denominadas ratas Zucker.

El nombre viene de los investigadores que modificaron genéticamente al pobre animal para que fuera obeso (pueden llegar a pesar más de un kilo), básicamente haciendo que no les termine de llegar al cerebro la hormona que lanza la alerta de “¡tío, para, que ya estás lleno!” El experimento trataba de determinar la acción de los probióticos, tanto vivos como muertos, en la lucha contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), una patología asociada a la diabetes y la obesidad.

La esteatosis hepática, o acumulación de grasa en el hígado, afecta al 20-30% de la población occidental. En niños obesos los afectados pueden ser de entre el 10% y el 80%. Si no se trata, puede ocasionar la muerte por enfermedad crónica del hígado, además de relacionarse directamente con enfermedades derivadas del metabolismo lipídico y cardiovasculares. En resumen: es malísimo, y la posibilidad de contar con armas para combatir la EHGNA abre la puerta al tratamiento de millones de personas en todo el mundo. Desgraciadamente, se trata de una afección que aumenta cada vez más su prevalencia, con todo lo que ello conlleva. Para los que no lo sepan, los probióticos son todos esos microorganismos como las levaduras y las bacterias, que tienen efectos saludables sobre el organismo (como mantener la flora intestinal y estimular el sistema inmune), siempre que se mantengan unas cantidades adecuadas de los mismos. En el caso de este estudio, se emplearon cepas tanto vivas como muertas, ya que en ambos casos se ha demostrado su acción probiótica sobre el organismo. Los investigadores trabajaron con tres cepas concretas, depositadas en la Collection Nationale de Cultures de Microorganismes (CNCM) del Instituto Pasteur: Lactobacillus paracasei CNCM I-4034, Bifidobacterium breve CNCM I-4035 y Lactobacillus rhamnosus CNCM I-4036. Antes de empezar a administrarlos en las ratas Zucker, se contó con un grupo de voluntarios sanos con los que se probó que estas bacterias eran bien toleradas por el organismo humano. Durante 30 días, un grupo de gordas ratas Zucker fueron alimentadas con los probióticos, y otras con un placebo. El resultado fue que los niveles de acumulación de lípidos en el hígado fue bastante en las ratas alimentadas con probióticos que en las otras. Además de eso, también se encontraron menos moléculas proinflamatorias, en concreto factor de necrosis tumoral-a, interleuquina-6 y lipopolisacárido. En resumen: es bastante bueno, aunque antes de ponerse a comer bífidus como locos esperando que todo se solucione, conviene saber que, según explican los investigadores, la EHGNA no se cura tomando probióticos, pero sí que pueden ser eficaces para combatirlo en colaboración con otras terapias.

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Inauguración de la XII Semana de la Construcción y la Sostenibilidad

Martes, 6 de mayo, a las 11 horas, en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación (ETSIE)

El martes, 6 de mayo, a las 11 horas, en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación (ETSIE) de la Universidad de Granada tendrá lugar la inauguración de la XII Semana de la Construcción y la Sostenibilidad, con la participación de:

  • Francisco González Lodeiro, rector de la Universidad de Granada.
  • José María Cueto Espinar, director de la Escuela de Arquitectura Técnica Superior de Ingeniería de Edificación.
  • Isabel Nieto Pérez, segunda teniente de alcalde y concejala delegada de Urbanismo, Obras y Licencias del Ayuntamiento de Granada.
  • José Antonio Robles Rodríguez, vicepresidente segundo y diputado delegado de Medio Ambiente, Familia y Bienestar Social de la Diputación Provincial de Granada.
  • José Alberto Sánchez del Castillo, presidente del Consejo Andaluz de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación.

La XII Semana de la Construcción y la Sostenibilidad se celebrará del 6 al 8 de mayo con un claro objetivo: una salida sostenible a la crisis por la que atraviesa el sector. Contemplará un amplio programa de conferencias, y en ella participarán 30 empresas.

CONVOCATORIA:

  • Asunto: Inauguración de la XII Semana de la Construcción y la Sostenibilidad.
  • DÍA: martes, 6 de mayo.
  • HORA: 11 horas.
  • LUGAR: Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación (ETSIE). Avda. Severo Ochoa, s/n.

