‘BRUJAS’ nuevo largometraje de la IV Muestra Audiovisual de Andalucía en la Euroárabe

Miércoles, 20 a las 18h., en la Fundación Euroárabe

  • En la recta final de la IV Muestra Audiovisual de Andalucía, este próximo miércoles se aborda el tema de la brujería con ‘Brujas’, una película de ficción-documentalel de Pilar Távora.
  • La proyección, con entrada gratuita hasta completar aforo, se proyecta en la Fundación Euroárabe este próximo miércoles, 20 de febrero, a las 18h.

‘BRUJAS’ , producido en 2008 por Artimagen Producciones, S.L, es un documental con guión y dirección de Pilar Távora. Este largometraje narra los orígenes de la brujería, del conocimiento de la naturaleza, de las plantas medicinales, del cuidado del alma y el cuerpo humano, la función social de las brujas… el por qué siempre hubo una aplastante mayoría de mujeres ejerciendo la brujería, los equívocos, las manipulaciones de la realidad, los estereotipos…y el poder.

Las condenas sistemáticas a través de los siglos, la posición del poder político y del poder religioso, las persecuciones y la quema de brujas de la Inquisición europea… Casi desde su nacimiento, la brujería fue perseguida y condenada y las razones son muy distintas a las que se han difundido masivamente. Datos e información sorprendentes, envueltos en un clima de ficción mágico y atractivo. Eso es “Brujas”, una película de ficción-documental que aporta luz y conocimiento a un mundo que muchos han querido que permanezca en la oscuridad. Ya es hora de contar los cuentos al revés.

La IV Muestra del Audiovisual Andaluz, organizada por la Fundación Audiovisual de Andalucía, el Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada, la Filmoteca de Andalucía y la Fundación Euroárabe de Altos Estudios, se viene ofreciendo en Granada, en la sede de la Fundación Euroárabe, desde noviembre y hasta febrero. El ciclo ofrece de forma gratuita al público las mejores producciones de la industria cinematográfica andaluza.

Fundación Euroárabe de Altos Estudios
San Jerónimo, 27. 18001 Granada
Tlf/(+34)958206508
Fax/(+34)958208354
www.fundea.org


Desarrollan sensores «a la carta» para detectar alimentos intoxicados

na empresa de Granada ha desarrollado sensores «a la carta» que detectan en minutos alimentos intoxicados, lo que permite agilizar procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes.

Así lo ha informado hoy la Fundación Descubre en un comunicado, en el que explica que la firma, Laimat, busca alianzas estratégicas para abordar el salto al mercado.

En la actualidad se realizan numerosos análisis para el diagnóstico de enfermedades, el control de tóxicos en seguridad alimentaria, controles agrícolas, en procesos farmacéuticos o de droga con técnicas convencionales que, en general, requieren de sofisticados equipos de alto coste y de personal especializado.

Por ello, la empresa spin-off de la Universidad de Granada Laimat, fundada en 2006, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección de sustancias que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense.

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química, ha explicado que el objetivo de esta línea, ya patentada, es obtener sensores «a la carta» que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata.

«Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», señala Pedrajas.

Como primera aplicación el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos y, de hecho, el producto que la empresa tiene más avanzado es la detección de «histaminas» en pescado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podrían aplicarse a la detección de drogas y fármacos para proporcionar un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje o aduanas, detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz o detección de microcontaminates en aguas potables y residuales.

Al margen de estos sensores, la empresa trabaja actualmente en el desarrollo de «micro-nanopartículas» para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

Al respecto, Pedrajas ha indicado que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

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Desarrollan sensores «a la carta» para detectar alimentos intoxicados

na empresa de Granada ha desarrollado sensores «a la carta» que detectan en minutos alimentos intoxicados, lo que permite agilizar procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes.

Así lo ha informado hoy la Fundación Descubre en un comunicado, en el que explica que la firma, Laimat, busca alianzas estratégicas para abordar el salto al mercado.

En la actualidad se realizan numerosos análisis para el diagnóstico de enfermedades, el control de tóxicos en seguridad alimentaria, controles agrícolas, en procesos farmacéuticos o de droga con técnicas convencionales que, en general, requieren de sofisticados equipos de alto coste y de personal especializado.

Por ello, la empresa spin-off de la Universidad de Granada Laimat, fundada en 2006, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección de sustancias que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense.

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química, ha explicado que el objetivo de esta línea, ya patentada, es obtener sensores «a la carta» que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata.

«Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», señala Pedrajas.

