Las imágenes que Bruselas propone para las cajetillas de tabaco no impactan a nivel emocional

64312 Las imágenes preventivas que la Comisión Europea propone para incluir en las cajetillas de tabaco para reducir el consumo «no tienen el impacto deseado en los fumadores porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables», según una investigación de la Universidad de Granada (UGR) que aboga por generar una batería de imágenes que resulten más impactantes a nivel emocional para que las campañas contra el tabaquismo sean más efectivas.
Esta investigación, realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada por los profesores Miguel Ángel Muñoz, Luis Ciria y Jaime Vila Castelar, ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.

Los científicos de la Universidad de Granada realizaron dos estudios complementarios sobre el mismo tema. En el primero de ellos, publicado en la revista Tobacco Control, recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes, distribuidos en seis grupos de edad: 13-14, 15-16, 17-18, 19-20, 21-22 y más de 23 años, a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, presentado recientemente en el I Congreso Ibérico de Psicología Clínica de la Salud y el Deporte, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas, esto es, objetivas, la efectividad de estas imágenes. De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático (que provoca la sonrisa) o del músculo corrugador (ubicado en el entrecejo).

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes: «cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación, es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable», apunta Miguel Ángel Muñoz, investigador principal. Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que percibimos la imagen como algo agradable. La medición de todos estos movimientos se realizó con un polígrafo, un aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco. «La mayoría de las fotos son percibidas como desagradables, pero no tienen el impacto suficiente en el sujeto», destaca Muñoz.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, «sino que les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, es decir, al tabaco». Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana, u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, «sería incluir en los paquetes de tabaco fotos menos explícitas, que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que queremos provocar en la gente». Así, si buscamos transmitir asfixia, «podemos ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza, y si queremos dar sensación de asco podemos incluir una foto de insectos, por ejemplo».

A la luz de los resultados de ambos estudios, los investigadores de la Universidad de Granada proponen «revisar las imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea, porque no tienen el impacto deseado en la población y, además, se aprobaron en el año 2003. El hecho de que desde entonces se hayan venido empleando y que no se renueven hace que la gente se haya habituado a ellas, y esto también contribuye a que no tengan el impacto deseado», concluye el investigador de la UGR.

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Las imágenes que Bruselas propone para las cajetillas de tabaco no impactan a nivel emocional

64312 Las imágenes preventivas que la Comisión Europea propone para incluir en las cajetillas de tabaco para reducir el consumo «no tienen el impacto deseado en los fumadores porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables», según una investigación de la Universidad de Granada (UGR) que aboga por generar una batería de imágenes que resulten más impactantes a nivel emocional para que las campañas contra el tabaquismo sean más efectivas.
Esta investigación, realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada por los profesores Miguel Ángel Muñoz, Luis Ciria y Jaime Vila Castelar, ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.

Los científicos de la Universidad de Granada realizaron dos estudios complementarios sobre el mismo tema. En el primero de ellos, publicado en la revista Tobacco Control, recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes, distribuidos en seis grupos de edad: 13-14, 15-16, 17-18, 19-20, 21-22 y más de 23 años, a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, presentado recientemente en el I Congreso Ibérico de Psicología Clínica de la Salud y el Deporte, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas, esto es, objetivas, la efectividad de estas imágenes. De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático (que provoca la sonrisa) o del músculo corrugador (ubicado en el entrecejo).

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes: «cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación, es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable», apunta Miguel Ángel Muñoz, investigador principal. Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que percibimos la imagen como algo agradable. La medición de todos estos movimientos se realizó con un polígrafo, un aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco. «La mayoría de las fotos son percibidas como desagradables, pero no tienen el impacto suficiente en el sujeto», destaca Muñoz.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, «sino que les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, es decir, al tabaco». Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana, u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, «sería incluir en los paquetes de tabaco fotos menos explícitas, que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que queremos provocar en la gente». Así, si buscamos transmitir asfixia, «podemos ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza, y si queremos dar sensación de asco podemos incluir una foto de insectos, por ejemplo».

