“Hoy también es el día mundial contra el V.I.H. ¡Qué no te alcance!”, videoforum en la UGR

  • Miércoles, 27 de febrero, de 12:00 a 14:00 horas en el Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo

Enmarcado en la campaña de sensibilización dirigida a los estudiantes, el Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, el Centro Juvenil de Orientación para la Salud que pertenece al Vicerrectorado de Estudiantes va a realizar un videoforum el miércoles 27 de febrero, de 12:00 a 14:00 horas en el Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo.

“Hoy también es el día mundial contra el V.I.H. ¡Qué no te alcance!”, es el título del videoforum al que se puede asistir de forma gratuita, hasta cubrir aforo. En el mismo se ofrecerá información general sobre la transmisión del virus del SIDA, así como de la prueba para detectarlo y se insistirá en que las personas que hayan tenido alguna práctica de riesgo no duden en dirigirse al Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, en donde se realiza la prueba del VIH, de forma gratuita y confidencial.

La asistencia a esta actividad es libre y en la misma se repartirán métodos de barrera para frenar la transmisión del VIH y otras ITS (infecciones de transmisión sexual).

Más información: Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada. Liga Granadina de la Educacion y la Cultura Popular- Liga Española. C/Hornillo de Cartuja, 6,1ºA. Telefono: 958 282064. Correo elec: gabos@ugr.es.

CONVOCATORIA:

  • ASUNTO: videoforum“ Hoy también es el día mundial contra el V.I.H.”
  • DÍA: miércoles 27 de febrero.
  • HORA: de 12:00 a 14:00 horas.
  • LUGAR: Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo.


“Hoy también es el día mundial contra el V.I.H. ¡Qué no te alcance!”, videoforum en la UGR

  • Miércoles, 27 de febrero, de 12:00 a 14:00 horas en el Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo

Enmarcado en la campaña de sensibilización dirigida a los estudiantes, el Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, el Centro Juvenil de Orientación para la Salud que pertenece al Vicerrectorado de Estudiantes va a realizar un videoforum el miércoles 27 de febrero, de 12:00 a 14:00 horas en el Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo.

“Hoy también es el día mundial contra el V.I.H. ¡Qué no te alcance!”, es el título del videoforum al que se puede asistir de forma gratuita, hasta cubrir aforo. En el mismo se ofrecerá información general sobre la transmisión del virus del SIDA, así como de la prueba para detectarlo y se insistirá en que las personas que hayan tenido alguna práctica de riesgo no duden en dirigirse al Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, en donde se realiza la prueba del VIH, de forma gratuita y confidencial.

La asistencia a esta actividad es libre y en la misma se repartirán métodos de barrera para frenar la transmisión del VIH y otras ITS (infecciones de transmisión sexual).

Más información: Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada. Liga Granadina de la Educacion y la Cultura Popular- Liga Española. C/Hornillo de Cartuja, 6,1ºA. Telefono: 958 282064. Correo elec: gabos@ugr.es.

CONVOCATORIA:

  • ASUNTO: videoforum“ Hoy también es el día mundial contra el V.I.H.”
  • DÍA: miércoles 27 de febrero.
  • HORA: de 12:00 a 14:00 horas.
  • LUGAR: Salón de Actos del Complejo Administrativo Triunfo.


Las personas mayores son más felices si lo fueron de jóvenes: estudio

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando han disfrutado de una vida feliz y aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

 Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la revista ‘Journal of Happiness Studies’, en el que han explorado la felicidad actual y la pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años con diferentes características personales y sociodemográficas, informó Europa Press.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores.

De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35,7 por ciento estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3 por ciento no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

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Las personas mayores son más felices si lo fueron de jóvenes: estudio

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando han disfrutado de una vida feliz y aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

 Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la revista ‘Journal of Happiness Studies’, en el que han explorado la felicidad actual y la pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años con diferentes características personales y sociodemográficas, informó Europa Press.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores.

De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35,7 por ciento estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3 por ciento no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

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El primer hombre cibernético defiende la utilización de la teconología en el cuerpo

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado hoy que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.»Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.»En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.Por todo ello, pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una intervención titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores».Inicialmente, no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos, pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».»Con el uso constante del ‘software’ en el cuerpo, con lo que se une el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte, porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos, escuchar los colores y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.
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El primer hombre cibernético defiende la utilización de la teconología en el cuerpo

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado hoy que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.»Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.»En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.Por todo ello, pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una intervención titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores».Inicialmente, no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos, pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».»Con el uso constante del ‘software’ en el cuerpo, con lo que se une el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte, porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos, escuchar los colores y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.
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El primer hombre cibernético defiende la utilización de la tecnología en el cuerpo

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado hoy que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.

«Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.

Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».

Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.

«En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.

Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.

Por todo ello, pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.

Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una intervención titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».

Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores».

Inicialmente, no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos, pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».

«Con el uso constante del ‘software’ en el cuerpo, con lo que se une el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte, porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.

Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.

Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos, escuchar los colores y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.

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El primer hombre cibernético defiende la utilización de la tecnología en el cuerpo

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado hoy que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.

«Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.

Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».

Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.

«En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.

Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.

Por todo ello, pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.

Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una intervención titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».

Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores».

Inicialmente, no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos, pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».

«Con el uso constante del ‘software’ en el cuerpo, con lo que se une el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte, porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.

Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.

Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos, escuchar los colores y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto.

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PPL acusa a Marín de simular un procedimiento aparentemente legal para conceder la compatibilidad a López Bueno

Liarte asegura que su formación política está estudiando el posible alcance penal de los hechos
Populares en Libertad (PPL) ha acusado al ex consejero de Administraciones Públicas (actualmente de Fomento), Miguel Marín, y a la ex directora general del área (ahora secretaria general de la Delegación del Gobierno), María José Gómez, de urdir una estrategia para evitar que la Asamblea de Melilla examinara una supuesta solicitud de compatibilidad de José María López Bueno.

Según ha explicado el portavoz de PPL, Julio Liarte, el objetivo que ambos perseguían no era otro que el de impedir que su petición fuese rechazada por no cumplir los requisitos previstos por la ley para compatibilizar la presidencia de PROMESA con un puesto de profesor asociado en la Universidad de Granada.

Liarte ha dejado claro que la Comisión de Administraciones Públicas tenía que haber visto el expediente de compatibilidad de López Bueno, sin embargo el asunto no fue puesto nunca en su conocimiento «por una razón muy sencilla: la presidencia de PROMESA es un cargo incompatible con cualquier otro público o privado».

El diputado liberal ha recordado que el cargo de presidente de la sociedad pública es de dedicación exclusiva y se ha referido al artículo 18 de los estatutos de PROMESA, donde se establece que «su presidente cobrará una retribución equivalente a la de los miembros del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla siempre que tenga dedicación exclusiva», y por ello, percibe unos 60.000 euros anuales.

Sin embargo, a pesar de esta norma, Liarte asegura que Miguel Marín ejecutó un plan para que en la Comisión o en el Pleno de la Asamblea no se debatiera sobre la imposibilidad de que López Bueno simultaneara dos puestos púbicos. «El plan consistió en elaborar dos informes: en el primero firmado por la directora general de Administraciones Públicas, María José Gómez, se fundamentaba que el consejo de Administración de PROMESA era el órgano competente para resolver la incompatibilidad de su presidente, y, en el segundo, redactado por el bufete de abogados Sánchez Cano, S.L., se afirmaba que López Bueno cumplía los requisitos para obtener la compatibilidad».

Ante estos hechos, PPL está estudiando el posible alcance penal de estos dos dictámenes «hechos a medida» para que el Consejo de Administración de PROMESA, con los únicos votos de Miguel Marín y de Mari Carmen Dueñas, concediera la compatibilidad a López Bueno. Según Liarte, «se trata de un nuevo escándalo protagonizado por Miguel Marín que sólo puede resolverse con su cese y el de López Bueno, por lo que se insta a Imbroda a que lo solucione en el ámbito político a fin de evitar la intervención de los tribunales».

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PPL acusa a Marín de simular un procedimiento aparentemente legal para conceder la compatibilidad a López Bueno

Liarte asegura que su formación política está estudiando el posible alcance penal de los hechos
Populares en Libertad (PPL) ha acusado al ex consejero de Administraciones Públicas (actualmente de Fomento), Miguel Marín, y a la ex directora general del área (ahora secretaria general de la Delegación del Gobierno), María José Gómez, de urdir una estrategia para evitar que la Asamblea de Melilla examinara una supuesta solicitud de compatibilidad de José María López Bueno.

Según ha explicado el portavoz de PPL, Julio Liarte, el objetivo que ambos perseguían no era otro que el de impedir que su petición fuese rechazada por no cumplir los requisitos previstos por la ley para compatibilizar la presidencia de PROMESA con un puesto de profesor asociado en la Universidad de Granada.

Liarte ha dejado claro que la Comisión de Administraciones Públicas tenía que haber visto el expediente de compatibilidad de López Bueno, sin embargo el asunto no fue puesto nunca en su conocimiento «por una razón muy sencilla: la presidencia de PROMESA es un cargo incompatible con cualquier otro público o privado».

El diputado liberal ha recordado que el cargo de presidente de la sociedad pública es de dedicación exclusiva y se ha referido al artículo 18 de los estatutos de PROMESA, donde se establece que «su presidente cobrará una retribución equivalente a la de los miembros del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla siempre que tenga dedicación exclusiva», y por ello, percibe unos 60.000 euros anuales.

