Pág. 24: Critican los «parches» y «errores» en el Campus Universitario
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Trabajadores del sector de la investigación han respondido con diversas concentraciones de protestas llevadas a cabo en Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén al llamamiento del colectivo ‘Carta por la Ciencia’, formado por la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), la plataforma ‘Investigación Digna’, la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), CCOO y UGT, que ha convocado movilizaciones bajo el lema ‘Salvemos la ciencia. Sin I+D+i no hay futuro’, al objeto de «salvar la investigación».
En Sevilla, unas 300 personas se han concentrado a las puertas del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) durante un cuarto de hora, tras la cual han procedido a la lectura de un manifiesto, común en todas aquellas ciudades españolas donde se ha llevado a cabo la protetsa, según ha precisado a Europa Press el portavoz del colectivo ‘Ciencia con Futuro’, Javier Sánchez.
Por otro lado, trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO, UGT, y el Rectorado de la UGR, entre otros colectivos, han participado en un acto en la entrada de la Facultad de Ciencias para reivindicar más recursos que eviten «la ruina y el colapso del sistema científico español».
Para el presidente del comité de empresa del Personal Docente e Investigador de la UGR, Miguel Ángel García, los sucesivos recortes ya han provocado «la primera disminución en I+D+i de la historia». Por eso, ha reclamado la apertura de conversaciones para alcanzar un acuerdo por la I+D+i y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que se debería haber aprobado a mediados de 2012 según la Ley de Ciencia, ha recordado el representante sindical.
El portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores, Miguel Ángel Fernández, ha mantenido en declaraciones a Europa Press que esta movilización ya no pretende evidenciar la fuga de cerebros, pues «ha quedado constatado» que los investigadores tienen que irse fuera de este país, sino «intentar salvar lo poco que queda en esta materia».
Por su parte, la representante de CCOO en el CSIC, Rosa de Castro, ha aludido a la actual situación de este centro investigador con sede en Granada, que ha sufrido una rebaja en el presupuesto del 40 por ciento desde 2009 hasta el año actual.
TRABAJADORES DE CALAR ALTO, PRESENTES
En Granada también se ha dado cita buena parte de la plantilla de Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA) de Calar Alto, en Gérgal (Almería), que previamente al acto oficial ha hecho lectura de un manifiesto sobre la situación del observatorio, ya que el CSIC y la sociedad alemana Max Planck –recientemente galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013– han acordado un «drástico recorte» en la financiación del centro.
En su lectura, han señalado que el acuerdo rubricado el pasado mes de mayo supone rebajas superiores al 60 por ciento anual del presupuesto y convierte «una instalación científica de primera línea en un residuo que hay que extinguir», pese a que Calar Alto «es un centro de servicios que aporta datos a buena parte de la astronomía española» como el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, por lo que «el impacto científico de este recorte se multiplica».
En la Universidad de Jaén (UJA), unas 200 personas, en su mayoría profesores e investigadores, aunque también con presencia de alumnos, han participado en la concentración que ha tenido lugar durante diez minutos ante el Rectorado, en el Campus de Las Lagunillas de la capital. Así lo ha señalado a Europa Press el portavoz de la ‘Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública’, Ángel Cagigas, que se ha adherido a las movilizaciones en apoyo a la investigación.
Por último, en Córdoba, buena parte de la plantilla del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), integrada por 180 personas, se ha concentrado ante las puertas del citado centro, según ha informado a Europa Press el director del mismo, José Alfonso Gómez, quien ha recordado que la concentración se ha llevado a cabo como forma de protesta ante los «recortes que viene sufriendo el sector de la investigación científica en nuestro país y para proponer un cambio de rumbo en la política de Gobierno en materia de I+D+i».
Es un hecho, según los concentrados, que «los recortes que se vienen padeciendo desde 2009 no cesan y su efecto acumulativo está causando la asfixia del sistema de ciencia y tecnología español; nos encontramos al borde del colapso de lo que creemos es uno de los ingredientes esenciales para la receta que nos permita salir de la crisis».
PIDEN «COHERENCIA» AL EJECUTIVO
En la carta redactada por el colectivo destaca la petición de «coherencia» al Ejecutivo en la política de recursos humanos para atraer y retener talento en España. Además, se pide la eliminación de la restricción del 10 por ciento de reposición de empleo público en todo el sector de la I+D; inversiones que permitan cumplir el compromiso del 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en el periodo 2013-2016, el mantenimiento de una inversión pública en ciencia básica; la ejecución del 100 por ciento del presupuesto aprobado para I+D+i; la transferencia de fondos a centros y grupos con proyectos aprobados; y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, entre otros.