Como primera aplicación el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos y, de hecho, el producto que la empresa tiene más avanzado es la detección de «histaminas» en pescado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podrían aplicarse a la detección de drogas y fármacos para proporcionar un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje o aduanas, detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz o detección de microcontaminates en aguas potables y residuales.

Al margen de estos sensores, la empresa trabaja actualmente en el desarrollo de «micro-nanopartículas» para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

Al respecto, Pedrajas ha indicado que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

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Una spin-off de la UGR desarrolla sensores ‘a la carta’ que detectan en minutos alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos.

 

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una spin-off de la UGR desarrolla sensores ‘a la carta’ que detectan en minutos alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos.

 

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una spin-off desarrolla sensores ‘a la carta’ para detectar alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una spin-off desarrolla sensores ‘a la carta’ para detectar alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una spin-off de la UGR desarrolla sensores ‘a la carta’ que detectan en minutos alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos.
La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una spin-off de la UGR desarrolla sensores ‘a la carta’ que detectan en minutos alimentos intoxicados

Una spin-off de la Universidad de Granada (UGR) fundada en 2006, Laimat, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección en minutos de alimentos intoxicados y que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense, entre otros campos.
La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química con experiencia en la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la empresa privada, explica que el objetivo de esta línea, patentada en colaboración con el CSIC, es obtener sensores ‘a la carta’ que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes, informa la Fundación Descubre en una nota.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata. «Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», añade Pedrajas.

Como primera aplicación, el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos. De hecho, el producto que Laimat tiene más avanzado es la detección de histaminas en pescado. La línea, que se está validando internamente, estaría terminada a falta de encontrar socios industriales, alianzas con firmas que permitan el salto de Laimat al mercado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podría aplicarse a la detección de drogas y fármacos proporcionando un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje, aduanas, etc; detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz, o detección ‘in situ’ de microcontaminates en aguas potables y residuales.

ASFALTOS MÁS DURADEROS

Al margen del desarrollo de los sensores, la empresa granadina, especializada en nanotecnología y materiales, trabaja actualmente en el desarrollo de micro/nanopartículas para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

A este respecto, Pedrajas indica que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

Para ello, Laimat forma parte de un proyecto Cenit junto a la Universidad de Granada, Acciona y Repsol. «El proyecto se encuentra en una fase anterior que el de los sensores, pero ya contamos con la tecnología para fabricar esas micropartículas que podemos aplicar a ingredientes funcionales, cosmética y fármacos», indica la fundadora de la firma.

Como en el caso de los sensores, la empresa se ha centrado durante la primera etapa en el desarrollo del proyecto. «Hemos dedicado los primeros años a la puesta en marcha de líneas propias y a la prestación de servicios de I+D a otras empresas, ahora afrontamos la segunda fase, la comercialización de los resultados, pasar del laboratorio al mercado», señala Josefina Pedrajas, que apunta que la estrategia pasaría por alianzas con fabricantes industriales con el fin de finalizar el desarrollo y llegar al mercado.

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Una empresa granadina desarrolla sensores “a la carta” para detectar alimentos intoxicados

Una empresa de Granada ha desarrollado sensores «a la carta» que detectan en minutos alimentos intoxicados, lo que permite agilizar procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes.

Así lo ha informado hoy la Fundación Descubre en un comunicado, en el que explica que la firma, Laimat, busca alianzas estratégicas para abordar el salto al mercado.

En la actualidad se realizan numerosos análisis para el diagnóstico de enfermedades, el control de tóxicos en seguridad alimentaria, controles agrícolas, en procesos farmacéuticos o de droga con técnicas convencionales que, en general, requieren de sofisticados equipos de alto coste y de personal especializado.

Por ello, la empresa spin-off de la Universidad de Granada Laimat, fundada en 2006, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección de sustancias que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense.

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química, ha explicado que el objetivo de esta línea, ya patentada, es obtener sensores «a la carta» que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata.

«Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», señala Pedrajas.

Como primera aplicación el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos y, de hecho, el producto que la empresa tiene más avanzado es la detección de «histaminas» en pescado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podrían aplicarse a la detección de drogas y fármacos para proporcionar un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje o aduanas, detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz o detección de microcontaminates en aguas potables y residuales.

Al margen de estos sensores, la empresa trabaja actualmente en el desarrollo de «micro-nanopartículas» para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

Al respecto, Pedrajas ha indicado que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

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Una empresa granadina desarrolla sensores “a la carta” para detectar alimentos intoxicados

Una empresa de Granada ha desarrollado sensores «a la carta» que detectan en minutos alimentos intoxicados, lo que permite agilizar procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes.

