La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.
Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.
Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.

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BROSETA y la Universidad de Granada presentan la Cátedra sobre “Control del Fraude Fiscal y Prevención del Blanqueo de Capitales”

67395 El socio director de BROSETA, Manuel Broseta Dupré, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y el fiscal superior del TSJ de Andalucía, Jesús García Calderón, han presentado en Granada la Cátedra sobre «Control del Fraude Fiscal y la Prevención del Blanqueo de Capitales», impulsada por BROSETA y la Universidad de Granada. En el acto también estuvo presente Pedro Antonio García López, decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la UGR, que acogerá la Cátedra, así como los socios del despacho BROSETA, entre otros.
Manuel Broseta destacó el carácter de actualidad de la lucha contra el fraude fiscal y como «la beligerancia de las administraciones ha sido constante, pero se ha visto incrementada a raíz de la crisis financiera que todavía estamos viviendo y que ha determinado que las principales economías mundiales hayan centrado su atención en la planificación fiscal agresiva y en los paraísos fiscales». En este sentido, «un foro de la importancia del G20 ha dado un gran protagonismo a la OCDE que ha ido difundiendo unos estándares de transparencia en la disponibilidad y transmisión de información fiscal entre las administraciones tributarias», apuntó.
El socio director de BROSETA resaltó también «la labor de los tribunales de Justicia, que en numerosas sentencias han hecho prevalecer la realidad económica de las operaciones sobre la jurídica o formal, desacreditando estructuras artificiales diseñadas con el único fin de eludir el pago de un impuesto».
Por su parte, el fiscal superior del TSJ de Andalucía, Jesús García Calderón, destacó la importancia de «la creación de equipos multidisciplinares de investigación donde se integren inspectores de Hacienda, expertos en contratación pública, y la Policía Judicial bajo la dirección del Ministerio Público», para luchar contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.
Respecto a la Cátedra, Manuel Broseta destacó la vinculación con el mundo universitario de la firma que dirige y el compromiso adquirido con la UGR para «ser un referente académico de investigación en materia de lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales». En este sentido, «queremos ser un foco que aporte conocimiento y luz al trabajo de los profesionales especializados en la prevención del fraude», añadió.
La presentación de la Cátedra supone la materialización de lo recogido en el convenio firmado por BROSETA y la Universidad de Granada el pasado mes de mayo y un paso más en la colaboración entre la institución y la firma legal, tras la organización de varias jornadas sobre esta materia.
La Cátedra sobre «Control del Fraude Fiscal y Prevención del Blanqueo de Capitales», pionera en Andalucía, comienza así su andadura aspirando a constituirse en referente académico del análisis del fraude fiscal y del blanqueo de capitales «con el fin de que las empresas, entidades y asociaciones representativas del sector cuenten con las capacidades intelectuales y de metodología de investigación que aporta la misma». Para ello, la Cátedra organizará sus actividades en cuatro grandes bloques: acciones formativas, investigación, publicaciones y difusión.
Además, BROSETA y la Universidad de Granada dejan abierta una vía a la participación de otros centros, departamentos e institutos de la Universidad de Granada, que podrán incorporar a sus investigadores en las actividades que organice la Cátedra patrocinada por BROSETA.

 

FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN
La Cátedra UGR-BROSETA será desarrollada como un proyecto educativo y de investigación dirigido a profesionales del sector público y privado que trabajan en las especialidades de prevención e investigación del blanqueo de capitales y lucha contra la financiación del terrorismo. Además, también ocuparán un lugar destacado los estudiantes universitarios que quieran especializarse para ejercer como responsables y analistas en materias como la prevención del blanqueo de capitales y lucha contra la financiación del terrorismo, tanto en el sector privado (entidades financieras, grandes corporaciones, resto de sujetos obligados), como en el sector público (fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, fiscalía y judicatura).

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BROSETA y la Universidad de Granada presentan la Cátedra sobre “Control del Fraude Fiscal y Prevención del Blanqueo de Capitales”