Del mismo modo, recuerdan que desde 2009 se ha reducido el presupuesto del sector en más de un 40 por ciento, «más la reducción en los presupuestos autonómicos, más la caída de la inversión privada», ha recordado la secretaria confederal de I+D+i de CCOO, Salce Elvira, en una rueda de prensa celebrada esta semana.
Trabajadores del sector de la investigación han respondido con diversas concentraciones de protestas llevadas a cabo en Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén al llamamiento del colectivo ‘Carta por la Ciencia’, formado por la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), la plataforma ‘Investigación Digna’, la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), CCOO y UGT, que ha convocado movilizaciones bajo el lema ‘Salvemos la ciencia. Sin I+D+i no hay futuro’, al objeto de «salvar la investigación».
En Sevilla, unas 300 personas se han concentrado a las puertas del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) durante un cuarto de hora, tras la cual han procedido a la lectura de un manifiesto, común en todas aquellas ciudades españolas donde se ha llevado a cabo la protetsa, según ha precisado a Europa Press el portavoz del colectivo ‘Ciencia con Futuro’, Javier Sánchez.
Por otro lado, trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO, UGT, y el Rectorado de la UGR, entre otros colectivos, han participado en un acto en la entrada de la Facultad de Ciencias para reivindicar más recursos que eviten «la ruina y el colapso del sistema científico español».
Para el presidente del comité de empresa del Personal Docente e Investigador de la UGR, Miguel Ángel García, los sucesivos recortes ya han provocado «la primera disminución en I+D+i de la historia». Por eso, ha reclamado la apertura de conversaciones para alcanzar un acuerdo por la I+D+i y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que se debería haber aprobado a mediados de 2012 según la Ley de Ciencia, ha recordado el representante sindical.
El portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores, Miguel Ángel Fernández, ha mantenido en declaraciones a Europa Press que esta movilización ya no pretende evidenciar la fuga de cerebros, pues «ha quedado constatado» que los investigadores tienen que irse fuera de este país, sino «intentar salvar lo poco que queda en esta materia».
Por su parte, la representante de CCOO en el CSIC, Rosa de Castro, ha aludido a la actual situación de este centro investigador con sede en Granada, que ha sufrido una rebaja en el presupuesto del 40 por ciento desde 2009 hasta el año actual.
TRABAJADORES DE CALAR ALTO, PRESENTES
En Granada también se ha dado cita buena parte de la plantilla de Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA) de Calar Alto, en Gérgal (Almería), que previamente al acto oficial ha hecho lectura de un manifiesto sobre la situación del observatorio, ya que el CSIC y la sociedad alemana Max Planck –recientemente galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013– han acordado un «drástico recorte» en la financiación del centro.
En su lectura, han señalado que el acuerdo rubricado el pasado mes de mayo supone rebajas superiores al 60 por ciento anual del presupuesto y convierte «una instalación científica de primera línea en un residuo que hay que extinguir», pese a que Calar Alto «es un centro de servicios que aporta datos a buena parte de la astronomía española» como el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, por lo que «el impacto científico de este recorte se multiplica».
En la Universidad de Jaén (UJA), unas 200 personas, en su mayoría profesores e investigadores, aunque también con presencia de alumnos, han participado en la concentración que ha tenido lugar durante diez minutos ante el Rectorado, en el Campus de Las Lagunillas de la capital. Así lo ha señalado a Europa Press el portavoz de la ‘Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública’, Ángel Cagigas, que se ha adherido a las movilizaciones en apoyo a la investigación.
Por último, en Córdoba, buena parte de la plantilla del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), integrada por 180 personas, se ha concentrado ante las puertas del citado centro, según ha informado a Europa Press el director del mismo, José Alfonso Gómez, quien ha recordado que la concentración se ha llevado a cabo como forma de protesta ante los «recortes que viene sufriendo el sector de la investigación científica en nuestro país y para proponer un cambio de rumbo en la política de Gobierno en materia de I+D+i».
Es un hecho, según los concentrados, que «los recortes que se vienen padeciendo desde 2009 no cesan y su efecto acumulativo está causando la asfixia del sistema de ciencia y tecnología español; nos encontramos al borde del colapso de lo que creemos es uno de los ingredientes esenciales para la receta que nos permita salir de la crisis».
