Exposición «Vi el aire moviéndose, e incluso daba sombra», de Alfonso Martínez Baztán, en el Centro de Lenguas Modernas

  • Abierta al público durante el mes de septiembre

La Galería de Exposiciones del Centro de Lenguas Modernas (CLM) de la Universidad de Granada, situada en las instalaciones de su pintoresco Palacete de Santa Cruz, ofrece una interesante y amplia propuesta de exposiciones temporales de pintura, grabados, fotografía, etc. a lo largo de todo el año en un marco único. La exposición actual reúne obras de Alfonso Martínez Baztán, y se titula “Vi el aire moviéndose, e incluso daba sombra”, compuesta por fotografías en movimiento, cercanas a un cuadro, continúa abierta al público durante el mes de septiembre.

Alfonso Martínez Baztán (Pamplona, 1963), con esta exposición trata de negar “un tipo de realismo”. Las fotos que presenta están sacadas con una misma intención: pintar con la luz, jugar con el tiempo, la luz y el espacio, esa ecuación cuántica, y conseguir un efecto no directamente realista. No están retocadas, salvo para darles contraste, porque las fotos quedan sobrexpuestas y hace falta mostrarlas de nuevo. Esto es debido a que las hace manipulando el obturador y el tiempo de exposición, cercano a un segundo, de su Nikon D60 con objetivo básico, de 18-55mm, y moviéndose o moviendo el objetivo. Tampoco utiliza filtros.

Alfonso lleva haciendo fotos desde joven pero esta es su primera exposición. En su tiempo libre, pues es profesor de lengua para extranjeros, se dedica a numerosas actividades todas ellas creativas: escribir relatos cortos, pintar, hacer collages, algún guión para un corto. Ya en 2001, Año Europeo de las Lenguas, hizo una “actuación artística” en el patio del CLM titulada “Ahogándose bajo las lenguas/Drowning by Languages”.


Exposición «Vi el aire moviéndose, e incluso daba sombra», de Alfonso Martínez Baztán, en el Centro de Lenguas Modernas

  • Abierta al público durante el mes de septiembre

La Galería de Exposiciones del Centro de Lenguas Modernas (CLM) de la Universidad de Granada, situada en las instalaciones de su pintoresco Palacete de Santa Cruz, ofrece una interesante y amplia propuesta de exposiciones temporales de pintura, grabados, fotografía, etc. a lo largo de todo el año en un marco único. La exposición actual reúne obras de Alfonso Martínez Baztán, y se titula “Vi el aire moviéndose, e incluso daba sombra”, compuesta por fotografías en movimiento, cercanas a un cuadro, continúa abierta al público durante el mes de septiembre.

Alfonso Martínez Baztán (Pamplona, 1963), con esta exposición trata de negar “un tipo de realismo”. Las fotos que presenta están sacadas con una misma intención: pintar con la luz, jugar con el tiempo, la luz y el espacio, esa ecuación cuántica, y conseguir un efecto no directamente realista. No están retocadas, salvo para darles contraste, porque las fotos quedan sobrexpuestas y hace falta mostrarlas de nuevo. Esto es debido a que las hace manipulando el obturador y el tiempo de exposición, cercano a un segundo, de su Nikon D60 con objetivo básico, de 18-55mm, y moviéndose o moviendo el objetivo. Tampoco utiliza filtros.

Alfonso lleva haciendo fotos desde joven pero esta es su primera exposición. En su tiempo libre, pues es profesor de lengua para extranjeros, se dedica a numerosas actividades todas ellas creativas: escribir relatos cortos, pintar, hacer collages, algún guión para un corto. Ya en 2001, Año Europeo de las Lenguas, hizo una “actuación artística” en el patio del CLM titulada “Ahogándose bajo las lenguas/Drowning by Languages”.


Exposición “Costumbrismos invisibles” de Pablo Minguillón Puerta, en la Casa de Porras

  • La inauguración se celebrará el viernes 6 de septiembre a las 19:30 h.

Del 5 al 27 de septiembre se presenta en el Centro Cultural Universitario Casa de Porras, del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Granada, la exposición “Costumbrismos invisibles” de Pablo Minguillón Puerta. La inauguración se celebrará el viernes 6 de septiembre a las 19:30 h.

En la exposición “Costumbrismo invisibles” Pablo Minguillón Puerta trata el análisis y estudio de los gestos y acciones cotidianas que el ser humano lleva a cabo diariamente, así como explota las posibilidades creativas que surgen al utilizar el gesto de dichas acciones como herramienta: pintura, una fotografía o una performance.