67395 El socio director de BROSETA, Manuel Broseta Dupré, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y el fiscal superior del TSJ de Andalucía, Jesús García Calderón, han presentado en Granada la Cátedra sobre «Control del Fraude Fiscal y la Prevención del Blanqueo de Capitales», impulsada por BROSETA y la Universidad de Granada. En el acto también estuvo presente Pedro Antonio García López, decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la UGR, que acogerá la Cátedra, así como los socios del despacho BROSETA, entre otros.
Manuel Broseta destacó el carácter de actualidad de la lucha contra el fraude fiscal y como «la beligerancia de las administraciones ha sido constante, pero se ha visto incrementada a raíz de la crisis financiera que todavía estamos viviendo y que ha determinado que las principales economías mundiales hayan centrado su atención en la planificación fiscal agresiva y en los paraísos fiscales». En este sentido, «un foro de la importancia del G20 ha dado un gran protagonismo a la OCDE que ha ido difundiendo unos estándares de transparencia en la disponibilidad y transmisión de información fiscal entre las administraciones tributarias», apuntó.
El socio director de BROSETA resaltó también «la labor de los tribunales de Justicia, que en numerosas sentencias han hecho prevalecer la realidad económica de las operaciones sobre la jurídica o formal, desacreditando estructuras artificiales diseñadas con el único fin de eludir el pago de un impuesto».
Por su parte, el fiscal superior del TSJ de Andalucía, Jesús García Calderón, destacó la importancia de «la creación de equipos multidisciplinares de investigación donde se integren inspectores de Hacienda, expertos en contratación pública, y la Policía Judicial bajo la dirección del Ministerio Público», para luchar contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.
Respecto a la Cátedra, Manuel Broseta destacó la vinculación con el mundo universitario de la firma que dirige y el compromiso adquirido con la UGR para «ser un referente académico de investigación en materia de lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales». En este sentido, «queremos ser un foco que aporte conocimiento y luz al trabajo de los profesionales especializados en la prevención del fraude», añadió.
La presentación de la Cátedra supone la materialización de lo recogido en el convenio firmado por BROSETA y la Universidad de Granada el pasado mes de mayo y un paso más en la colaboración entre la institución y la firma legal, tras la organización de varias jornadas sobre esta materia.
La Cátedra sobre «Control del Fraude Fiscal y Prevención del Blanqueo de Capitales», pionera en Andalucía, comienza así su andadura aspirando a constituirse en referente académico del análisis del fraude fiscal y del blanqueo de capitales «con el fin de que las empresas, entidades y asociaciones representativas del sector cuenten con las capacidades intelectuales y de metodología de investigación que aporta la misma». Para ello, la Cátedra organizará sus actividades en cuatro grandes bloques: acciones formativas, investigación, publicaciones y difusión.
Además, BROSETA y la Universidad de Granada dejan abierta una vía a la participación de otros centros, departamentos e institutos de la Universidad de Granada, que podrán incorporar a sus investigadores en las actividades que organice la Cátedra patrocinada por BROSETA.

 

FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN
La Cátedra UGR-BROSETA será desarrollada como un proyecto educativo y de investigación dirigido a profesionales del sector público y privado que trabajan en las especialidades de prevención e investigación del blanqueo de capitales y lucha contra la financiación del terrorismo. Además, también ocuparán un lugar destacado los estudiantes universitarios que quieran especializarse para ejercer como responsables y analistas en materias como la prevención del blanqueo de capitales y lucha contra la financiación del terrorismo, tanto en el sector privado (entidades financieras, grandes corporaciones, resto de sujetos obligados), como en el sector público (fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, fiscalía y judicatura).

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.

Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.

No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.

«NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade.

Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.

Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.

Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.

El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños.

Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.

Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años.

También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.

Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.

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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños. Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años. También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo. Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.»NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade. Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia. Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.
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La alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida del niño puede determinar su comportamiento

67395 Un estudio europeo que aún está en marcha ha demostrado que la alimentación del niño desde su gestación y, especialmente, sus primeros años de vida podría determinar su comportamiento y el rendimiento mental.Estas son las con luciones del proyecto NUTRIMENTE, dirigido por una investigadora de la Universidad de Granada, que se lleva realizando desde 2008, y que ha incorporado una amplia gama de disciplinas científicas y reúne organizaciones internacionales, con el objetivo de investigar el efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños. Desde entonces, más de 17.000 madres y 18.000 niños de diferentes regiones europeas están participando en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales, llevados a cabo por distintos centros de investigación europeos.Los investigadores han analizado el efecto que ejercen a largo plazo la ingesta de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas como las B o el ácido fólico, micronutrientes como el hierro o el yodo y la leche materna sobre desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde antes del nacimiento y hasta los 9 años. También se pretende establecer recomendaciones dietéticas para la población europea en relación a determinados nutrientes, especialmente ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo. Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo mejorar la información que llega al público y consumidores, especialmente a padres, maestros y a la industria, favoreciendo el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.Por el momento, los estudios han demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.Igualmente, se ha comprobado que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.No obstante, como explica la profesora de la UGR Cristina Campoy, quien ha dirigido el proyecto, «estudios a corto plazo parecen incapaces de detectar la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida», por lo que es necesario más estudios a largo plazo.»NUTRIMENTHE basa su éxito en el seguimiento de los niños involucrados en los diferentes estudios durante muchos años, ya que el cerebro necesita mucho tiempo para madurar, y las deficiencias tempranas puede tener efectos de largo alcance. La nutrición temprana se destaca como la más importante», añade. Existen otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.Así, polimorfismos genéticos y cambios epigenéticos producidos durante la gestación en relación con la ingesta de alimentos y el estado nutricional de la embarazada, puede influir en cómo se metabolizan ciertos nutrientes y son transferidos durante el embarazo hacia el feto y a través de la lactancia hacia el bebé, y así afectar positiva o negativamente el desarrollo cognitivo y de la conducta de los niños.Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia. Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. Esta área apasionante de investigación emergente plantea todo un reto para la comunidad científica.El conocimiento obtenido a través del Proyecto Europeo NUTRIMENTHE contribuirá a crear una base científica sólida para establecer las recomendaciones para mujeres embarazadas y niños con el objetivo de mejorar su rendimiento mental y prevenir los trastornos del comportamiento.
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