PIDEN «COHERENCIA» AL EJECUTIVO
En la carta redactada por el colectivo destaca la petición de «coherencia» al Ejecutivo en la política de recursos humanos para atraer y retener talento en España. Además, se pide la eliminación de la restricción del 10 por ciento de reposición de empleo público en todo el sector de la I+D; inversiones que permitan cumplir el compromiso del 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en el periodo 2013-2016, el mantenimiento de una inversión pública en ciencia básica; la ejecución del 100 por ciento del presupuesto aprobado para I+D+i; la transferencia de fondos a centros y grupos con proyectos aprobados; y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, entre otros.
Del mismo modo, recuerdan que desde 2009 se ha reducido el presupuesto del sector en más de un 40 por ciento, «más la reducción en los presupuestos autonómicos, más la caída de la inversión privada», ha recordado la secretaria confederal de I+D+i de CCOO, Salce Elvira, en una rueda de prensa celebrada esta semana.
Investigadores de toda Andalucía han respondido con diversas concentraciones de protesta en Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén al llamamiento del colectivo ‘Carta por la Ciencia’, formado por la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), la plataforma ‘Investigación Digna’, la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), CCOO y UGT, que ha convocado movilizaciones bajo el lema Salvemos la ciencia. Sin I+D+i no hay futuro.
En Sevilla, unas 300 personas se han concentrado a las puertas del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) durante un cuarto de hora, tras la cual han procedido a la lectura de un manifiesto, común en todas aquellas ciudades españolas donde se ha llevado a cabo la protesta, según ha precisado a Europa Press el portavoz del colectivo ‘Ciencia con Futuro’, Javier Sánchez.
Por otro lado, trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO, UGT, y el Rectorado de la UGR, entre otros colectivos, han participado en un acto en la entrada de la Facultad de Ciencias para reivindicar más recursos que eviten «la ruina y el colapso del sistema científico español».
Para el presidente del comité de empresa del Personal Docente e Investigador de la UGR, Miguel Ángel García, los sucesivos recortes ya han provocado «la primera disminución en I+D+i de la historia». Por eso, ha reclamado la apertura de conversaciones para alcanzar un acuerdo por la I+D+i y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que se debería haber aprobado a mediados de 2012 según la Ley de Ciencia, ha recordado el representante sindical.
El portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores, Miguel Ángel Fernández, ha mantenido en declaraciones a Europa Press que esta movilización ya no pretende evidenciar la fuga de cerebros, pues «ha quedado constatado» que los investigadores tienen que irse fuera de este país, sino «intentar salvar lo poco que queda en esta materia».
Por su parte, la representante de CCOO en el CSIC, Rosa de Castro, ha aludido a la actual situación de este centro investigador con sede en Granada, que ha sufrido una rebaja en el presupuesto del 40% desde 2009.
Centro Astronómico Hispano Alemán
En Granada también se ha dado cita buena parte de la plantilla de Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA) de Calar Alto, en Gérgal (Almería), que previamente al acto oficial ha hecho lectura de un manifiesto sobre la situación del observatorio, ya que el CSIC y la sociedad alemana Max Planck -recientemente galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013- han acordado un «drástico recorte» en la financiación del centro.
En su lectura, han señalado que el acuerdo rubricado el pasado mayo supone rebajas superiores al 60% anual del presupuesto y convierte «una instalación científica de primera línea en un residuo que hay que extinguir», pese a que Calar Alto «es un centro de servicios que aporta datos a buena parte de la astronomía española» como el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, por lo que «el impacto científico de este recorte se multiplica».
En la Universidad de Jaén (UJA), unas 200 personas, en su mayoría profesores e investigadores, aunque también con presencia de alumnos, han participado en la concentración que ha tenido lugar durante diez minutos ante el Rectorado, en el Campus de Las Lagunillas de la capital. Así lo ha señalado a Europa Press el portavoz de la ‘Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública’, Ángel Cagigas, que se ha adherido a las movilizaciones en apoyo a la investigación.
En Córdoba, buena parte de la plantilla del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), integrada por 180 personas, se ha concentrado ante las puertas del citado centro, según ha informado a Europa Press el director del mismo, José Alfonso Gómez, quien ha recordado que la concentración se ha llevado a cabo como forma de protesta ante los «recortes que viene sufriendo el sector de la investigación científica en nuestro país y para proponer un cambio de rumbo en la política del Gobierno en materia de I+D+i».