 

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Los pacientes que sobreviven a un cáncer de colon son más propensos al dolor de espalda y abdomen

72588 Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han descubierto que los pacientes que han sobrevivido a un cáncer de colon son más susceptibles a padecer en el futuro lesiones relacionadas con dolor de espalda y dolor en la región baja del abdomen respecto a otras personas sanas de su mismo sexo y edad.

Estos pacientes presentan una serie de alteraciones en la arquitectura de la pared abdominal, que es la que se somete a cirugía durante el tratamiento oncológico. Además, sufren determinadas alteraciones en el procesamiento del dolor crónico que pueden hacer que sean más sensibles frente a cualquier tipo de dolor en el futuro, informa la UGR en una nota.

En dos artículos publicados en las revistas ‘Pain Medicine’ y ‘European Journal of Cancer Care’, los investigadores de la UGR, pertenecientes al departamento de Fisioterapia, han analizado cuál es el estado físico y psicológico de los pacientes con cáncer de colon tras el tratamiento oncológico. Este trabajo, financiado por el CEI BioTic, ha sido llevado a cabo en colaboración con investigadores del servicio de Cirugía del Hospital Clínico San Cecilio de Granada.

Como explica el autor principal, el profesor Manuel Arroyo Morales, «el cáncer de colon es la tercera localización de cáncer más incidente en el mundo sin tener en cuenta el sexo del paciente. Gracias a los avances del tratamiento oncológico, la posibilidad de sobrevivir a esta enfermedad ha crecido de manera espectacular en los últimos años (entre un 44 y un 65 por ciento en los últimos 5 años). Esta mejora del tratamiento da como resultado la aparición de un grupo de personas que han sufrido cáncer y que han conseguido superarlo».

Sin embargo, el tratamiento oncológico es extremadamente duro a nivel físico, y muy traumático a nivel psicológico. «El hecho de que este grupo de mal llamados ‘supervivientes del cáncer’ vaya creciendo nos lleva a preguntarnos cuál es el precio que pagan por su supervivencia», apunta el científico de la UGR.

Los resultados de su trabajo apuntan que, cuando comparamos a estos pacientes con personas de género y edad similar, encontramos que los pacientes que sobreviven al cáncer de colon presentan un deterioro importante de su capacidad funcional (es decir de la capacidad de llevar a cabo su vida laboral y de ocio diaria).

PÉRDIDA DE FUERZA

Esta capacidad funcional deteriorada se debe al proceso de desacondicionamiento (reposo físico durante el tratamiento y fase de convalecencia) al que se ven sometidos los pacientes durante varios meses.

«Las pérdidas en algunos parámetros como la fuerza de la musculatura de la espalda o la capacidad cardiorespiratoria llega a deteriorarse hasta más de un 60 por ciento respecto a personas sanas del mismo género y edad».

Al mismo tiempo, los pacientes con cáncer de colon padecen algunos síntomas como fatiga o cansancio moderado derivado de la propia enfermedad. «Todas estas alteraciones físicas tienen un impacto en la calidad de vida de estos pacientes, de forma que pueden llegar a ver reducida su calidad de vida en torno a un 40 por ciento respecto a una persona de la misma edad y género no afectada por la enfermedad», destaca el profesor Arroyo.

El siguiente objetivo de este grupo de investigación de la UGR es llevar a cabo programas de fisioterapia dirigidos a mejorar estos aspecto físicos, y de esta manera, ayudar a los pacientes con cáncer de colon a recuperar su calidad de vida.

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El Universidad regatea al descenso

