Estudio demuestra que una mala opinión influye al aceptar ofertas de terceros

Una investigación en la que ha participado la Universidad de Granada ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa ya que la información social sobre ella influye en la decisión personal.
El estudio, hecho también las universidades de Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña), ha revelado además que las personas están dispuestas incluso a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.
Según ha informado la institución académica granadina, los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.
Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero.
Estas ofertas pueden ser justas, por ejemplo dividir 10 euros en 5 para cada uno, o injustas, dividir 10 euros en 9 para una persona y 1 para el otro.
La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, ya que aunque un euro de diez sea injusto sigue siendo dinero, según ha explicado María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.
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Estudio demuestra que una mala opinión influye al aceptar ofertas de terceros

Una investigación en la que ha participado la Universidad de Granada ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa ya que la información social sobre ella influye en la decisión personal.
El estudio, hecho también las universidades de Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña), ha revelado además que las personas están dispuestas incluso a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.
Según ha informado la institución académica granadina, los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.
Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero.
Estas ofertas pueden ser justas, por ejemplo dividir 10 euros en 5 para cada uno, o injustas, dividir 10 euros en 9 para una persona y 1 para el otro.
La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, ya que aunque un euro de diez sea injusto sigue siendo dinero, según ha explicado María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.
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Estudio demuestra que una mala opinión influye al aceptar ofertas de terceros

Una investigación en la que ha participado la Universidad de Granada ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa ya que la información social sobre ella influye en la decisión personal.
El estudio, hecho también las universidades de Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña), ha revelado además que las personas están dispuestas incluso a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.
Según ha informado la institución académica granadina, los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.
Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero.
Estas ofertas pueden ser justas, por ejemplo dividir 10 euros en 5 para cada uno, o injustas, dividir 10 euros en 9 para una persona y 1 para el otro.
La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, ya que aunque un euro de diez sea injusto sigue siendo dinero, según ha explicado María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.
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Un estudio demuestra que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, tendemos a rechazar su dinero

Investigadores de las universidades de Granada y Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) han realizado un estudio que revela que la gente está dispuesta, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, rechazamos su dinero con mayor probabilidad, aunque nos haga una oferta que nos beneficie, porque la información social que tenemos sobre ella influye en nuestra decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

Respuesta emocional negativa frente a la injusticia
Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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Un estudio demuestra que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, tendemos a rechazar su dinero

Investigadores de las universidades de Granada y Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) han realizado un estudio que revela que la gente está dispuesta, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, rechazamos su dinero con mayor probabilidad, aunque nos haga una oferta que nos beneficie, porque la información social que tenemos sobre ella influye en nuestra decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

Respuesta emocional negativa frente a la injusticia
Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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Un estudio demuestra que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, tendemos a rechazar su dinero

Investigadores de las universidades de Granada y Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) han realizado un estudio que revela que la gente está dispuesta, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, rechazamos su dinero con mayor probabilidad, aunque nos haga una oferta que nos beneficie, porque la información social que tenemos sobre ella influye en nuestra decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

Respuesta emocional negativa frente a la injusticia
Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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‘Odio a San Valentín’, Taller de dependencias emocionales para los estudiantes de la UGR

Las plazas ya están cubiertas pero, debido a la gran demanda que se ha generado, se prevé volver a organizar una actividad próximamente

Los mitos relacionados con el amor romántico llevan a muchas personas a mantener conductas de dependencia que crean frustración e inseguridad emocional. En estos días del mes de febrero, en el que se bombardea con múltiples formas de celebrar el día de San Valentín, desde el Centro Juvenil de Orientación para la Salud-Punto Forma Joven, asociación Liga Granadina LECP de la Universidad de Granada, se lanza una propuesta de relaciones afectivas saludables, a través del taller «Odio a San Valentín».

El taller tendrá una duración de dos días, 15 y 18 de febrero, de 10:00 a 13:00 h, es gratuito y está dirigido a la población estudiantil universitaria. Las plazas ya están cubiertas pero, debido a la gran demanda que se ha generado, se prevé volver a organizar una actividad similar próximamente.

Maribel Casado Treviño es educadora y Mónica Peralta Aguilar, psicóloga. Ambas profesionales son además sexólogas y coordinan las actividades que se realizan desde el Centro Juvenil de Orientación para la Salud de la UGR. Explican que «se acerca el día de San Valentín, y todos los mensajes que encontramos están relacionados con tener pareja, no tanto en cómo sea ésta, si es una pareja sana, si te aporta crecimiento en tu vida…lo importante es tener pareja. Algunas personas hablan de que es el día del amor, día en el que le demuestras especialmente lo mucho que quieres a la persona con la que tienes una relación amorosa. En este sentido, los centros comerciales aprovechan para enviar mensajes que aumenten el consumo de productos, bajo la excusa del amor».

Nuestra sociedad en su conjunto, en este momento especialmente, nos transmite la idea de lo importante que es tener pareja, «estar con alguien», de tal manera que, si éste no es tu caso, un alto porcentaje de personas te mira con un poco de pena y compasión, a la vez que intenta animarte para que «sigas buscando».