Así lo ha informado hoy la Fundación Descubre en un comunicado, en el que explica que la firma, Laimat, busca alianzas estratégicas para abordar el salto al mercado.

En la actualidad se realizan numerosos análisis para el diagnóstico de enfermedades, el control de tóxicos en seguridad alimentaria, controles agrícolas, en procesos farmacéuticos o de droga con técnicas convencionales que, en general, requieren de sofisticados equipos de alto coste y de personal especializado.

Por ello, la empresa spin-off de la Universidad de Granada Laimat, fundada en 2006, ha desarrollado una nueva tecnología basada en el uso de sensores electroquímicos para la detección de sustancias que pueden aplicarse a la salud alimentaria, la toxicología clínica y la medicina legal y forense.

La fundadora de la empresa, Josefina Pedrajas, doctora en Química, ha explicado que el objetivo de esta línea, ya patentada, es obtener sensores «a la carta» que sean sencillos, rápidos, baratos y que ofrezcan más información que los existentes.

En concreto, el material funciona al ser depositado sobre un soporte conductor, a modo de sonda sumergible, capaz de medir y ofrecer una lectura inmediata.

«Son herramientas de análisis rápidas, fácil de usar, ligeras, transportables, baratas, lo que permitiría evitar de forma rápida y fiable alimentos intoxicados o adulterados mediante el uso de tóxicos, antibióticos y plaguicidas, con lo que podemos agilizar los procesos, evitar alarmas sociales y reducir costes», señala Pedrajas.

Como primera aplicación el material permite su uso como marcador de enfermedades y para tóxicos en alimentos y, de hecho, el producto que la empresa tiene más avanzado es la detección de «histaminas» en pescado.

Pero los sensores no tienen como fin únicamente la salud alimentaria, sino que podrían aplicarse a la detección de drogas y fármacos para proporcionar un mayor margen de actuación en casos de intoxicación, sobredosis, control antidopaje o aduanas, detección del inicio de ciertas enfermedades para su diagnóstico precoz o detección de microcontaminates en aguas potables y residuales.

Al margen de estos sensores, la empresa trabaja actualmente en el desarrollo de «micro-nanopartículas» para medicamentos, productos químicos, textiles y nuevos materiales.

Al respecto, Pedrajas ha indicado que el primer desarrollo de esta línea se basa en partículas que se incorporan como ingredientes en la mejora de asfaltos y hormigón, con el fin de hacerlos más duraderos y estables.

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¿De dónde viene el conflicto entre Fortes y García Montero?

Luis García Montero regresa a la Facultad de Letras de la Universidad de Granada tras cuatro años de excedencia por la polémica con el profesor José Antonio Fortes. El poeta ha declarado, tal y como cuenta el periodista Juan Luis Tapia hoy en la edición impresa de IDEAL, que decidió regresar a la UGR al enterarse «de que Fortes se prejubilaba, pero ante los recortes en los implementos de prejubilaciones ha vuelto, y ahí está, pero voy a seguir diciendo lo que pienso, y no voy a dejar que mi relación con la ciudad y con la Universidad de Granada se vea interferida por un personaje de estas características».
Pero, ¿de dónde viene el conflicto entre Fortes y García Montero? Aunque algunos opinan que las desaveniencias entre el profesor titular del Departamento de Literatura de la Universidad de Granada, José Antonio Fortes, y el poeta Luis García Montero vienen de largo, el desencadenante que llevó a que ambos literatos se viesen las caras en los tribunales el 22 de octubre de 2008, fue un artículo que García Montero escribió para el diario ‘El País’ en 2006, en el que llamaba, con nombres y apellidos, «perturbado» y «tonto inocente», entre otras cosas, a José Antonio Fortes. Palabras que le llevó a una condena por injurias.
Fue en ese año 2006, cuando la enemistad afloró con más fuerza a raíz de una serie de comentarios por parte de Fortes en una reunión de los profesores del Departamento de Literatura para presentar un candidato al Premio García Lorca y la posterior respuesta del poeta en una entrevista en IDEAL llamaba a su colega «tonto». En la citada reunión, se habían propuesto para dicho premio Brines, Blanca Varela, Benedetti y García Baena. En ese momento, Fortes calificó de «pantomima, ya que el premio estaba dado de antemano» e hizo alusión a un «apaño entre Luis García Montero y su hermano Juan, concejal de Cultura en el Ayuntamiento e impulsor del citado premio
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