Recortes ininterrumpidos desde 2009
Es un hecho, según los concentrados, que «los recortes que se vienen padeciendo desde 2009 no cesan y su efecto acumulativo está causando la asfixia del sistema de ciencia y tecnología español; nos encontramos al borde del colapso de lo que creemos es uno de los ingredientes esenciales para la receta que nos permita salir de la crisis».
En la carta redactada por el colectivo se destaca la petición de «coherencia» al Ejecutivo en la política de recursos humanos para atraer y retener talento en España. Además, se pide la eliminación de la restricción del 10% de reposición de empleo público en todo el sector de la I+D; inversiones que permitan cumplir el compromiso del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en el periodo 2013-2016, el mantenimiento de una inversión pública en ciencia básica; la ejecución del 100% del presupuesto aprobado para I+D+i; la transferencia de fondos a centros y grupos con proyectos aprobados; y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, entre otros.
Del mismo modo, recuerdan que desde 2009 se ha reducido el presupuesto del sector en más de un 40%, «más la reducción en los presupuestos autonómicos, más la caída de la inversión privada», ha recordado la secretaria confederal de I+D+i de CCOO, Salce Elvira, en una rueda de prensa celebrada esta semana.
No todos son turcos en la plaza Taksim. En las protestas en la capital de Estambul se han visto involucrados algunos estudiantes de universidades andaluzas. Y aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene datos de los erasmus que viven allí tampoco se han puesto en contacto con ellos. Lo mismo ocurre con algunas universidades de Andalucía. «Por ahora nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni nos han preguntado cómo está la situación aquí», comenta Alba Delgado, estudiante Erasmus en Estambul perteneciente a la carrera de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada.
En igual situación se encuentran Javier y David Aragón, alumnos de la Universidad de Málaga y de Jaén respectivamente. Todos ellos han visto afectada significativamente su actividad académica durante las protestas, pero sí que acuden a plaza Taksim y Parque Gezi, epicentro de las manifestaciones.
Alba Delgado incluso estuvo en Gezi ayudando a hacer bocadillos en uno de los puestos de la acampada contra Erdogan. Esta jerezana asegura que está viviendo con mucha intensidad la protesta desde los primeros días, desde el estallido de las protestas junto a sus compañeros de piso apoyan la cacerolada que se repite a diario en Estambul.
«Vivo en Besiktas y durante algunos días las grandes protestas fueron por aquí, mi calle se abarrotó de manifestante, y la Policía empezó a echar gas. Mucha gente entró en nuestro portal y le ofrecimos agua, leche o cualquier cosa que necesitaran, algunos también utilizaron nuestro baño y hubo un chico que se hizo una herida en la pierna y le costaba andar y se quedó un rato sentado en nuestro salón» comenta Alba.
La comunidad Erasmus ha acudido a las protestas junto a sus compañeros turcos, y en el caso de los andaluces se repite un momento histórico en que las protestas se convierten en un sistema asambleario y de acampada. Sin embargo, los turcos no les han preguntado por el movimiento 15-M, incluso la gran mayoría lo desconoce.
«Los erasmus en general están apoyando a los manifestantes, algunos fueron a las manifestaciones, se está compartiendo toda la información en Facebook, llevan comida al parque, algunos incluso acampan allí», dice la alumna de la Universidad de Granada.
Por Facebook, red que usan estos jóvenes para mostrar imágenes y enlazar vídeos de las protestas turcas, circuló estos días la información del acoso a una erasmus sevillana por parte de la Policía, caso que no se ha contrastado y que Alba, Javier o David no pueden confirmar. No obstante, el miedo generalizado de los jóvenes andaluces a comunicarse a través de la red se ha incrementado, aunque siguen haciendo su vida normal en las calles de Estambul, donde junto a sus compañeros han vivido las disoluciones de manifestaciones e inalado el gas de vertido por los policías turcos. «Ha sido el gas pimienta, aunque indirectamente, y no me ha dañado», relata Javier, estudiante de Turismo en Málaga, que sólo se acercaa Taksim o Parque Gezi para ver cómo se organizan y conocer las actividades que hacen.