A la luz de los resultados de ambos estudios, los investigadores de la Universidad de Granada proponen «revisar las imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea, porque no tienen el impacto deseado en la población y, además, se aprobaron en el año 2003. El hecho de que desde entonces se hayan venido empleando y que no se renueven hace que la gente se haya habituado a ellas, y esto también contribuye a que no tengan el impacto deseado», concluye el investigador de la UGR.

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Las imágenes que Bruselas propone para las cajetillas de tabaco no impactan a nivel emocional, según un estudio

64312 Las imágenes preventivas que la Comisión Europea propone para incluir en las cajetillas de tabaco para reducir el consumo «no tienen el impacto deseado en los fumadores porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables», según una investigación de la Universidad de Granada (UGR) que aboga por generar una batería de imágenes que resulten más impactantes a nivel emocional para que las campañas contra el tabaquismo sean más efectivas.

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Esta investigación, realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada por los profesores Miguel Ángel Muñoz, Luis Ciria y Jaime Vila Castelar, ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.

Los científicos de la Universidad de Granada realizaron dos estudios complementarios sobre el mismo tema. En el primero de ellos, publicado en la revista Tobacco Control, recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes, distribuidos en seis grupos de edad: 13-14, 15-16, 17-18, 19-20, 21-22 y más de 23 años, a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, presentado recientemente en el I Congreso Ibérico de Psicología Clínica de la Salud y el Deporte, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas, esto es, objetivas, la efectividad de estas imágenes. De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático (que provoca la sonrisa) o del músculo corrugador (ubicado en el entrecejo).

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes: «cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación, es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable», apunta Miguel Ángel Muñoz, investigador principal. Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que percibimos la imagen como algo agradable. La medición de todos estos movimientos se realizó con un polígrafo, un aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco. «La mayoría de las fotos son percibidas como desagradables, pero no tienen el impacto suficiente en el sujeto», destaca Muñoz.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, «sino que les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, es decir, al tabaco». Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana, u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, «sería incluir en los paquetes de tabaco fotos menos explícitas, que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que queremos provocar en la gente». Así, si buscamos transmitir asfixia, «podemos ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza, y si queremos dar sensación de asco podemos incluir una foto de insectos, por ejemplo».

A la luz de los resultados de ambos estudios, los investigadores de la Universidad de Granada proponen «revisar las imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea, porque no tienen el impacto deseado en la población y, además, se aprobaron en el año 2003. El hecho de que desde entonces se hayan venido empleando y que no se renueven hace que la gente se haya habituado a ellas, y esto también contribuye a que no tengan el impacto deseado», concluye el investigador de la UGR.

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Las imágenes que Bruselas propone para las cajetillas de tabaco no impactan a nivel emocional, según un estudio

64312 Las imágenes preventivas que la Comisión Europea propone para incluir en las cajetillas de tabaco para reducir el consumo «no tienen el impacto deseado en los fumadores porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables», según una investigación de la Universidad de Granada (UGR) que aboga por generar una batería de imágenes que resulten más impactantes a nivel emocional para que las campañas contra el tabaquismo sean más efectivas.

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Esta investigación, realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada por los profesores Miguel Ángel Muñoz, Luis Ciria y Jaime Vila Castelar, ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.

Los científicos de la Universidad de Granada realizaron dos estudios complementarios sobre el mismo tema. En el primero de ellos, publicado en la revista Tobacco Control, recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes, distribuidos en seis grupos de edad: 13-14, 15-16, 17-18, 19-20, 21-22 y más de 23 años, a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, presentado recientemente en el I Congreso Ibérico de Psicología Clínica de la Salud y el Deporte, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas, esto es, objetivas, la efectividad de estas imágenes. De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático (que provoca la sonrisa) o del músculo corrugador (ubicado en el entrecejo).

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes: «cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación, es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable», apunta Miguel Ángel Muñoz, investigador principal. Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que percibimos la imagen como algo agradable. La medición de todos estos movimientos se realizó con un polígrafo, un aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco. «La mayoría de las fotos son percibidas como desagradables, pero no tienen el impacto suficiente en el sujeto», destaca Muñoz.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, «sino que les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, es decir, al tabaco». Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana, u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, «sería incluir en los paquetes de tabaco fotos menos explícitas, que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que queremos provocar en la gente». Así, si buscamos transmitir asfixia, «podemos ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza, y si queremos dar sensación de asco podemos incluir una foto de insectos, por ejemplo».