El CD Universidad de Granada rubricó ayer su permanencia una temporada más en la Segunda división femenina. Sin embargo, las caras de las jugadoras no reflejaron tras el encuentro la euforia que era de esperar, sino que se presenció un rictus generalizado de seriedad y discreta alegría. La salvación no era el objetivo que se había marcado la escuadra capitalina al principio de temporada. Sin embargo, por ella han tenido que pelear hasta la última jornada, y ni siquiera el sentimiento del deber cumplido alivió la tensión reflejada en las caras de las jugadoras del ‘Uni’.
Lo importante al final fueron los tres puntos gracias a la victoria sobre el Atlético Monachil (3-5). El conjunto serrano no se jugaba nada en este derbi y se le comprobó cierta falta de intensidad en un duelo que podría haber decantado muy pronto a su favor. Las universitarias salieron decididas a marcar, por lo que arriesgaron mucho con la defensa y facilitaron varias contras con severo peligro de las locales, que se toparon con la portera Isa.
En el minuto catorce se produjo la jugada clave del choque, pues los colegiados expulsaron a Poca, exjugadora del ‘Uni’, al ver la segunda amarilla por adelantarse en la barrera. El criterio arbitral enfureció a las monachileras y a la grada, que se quedaron sin uno de sus referentes antes del descanso.
Aun así, las capitalinas no lograron adelantarse al chocar una y otra vez con el frontón de Azahara. La guardameta local evitó que las visitantes aprovecharan su superioridad numérica para ponerse por delante al detener todos los lanzamientos en ese aluvión ofensivo. En cambio, el gol llegó en la jugada de ataque menos clara, con un disparo de Paqui que terminó entrando.
Bárbara se encargó de ampliar la renta tras la reanudación de un fuerte zurdazo, aunque Pitu se encargó de evitar un triunfo plácido del ‘Uni’. Pese a todo, la tranquilidad procedía de otras pistas pues tanto Melilla como San Juan Bosco iban por detrás en sus respectivos choques.
Eso propició que no cundieran demasiados nervios en las chicas de Armando Rodríguez cuando Pitu estrechó el marcador del 1-4 al 3-4 en apenas dos minutos. Azahara desvió dos ‘doble-penalti’ pero nada pudo hacer cuando Estefi recogió un rechace de un tiro de Mariajo que dio en el poste. Ese gol fue la rúbrica definitiva de una permanencia que se le ha resistido este año más de la cuenta al Universidad
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El conductor ‘alondra’ se comporta mejor que el ‘buho’

72553 Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado que el «cronotipo» de las personas influye «notablemente» en su capacidad de conducir y que las llamadas «matutinas» lo hacen de manera más estable durante todos los tramos horarios que las «vespertinas».

Concretamente, los sujetos vespertinos conducen mucho peor -muestran menos atención- cuando lo hacen a su «hora mala», por la mañana temprano, en comparación con cuando conducen a su hora óptima (en horario de tarde), ha informado hoy la Universidad de Granada.

En el experimento, se demostró que las personas matutinas condujeron de una manera más estable que las vespertinas, y lo hicieron relativamente bien tanto en horario de mañana como de tarde.

Los investigadores, pertenecientes al grupo de investigación «Neuroergonomía» del centro «Mente, Cerebro y Comportamiento» de la Universidad de Granada, analizaron los ritmos circadianos o biológicos en una muestra formada por 29 estudiantes con cronotipos extremos, seleccionados de entre más de 500.

Los ritmos «circadianos» son oscilaciones de las variables biológicas que se producen en intervalos regulares de tiempo, como el sueño y la vigilia.

«En virtud de ellos, los científicos utilizamos un símil relacionado con las aves: solemos comparar con las alondras a las personas matutinas, y con los búhos a los vespertinos», ha explicado Ángel Correa Torres, autor principal de este trabajo.

Para su investigación, los científicos aplicaron un cuestionario a los participantes, para averiguar aspectos como a qué horas del día tienen mayor energía o sus hábitos de sueño, y emplearon un simulador de conducción.

De esta manera, a los matutinos y a los vespertinos les hicieron conducir a las ocho de la mañana y a las 8 de la tarde y después compararon cómo condujeron ambos grupos a su respectiva «hora óptima» u «hora mala» del día.

A la luz de sus resultados, los investigadores advierten de la utilidad de que las empresas realicen este tipo de pruebas a sus trabajadores para averiguar si son matutinos o vespertinos y adaptar en función de esto los horarios de trabajo de sus trabajadores.

Según Correa, hay profesiones que implican la realización de actividades que requieren un buen mantenimiento de la atención, como es el caso de los pilotos de avión, controladores aéreos o de centrales nucleares, los médicos que realizan operaciones quirúrgicas o los transportistas.

«Una misma hora del día puede ser buena o mala para realizar estas actividades en función del tipo de cronotipo que tengamos, aunque hay horas que son malas para todo el mundo, como la hora de la siesta o el intervalo de 3 a 5 de la madrugada», ha advertido este experto.

Los investigadores han señalado que conducir cuando se llevan más de 18 horas sin dormir, hacerlo por ejemplo a las 2 de la mañana si nos hemos despertado a las 8, conlleva el mismo riesgo que conducir con el límite máximo de alcohol permitido en sangre, ya que los niveles de alerta descienden «considerablemente»

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Cómo afecta el alcohol a la conducción

72462 No sabemos cuántas veces más tendremos que decir que coger el coche bajo los efectos del alcohol es una de las acciones más peligrosas que se pueden apreciar en una carretera, siendo además, una de las principales causa de mortalidad en nuestro país.

