Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’.
Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares. 

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares. 

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

«Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades».

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

‘Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre’. Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. ‘Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades’.

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación ‘Arqueología y Ciencia de los Materiales’ del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’.

Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.

Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.

14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOS

Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

‘Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre’. Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTA

Aranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. ‘Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades’.

En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación ‘Arqueología y Ciencia de los Materiales’ del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.

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Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares.Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOSLos investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos. Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.»Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTAAranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades». En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.(EuropaPress)
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Las poblaciones prehistóricas usaron el bronce en lugar del cobre por cuestiones estéticas, según arqueólogos

65313 Durante la Prehistoria no se empezó a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro sino por una simple cuestión estética, ya que brilla más y es más parecido a la plata, según expone un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada (UGR) en un artículo publicado en ‘Menga. Revista de Prehistoria de Andalucía’ y en cuyo trabajo ha participado el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares.Los autores defienden una teoría muy novedosa: la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce (aleación de cobre y estaño) se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo, y no porque mejorara las condiciones técnicas de los útiles y herramientas realizados en cobre hasta ese momento.Los investigadores, pertenecientes al grupo GEA, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica. Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada, en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base subsistencial de estas poblaciones.14 ENTERRAMIENTOS LOCALIZADOSLos investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar, al menos, a 17 individuos. Todos ellos estaban acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos. Además, de entre estos objetos metálicos llama la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza. Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (esto es, el bronce) no mejora las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.»Al contrario –apunta Gonzalo Aranda Jiménez, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UGR y uno de los autores del trabajo–, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce es equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre». Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.MATERIAL HALLADO EN LOS AÑOS OCHENTAAranda Jiménez destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora. «Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades». En este trabajo han colaborado también investigadores del Instituto de Historia del CSIC, el Laboratorio de Antropología de la UGR, el centro de investigación «Arqueología y Ciencia de los Materiales» del Deutsches Bergbau-Museum de Bochum (Alemania), el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el laboratorio del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Islas Baleares o el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.(EuropaPress)
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Al hombre prehistórico le gustaban los brillos

65313 Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Granada afirma que el desarrollo de la metalurgia del bronce, obtenido de la aleación de cobre y estaño, se produjo especialmente por los cambios en el brillo y color de los objetos, más parecidos a la plata, y no porque fuera más duro como se pensaba hasta ahora.

La investigación, de la que ha informado hoy la institución académica en un comunicado, revela que durante la Prehistoria no se empezó por tanto a utilizar el bronce en lugar del cobre por ser éste un material más duro, sino por una simple cuestión estética: brillaba más y era más parecido a la plata.

En un artículo científico publicado recientemente, un grupo de arqueólogos defienden una teoría que, según sus proponentes, resulta «muy novedosa», al determinar que la importante innovación tecnológica que supuso el desarrollo de la metalurgia del bronce se produjo únicamente porque este metal era visualmente más atractivo.

Los investigadores, del departamento de Prehistoria y Arqueología, han llegado a esta conclusión tras analizar el material hallado en el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares (Granada).

Este yacimiento pertenece a la Edad del Bronce (2200-1500 AC), y se enmarca dentro de la denominada Cultura de El Argar, que se extiende por todo el sureste de la Península Ibérica.

Se trata de un poblado de pequeñas dimensiones (0,6 hectáreas, aproximadamente) situado en plena Vega de Granada en un entorno especialmente propicio para el desarrollo de prácticas agrícolas, la principal base de subsistencia de estas poblaciones.

Pulseras y anillos
Los investigadores encontraron 14 enterramientos, donde pudieron identificar al menos a 17 individuos, todos ellos acompañados de ajuares funerarios, compuestos por varias vasijas cerámicas y objetos de metal, fundamentalmente puñales y adornos como pulseras y anillos.

Además, de entre estos objetos metálicos, llamó la atención un hallazgo excepcional, consistente en 83 clavos o tachuelas que, posiblemente, formaron parte de algún objeto realizado en material orgánico como el cuero o la madera, ya desaparecido, y que formarían parte de alguna prenda de vestir o de algún tipo de contenedor.

Precisamente, los investigadores estudiaron en profundidad la tecnología de manufactura de estos objetos metálicos, analizando su composición, metalografía y microdureza.

Sorprendentemente, descubrieron que la aleación de cobre y estaño (bronce) no mejoraba las propiedades funcionales de los objetos, como tradicionalmente se había sostenido.

Razones simbólicas
Según ha explicado Gonzalo Aranda, uno de los autores del trabajo, la dureza y resistencia de los objetos metálicos realizados en bronce fue, al contrario, equiparable a los previamente manufacturados sólo en cobre.

Los arqueólogos creen que el bronce empezó a emplearse por razones de índole simbólica e ideológica como, por ejemplo, la modificación del color de los objetos.

Aranda destaca la enorme importancia que tienen las excavaciones preventivas como el yacimiento arqueológico del Cerro de San Cristóbal de Ogíjares, que se llevó a cabo en los años 80, aunque el material hallado se ha analizado ahora.

«Estas excavaciones ofrecen muchísima información sobre las sociedades pasadas y suponen una magnífica oportunidad de colaboración entre las empresas de arqueología y los grupos de investigación de las universidades», ha señalado.

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