A la luz de los resultados de ambos estudios, los investigadores de la Universidad de Granada proponen «revisar las imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea, porque no tienen el impacto deseado en la población y, además, se aprobaron en el año 2003. El hecho de que desde entonces se hayan venido empleando y que no se renueven hace que la gente se haya habituado a ellas, y esto también contribuye a que no tengan el impacto deseado», concluye el investigador de la UGR.

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Las imágenes que Bruselas propone para las cajetillas de tabaco no impactan a nivel emocional, según un estudio

64312 Las imágenes preventivas que la Comisión Europea propone para incluir en las cajetillas de tabaco para reducir el consumo «no tienen el impacto deseado en los fumadores porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables», según una investigación de la Universidad de Granada (UGR) que aboga por generar una batería de imágenes que resulten más impactantes a nivel emocional para que las campañas contra el tabaquismo sean más efectivas.

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Esta investigación, realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada por los profesores Miguel Ángel Muñoz, Luis Ciria y Jaime Vila Castelar, ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.

Los científicos de la Universidad de Granada realizaron dos estudios complementarios sobre el mismo tema. En el primero de ellos, publicado en la revista Tobacco Control, recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes, distribuidos en seis grupos de edad: 13-14, 15-16, 17-18, 19-20, 21-22 y más de 23 años, a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, presentado recientemente en el I Congreso Ibérico de Psicología Clínica de la Salud y el Deporte, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas, esto es, objetivas, la efectividad de estas imágenes. De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático (que provoca la sonrisa) o del músculo corrugador (ubicado en el entrecejo).

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes: «cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación, es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable», apunta Miguel Ángel Muñoz, investigador principal. Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que percibimos la imagen como algo agradable. La medición de todos estos movimientos se realizó con un polígrafo, un aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco. «La mayoría de las fotos son percibidas como desagradables, pero no tienen el impacto suficiente en el sujeto», destaca Muñoz.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, «sino que les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, es decir, al tabaco». Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana, u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, «sería incluir en los paquetes de tabaco fotos menos explícitas, que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que queremos provocar en la gente». Así, si buscamos transmitir asfixia, «podemos ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza, y si queremos dar sensación de asco podemos incluir una foto de insectos, por ejemplo».

A la luz de los resultados de ambos estudios, los investigadores de la Universidad de Granada proponen «revisar las imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea, porque no tienen el impacto deseado en la población y, además, se aprobaron en el año 2003. El hecho de que desde entonces se hayan venido empleando y que no se renueven hace que la gente se haya habituado a ellas, y esto también contribuye a que no tengan el impacto deseado», concluye el investigador de la UGR.

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Melilla sumará dos nuevas titulaciones universitarias el próximo curso

La Universidad de Granada (UGR) incorporará el próximo curso 2013-2014 dos nuevas titulaciones a la oferta que tiene en el campus de Melilla, donde se impartirán el grado de Derecho, que incluirá la doble titulación Derecho-Administración y Dirección de Empresas, y Educación Física.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, han firmado hoy un acuerdo marco de colaboración, con una vigencia de cinco años, que permitirá incrementar la oferta universitaria en la ciudad autónoma.

El próximo año se implantarán las dos nuevas titulaciones, al tiempo que se está trabajando en la creación de un nuevo grupo de Enfermería, lo que permitiría casi duplicar la oferta de plazas actual, que es de sesenta.

Este dato podría suponer la llegada de estudiantes a la ciudad, ya que el 80 por ciento de los alumnos que estudian Enfermería en Melilla proceden de la península.

La idea es seguir para el curso 2014-2015 esta línea de colaboración e implantar el grado de Fisioterapia y Mercadotecnia.

La Ciudad Autónoma asume el coste de la contratación de los docentes, que en este primer curso le supondrá una inversión de 500.000 euros y que llegará a un máximo de 1,8 millones cuando estén todas las titulaciones y todos los cursos en marcha.