Sin embargo, a pesar de esta norma, Liarte asegura que Miguel Marín ejecutó un plan para que en la Comisión o en el Pleno de la Asamblea no se debatiera sobre la imposibilidad de que López Bueno simultaneara dos puestos púbicos. «El plan consistió en elaborar dos informes: en el primero firmado por la directora general de Administraciones Públicas, María José Gómez, se fundamentaba que el consejo de Administración de PROMESA era el órgano competente para resolver la incompatibilidad de su presidente, y, en el segundo, redactado por el bufete de abogados Sánchez Cano, S.L., se afirmaba que López Bueno cumplía los requisitos para obtener la compatibilidad».

Ante estos hechos, PPL está estudiando el posible alcance penal de estos dos dictámenes «hechos a medida» para que el Consejo de Administración de PROMESA, con los únicos votos de Miguel Marín y de Mari Carmen Dueñas, concediera la compatibilidad a López Bueno. Según Liarte, «se trata de un nuevo escándalo protagonizado por Miguel Marín que sólo puede resolverse con su cese y el de López Bueno, por lo que se insta a Imbroda a que lo solucione en el ámbito político a fin de evitar la intervención de los tribunales».

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Neil Harbisson, el primer hombre con un ojo cibernético: «En esta década usaremos la tecnología como parte del cuerpo»

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado este lunes que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.

«Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.

Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».

Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.

«En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.

Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.

Tres mutaciones
Por todo ello pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.

Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una conferencia titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».

Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores». Inicialmente no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».

«Con el uso constante del software en el cuerpo, unir el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.

Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.

Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos escuchar los colores o percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto

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Neil Harbisson, el primer hombre con un ojo cibernético: «En esta década usaremos la tecnología como parte del cuerpo»

Neil Harbisson, el artista que oye los colores gracias a un «ojo cibernético», ha asegurado este lunes que la sociedad tiene que empezar a ver la tecnología «como una creación humana, no como algo extraterrestre», y que en próximas décadas ésta dejará de ser una herramienta para usarse como parte del cuerpo.

«Es muy lógico utilizar la tecnología para enriquecernos a nosotros mismos. La cibernética nos puede ayudar a todos a percibir lo que no podemos percibir», ha dicho el que puede considerarse el primer «cyborg» u hombre cibernético del mundo, que ha ofrecido esta mañana una conferencia en la Universidad de Granada.

Harbisson, que nació con acromatopsia, un problema visual que le impide ver los colores y que a los 20 años se implantó un ojo electrónico que «traduce» los colores a sonidos, considera que todos los humanos están en la necesidad de «extender» su experiencia sensorial y que, si se comparan con otras especies -con lo que por ejemplo oye y huele un perro-, las personas perciben «muy poco».

Este activista es además presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional que defiende que los seres humanos deben dejar de usar la tecnología como una herramienta e implantarse los dispositivos electrónicos en el cuerpo.

«En esta década vamos a dejar de usar la tecnología como una herramienta y la vamos a utilizar como parte del cuerpo», augura Harbisson, quien espera que poco a poco la gente se acostumbre a incorporar como propia esa tecnología, que ahora se usa habitualmente con las manos a través de botones o dispositivos táctiles.

Igual que se crea tecnología para elementos electrónicos como un coche, con sensores de movimiento, también estos avances, ha ejemplificado, podrían incorporarse directamente a las personas.

Tres mutaciones
Por todo ello pronostica que en este siglo la especie humana experimentará tres «mutaciones» básicas: habrá personas que utilicen elementos mecánicos, electrónicos y cibernéticos como parte de su cuerpo.

Harbisson ha relatado esta mañana su trayectoria en la Facultad de Psicología de Granada, en la que supone su única intervención en España dentro de su última gira mundial de conferencias, en una conferencia titulada «Diferentes formas de percibir el mundo: Percepción, Sinestesia y Ciborgismo».

Con su implantación del ojo electrónico, las notas musicales son retransmitidas al cerebro a través del cráneo, de manera que Neil tiene la capacidad de «escuchar los colores». Inicialmente no sabía interpretar la realidad coloreada del mundo que el dispositivo le enviaba en forma de sonidos pero, con paso del tiempo, aprendió a percibirla y ahora «escucha» esos colores y, de hecho, ha logrado incluso «soñar en color».

«Con el uso constante del software en el cuerpo, unir el cerebro y ese programa, he creado un nuevo sentido para mí en mi mente», ha relatado el artista, a quien en 2004 el Gobierno británico prohibió renovar su pasaporte porque, según las normas vigentes, no se permitía aparecer en la fotografía de este documento con aparatos electrónicos en la cabeza.

Harbisson alegó que, tras su operación, se había convertido en un «cyborg», y que su «eyeborg» u ojo electrónico debía ser considerado como parte de su cuerpo y de su imagen, por lo que finalmente, la justicia británica le dio la razón, convirtiéndose así en el primer «cyborg» reconocido oficialmente por un Gobierno.

Según la Universidad de Granada, su caso ha sido estudiado en profundidad por expertos de todo el mundo en sinestesia, un fenómeno cognitivo que consiste en «mezclar» los cinco sentidos y que permite a las personas ver los sonidos escuchar los colores o percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto

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