Este estudiante habla con preocupación del temor de sus familiares, que reside en los estereotipos de Occidente hacia países como Turquía, pero consuela de manera fácil a sus allegados. «La familia lo vive con incertidumbre y miedo porque pueda ocurrir algo, afortunadamente la situación es estable y tranquila por ahora». Él no piensa, como sus compañeros, regresar a Andalucía antes de lo previsto. Aunque estas últimas semanas muchos erasmus han llegado a su ciudad de origen es consecuencia de la finalización del curso académico en Turquía y no de las protestas. La precaución, con todo, se impone para no protagonizar casos como el de una estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla con una beca Erasmus en Turquía que fue acusada hace cuatro años por colaborar presuntamente en una manifestación pro kurda
No todos son turcos en la plaza Taksim. En las protestas en la capital de Estambul se han visto involucrados algunos estudiantes de universidades andaluzas. Y aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene datos de los erasmus que viven allí tampoco se han puesto en contacto con ellos. Lo mismo ocurre con algunas universidades de Andalucía. «Por ahora nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni nos han preguntado cómo está la situación aquí», comenta Alba Delgado, estudiante Erasmus en Estambul perteneciente a la carrera de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada.
En igual situación se encuentran Javier y David Aragón, alumnos de la Universidad de Málaga y de Jaén respectivamente. Todos ellos han visto afectada significativamente su actividad académica durante las protestas, pero sí que acuden a plaza Taksim y Parque Gezi, epicentro de las manifestaciones.
Alba Delgado incluso estuvo en Gezi ayudando a hacer bocadillos en uno de los puestos de la acampada contra Erdogan. Esta jerezana asegura que está viviendo con mucha intensidad la protesta desde los primeros días, desde el estallido de las protestas junto a sus compañeros de piso apoyan la cacerolada que se repite a diario en Estambul.
«Vivo en Besiktas y durante algunos días las grandes protestas fueron por aquí, mi calle se abarrotó de manifestante, y la Policía empezó a echar gas. Mucha gente entró en nuestro portal y le ofrecimos agua, leche o cualquier cosa que necesitaran, algunos también utilizaron nuestro baño y hubo un chico que se hizo una herida en la pierna y le costaba andar y se quedó un rato sentado en nuestro salón» comenta Alba.
La comunidad Erasmus ha acudido a las protestas junto a sus compañeros turcos, y en el caso de los andaluces se repite un momento histórico en que las protestas se convierten en un sistema asambleario y de acampada. Sin embargo, los turcos no les han preguntado por el movimiento 15-M, incluso la gran mayoría lo desconoce.
«Los erasmus en general están apoyando a los manifestantes, algunos fueron a las manifestaciones, se está compartiendo toda la información en Facebook, llevan comida al parque, algunos incluso acampan allí», dice la alumna de la Universidad de Granada.
Por Facebook, red que usan estos jóvenes para mostrar imágenes y enlazar vídeos de las protestas turcas, circuló estos días la información del acoso a una erasmus sevillana por parte de la Policía, caso que no se ha contrastado y que Alba, Javier o David no pueden confirmar. No obstante, el miedo generalizado de los jóvenes andaluces a comunicarse a través de la red se ha incrementado, aunque siguen haciendo su vida normal en las calles de Estambul, donde junto a sus compañeros han vivido las disoluciones de manifestaciones e inalado el gas de vertido por los policías turcos. «Ha sido el gas pimienta, aunque indirectamente, y no me ha dañado», relata Javier, estudiante de Turismo en Málaga, que sólo se acercaa Taksim o Parque Gezi para ver cómo se organizan y conocer las actividades que hacen.
Este estudiante habla con preocupación del temor de sus familiares, que reside en los estereotipos de Occidente hacia países como Turquía, pero consuela de manera fácil a sus allegados. «La familia lo vive con incertidumbre y miedo porque pueda ocurrir algo, afortunadamente la situación es estable y tranquila por ahora». Él no piensa, como sus compañeros, regresar a Andalucía antes de lo previsto. Aunque estas últimas semanas muchos erasmus han llegado a su ciudad de origen es consecuencia de la finalización del curso académico en Turquía y no de las protestas. La precaución, con todo, se impone para no protagonizar casos como el de una estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla con una beca Erasmus en Turquía que fue acusada hace cuatro años por colaborar presuntamente en una manifestación pro kurda.
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65839 – EL MERCURIO DIGITAL – Un estudio liderado por el CSIC muestra el potencial de los inhibidores de la enzima PARP para evitar la metástasis del cáncer de piel en el pulmón. Los resultados, probados en ratones, han sido publicados en la revista PLOS Genetics.