Aunque pueda parecer que estamos perfectos para conducir, ingerir alcohol afecta directamente a nuestra visión, percepción y reflejos, desde la primera copa que nos bebemos. A continuación, los efectos que produce el alcohol y que afectan nuestra conducción:

Visibilidad

Una reciente investigación de la Universidad de Granada ha demostrado científicamente que el consumo de alcohol afecta directamente a la visión, sobre todo por la noche.

El etanol de las bebidas alcohólicas pasa a la lágrima, actuando en forma de disolvente sobre el lagrimal, lo que facilita la evaporación de la parte más acuosa de dicha lágrima.

Las consecuencias, el ojo recepciona mayores halos de luz y otras luminosidades que deterioran la calidad visual, pudiendo incluso impedirnos reaccionar ante obstáculos que aparezcan en el camino y sobre todo, no ser capaces de leer las señales de tráfico.

Un deterioro en la visión que afecta en mayor consecuencia a partir de los 0.25 mg/L, tasa máxima permitida de alcohol en conductores.

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Inhibición

Como bien se suele decir, «cuando bebo me lo paso mejor», el alcohol realiza funciones de desinhibición en las personas, por lo que hace que cuando estamos de fiesta todo presente un mejor aspecto.

Pero, a la hora de conducir un coche borracho, perder el miedo puede acabar en una gran tragedia. La gran mayoría de los conductores bebidos no temen a la carretera y cometen infracciones tales como, superar en gran medida los límites de velocidad, pararse en un carril de forma arriesgada, conducir por el carril contrario o no respetar la distancia de seguridad.

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Reducción de reflejos

A la reducción de los reflejos visuales es otro de los síntomas que provoca el alcohol y que afectan a la conducción, es decir, ver tarde los objetos y obstáculos, las señales, luces y demás elementos de la carretera, ya citados en la parte dedicada a la visibilidad, hay que añadirles la disminución de reacción y coordinación.

Frenar, esquivar o incluso atender a dos sitios a la vez se vuelven imposibles. Situaciones que pueden generar un accidente grave.

La coordinación entre distintos movimientos se presenta como una situación prácticamente imposible, más si lo que queremos coordinar es la información sensorial con la motora.

La capacidad de reacción se disminuye en proporción a la ingesta de alcohol, a más cantidad peor reacción, los músculos pierden rendimiento, por lo que su puesta en marcha es mucho más lenta, un frenado de emergencia se prevé imposible.

Percepción

En cierta medida, ya descrita en los apartados anteriores, la falta de percepción afecta a la visibilidad, a la inhibición y a la reducción de reflejos. No percibir la realidad que nos encontramos, las distancias y los elementos que nos rodean, imposibilitan una conducción óptima, aumentando el riesgo de accidentes.

Ingerir alcohol con medida no es malo, pero mezclar la bebida y el volante es uno de los peores errores que todo ser humano puede cometer, y que lamentablemente se hace con frecuencia.

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Los pacientes que sobreviven a un cáncer de colon son más propensos al dolor de espalda y abdomen