¿Por qué? Porque la idea del amor que existe en nuestra sociedad, está relacionada con el amor romántico, el cual se basa en una serie de ideas preconcebidas, una de las cuales es que el tener pareja es el proyecto fundamental y prioritario de una persona, que además, da sentido a su vida. Esta idea, junto a otras como el amor verdadero, la omnipotencia del amor, por amor todo vale, etc., genera una serie de expectativas y comportamientos en un gran número de personas relacionados con un verdadero malestar emocional.

Personas que buscan una pareja sin descanso, que mantienen en relaciones disfuncionales, personas que no son capaces de dejar a su pareja porque siempre han estado en pareja, personas que no superan rupturas esperando que la otra vuelva algún día a su lado, idealizando los momentos buenos y minimizando los importantes problemas que había en la relación, etc.

Es por ello que el taller organizado por el Centro Juvenil de Orientación para la Salud de la UGR tiene este título, «Odio a San Valentín», que en realidad es un odio a una idea de amor disfuncional o insano, que nos limita, empobrece y genera malestar en gran parte de la relaciones existentes hoy día en nuestra sociedad. Desde el taller se apuesta por aprender a romper con esos mitos, partiendo de la propia persona, entendiendo y conociendo todos los conceptos relacionados con el «amor», desmitificándolo para que en vez de limitarnos como personas sea una fuente de enriquecimiento, como son otras áreas de la vida.

Los objetivos que se plantean en el Taller son los siguientes:
1.-Conocer y analizar los conceptos de amor, enamoramiento y dependencias.
2.-Analizar y detectar los mitos relacionados con el amor romántico.
3.-Conocer y prevenir conductas de dependencia.
4.-Identificar las bases de unas relaciones sanas y saludables.

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‘Odio a San Valentín’, Taller de dependencias emocionales para los estudiantes de la UGR

Las plazas ya están cubiertas pero, debido a la gran demanda que se ha generado, se prevé volver a organizar una actividad próximamente

Los mitos relacionados con el amor romántico llevan a muchas personas a mantener conductas de dependencia que crean frustración e inseguridad emocional. En estos días del mes de febrero, en el que se bombardea con múltiples formas de celebrar el día de San Valentín, desde el Centro Juvenil de Orientación para la Salud-Punto Forma Joven, asociación Liga Granadina LECP de la Universidad de Granada, se lanza una propuesta de relaciones afectivas saludables, a través del taller «Odio a San Valentín».

El taller tendrá una duración de dos días, 15 y 18 de febrero, de 10:00 a 13:00 h, es gratuito y está dirigido a la población estudiantil universitaria. Las plazas ya están cubiertas pero, debido a la gran demanda que se ha generado, se prevé volver a organizar una actividad similar próximamente.

Maribel Casado Treviño es educadora y Mónica Peralta Aguilar, psicóloga. Ambas profesionales son además sexólogas y coordinan las actividades que se realizan desde el Centro Juvenil de Orientación para la Salud de la UGR. Explican que «se acerca el día de San Valentín, y todos los mensajes que encontramos están relacionados con tener pareja, no tanto en cómo sea ésta, si es una pareja sana, si te aporta crecimiento en tu vida…lo importante es tener pareja. Algunas personas hablan de que es el día del amor, día en el que le demuestras especialmente lo mucho que quieres a la persona con la que tienes una relación amorosa. En este sentido, los centros comerciales aprovechan para enviar mensajes que aumenten el consumo de productos, bajo la excusa del amor».

Nuestra sociedad en su conjunto, en este momento especialmente, nos transmite la idea de lo importante que es tener pareja, «estar con alguien», de tal manera que, si éste no es tu caso, un alto porcentaje de personas te mira con un poco de pena y compasión, a la vez que intenta animarte para que «sigas buscando».

¿Por qué? Porque la idea del amor que existe en nuestra sociedad, está relacionada con el amor romántico, el cual se basa en una serie de ideas preconcebidas, una de las cuales es que el tener pareja es el proyecto fundamental y prioritario de una persona, que además, da sentido a su vida. Esta idea, junto a otras como el amor verdadero, la omnipotencia del amor, por amor todo vale, etc., genera una serie de expectativas y comportamientos en un gran número de personas relacionados con un verdadero malestar emocional.

Personas que buscan una pareja sin descanso, que mantienen en relaciones disfuncionales, personas que no son capaces de dejar a su pareja porque siempre han estado en pareja, personas que no superan rupturas esperando que la otra vuelva algún día a su lado, idealizando los momentos buenos y minimizando los importantes problemas que había en la relación, etc.