Se calcula que, entre docentes a tiempo parcial y los de tiempo completo, se pueden llegar a contratar entre 100 y 120, mientras que la cifra de alumnos puede llegar a los 2.500.

Imbroda ha considerado que esta inversión es «muy rentable» ya que supone una apuesta por la formación de los jóvenes y ha dicho que a Melilla «le hace falta» convertirse en un centro de referencia de estudios universitarios en toda la zona del Norte de África.

Por su parte, Lodeiro ha valorado el compromiso de la Ciudad Autónoma y ha dicho que el proceso que se iniciará el próximo curso es muy importante para el desarrollo del campus y de la propia ciudad.

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Melilla sumará dos nuevas titulaciones universitarias el próximo curso

La Universidad de Granada (UGR) incorporará el próximo curso 2013-2014 dos nuevas titulaciones a la oferta que tiene en el campus de Melilla, donde se impartirán el grado de Derecho, que incluirá la doble titulación Derecho-Administración y Dirección de Empresas, y Educación Física.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, han firmado hoy un acuerdo marco de colaboración, con una vigencia de cinco años, que permitirá incrementar la oferta universitaria en la ciudad autónoma.

El próximo año se implantarán las dos nuevas titulaciones, al tiempo que se está trabajando en la creación de un nuevo grupo de Enfermería, lo que permitiría casi duplicar la oferta de plazas actual, que es de sesenta.

Este dato podría suponer la llegada de estudiantes a la ciudad, ya que el 80 por ciento de los alumnos que estudian Enfermería en Melilla proceden de la península.

La idea es seguir para el curso 2014-2015 esta línea de colaboración e implantar el grado de Fisioterapia y Mercadotecnia.

La Ciudad Autónoma asume el coste de la contratación de los docentes, que en este primer curso le supondrá una inversión de 500.000 euros y que llegará a un máximo de 1,8 millones cuando estén todas las titulaciones y todos los cursos en marcha.

Se calcula que, entre docentes a tiempo parcial y los de tiempo completo, se pueden llegar a contratar entre 100 y 120, mientras que la cifra de alumnos puede llegar a los 2.500.

Imbroda ha considerado que esta inversión es «muy rentable» ya que supone una apuesta por la formación de los jóvenes y ha dicho que a Melilla «le hace falta» convertirse en un centro de referencia de estudios universitarios en toda la zona del Norte de África.

Por su parte, Lodeiro ha valorado el compromiso de la Ciudad Autónoma y ha dicho que el proceso que se iniciará el próximo curso es muy importante para el desarrollo del campus y de la propia ciudad.

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Melilla sumará dos nuevas titulaciones universitarias el próximo curso

La Universidad de Granada (UGR) incorporará el próximo curso 2013-2014 dos nuevas titulaciones a la oferta que tiene en el campus de Melilla, donde se impartirán el grado de Derecho, que incluirá la doble titulación Derecho-Administración y Dirección de Empresas, y Educación Física.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, han firmado hoy un acuerdo marco de colaboración, con una vigencia de cinco años, que permitirá incrementar la oferta universitaria en la ciudad autónoma.

El próximo año se implantarán las dos nuevas titulaciones, al tiempo que se está trabajando en la creación de un nuevo grupo de Enfermería, lo que permitiría casi duplicar la oferta de plazas actual, que es de sesenta.

Este dato podría suponer la llegada de estudiantes a la ciudad, ya que el 80 por ciento de los alumnos que estudian Enfermería en Melilla proceden de la península.

La idea es seguir para el curso 2014-2015 esta línea de colaboración e implantar el grado de Fisioterapia y Mercadotecnia.

La Ciudad Autónoma asume el coste de la contratación de los docentes, que en este primer curso le supondrá una inversión de 500.000 euros y que llegará a un máximo de 1,8 millones cuando estén todas las titulaciones y todos los cursos en marcha.

Se calcula que, entre docentes a tiempo parcial y los de tiempo completo, se pueden llegar a contratar entre 100 y 120, mientras que la cifra de alumnos puede llegar a los 2.500.