SINC.- Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una nueva terapia experimental que reduce en un 90% la presencia de focos de metástasis de melanoma maligno en el pulmón. Los resultados, probados en ratones, muestran el potencial terapéutico de los inhibidores de la enzima PARP, una molécula clave en la reparación de los daños inducidos sobre el ADN. La investigación ha sido publicada en la revista PLOS Genetics.
«La metástasis es la diseminación de células invasivas del tumor desde el lugar donde se origina hacia otras partes del cuerpo, y es causa de la inmensa mayoría de la mortalidad relacionada con los tumores sólidos», explica el investigador del CSIC Javier Oliver, del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra.
Este trabajo describe la capacidad de la enzima PARP para regular la expresión de factores como la vimentina y la VE‐cadherina, proteínas claves en la dinámica de las células vasculares situadas alrededor del tumor y en los procesos transformación maligna, como el mimetismo vascular y la adquisición de propiedades invasivas.
En la investigación también han participado investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Biopatología y Medicina Regenerativa, de la Universidad de Granada, el Centro de Genómica e Investigación Oncológica y la Universidad Pompeu Fabra
Investigadores de toda Andalucía han respondido con diversas concentraciones de protesta en Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén al llamamiento del colectivo ‘Carta por la Ciencia’, formado por la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), la plataforma ‘Investigación Digna’, la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), CCOO y UGT, que ha convocado movilizaciones bajo el lema Salvemos la ciencia. Sin I+D+i no hay futuro.
En Sevilla, unas 300 personas se han concentrado a las puertas del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) durante un cuarto de hora, tras la cual han procedido a la lectura de un manifiesto, común en todas aquellas ciudades españolas donde se ha llevado a cabo la protesta, según ha precisado a Europa Press el portavoz del colectivo ‘Ciencia con Futuro’, Javier Sánchez.
Por otro lado, trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO, UGT, y el Rectorado de la UGR, entre otros colectivos, han participado en un acto en la entrada de la Facultad de Ciencias para reivindicar más recursos que eviten «la ruina y el colapso del sistema científico español».
Para el presidente del comité de empresa del Personal Docente e Investigador de la UGR, Miguel Ángel García, los sucesivos recortes ya han provocado «la primera disminución en I+D+i de la historia». Por eso, ha reclamado la apertura de conversaciones para alcanzar un acuerdo por la I+D+i y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que se debería haber aprobado a mediados de 2012 según la Ley de Ciencia, ha recordado el representante sindical.
El portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores, Miguel Ángel Fernández, ha mantenido en declaraciones a Europa Press que esta movilización ya no pretende evidenciar la fuga de cerebros, pues «ha quedado constatado» que los investigadores tienen que irse fuera de este país, sino «intentar salvar lo poco que queda en esta materia».
Por su parte, la representante de CCOO en el CSIC, Rosa de Castro, ha aludido a la actual situación de este centro investigador con sede en Granada, que ha sufrido una rebaja en el presupuesto del 40% desde 2009.
Centro Astronómico Hispano Alemán
En Granada también se ha dado cita buena parte de la plantilla de Centro Astronómico Hispano Alemán (CAHA) de Calar Alto, en Gérgal (Almería), que previamente al acto oficial ha hecho lectura de un manifiesto sobre la situación del observatorio, ya que el CSIC y la sociedad alemana Max Planck -recientemente galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013- han acordado un «drástico recorte» en la financiación del centro.
En su lectura, han señalado que el acuerdo rubricado el pasado mayo supone rebajas superiores al 60% anual del presupuesto y convierte «una instalación científica de primera línea en un residuo que hay que extinguir», pese a que Calar Alto «es un centro de servicios que aporta datos a buena parte de la astronomía española» como el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Departamento de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, por lo que «el impacto científico de este recorte se multiplica».
En la Universidad de Jaén (UJA), unas 200 personas, en su mayoría profesores e investigadores, aunque también con presencia de alumnos, han participado en la concentración que ha tenido lugar durante diez minutos ante el Rectorado, en el Campus de Las Lagunillas de la capital. Así lo ha señalado a Europa Press el portavoz de la ‘Asamblea de la Universidad de Jaén: en defensa de la universidad pública’, Ángel Cagigas, que se ha adherido a las movilizaciones en apoyo a la investigación.