Con idea de que el único elemento a diferenciar entre una pieza y otra sea el propio gesto de la acción, las obras están realizadas únicamente en blanco y negro, para que el color aporte la mínima información. La mínima gama cromática que contengan las piezas será la que se adopte de una forma más antimatérica mediante la luz.

Para dar un mayor protagonismo al gesto, en algunos casos, la mancha de éste ha sido intervenida para que contenga un relieve considerable para lograr el efecto luz-sombra deseado y aprovechar así sus posibilidades estéticas. En otros casos, se ha optado por mantener la impronta y limpieza del propio gesto.

La manera de pintar es puramente gestual y espontánea, al igual que los gestos y acciones que se llevan a cabo día a día por la sociedad. Es visible, en el conjunto de la obra, la necesidad de plasmar dichas acciones.

  • Conjunto de 7 obras pictóricas en tabla sobre bastidor de medidas variables (entre 140cm y 50cm).
  • Serie de 6 fotografías que acompañan a las obras pictóricas. Medidas:(40cm x 25cm).
  • Vídeo-proyección acompañando de una obra pictórica. Duración 3 minutos y 30 segundos.
  • Exposición: “Costumbrismos invisibles”.
  • Autor: Pablo Minguillón Puerta.
  • Fechas: Del 5 al 27 de septiembre.
  • Inauguración: 6 de septiembre a las 19:30 h.
  • Lugar: Centro Cultural Universitario Casa de Porras. Placeta de Porras s/n. Albaicín.

Francisco Javier Garrido Carrillo. Director del Centro Cultural Universitario Casa de Porras. Vicerrectorado de Estudiantes. Telef. 958 22 44 25. Correo elec: csporras@ugr.es


Exposición “Costumbrismos invisibles” de Pablo Minguillón Puerta, en la Casa de Porras

  • La inauguración se celebrará el viernes 6 de septiembre a las 19:30 h.

Del 5 al 27 de septiembre se presenta en el Centro Cultural Universitario Casa de Porras, del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Granada, la exposición “Costumbrismos invisibles” de Pablo Minguillón Puerta. La inauguración se celebrará el viernes 6 de septiembre a las 19:30 h.

En la exposición “Costumbrismo invisibles” Pablo Minguillón Puerta trata el análisis y estudio de los gestos y acciones cotidianas que el ser humano lleva a cabo diariamente, así como explota las posibilidades creativas que surgen al utilizar el gesto de dichas acciones como herramienta: pintura, una fotografía o una performance.

Con idea de que el único elemento a diferenciar entre una pieza y otra sea el propio gesto de la acción, las obras están realizadas únicamente en blanco y negro, para que el color aporte la mínima información. La mínima gama cromática que contengan las piezas será la que se adopte de una forma más antimatérica mediante la luz.

Para dar un mayor protagonismo al gesto, en algunos casos, la mancha de éste ha sido intervenida para que contenga un relieve considerable para lograr el efecto luz-sombra deseado y aprovechar así sus posibilidades estéticas. En otros casos, se ha optado por mantener la impronta y limpieza del propio gesto.

La manera de pintar es puramente gestual y espontánea, al igual que los gestos y acciones que se llevan a cabo día a día por la sociedad. Es visible, en el conjunto de la obra, la necesidad de plasmar dichas acciones.

  • Conjunto de 7 obras pictóricas en tabla sobre bastidor de medidas variables (entre 140cm y 50cm).
  • Serie de 6 fotografías que acompañan a las obras pictóricas. Medidas:(40cm x 25cm).
  • Vídeo-proyección acompañando de una obra pictórica. Duración 3 minutos y 30 segundos.
  • Exposición: “Costumbrismos invisibles”.
  • Autor: Pablo Minguillón Puerta.
  • Fechas: Del 5 al 27 de septiembre.
  • Inauguración: 6 de septiembre a las 19:30 h.
  • Lugar: Centro Cultural Universitario Casa de Porras. Placeta de Porras s/n. Albaicín.

Francisco Javier Garrido Carrillo. Director del Centro Cultural Universitario Casa de Porras. Vicerrectorado de Estudiantes. Telef. 958 22 44 25. Correo elec: csporras@ugr.es


Cerebro de adictos al juego funciona inadecuadamente

67143 MADRID(Agencias) Investigadores del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC) de la Universidad de Granada han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las ludópatas.
Los resultados revelan que las personas adictas a los juegos de azar presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.

 

En dos artículos, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, los científicos han corroborado mediante electroencefalografía (EEG) que la cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para el correcto control de impulsos.