Imbroda ha considerado que esta inversión es «muy rentable» ya que supone una apuesta por la formación de los jóvenes y ha dicho que a Melilla «le hace falta» convertirse en un centro de referencia de estudios universitarios en toda la zona del Norte de África.

Por su parte, Lodeiro ha valorado el compromiso de la Ciudad Autónoma y ha dicho que el proceso que se iniciará el próximo curso es muy importante para el desarrollo del campus y de la propia ciudad.

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Investigadores de la Universidad de Granada advierten sobre imágenes en cajetillas tabaco que no impactan emocionalmente

64312  Investigadores de la Universidad de Granada han evaluado el impacto que tienen las imágenes preventivas que propone la Unión Europea para cubrir las cajetillas de tabaco y han detectado con encuestas y pruebas fisiológicas con polígrafo que no son lo suficientemente «impactantes» a nivel emocional.

Según ha informado hoy la institución académica, las imágenes que Bruselas propone para reducir el consumo de trabajo no tienen el impacto deseado en los fumadores, porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables.

Por lo tanto, si la Comisión Europea quiere mejorar la eficacia de sus campañas para combatir el tabaquismo, debería generar una nueva batería de imágenes que resulten más impactantes emocionalmente.

Éstas son algunas de las conclusiones de una investigación del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, en la que se ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.
Los científicos hicieron dos estudios complementarios sobre el mismo tema: en el primero de ellos recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas objetivas, la efectividad de estas imágenes.

De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años, analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático -que provoca la sonrisa- o del músculo corrugador -ubicado en el entrecejo-.

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes y que revela que, cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación; es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable.

Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que se percibe la imagen como algo agradable, explican los investigadores.

La medición de todos estos movimientos se llevó a cabo con un polígrafo, aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, sino que además les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, al tabaco.

Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, sería incluir en los paquetes de tabaco fotos «menos explícitas», que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que se quiere provocar en la gente.

Así, si se busca transmitir asfixia propone ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza y, si se quiere dar sensación de asco, incluir una foto de insectos, por ejemplo.

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Investigadores de la Universidad de Granada advierten sobre imágenes en cajetillas tabaco que no impactan emocionalmente

64312  Investigadores de la Universidad de Granada han evaluado el impacto que tienen las imágenes preventivas que propone la Unión Europea para cubrir las cajetillas de tabaco y han detectado con encuestas y pruebas fisiológicas con polígrafo que no son lo suficientemente «impactantes» a nivel emocional.

Según ha informado hoy la institución académica, las imágenes que Bruselas propone para reducir el consumo de trabajo no tienen el impacto deseado en los fumadores, porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables.

Por lo tanto, si la Comisión Europea quiere mejorar la eficacia de sus campañas para combatir el tabaquismo, debería generar una nueva batería de imágenes que resulten más impactantes emocionalmente.

Éstas son algunas de las conclusiones de una investigación del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, en la que se ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.
Los científicos hicieron dos estudios complementarios sobre el mismo tema: en el primero de ellos recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas objetivas, la efectividad de estas imágenes.

De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años, analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático -que provoca la sonrisa- o del músculo corrugador -ubicado en el entrecejo-.

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes y que revela que, cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación; es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable.

Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que se percibe la imagen como algo agradable, explican los investigadores.

La medición de todos estos movimientos se llevó a cabo con un polígrafo, aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, sino que además les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, al tabaco.

Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, sería incluir en los paquetes de tabaco fotos «menos explícitas», que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que se quiere provocar en la gente.

Así, si se busca transmitir asfixia propone ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza y, si se quiere dar sensación de asco, incluir una foto de insectos, por ejemplo.

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Investigadores de la Universidad de Granada advierten sobre imágenes en cajetillas tabaco que no impactan emocionalmente

64312  Investigadores de la Universidad de Granada han evaluado el impacto que tienen las imágenes preventivas que propone la Unión Europea para cubrir las cajetillas de tabaco y han detectado con encuestas y pruebas fisiológicas con polígrafo que no son lo suficientemente «impactantes» a nivel emocional.