En Córdoba, buena parte de la plantilla del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), integrada por 180 personas, se ha concentrado ante las puertas del citado centro, según ha informado a Europa Press el director del mismo, José Alfonso Gómez, quien ha recordado que la concentración se ha llevado a cabo como forma de protesta ante los «recortes que viene sufriendo el sector de la investigación científica en nuestro país y para proponer un cambio de rumbo en la política del Gobierno en materia de I+D+i».
Recortes ininterrumpidos desde 2009
Es un hecho, según los concentrados, que «los recortes que se vienen padeciendo desde 2009 no cesan y su efecto acumulativo está causando la asfixia del sistema de ciencia y tecnología español; nos encontramos al borde del colapso de lo que creemos es uno de los ingredientes esenciales para la receta que nos permita salir de la crisis».
En la carta redactada por el colectivo se destaca la petición de «coherencia» al Ejecutivo en la política de recursos humanos para atraer y retener talento en España. Además, se pide la eliminación de la restricción del 10% de reposición de empleo público en todo el sector de la I+D; inversiones que permitan cumplir el compromiso del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en el periodo 2013-2016, el mantenimiento de una inversión pública en ciencia básica; la ejecución del 100% del presupuesto aprobado para I+D+i; la transferencia de fondos a centros y grupos con proyectos aprobados; y la creación de la Agencia Estatal de Investigación, entre otros.
Del mismo modo, recuerdan que desde 2009 se ha reducido el presupuesto del sector en más de un 40%, «más la reducción en los presupuestos autonómicos, más la caída de la inversión privada», ha recordado la secretaria confederal de I+D+i de CCOO, Salce Elvira, en una rueda de prensa celebrada esta semana.
No todos son turcos en la plaza Taksim. En las protestas en la capital de Estambul se han visto involucrados algunos estudiantes de universidades andaluzas. Y aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene datos de los erasmus que viven allí tampoco se han puesto en contacto con ellos. Lo mismo ocurre con algunas universidades de Andalucía. «Por ahora nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni nos han preguntado cómo está la situación aquí», comenta Alba Delgado, estudiante Erasmus en Estambul perteneciente a la carrera de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada.
En igual situación se encuentran Javier y David Aragón, alumnos de la Universidad de Málaga y de Jaén respectivamente. Todos ellos han visto afectada significativamente su actividad académica durante las protestas, pero sí que acuden a plaza Taksim y Parque Gezi, epicentro de las manifestaciones.
Alba Delgado incluso estuvo en Gezi ayudando a hacer bocadillos en uno de los puestos de la acampada contra Erdogan. Esta jerezana asegura que está viviendo con mucha intensidad la protesta desde los primeros días, desde el estallido de las protestas junto a sus compañeros de piso apoyan la cacerolada que se repite a diario en Estambul.
«Vivo en Besiktas y durante algunos días las grandes protestas fueron por aquí, mi calle se abarrotó de manifestante, y la Policía empezó a echar gas. Mucha gente entró en nuestro portal y le ofrecimos agua, leche o cualquier cosa que necesitaran, algunos también utilizaron nuestro baño y hubo un chico que se hizo una herida en la pierna y le costaba andar y se quedó un rato sentado en nuestro salón» comenta Alba.
La comunidad Erasmus ha acudido a las protestas junto a sus compañeros turcos, y en el caso de los andaluces se repite un momento histórico en que las protestas se convierten en un sistema asambleario y de acampada. Sin embargo, los turcos no les han preguntado por el movimiento 15-M, incluso la gran mayoría lo desconoce.
«Los erasmus en general están apoyando a los manifestantes, algunos fueron a las manifestaciones, se está compartiendo toda la información en Facebook, llevan comida al parque, algunos incluso acampan allí», dice la alumna de la Universidad de Granada.
Por Facebook, red que usan estos jóvenes para mostrar imágenes y enlazar vídeos de las protestas turcas, circuló estos días la información del acoso a una erasmus sevillana por parte de la Policía, caso que no se ha contrastado y que Alba, Javier o David no pueden confirmar. No obstante, el miedo generalizado de los jóvenes andaluces a comunicarse a través de la red se ha incrementado, aunque siguen haciendo su vida normal en las calles de Estambul, donde junto a sus compañeros han vivido las disoluciones de manifestaciones e inalado el gas de vertido por los policías turcos. «Ha sido el gas pimienta, aunque indirectamente, y no me ha dañado», relata Javier, estudiante de Turismo en Málaga, que sólo se acercaa Taksim o Parque Gezi para ver cómo se organizan y conocer las actividades que hacen.