Es por ello que el taller organizado por el Centro Juvenil de Orientación para la Salud de la UGR tiene este título, «Odio a San Valentín», que en realidad es un odio a una idea de amor disfuncional o insano, que nos limita, empobrece y genera malestar en gran parte de la relaciones existentes hoy día en nuestra sociedad. Desde el taller se apuesta por aprender a romper con esos mitos, partiendo de la propia persona, entendiendo y conociendo todos los conceptos relacionados con el «amor», desmitificándolo para que en vez de limitarnos como personas sea una fuente de enriquecimiento, como son otras áreas de la vida.

Los objetivos que se plantean en el Taller son los siguientes:
1.-Conocer y analizar los conceptos de amor, enamoramiento y dependencias.
2.-Analizar y detectar los mitos relacionados con el amor romántico.
3.-Conocer y prevenir conductas de dependencia.
4.-Identificar las bases de unas relaciones sanas y saludables.

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Un estudio demuestra que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se tiende a rechazar su dinero

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa, porque la información social que se tiene sobre ella influye en la decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa, porque la información social que se tiene sobre ella influye en la decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada (UGR), según ha informado la institución académica en un comunicado.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como ‘Juego del Ultimátum’, en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

RESPUESTA EMOCIONAL NEGATIVA FRENTE A LA INJUSTICIA

Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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Un estudio demuestra que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se tiende a rechazar su dinero

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa, porque la información social que se tiene sobre ella influye en la decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que cuando se tiene una mala opinión sobre una persona se rechaza su dinero con mayor probabilidad, aunque haga una oferta beneficiosa, porque la información social que se tiene sobre ella influye en la decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada (UGR), según ha informado la institución académica en un comunicado.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como ‘Juego del Ultimátum’, en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

RESPUESTA EMOCIONAL NEGATIVA FRENTE A LA INJUSTICIA

Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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¿Aceptarías dinero de quien te cae mal? Un estudio dice que no

Un grupo de científicos desmiente la frase de «París bien vale una misa», que en diciembre de 1553 pronunció Enrique IV, al referirse a ener que aceptar una religión, la católica, que no era la suya para hacerse con el trono francés. Este grupo de investigadores asegura que las personas tienden a rechazar el dinero de las personas de quien tienen una mala opinión.

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, rechazamos su dinero con mayor probabilidad, aunque nos haga una oferta que nos beneficie, porque la información social que tenemos sobre ella influye en nuestra decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

Respuesta emocional negativa frente a la injusticia

Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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¿Aceptarías dinero de quien te cae mal? Un estudio dice que no

Un grupo de científicos desmiente la frase de «París bien vale una misa», que en diciembre de 1553 pronunció Enrique IV, al referirse a ener que aceptar una religión, la católica, que no era la suya para hacerse con el trono francés. Este grupo de investigadores asegura que las personas tienden a rechazar el dinero de las personas de quien tienen una mala opinión.

Una investigación realizada en las universidades de Granada, Friburgo (Alemania) y el University College London (Gran Bretaña) ha demostrado que, cuando tenemos una mala opinión sobre una persona, rechazamos su dinero con mayor probabilidad, aunque nos haga una oferta que nos beneficie, porque la información social que tenemos sobre ella influye en nuestra decisión. Además, las personas están dispuestas, incluso, a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tienen una mala consideración.

Se trata de un artículo publicado en la revista Frontiers in Decision Neuroscience, para el que los investigadores trabajaron con dos grupos formados por 36 personas cada uno, de entre 18 y 27 años, todos ellos alumnos de la Universidad de Granada.

Para llevar a cabo este trabajo, sus autores emplearon un juego económico conocido como «Juego del Ultimátum», en el que los participantes reciben ofertas sobre divisiones de sumas de dinero que les hace un compañero. Estas ofertas pueden ser justas (por ejemplo, dividir 10 euros en 5 para cada uno) o injustas (dividir 10 euros en 9 para mí y 1 para ti). La decisión racional, según los investigadores, sería aceptar todas las ofertas, «ya que aunque 1 euro de 10 sea injusto, sigue siendo dinero», en palabras de María Ruz, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR.

Respuesta emocional negativa frente a la injusticia

Los investigadores encontraron, replicando estudios previos, que la mayoría de los participantes tendían a rechazar ofertas del tipo injusto, un efecto que parece mediado por una respuesta emocional negativa ante la injusticia.

María Ruz afirma que este trabajo muestra que «la opinión que tenemos sobre aspectos morales de las personas con las que interactuamos también hace que aceptemos o rechacemos las ofertas de dinero que nos hacen». De este modo, si tenemos una buena opinión de la otra persona, aceptamos más veces su dinero que si no la tenemos. «Por otro lado, si tenemos una mala opinión de alguien, rechazamos su dinero con mayor probabilidad. Ambas cosas ocurren tanto para ofertas justas como para las injustas», destaca la autora.

Durante la realización de este estudio, además, «la gente se estaba jugando dinero real (se les pagaba más cuanto más ofertas aceptaban)». Los resultados, por lo tanto, son contraintuitivos, «pero es lo que encontramos: estamos dispuestos a perder dinero con tal de no aceptarlo de personas de las que tenemos una mala opinión», concluyen las autoras.

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