72588 Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han descubierto que los pacientes que han sobrevivido a un cáncer de colon son más susceptibles a padecer en el futuro lesiones relacionadas con dolor de espalda y dolor en la región baja del abdomen respecto a otras personas sanas de su mismo sexo y edad.
Estos pacientes presentan una serie de alteraciones en la arquitectura de la pared abdominal, que es la que se somete a cirugía durante el tratamiento oncológico. Además, sufren determinadas alteraciones en el procesamiento del dolor crónico que pueden hacer que sean más sensibles frente a cualquier tipo de dolor en el futuro, informa la UGR en una nota.
En dos artículos publicados en las revistas ‘Pain Medicine’ y ‘European Journal of Cancer Care’, los investigadores de la UGR, pertenecientes al departamento de Fisioterapia, han analizado cuál es el estado físico y psicológico de los pacientes con cáncer de colon tras el tratamiento oncológico. Este trabajo, financiado por el CEI BioTic, ha sido llevado a cabo en colaboración con investigadores del servicio de Cirugía del Hospital Clínico San Cecilio de Granada.
Como explica el autor principal, el profesor Manuel Arroyo Morales, «el cáncer de colon es la tercera localización de cáncer más incidente en el mundo sin tener en cuenta el sexo del paciente. Gracias a los avances del tratamiento oncológico, la posibilidad de sobrevivir a esta enfermedad ha crecido de manera espectacular en los últimos años (entre un 44 y un 65 por ciento en los últimos 5 años). Esta mejora del tratamiento da como resultado la aparición de un grupo de personas que han sufrido cáncer y que han conseguido superarlo».
Sin embargo, el tratamiento oncológico es extremadamente duro a nivel físico, y muy traumático a nivel psicológico. «El hecho de que este grupo de mal llamados ‘supervivientes del cáncer’ vaya creciendo nos lleva a preguntarnos cuál es el precio que pagan por su supervivencia», apunta el científico de la UGR.
Los resultados de su trabajo apuntan que, cuando comparamos a estos pacientes con personas de género y edad similar, encontramos que los pacientes que sobreviven al cáncer de colon presentan un deterioro importante de su capacidad funcional (es decir de la capacidad de llevar a cabo su vida laboral y de ocio diaria).
Pérdida de fuerza
Esta capacidad funcional deteriorada se debe al proceso de desacondicionamiento (reposo físico durante el tratamiento y fase de convalecencia) al que se ven sometidos los pacientes durante varios meses.
«Las pérdidas en algunos parámetros como la fuerza de la musculatura de la espalda o la capacidad cardiorespiratoria llega a deteriorarse hasta más de un 60 por ciento respecto a personas sanas del mismo género y edad».
Al mismo tiempo, los pacientes con cáncer de colon padecen algunos síntomas como fatiga o cansancio moderado derivado de la propia enfermedad. «Todas estas alteraciones físicas tienen un impacto en la calidad de vida de estos pacientes, de forma que pueden llegar a ver reducida su calidad de vida en torno a un 40 por ciento respecto a una persona de la misma edad y género no afectada por la enfermedad», destaca el profesor Arroyo.
El siguiente objetivo de este grupo de investigación de la UGR es llevar a cabo programas de fisioterapia dirigidos a mejorar estos aspecto físicos, y de esta manera, ayudar a los pacientes con cáncer de colon a recuperar su calidad de vida.
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Un proyecto docente en Haza Grande impulsa la integración desde el arte

La Facultad de Bellas Artes coordina un proyecto de innovación docente en el barrio granadino de Haza Grande que, en colaboración con Aldeas Infantiles, persigue favorecer la integración social mediante la creación de actividades y espacios lúdicos dirigidos a los vecinos, haciendo especial hincapié en los niños de la zona. El proyecto arrancó hace un mes de la mano de alumnos de Bellas Artes y monitores de Aldeas Infantiles con el desarrollo de talleres orientados a estimular la creatividad de los más pequeños, a los que se anima a usar los recursos que tienen a su alcance para crear, a través del reciclado, por ejemplo, elementos artísticos.

Uno de los principales objetivos de esta iniciativa es habilitar espacios lúdicos que ahora no existen mediante la rehabilitación de zonas en desuso. De hecho, en estos momentos se están recogiendo las propuestas vecinales para decidir el destino de un solar del barrio que podría convertirse en un merendero o en un campo de fútbol, según una de las alumnas que integran el proyecto, Alicia Santo.

La iniciativa, que cuenta con financiación de la Universidad de Granada y tiene vocación de continuidad, se desarrolla con Aldeas Infantiles como puente de acceso a los vecinos y ya se ha materializado con los citados talleres semanales, que incluyen la fotografía, los disfraces y la construcción de objetos con cartón reciclado, y en los que participan una treintena de niños y adolescentes. La pretensión es que estas actividades sean el punto de partida de una experiencia más amplia que busca la integración en zonas en peligro de exclusión social.

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Un estudio advierte del riesgo en la conducción de personas vespertinas o nocturnas

72553 Las personas matutinas conducen de una manera más estable que los vespertinos, tanto en horario de mañana como de tarde

Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado que el cronotipo de las personas (es decir, el hecho de que existan personas «matutinas» o «vespertinas», dependiendo del momento del día en que sus funciones fisiológicas están más activas), influye notablemente en su capacidad para conducir.

Concretamente, los sujetos vespertinos conducen mucho peor (muestran peor atención) cuando lo hacen a su «hora mala» (es decir, por la mañana temprano) en comparación con cuando conducen a su hora óptima (en horario de tarde). Sin embargo, durante este experimento las personas matutinas condujeron de una manera más estable que los vespertinos, y lo hicieron relativamente bien tanto en horario de mañana como de tarde.