Este estudiante habla con preocupación del temor de sus familiares, que reside en los estereotipos de Occidente hacia países como Turquía, pero consuela de manera fácil a sus allegados. «La familia lo vive con incertidumbre y miedo porque pueda ocurrir algo, afortunadamente la situación es estable y tranquila por ahora». Él no piensa, como sus compañeros, regresar a Andalucía antes de lo previsto. Aunque estas últimas semanas muchos erasmus han llegado a su ciudad de origen es consecuencia de la finalización del curso académico en Turquía y no de las protestas. La precaución, con todo, se impone para no protagonizar casos como el de una estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla con una beca Erasmus en Turquía que fue acusada hace cuatro años por colaborar presuntamente en una manifestación pro kurda
No todos son turcos en la plaza Taksim. En las protestas en la capital de Estambul se han visto involucrados algunos estudiantes de universidades andaluzas. Y aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene datos de los erasmus que viven allí tampoco se han puesto en contacto con ellos. Lo mismo ocurre con algunas universidades de Andalucía. «Por ahora nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni nos han preguntado cómo está la situación aquí», comenta Alba Delgado, estudiante Erasmus en Estambul perteneciente a la carrera de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada.
En igual situación se encuentran Javier y David Aragón, alumnos de la Universidad de Málaga y de Jaén respectivamente. Todos ellos han visto afectada significativamente su actividad académica durante las protestas, pero sí que acuden a plaza Taksim y Parque Gezi, epicentro de las manifestaciones.
Alba Delgado incluso estuvo en Gezi ayudando a hacer bocadillos en uno de los puestos de la acampada contra Erdogan. Esta jerezana asegura que está viviendo con mucha intensidad la protesta desde los primeros días, desde el estallido de las protestas junto a sus compañeros de piso apoyan la cacerolada que se repite a diario en Estambul.
«Vivo en Besiktas y durante algunos días las grandes protestas fueron por aquí, mi calle se abarrotó de manifestante, y la Policía empezó a echar gas. Mucha gente entró en nuestro portal y le ofrecimos agua, leche o cualquier cosa que necesitaran, algunos también utilizaron nuestro baño y hubo un chico que se hizo una herida en la pierna y le costaba andar y se quedó un rato sentado en nuestro salón» comenta Alba.
La comunidad Erasmus ha acudido a las protestas junto a sus compañeros turcos, y en el caso de los andaluces se repite un momento histórico en que las protestas se convierten en un sistema asambleario y de acampada. Sin embargo, los turcos no les han preguntado por el movimiento 15-M, incluso la gran mayoría lo desconoce.
«Los erasmus en general están apoyando a los manifestantes, algunos fueron a las manifestaciones, se está compartiendo toda la información en Facebook, llevan comida al parque, algunos incluso acampan allí», dice la alumna de la Universidad de Granada.
Por Facebook, red que usan estos jóvenes para mostrar imágenes y enlazar vídeos de las protestas turcas, circuló estos días la información del acoso a una erasmus sevillana por parte de la Policía, caso que no se ha contrastado y que Alba, Javier o David no pueden confirmar. No obstante, el miedo generalizado de los jóvenes andaluces a comunicarse a través de la red se ha incrementado, aunque siguen haciendo su vida normal en las calles de Estambul, donde junto a sus compañeros han vivido las disoluciones de manifestaciones e inalado el gas de vertido por los policías turcos. «Ha sido el gas pimienta, aunque indirectamente, y no me ha dañado», relata Javier, estudiante de Turismo en Málaga, que sólo se acercaa Taksim o Parque Gezi para ver cómo se organizan y conocer las actividades que hacen.
Este estudiante habla con preocupación del temor de sus familiares, que reside en los estereotipos de Occidente hacia países como Turquía, pero consuela de manera fácil a sus allegados. «La familia lo vive con incertidumbre y miedo porque pueda ocurrir algo, afortunadamente la situación es estable y tranquila por ahora». Él no piensa, como sus compañeros, regresar a Andalucía antes de lo previsto. Aunque estas últimas semanas muchos erasmus han llegado a su ciudad de origen es consecuencia de la finalización del curso académico en Turquía y no de las protestas. La precaución, con todo, se impone para no protagonizar casos como el de una estudiante de Periodismo de la Universidad de Sevilla con una beca Erasmus en Turquía que fue acusada hace cuatro años por colaborar presuntamente en una manifestación pro kurda.