Mercedes Rubiño firmó su beca de diez meses en Grecia al mismo tiempo que solicitaba un préstamo para hacer frente a los gastos de su estancia como becaria del programa Erasmus. No quería que sus padres asumieran el coste de sus estudios en el extranjero, pero ahora son ellos los que tienen que hacer frente a las cuotas toda vez que la Junta de Andalucía no termina de saldar la deuda de unos 2.800 euros que mantiene con esta estudiante, una de las portavoces del colectivo de afectados por el impago de la Administración autonómica y que agrupa a más de mil de los 2.185 estudiantes que no han cobrado todavía la totalidad de la beca. Estiman que el total de la deuda puede llegar al millón de euros, y que, al que menos, le deben unos 600 euros y al que más, hasta 3.000, una cantidad notable para las precarias economías de los estudiantes.
Ante las quejas del grupo de erasmus, la Universidad de Granada (UGR), en el consejo de gobierno extraordinario celebrado ayer, ha ofrecido poner en marcha una convocatoria de ayudas de acción social para ayudar a los becarios que se encuentren en una situación más precaria. El rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, propuso a los estudiantes un fondo de unos 200.000 euros, propuesta que el colectivo de afectados consideró «insuficiente», por lo que «no hemos llegado a un acuerdo». Los estudiantes piden que la Junta salde toda la deuda, mientras que la UGR ofrece ayudar en situaciones concretas, en la que el impago de la beca haya supuesto una situación «extrema».
A Javier Castellano le deben 600 euros de su estancia en Bari (Italia). «Una vez allí nos enteramos de que nos iban a rebajar la cuantía de la beca» de unos 600 euros mensuales a poco más de 500, afirma. No le salen las cuentas y cree que «no me van a pagar lo que me deben». Su situación no es de las más graves porque cuenta con el respaldo de sus padres, como es el caso de Mercedes Rubiño. Otros han tenido que recurrir a «trabajos mal pagados», explica la estudiante, para hacer frente a la situación que se han encontrado a la vuelta de la estancia en el extranjero.
Según fuentes de la Universidad, las soluciones planteadas por los estudiantes «se van a analizar» en una comisión de trabajo, que mantendrá nuevas reuniones a lo largo de las próximas semanas.
La Universidad de Granada es la que más becarios envía al extranjero gracias al programa Erasmus, que está financiado por la Unión Europea, el Ministerio de Educación y la Junta de Andalucía. Los estudiantes llevan semanas de movilizaciones por cuanto que las cuantías de las becas fueron modificadas a la baja cuando ya habían aceptado las condiciones económicas y se encontraba, de hecho, en el extranjero, por lo que exigen que se cumpla con las condiciones que aceptaron en su momento.
Pese a que el Ministerio de Educación ya ha anunciado que recortará su aportación al programa, a que la Junta también aportará menos dinero y que Bruselas también plantea una rebaja en su parte, la Universidad de Granada ya anunció que para el próximo curso está previsto que el número de plazas para las becas Erasmus sea de 4.161, 300 más que en este curso.