Según ha informado hoy la institución académica, las imágenes que Bruselas propone para reducir el consumo de trabajo no tienen el impacto deseado en los fumadores, porque sólo a una parte de ellos les parecen realmente desagradables.

Por lo tanto, si la Comisión Europea quiere mejorar la eficacia de sus campañas para combatir el tabaquismo, debería generar una nueva batería de imágenes que resulten más impactantes emocionalmente.

Éstas son algunas de las conclusiones de una investigación del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, en la que se ha evaluado el impacto emocional que tienen en las personas las imágenes preventivas de las cajetillas de tabaco propuestas por la Comisión Europea.
Los científicos hicieron dos estudios complementarios sobre el mismo tema: en el primero de ellos recopilaron la opinión subjetiva de 597 participantes a quienes se presentó una batería formada por 35 imágenes preventivas relacionadas con el tabaco propuestas por la Comisión Europea.

En el segundo estudio, los científicos midieron mediante pruebas fisiológicas objetivas, la efectividad de estas imágenes.

De este modo, en una muestra formada por 50 sujetos de entre 19 y 23 años, analizaron variables como la sudoración, el movimiento del músculo cigomático -que provoca la sonrisa- o del músculo corrugador -ubicado en el entrecejo-.

También estudiaron el movimiento de la cabeza del sujeto ante la visión de estas imágenes y que revela que, cuando éste se produce hacia atrás, significa que hay una respuesta de evitación; es decir, la persona se aparta porque la imagen le resulta desagradable.

Si la cabeza se mueve hacia delante, quiere decir que se percibe la imagen como algo agradable, explican los investigadores.

La medición de todos estos movimientos se llevó a cabo con un polígrafo, aparato capaz de detectar pequeñas tensiones en el cuerpo.

Los resultados de este segundo estudio corroboraron los obtenidos en el primero: las imágenes antitabaco propuestas por Bruselas no son lo suficientemente impactantes como para provocar una respuesta de evitación en el sujeto que le haga alejarse del estímulo, en este caso, la cajetilla de tabaco.

Algunas de estas imágenes no sólo no son percibidas como negativas por la gente, sino que además les resultan positivas, por lo que podrían provocar el efecto contrario: un acercamiento al estímulo, al tabaco.

Es el caso de una fotografía en la que aparecen las manos entrelazadas de una anciana u otra en la que se ve una ecografía con un feto.

El profesor Miguel Ángel Muñoz afirma que una posible solución a este problema, que ya se aplica en algunos países de la UE, sería incluir en los paquetes de tabaco fotos «menos explícitas», que incluso no tengan nada que ver con el tabaquismo, pero sí estén relacionadas con las sensaciones que se quiere provocar en la gente.

Así, si se busca transmitir asfixia propone ilustrar esta idea con una persona con una bolsa en la cabeza y, si se quiere dar sensación de asco, incluir una foto de insectos, por ejemplo.

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La película “Vivir rodando”, de Tom DiCillo, en el Cineclub de la UGR

La Universidad de Granada (UGR) incorporará el próximo curso 2013-2014 dos nuevas titulaciones a la oferta que tiene en el campus de Melilla, donde se impartirán el grado de Derecho, que incluirá la doble titulación Derecho-Administración y Dirección de Empresas, y Educación Física.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, han firmado hoy un acuerdo marco de colaboración, con una vigencia de cinco años, que permitirá incrementar la oferta universitaria en la ciudad autónoma.
El próximo año se implantarán las dos nuevas titulaciones, al tiempo que se está trabajando en la creación de un nuevo grupo de Enfermería, lo que permitiría casi duplicar la oferta de plazas actual, que es de sesenta.
Este dato podría suponer la llegada de estudiantes a la ciudad, ya que el 80 por ciento de los alumnos que estudian Enfermería en Melilla proceden de la península.
La idea es seguir para el curso 2014-2015 esta línea de colaboración e implantar el grado de Fisioterapia y Mercadotecnia.
La Ciudad Autónoma asume el coste de la contratación de los docentes, que en este primer curso le supondrá una inversión de 500.000 euros y que llegará a un máximo de 1,8 millones cuando estén todas las titulaciones y todos los cursos en marcha.
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