Sin embargo, y aunque estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas, la investigación realizada en la UGR ha revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal.

La revista Muy Interesante señala que estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno, y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Concretamente, quienes las sufren toman «malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios», aseguran los autores.

Además, en los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando se experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

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Cerebro de adictos al juego funciona inadecuadamente

67143 MADRID(Agencias) Investigadores del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC) de la Universidad de Granada han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las ludópatas.
Los resultados revelan que las personas adictas a los juegos de azar presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.

 

En dos artículos, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, los científicos han corroborado mediante electroencefalografía (EEG) que la cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para el correcto control de impulsos.

Sin embargo, y aunque estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas, la investigación realizada en la UGR ha revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal.

La revista Muy Interesante señala que estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno, y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Concretamente, quienes las sufren toman «malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios», aseguran los autores.

Además, en los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando se experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

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De la cocaína al juego, analizan adicciones a profundidad

67143 La cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro –cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal– necesarias para el correcto control de impulsos.
Al menos así lo corroboran dos nuevos estudios, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, que utilizan técnicas de identificación de anomalías de funcionamiento cerebral mediante electroencefalografía (EEG).

Sin embargo, estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas.

Ahora, expertos de la Universidad de Granada (UGR) han revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal. Estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Como explican los autores principales de este trabajo, José César Perales y Ana Torres, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, «esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios».

Emociones negativas

En los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

De los datos obtenidos se derivan «pautas prácticas que tien

Fuente:Servicio de Información y Noticias Científicas SINCen una utilidad directa para el tratamiento psicológico de ambas adicciones». En primer lugar, es necesario tener en cuenta que las alteraciones provocadas por el consumo crónico de la cocaína pueden convertirse a su vez en un obstáculo para el tratamiento y, por tanto, deben observarse a la hora de establecer un pronóstico.

En segundo lugar, los autores han identificado algunos aspectos claves que debe incorporar el tratamiento dirigido a la rehabilitación del juego patológico, especialmente en los casos más graves: tratar directamente los problemas emocionales que disparan la necesidad de jugar y realizar un entrenamiento específico que permita al individuo aprender a valorar de forma adecuada las pérdidas y sus consecuencias.

Este trabajo ha sido realizado por investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC), de la Universidad de Granada, con la colaboración de la Asociación Granadina de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AGRAJER) y Proyecto Hombre.

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De la cocaína al juego, analizan adicciones a profundidad

67143 La cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro –cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal– necesarias para el correcto control de impulsos.
Al menos así lo corroboran dos nuevos estudios, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, que utilizan técnicas de identificación de anomalías de funcionamiento cerebral mediante electroencefalografía (EEG).

Sin embargo, estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas.

Ahora, expertos de la Universidad de Granada (UGR) han revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal. Estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Como explican los autores principales de este trabajo, José César Perales y Ana Torres, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, «esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios».

Emociones negativas

En los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

De los datos obtenidos se derivan «pautas prácticas que tien

Fuente:Servicio de Información y Noticias Científicas SINCen una utilidad directa para el tratamiento psicológico de ambas adicciones». En primer lugar, es necesario tener en cuenta que las alteraciones provocadas por el consumo crónico de la cocaína pueden convertirse a su vez en un obstáculo para el tratamiento y, por tanto, deben observarse a la hora de establecer un pronóstico.

En segundo lugar, los autores han identificado algunos aspectos claves que debe incorporar el tratamiento dirigido a la rehabilitación del juego patológico, especialmente en los casos más graves: tratar directamente los problemas emocionales que disparan la necesidad de jugar y realizar un entrenamiento específico que permita al individuo aprender a valorar de forma adecuada las pérdidas y sus consecuencias.

Este trabajo ha sido realizado por investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC), de la Universidad de Granada, con la colaboración de la Asociación Granadina de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AGRAJER) y Proyecto Hombre.

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La adicción al juego afecta la capacidad de tomar decisiones

67143 Investigadores de la Universidad de Granada han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las que son adictas a los juegos de azar. Las conclusiones revelan que las personas adictas al juego presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.

La cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro –cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal– necesarias para el correcto control de impulsos.

Al menos así lo corroboran dos nuevos estudios, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, que utilizan técnicas de identificación de anomalías de funcionamiento cerebral mediante electroencefalografía (EEG).

Sin embargo, estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas.

Ahora, expertos de la Universidad de Granada (UGR) han revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal. Estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Como explican los autores principales de este trabajo, José César Perales y Ana Torres, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, «esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios».