En un artículo publicado en la revista Accident Analysis and Prevention, los investigadores, pertenecientes al grupo de investigación ‘Neuroergonomía’ (HUM-957) del centro ‘Mente, Cerebro y Comportamiento’ de la UGR, analizaron los ritmos circadianos o biológicos en una muestra formada por 29 estudiantes de la Universidad de Granada con cronotipos extremos, seleccionados de entre más de 500.

Alondras y búhos

Los ritmos circadianos (del latín circa, ‘alrededor de’, y dies, ‘día’) son oscilaciones de las variables biológicas que se producen en intervalos regulares de tiempo, como el sueño y la vigilia. «En virtud de ellos, los científicos utilizamos un símil relacionado con las aves: solemos comparar con las alondras a las personas matutinas, y con los búhos a los vespertinos», explica Ángel Correa Torres, autor principal de este trabajo.

Para su investigación, los científicos de la UGR aplicaron un cuestionario a los participantes, para averiguar aspectos como a qué horas del día tienen mayor energía o sus hábitos de sueño, y emplearon un simulador de conducción. Así, a los matutinos y a los vespertinos les hicieron conducir a las 8 de la mañana y a las 8 de la tarde. Después compararon cómo condujeron ambos grupos a su respectiva hora óptima u «hora mala» del día.

A la luz de sus resultados, los investigadores advierten de la utilidad de que las empresas realicen este tipo de pruebas a sus trabajadores para averiguar si son matutinos o vespertinos, y adaptar en función de esto los horarios de trabajo de sus trabajadores.

Profesiones de riesgo

«Hay profesiones que implican la realización de actividades que requieren un buen mantenimiento de la atención, como es el caso de los pilotos de avión, controladores aéreos o de centrales nucleares, los médicos que realizan operaciones quirúrgicas o los transportistas», apunta Correa.

«Una misma hora del día puede ser buena o mala para realizar estas actividades en función del tipo de cronotipo que tengamos, aunque hay horas que son malas para todo el mundo, como la hora de la siesta o el intervalo de 3 a 5 de la madrugada», advierte el experto.

Los investigadores de la UGR advierten de que conducir cuando se llevan más de 18 horas sin dormir (es decir, hacerlo por ejemplo, a las 2 de la mañana si nos hemos despertado a las 8, algo bastante habitual) «conlleva el mismo riesgo que conducir con el límite máximo de alcohol permitido en sangre, ya que nuestros niveles de alerta descienden considerablemente».

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Demuestran científicamente que beber alcohol empeora la visión nocturna

72462 nvestigadores de la Universidad de Granada han concluido que el alcohol deteriora la calidad óptica de la imagen que vemos porque, entre otras causas, deteriora la película de lágrima que recubre la superficie del ojo.
El etanol de la bebida alcohólica pasa a la lágrima y actúa como disolvente de la capa más externa de la película lagrimal, la capa lipídica, facilitando así la evaporación de la parte acuosa de la lágrima. En un ojo con una película lagrimal deteriorada, también se deteriora la calidad de la imagen que forman nuestros ojos en retina.
Estas conclusiones han sido publicadas en la revista Journal of Ophthalmology. En el estudio se ha evaluado la calidad de la imagen que se produce en la retina y el rendimiento visual nocturno tras consumir alcohol en una muestra formada por 67 sujetos, a los que se le midió la tasa de alcoholemia en aire espirado con un etilómetro proporcionado por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Granada.

Los participantes en el estudio consumieron diversas cantidades de un vino de calidad, de la Bodega granadina Pago de Almaraes, galardonado en el International Challenge du Vin de Burdeos.
Medición con un «halómetro»
Para evaluar el rendimiento visual en condiciones de baja iluminación, los científicos emplearon un test visual denominado ‘halómetro’, desarrollado en el mismo laboratorio y que permite cuantificar las alteraciones de la visión nocturna como, por ejemplo, halos en torno a luces intensas, percibidas por las personas.
Los resultados demostraron que, tras el consumo de alcohol, aumenta la percepción de halos y otras alteraciones visuales nocturnas y se deteriora la calidad óptica de la imagen que proporcionan nuestros ojos, especialmente para sujetos que alcanzaron una tasa de alcohol en aire espirado mayor a la tasa legal permitida en materia de tráfico, es decir, mayor a 0,25mg/L.
Como explica el autor principal de este trabajo, el profesor de la UGR José Juan Castro Torres, «esta investigación ofrece resultados muy útiles para la sociedad y la salud pública, especialmente en conducción nocturna, ya que consumo de alcohol y condiciones de baja iluminación son dos aspectos que están presentes en muchos accidentes de tráfico, por lo que la sociedad debe estar concienciada con los efectos que produce el consumo de alcohol, especialmente en la visión».
De hecho, en estas condiciones, la percepción de halos visuales puede dificultar al conductor ver a un peatón cruzando una calle, discriminar una señal de tráfico o sufrir algún tipo de deslumbramiento debido a los faros de otro vehículo que viene de frente

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Los pacientes que sobreviven a un cáncer de colon son más propensos al dolor de espalda y abdomen

72588 nvestigadores de la Universidad de Granada descubren que estos enfermos oncológicos sufren alteraciones en el procesamiento del dolor crónico

Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto que los pacientes que han sobrevivido a un cáncer de colon son más susceptibles a padecer en el futuro lesiones relacionadas con dolor de espalda y dolor en la región baja del abdomen respecto a otras personas sanas de su mismo sexo y edad.
Estos pacientes presentan una serie de alteraciones en la arquitectura de la pared abdominal, que es la que se somete a cirugía durante el tratamiento oncológico. Además, sufren determinadas alteraciones en el procesamiento del dolor crónico que pueden hacer que sean más sensibles frente a cualquier tipo de dolor en el futuro.

En dos artículos publicados en las revistas Pain Medicine y European Journal of Cancer Care, los investigadores de la UGR, pertenecientes al departamento de Fisioterapia, han analizado cuál es el estado físico y psicológico de los pacientes con cáncer de colon tras el tratamiento oncológico. Este trabajo, financiado por el CEI BioTic, ha sido llevado a cabo en colaboración con investigadores del servicio de Cirugía del Hospital Clínico San Cecilio de Granada.

Tercer tipo de cáncer más frecuente

Como explica el autor principal, el profesor Manuel Arroyo Morales, «el cáncer de colon es la tercera localización de cáncer más incidente en el mundo sin tener en cuenta el sexo del paciente. Gracias a los avances del tratamiento oncológico, la posibilidad de sobrevivir a esta enfermedad ha crecido de manera espectacular en los últimos años (entre un 44 y un 65 por ciento en los últimos 5 años). Esta mejora del tratamiento da como resultado la aparición de un grupo de personas que han sufrido cáncer y que han conseguido superarlo».

Sin embargo, el tratamiento oncológico es extremadamente duro a nivel físico, y muy traumático a nivel psicológico. «El hecho de que este grupo de mal llamados ‘supervivientes del cáncer’ vaya creciendo nos lleva a preguntarnos cuál es el precio que pagan por su supervivencia», apunta el científico de la UGR.

Los resultados de su trabajo apuntan que, cuando comparamos a estos pacientes con personas de género y edad similar, encontramos que los pacientes que sobreviven al cáncer de colon presentan un deterioro importante de su capacidad funcional (es decir de la capacidad de llevar a cabo su vida laboral y de ocio diaria).

Pérdida de fuerza

Esta capacidad funcional deteriorada se debe al proceso de desacondicionamiento (reposo físico durante el tratamiento y fase de convalecencia) al que se ven sometidos los pacientes durante varios meses. «Las pérdidas en algunos parámetros como la fuerza de la musculatura de la espalda o la capacidad cardiorespiratoria llega a deteriorarse hasta más de un 60 por ciento respecto a personas sanas del mismo género y edad».

Al mismo tiempo, los pacientes con cáncer de colon padecen algunos síntomas como fatiga o cansancio moderado derivado de la propia enfermedad. «Todas estas alteraciones físicas tienen un impacto en la calidad de vida de estos pacientes, de forma que pueden llegar a ver reducida su calidad de vida en torno a un 40 por ciento respecto a una persona de la misma edad y género no afectada por la enfermedad», destaca el profesor Arroyo.

El siguiente objetivo de este grupo de investigación de la UGR es llevar a cabo programas de fisioterapia dirigidos a mejorar estos aspecto físicos, y de esta manera, ayudar a los pacientes con cáncer de colon a recuperar su calidad de vida.

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