EMOCIONES NEGATIVAS

En los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

De los datos obtenidos se derivan «pautas prácticas que tienen una utilidad directa para el tratamiento psicológico de ambas adicciones». En primer lugar, es necesario tener en cuenta que las alteraciones provocadas por el consumo crónico de la cocaína pueden convertirse a su vez en un obstáculo para el tratamiento y, por tanto, deben observarse a la hora de establecer un pronóstico.

En segundo lugar, los autores han identificado algunos aspectos claves que debe incorporar el tratamiento dirigido a la rehabilitación del juego patológico, especialmente en los casos más graves: tratar directamente los problemas emocionales que disparan la necesidad de jugar y realizar un entrenamiento específico que permita al individuo aprender a valorar de forma adecuada las pérdidas y sus consecuencias.

Este trabajo ha sido realizado por investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC), de la Universidad de Granada, con la colaboración de la Asociación Granadina de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AGRAJER) y Proyecto Hombre.

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La adicción al juego afecta la capacidad de tomar decisiones

67143 Investigadores de la Universidad de Granada han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las que son adictas a los juegos de azar. Las conclusiones revelan que las personas adictas al juego presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.

La cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro –cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal– necesarias para el correcto control de impulsos.

Al menos así lo corroboran dos nuevos estudios, publicados recientemente en la revista Frontiers in Neuroscience, que utilizan técnicas de identificación de anomalías de funcionamiento cerebral mediante electroencefalografía (EEG).

Sin embargo, estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas.

Ahora, expertos de la Universidad de Granada (UGR) han revelado que las personas adictas al juego sí que manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal. Estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Como explican los autores principales de este trabajo, José César Perales y Ana Torres, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, «esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios».

EMOCIONES NEGATIVAS

En los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

De los datos obtenidos se derivan «pautas prácticas que tienen una utilidad directa para el tratamiento psicológico de ambas adicciones». En primer lugar, es necesario tener en cuenta que las alteraciones provocadas por el consumo crónico de la cocaína pueden convertirse a su vez en un obstáculo para el tratamiento y, por tanto, deben observarse a la hora de establecer un pronóstico.

En segundo lugar, los autores han identificado algunos aspectos claves que debe incorporar el tratamiento dirigido a la rehabilitación del juego patológico, especialmente en los casos más graves: tratar directamente los problemas emocionales que disparan la necesidad de jugar y realizar un entrenamiento específico que permita al individuo aprender a valorar de forma adecuada las pérdidas y sus consecuencias.

Este trabajo ha sido realizado por investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCyC), de la Universidad de Granada, con la colaboración de la Asociación Granadina de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AGRAJER) y Proyecto Hombre.

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Los adictos al juego toman malas decisiones por anomalías en su cerebro

67143 Las personas adictas al juego presentan anomalías en el funcionamiento de su cerebro que afectan a su capacidad de tomar decisiones. Así se recoge en un estudio de la Universidad de Granada, publicado en Frontiers in Neuroscience, en el que se han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y a los juegos de azar.
Los investigadores, por un lado, han corroborado que la cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para el correcto control de los impulsos, lo que se comprobó mediante técnicas de identificación de anomalías utilizando la electroencefalografía y métodos de laboratorio.
Por contra, los efectos negativos sobre el correcto control de los impulsos no están presentes en los adictos al juego, que sí manifiestan otras anomalías localizadas en áreas de la corteza prefrontal. Estas variaciones están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones. «Esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios», según explican José César Perales y Ana Torres, los responsables de la investigación. La tendencia a tomar malas decisiones se incrementa cuando experimentan ansiedad y tristeza.
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Los adictos al juego toman malas decisiones por anomalías en su cerebro

67143 Las personas adictas al juego presentan anomalías en el funcionamiento de su cerebro que afectan a su capacidad de tomar decisiones. Así se recoge en un estudio de la Universidad de Granada, publicado en Frontiers in Neuroscience, en el que se han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y a los juegos de azar.
Los investigadores, por un lado, han corroborado que la cocaína tiene efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para el correcto control de los impulsos, lo que se comprobó mediante técnicas de identificación de anomalías utilizando la electroencefalografía y métodos de laboratorio.
Por contra, los efectos negativos sobre el correcto control de los impulsos no están presentes en los adictos al juego, que sí manifiestan otras anomalías localizadas en áreas de la corteza prefrontal. Estas variaciones están relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de tomar decisiones. «Esas malas decisiones afectan al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios», según explican José César Perales y Ana Torres, los responsables de la investigación. La tendencia a tomar malas decisiones se incrementa cuando experimentan ansiedad y tristeza.
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